Peligros de los trastornos de personalidad

Cada persona tiene rasgos de su personalidad que lo caracterizan. La manera de pensar y comportarse, lo cual hace que cada individuo sea único y especial. Cuando la personalidad sufre un trastorno, crea un patrón de pensamiento y conducta extremista, inflexible y mal adaptada. Esto puede ocasionar grandes dificultades en la vida de la persona y se asocia a una angustia personal o hacia los demás.

“La personalidad es un conjunto de rasgos propios que determinan la forma en que cada persona percibe su entorno, lo cual define su patrón de emociones, pensamiento y conducta que modelan los aspectos que integran su comportamiento, permitiendo afrontar la vida y reaccionar de modo individual con el desarrollo de mecanismos de adaptación que lo hacen único y singular”, explicó el psiquiatra Mauricio Peredo.

El desarrollo de la personalidad al ser un proceso evolutivo y dinámico en ocasiones sufre alguna alteración que determina rasgos rígidos que dificultan al individuo para afrontar la vida, lo que provoca dificultad en su adaptación y reacciones inadecuadas en su patrón de comportamiento que altera su interacción con su entorno.

DIAGNÓSTICO

Los trastornos de la personalidad pueden desarrollarse durante la niñez, persistir en la adolescencia y juventud para manifestarse en la edad adulta. Algunos son más comunes en hombres que en mujeres y viceversa.

Al parecer son diferentes las causas que están asociadas a los trastornos de la personalidad, pero existe un factor predominante al igual que en las enfermedades mentales, una combinación de factores que van desde lo genético pasando por lo bioquímico, del individuo, familia y terminando en el medio ambiente.

La mayoría de las personas que sufren de este problema no buscan ayuda, sino hasta después de años de angustia, en otros casos pasa desapercibido. Esto se debe a la ausencia de información, en relación con las causas que la provocan y al desarrollo de sus manifestaciones.

TIPOS

Peredo afirma que existe diferentes tipos de trastornos de la personalidad que han sido clasificados según el DSM-V Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (siglas en inglés) que fuera publicado el 18 de mayo del presente año y es clasificado en: Antisocial, Límite, Narcisista, por Evitación, por Dependencia y Obsesivo.

Trastorno antisocial de la personalidad.- Se caracteriza porque esas personas tienden a transgredir las normas sociales o legales sin experimentar arrepentimiento alguno. El patrón dominante es la desconsideración hacia otros y violación de los derechos de los demás.

Trastorno límite (Borderline) de la personalidad.- Su particularidad es la inestabilidad emocional y dificultad para controlar sus impulsos. Su patrón dominante es el desequilibrio en sus relaciones interpersonales, la propia imagen y el estado de ánimo.

Trastorno Narcisista de la personalidad.- Se caracteriza por la necesidad externa que experimenta la persona, por sobresalir y está asociada a los bajos niveles de tolerancia a la frustración. El patrón dominante es la grandiosidad, la necesidad de admiración y falta de empatía.

Trastorno Obsesivo de la personalidad.- Tiene la particularidad de apuntar al perfeccionismo, meticulosidad y extremo cuidado con el orden a costa de la flexibilidad, apertura y eficiencia.

Trastorno de la personalidad por evitación.- Tiene la particularidad de que la persona perciba el entorno de forma amenazadora provocando temor y evita situaciones que considera como peligrosas. El patrón dominante es la inhibición social, sentimiento de ineptitud e hipersensibilidad a la evaluación negativa.

Trastorno de la personalidad por dependencia.- Se caracteriza, porque el individuo experimenta una extrema necesidad de aprobación y temor a quedarse solo por lo que busca depender de otras personas. El patrón dominante es la excesiva necesidad de que se le cuide lo que conlleva un comportamiento sumiso, pegajoso y con el temor de la separación.

Trastorno de la personalidad histriónico.- Tiene la particularidad de seguir un patrón dominante de excesiva emoción y de búsqueda de atención.

“Las características ya mencionadas son rígidas y evidencian la dificultad de adaptación que estos trastornos provocan en el individuo. Dichas personas tienen una pobre capacidad de autocrítica lo que dificulta que reconozcan que tienen algún tipo de problema y, por el contrario, afirman que el problema está en los demás. Por esta razón estas personas no se adaptan al mundo, sino esperan que suceda lo contrario”, acotó Peredo.

TRATAMIENTO

El especialista afirmó que este tipo de trastornos suele manifestarse no solo en la dificultad de adaptación del individuo con su entorno, sino que frecuentemente ocasiona alteraciones en el estado de ánimo que se manifiesta como síntomas de ansiedad y sintomatología depresiva, que debe ser valorada por el psiquiatra.

“El inicio de un tratamiento es muy complejo, porque no existe un tratamiento específico para resolver los diferentes tipos de trastornos de personalidad. Sin embargo, la conducta terapéutica debe estar orientada a mejorar los síntomas que la persona experimenta y promover el desarrollo de conductas adaptativas”, dijo Peredo.