viernes, 30 de diciembre de 2016

Los niños deben hablar de sus sentimientos

La salud mental infantil es un área cada vez más preocupante. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que a nivel global el suicidio es la segunda causa principal de mortalidad entre las mujeres y la tercera entre los varones de 10 a 24 años. "El suicidio juvenil es un importante problema de salud pública mundial", declara la OMS.

Aunque es muy difícil saber cómo evitarlo, lo mejor es empezar a ayudarles lo más pronto posible. La BBC visitó una escuela primaria en el sur de Londres donde están implementando un esquema que a través de juegos les enseña a los niños a expresarse.

Los niños se despegan de sus sillas, agitando sus manos en el aire y chocando las rodillas con emoción, para pedir la palabra. La señora sonriente al frente de la clase repite su pregunta: "¿Puedo ver tus pensamientos? ¿Puedo olerlos o tocarlos?".

La doctora Anna Redfern es una comunicadora y una psicóloga clínica talentosa. No todo el mundo puede persuadir a niños de ocho y nuevo años de edad para que hablen de sus más íntimos sentimientos frente a sus compañeros de clase. Aquí están los niños de la clase 4S en la escuela primaria Oliver Goldsmith admitiendo abiertamente que ellos tienen días en los que se sienten poco motivados, furiosos o sencillamente muy tristes. "Nadie puede ver nuestros pensamientos", dice una niña con confianza.

Redfern y su colega Debbie Plant están llevando a cabo un nuevo programa llamado Cues-Ed. El programa le enseña a los niños a reconocer las señales de que las cosas no están bien y algunas técnicas de comportamiento para ayudarles a manejar el mal humor. "Todos tenemos sentimientos. Y todos tenemos dificultades en nuestras vidas, las cuales nos harán sentir y pensar que la vida es un poco difícil", dice Redfern.

""En lugar de que teman hablar sobre esas cosas, queremos que los niños tengan el vocabulario que les permita buscar la ayuda correcta y decir: ´En realidad, así es como me estoy sintiendo, estas son las cosas que estoy pensando y necesito un poco de ayuda extra´", añade.

Todo el programa está cuidadosamente concebido para ser divertido y amigable. Palabras adultas como "depresión" nunca se usan.

"¿Alguna vez has tenido uno de esos días realmente malos, cuando todo parece estar en tu contra?", pregunta Redfern con una gran sonrisa. "¿Uno de esos días en los que bajas las escaleras para desayunar y el cereal que te gusta se acabó?".

La clase se horroriza y empiezan a hablar entre ellos sobre sus malos días.

jueves, 29 de diciembre de 2016

La sexualidad entre los 3 y 6 años



Pensar en la sexualidad de los/las hijos/as cuando aún son pequeños/as, puede ser un importante desafío para los padres, ya que pueden emerger temores, sorpresas, prejuicios, inseguridades, etc., es por ello que estar preparados/as e informados/as sobre el tema puede ser de gran utilidad.

La sexualidad está presente en los seres humanos desde el momento del nacimiento y durante el resto de la vida, es decir que somos seres sexuados y por esta misma razón, informar y orientar a los niños y niñas en este tema, no sólo tendrá un impacto el modo de establecer relaciones con otros y con ellos mismos en el fututo, sino además en el modo que sienten y se expresan en el presente.



Sexo y sexualidad

En este sentido, es importante diferenciar sexo de sexualidad. Cuando se habla de sexo se hace referencia a aspectos físicos y biológicos, definidos genéticamente, es decir a los órganos reproductivos femeninos o masculinos y también puede hacer referencia al acto sexual como tal. Cuando hablamos de sexualidad, también hablamos de sexo, pero no solo en el plano biológico, sino también hacemos referencia a los roles de género, al placer, la intimidad, la orientación sexual y la reproducción, según definiciones de la Organización mundial de la Salud (OMS, 2006).

La sexualidad posee dimensiones biológicas, sociales, culturales y religiosas, por lo tanto no hace referencia sólo a la capacidad de reproducción, sino que también involucra afectos, amor, intimidad, cercanía y valores; es así que cuando hablamos de sexualidad, no podemos dejar de lado estos aspectos.

Si la sexualidad está presente en nuestra vida desde que nacemos, es esperable que su desarrollo esté vinculado a los cambios biopsicosociales que experimenta la persona durante su crecimiento.



En la infancia

En la infancia, la sexualidad posee características propias, los órganos sexuales aún son inmaduros y las sensaciones de placer no poseen el mismo significado (o función) que tienen para un adolescente o un adulto. En esta etapa, los niños irán desarrollando su sexualidad a partir de la curiosidad, el juego, las preguntas y la exploración, lo que vayan descubriendo y sintiendo les permitirá vincularse con su cuerpo, experimentar sensaciones y emociones asociadas al contacto con sus figuras de apego (caricias, besos, abrazos). Poco a poco y a partir de la observación y experiencias cotidianas, identificarán su propio sexo y las diferencias existentes con el sexo opuesto, empezarán a mostrar mayor interés en aspectos referidos a la reproducción y las relaciones de amor entre las personas adultas.

