Los tiempos en los que la mimada de la casa pedía la muñeca de moda y el ‘campeón’ la camiseta de su selección favorita, parecen haber llegado a su fin, ahora quieren un teléfono celular.
Los chicos (cada vez más chicos) desean tener uno porque les atrae la tecnología y dicho sea de paso, no se quieren quedar atrás porque ya hay un compañerito que lleva celular al colegio.
Como padre, estás dudando si tiene la edad adecuada para tener uno porque el asunto tiene sus pros y sus contras.
Evidentemente, el celular va a facilitar la comunicación con los hijos cuando estén fuera de casa por motivos escolares, se puede monitorearlos, saber si están bien y si ya es hora de ir a recogerlos, pero...también están los riesgos.
Una excesiva o inadecuada utilización del teléfono puede generar falta de atención en clase, permitir acceso a contenido inadecuado o la intervención de terceros, entre otras cosas.
Después de comprar un teléfono celular a su hijo, este puede descuidar sus actividades y obligaciones cotidianas y dedicarle buena parte de su atención a la escritura y lectura de mensajes de textos y chats, sin mencionar las mascotas que han aparecido, como Pou.
Sus tareas y sus relaciones familiares pueden verse seriamente relegadas por el uso y abuso del equipo celular.
Los ‘tecnojuguetes’, liderados por el teléfono celular se perfilan como una atracción en aumento para los chicos y con ello son el origen de un sinfín de pesadillas para algunos padres.
No se trata de satanizar este instrumento de la tecnología, sino de sacarle provecho para bien.
En el diario La Nación de Argentina, un psicoanalista invitó a evitar la ‘tecnolatría’. Enrique Novelli, profesional de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), indicó que los padres deberían limitar el envío de mensajes de texto y llamadas para determinados momentos y hacer hincapié en que esta práctica no remplaza el encuentro cara a cara: "Muchos establecen una relación tan peculiar con el aparato, que quedan sometidos a una dependencia casi enfermiza, en la que se pierde el valor de la comunicación. Pasan de usar la tecnología a caer en una tecnolatría, en la que el celular es visto como un ídolo".
¿A qué edad se les puede comprar un celular?
Para el consultor educativo Néstor Heredia, no hay una edad determinada, responde más bien a una necesidad real de los hijos.
“Mientras más tarde los hijos entren al mundo de la tecnología, mejor. No es bueno quemar etapas y todo el mundo cibernético empuja a los niños a vivir cosas para las que todavía no están preparados. La pregunta que tienen que hacerse los padres es: ¿Realmente mi hijo necesita celular? Si la supuesta necesidad responde a un tema de comodidad (para no bajarse del auto a buscarlos en el colegio), animo a los padres a que venzan esa pasividad, ya que más que una necesidad de los hijos es un capricho de los padres”.
Heredia considera que si la necesidad radica en un asunto de seguridad o de control, tampoco es una buena idea comprarles un móvil porque los chicos se dan cuenta cuando los padres no confían en ellos y eso lleva, en muchos casos, a un complejo de persecución. Peor aún, si el motivo por el cual le van a comprar un celular responde a un tema de estatus, se debería más bien pasar más tiempo de calidad con los hijos para que no busquen el afecto familiar en las cosas materiales.
A su vez, el sicólogo Raschid Guardia recomienda que antes de tomar la decisión de dar un teléfono celular al hijo, primero se piensen que la madurez y la capacidad de ser responsables son más importantes que la edad numérica de un niño.
Motivos para darle un teléfono móvil
Heredia cree que es tiempo de darle un celular al hijo cuando este desarrolla actividades en las cuales se maneja de forma independiente. “Previamente el hijo tiene que saber que las nuevas tecnologías son un medio que facilita el encuentro con la otra persona y que en ningún momento lo remplaza”.
A su vez, Guardia dice que un buen motivo puede ser el de comunicar situaciones de emergencia, para saber dónde están o con quiénes están, para comunicarles nuestros planes, etc.
Sobre las restricciones
Guardia enfatiza que: “Cuando los teléfonos son muy modernos, corremos el riesgo de que los niños y jóvenes creen adicción a los mismos, debido a que los celulares hoy son pequeñas computadoras y su acceso a la internet hace que estén expuestos a juegos, mensajes, redes sociales y otros que hacen que distraiga su atención de sus obligaciones”.
Heredia recomienda hacerles ver que primero está la comunicación real y luego la virtual. “Si uno pasa más tiempo frente a una pantalla que conversando con alguien o leyendo un libro, muestra que hay mucha superficialidad en uno. Es muy importante enseñar a los hijos a no responder el celular cuando está con una persona o en una clase. También los padres no deben llamarlos en horario de clase porque le están faltando el respeto al profesor y poniendo a su hijo ante un problema”.