En esta etapa del desarrollo es esperable que los/las niños/as muestren curiosidad por saber cómo funciona el cuerpo de otras personas, que tengan conductas masturbatorias, que jueguen a representar roles como “los enamorados”, “papá y mamá”, imitando comportamientos de pareja como tomarse de las manos o besarse, también es esperable que tengan juegos como “el doctor” con el objetivo de poder explorar el cuerpo de otros niños. Cabe mencionar que hay niños que quizás muestren menor curiosidad por estos temas, aspecto que tampoco debe preocupar a los padres ya que cada niño tiene sus propias vivencias y necesidades de aprendizaje.



Recomendaciones para abordar el tema

Frente a las conductas descritas anteriormente, es posible que los padres no siempre se sientan seguros respecto a cómo actuar, lo más importante es en principio mostrar calma y estar abiertos a conversar con sus niños/as sobre el tema, se recomienda lo siguiente:

• Nombrar todas las partes del cuerpo por su nombre, incluyendo los genitales, esto permitirá valorar en igual medida el cuerpo en su totalidad.

• Si tiene menos de cuatro años, se puede explicar al niño que los bebés salen del cuerpo de las mamás, si es mayor, dar nociones simples de la reproducción humana.

• Respetar los límites interpersonales: hay partes de su cuerpo y de otros niños que no se pueden tocar porque son privadas.

• Enseñarle a diferenciar los contactos físicos adecuados de los inadecuados y que sepa decir que no frente a situaciones que le causan malestar.

• No señalar al niño como “malo” o “sucio” cuando tenga conductas como las señaladas, anteriormente y en su lugar, hacerle saber que todas las personas sienten curiosidad pero que hay lugares y momentos para las conductas privadas. Si los/as pequeños/as asocian el placer o la curiosidad con lo malo o sucio, esto podría repercutir en que luego exploren su cuerpo, pero con un monto de culpa y/o malestar.

• Responder sus preguntas de la manera más simple y puntual, es muy importante no dejar preguntas sin responder ni censurar su necesidad de información.

Finamente, tener en cuenta que cada día, a partir de sonrisas, gestos, actitudes y palabras, se enseña a los niños y niñas acerca de la sexualidad, algunas preguntas pueden generar sorpresa, temor o vergüenza, sin embargo, educarles sobre su propio desarrollo no solo prevendrá situaciones de riesgo y promoverá su bienestar, sino que también permitirá establecer vínculos de mayor confianza y comunicación con sus padres o con las personas que le cuidan.





Psicóloga

Jimena Araos Silva es Psicóloga Clínica, Magíster en Psicología Clínica con Mención en Psicoterapia sistémica por la Universidad Católica del Norte (Chile), Licenciada en Psicología en la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba.

Diplomada en Educación superior por la Universidad Mayor de San Simón. Diplomada en Derechos Humanos: Atención integral a víctimas de trata y tráfico por la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.


Cómo implicar a los niños en la Navidad



Silvia Andrés, profesora del colegio Torres Quevedo, en Coslada (Madrid), explica que no es necesario que esta implicación venga acompañada por un espíritu de consumismo. Además, recuerda que es importante que se potencie la creatividad de los niños, lo que puede hacerse a través de manualidades sencillas y baratas que pueden realizarse en casa y que además sirven para la decoración de la casa. También comenta que muchos ayuntamientos ofrecen actividades navideñas, la mayoría gratuitas, para disfrutar en familia.

Para reforzar esta actitud contraria al consumismo, es importante que los padres expliquen a sus hijos que sólo deben pedir un número reducido de regalos, ya que ese día los Reyes Magos deben repartir a muchos niños.

Actividades para hacer

La experta recomienda algunas actividades, como la decoración de la casa con motivos navideños, tanto hechos por los niños como comprados y la reproducción de villancicos durante esta actividad, para contribuir a la implicación de los niños en esta época del año. Otro juego divertido puede ser crear nuestro propio villancico.

También explica que es recomendable que esta actitud esté presente en el centro educativo en el que estudien los niños, mediante actividades enfocadas a este aspecto como teatros, concursos de tarjetas navideñas, etc.

Por último, indica que los padres con niños pequeños saben que la magia de la Navidad no está perdida, puesto que son los niños lo que se encargan de recordarlo, hablando, contando, preguntando y disfrutando cada momento de la Navidad.