Daños a la salud
Bélgica ha anunciado que prohibirá la venta de teléfonos móviles confeccionados para niños menores de siete años. La decisión responde a una nueva ley reciente de ese país donde se prohíbe la publicidad de los teléfonos móviles y teléfonos inteligentes dirigidos a niños menores de 13 años. La motivación para esta prohibición es la radiación que los teléfonos podrían causar y el daño que les puede provocar a los menores. Un adulto llega a utilizar solamente la mitad de la vida de un teléfono móvil, pero un niño queda expuesto al dispositivo móvil desde una edad muy temprana. Si bien nunca se ha demostrado que la radiación emitida por los teléfonos móviles sea perjudicial, el debate ya está instalado.
Guardia confirma que hay muchos estudios actualmente, pero ninguno tiene la contundencia para rebatir el uso de celulares en niños y adolescentes. “Pero vale recalcar que los niños tienen un cerebro en crecimiento, el cual puede ser dañado con más facilidad que un cerebro adulto; recordemos que los celulares usan frecuencias del espectro electromagnético el cual puede afectar a un organismo en desarrollo. Constatar de manera determinante si el uso de celular en niños es dañino les tomará a los científicos un tiempo más, ya que para ver los efectos de exposición, muchas veces se requiere varias décadas de observación en los sujetos seleccionados”.
Controlar el acceso a las redes sociales e Internet
Heredia propone más que control, creatividad y tiempo de parte de los padres para que sepan despertar aficiones que sean recreativas y enriquecedoras en sus hijos, como el deporte, las artes, la poesía, la música, etc. “Si un hijo se la pasa todo el día en la internet, es que no tiene algo más productivo que hacer. Despertar esas inquietudes es tarea de los padres”.
Guardia es más categórico, recomienda no permitir la conexión a la internet vía celular y dejar que el teléfono solo tenga la función básica de hablar por teléfono.
Sacar provecho y reales beneficios del celular
Heredia propone que la mitad del celular lo pague el hijo con sus ahorros, trabajando en las vacaciones (trabajos acorde a su edad) o sacrificando gastos que corresponden a la mesada.
“El trabajo hace madurar mucho a los hijos y además suelen encontrar un gusto en ello”.
Al entregar un celular a un hijo, hay que explicarle la razón de su uso, el motivo de comprárselo, a quiénes debe llamar o atender y a quiénes no, la prudencia y el cuidado que debe tener al utilizarlo y advertirle que no es un juguete.
Es cierto que el móvil es de utilidad para la seguridad de ellos, pero si se le da un mal uso al equipo, puede exponer a los niños a situaciones de riesgo con desconocidos.
Es importante que tanto la madre como el padre realicen seguimiento diario de las llamadas y mensajes que hacen, reciben o envían sus hijos
Otros datos para debatir
Radiación. Un estudio del Consejo Nacional de Protección Radiológica de Gran Bretaña (NRPB por sus siglas en inglés) dirigido por sir William Stewart dijo que los niños menores de ocho años de edad nunca deberían usar celulares. Las razones son muchas para Stewart, entre ellas: "El cráneo de los niños no es suficientemente grueso, su sistema nervioso no está totalmente desarrollado y la radiación penetra con más fuerza en sus cerebros".
Por si acaso. A pesar de que las compañías de telefonía móvil criticaron la falta de evidencia definitiva de los estudios sobre los peligros para la salud, sacaron del mercado aparatos móviles que eran especiales para niños en Gran Bretaña.
Depresión. En Corea del Sur, el país con mayor concentración de teléfonos inteligentes, uno de cada cinco menores sufre de problemas como depresión y ansiedad si son separados de sus celulares inteligentes. El problema de la adicción es tal, que las escuelas organizan campamentos para disminuir la dependencia hacia la tecnología.
FUENTE: GEOSALUD.COM / BBC
Cinco puntos para reflexionar
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Lo compras para estar en contacto con ellos por razones de seguridad, para saber cómo están, para informarles que vas en camino a buscarlos, etc.
Cuándo adquirirlo. Según las actividades escolares. Primero debés tener claro si tu hijo está en capacidad de asumir la responsabilidad de cargar un móvil y de obedecer tus reglas sobre su uso.
Cuál celular. Un niño no necesita un smartphone de cuarta generación. Debés elegir un modelo útil y convencional para que se comunique sin acceder a páginas de Internet que sean un riesgo para él.
Costo y plan. La idea no es fomentar una pugna entre los niños del colegio para ver quién tiene el celular más costoso. Buscá un teléfono de precio moderado y conectalo a un plan prepago para mayor control de gastos.
Funciones del celular. El mejor móvil no es aquel que tiene miles de funciones o aplicaciones, porque no queremos que el niño esté pegado al equipo y olvide sus tareas y obligaciones escolares.
Recuerda que como es un niño, puede dejar caer el celular, entonces, adquiere un modelo resistente y económico.
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