DAR RIENDA SUELTA A LA CREATIVIDAD

Aunque la música está presente en casi todos los momentos de nuestra vida, durante la Navidad se intensifica. Por lo tanto, es una buena oportunidad para aprovechar y acercar a los niños a la música, por ejemplo, a través de cuenta cuentos musicales, convirtiéndose en una forma divertida y educativa de aprender.

Una de las actividades que conectan Navidad y música por excelencia son los villancicos. Por eso, una actividad divertida que se puede hacer durante una tarde es crear nuestro propio villancico. Suelen tener melodías sencillas y hacerles una nueva letra es muy fácil. Un ejercicio que consista en, por ejemplo, hacer una letra sobre cualquier cosa o situación que nos rodee, es una buena forma de hacer que los niños expriman toda su creatividad.


miércoles, 28 de diciembre de 2016

¡Cuida a tus hijos del ciberacoso!



El Internet y la invasión de nuevas tecnologías han traído, sin duda, muchas ventajas y comodidades a nuestra vida cotidiana, pero también algunos problemas. Hoy en día, las redes sociales están al alcance de cualquiera y cuando se trata de un menor, los riesgos que pueden surgir son mayores. Cabe mencionar que las redes sociales y el Internet no son malos por sí mismos sino que es el ser humano quien le da un mal uso y aunque ahora existen campañas orientadas a concientizar sobre este tema y la importancia de estar pendientes como papás sobre lo que los hijos hacen en las redes sociales y lo que suben, parece ser que no es suficiente.

El ciberacoso o ciberbullying es un fenómeno que se ha extendido rápidamente debido a este fácil acceso mediante teléfonos inteligentes o tabletas, y parece ser que al tratarse justamente de un nuevo fenómeno no estábamos preparados como padres y sociedad en general para imaginar que podía darse un tipo de acoso o sí se sabía no eran imaginados los alcances y formas, amén de la impunidad con la que una persona puede actuar amparada por el anonimato. Por ello debe ser que no nos dejan de sorprender historias de hijas e hijos de personas que conocemos que han sido víctimas de este problema.

Existen muchas guías y consejos de expertos que tienen como objetivo combatir el hostigamiento virtual que afecta de manera especial a niños y jóvenes. En esta edición te ofrecemos algunas pautas para tomar en cuenta con relación a este tema.

Lo primero que debes hacer es hablar con tu hijo y escucha para enterarte qué sucedió exactamente. No entres en pánico, pero tampoco minimices la situación ni excuses el ciberacoso.

Luego es fundamental que recolectes todas las evidencias posibles. Esto podría conllevar imprimir o crear capturas de pantalla de las conversaciones, mensajes, imágenes o cualquier otro artículo que muestre que tu hijo está siendo ciberacosado.

Mantén un registro de todos los incidentes, además de detalles como la gravedad del daño, la participación de terceros o los testigos, y la historia de fondo, dijo Sameer Hinduja, profesor de la Facultad de Criminología y Justicia Criminal de la Universidad Atlántica de Florida, en Boca Ratón a Healthday.com.

Entérate qué hacen tus hijos en Internet

Es fundamental que hables seguido con tus hijos acerca del acoso por Internet y otros problemas relacionados como enviar fotos comprometedoras, fuera de lugar o subidas de tono a sus “amigos”. El portal stopbullying.gov, brinda algunas pautas que pueden ser útiles para prevenir y controlar de alguna manera el ciberacoso.

• Conoce los sitios que tus hijos visitan y sus actividades en línea. Pregúntales adónde van, qué hacen y con quién.

• Explica a que como papá responsable debes revisar sus comunicaciones en línea si crees que hay alguna razón para preocuparse. Instalar un software con filtros de control parental o programas de monitoreo es una opción para supervisar la conducta de tu hijo en Internet, pero no depende solamente de estas herramientas.

• Ten una idea de lo que hacen en línea y en sus mensajes. Conoce sus sitios preferidos.

• Solicita sus contraseñas, pero dile que sólo las utilizará en caso de emergencia.

• Solicita “amistad” o “sigue” a tus hijos en las redes sociales o pídele a un adulto de confianza que lo haga.

• Alienta a tu hijo a que diga de inmediato sí es víctima de acoso por Internet o sí uno de sus amigos está siendo acosado.

• Explícale que no le quitarás su computadora o celular si confía en ti.

Establece normas sobre el uso de la tecnología

El mismo portal stopbullying.gov también da unas pautas para establecer normas sobre el uso de Internet.

• Fija reglas acerca del uso apropiado de las computadoras, teléfonos celulares y otros dispositivos tecnológicos. Por ejemplo, habla con claridad respecto de qué sitios pueden visitar y qué tienen permitido hacer durante el tiempo que pasen en Internet. Muéstreles cómo manejarse de manera segura en línea.

• Ayúdalos a que sean conscientes acerca de lo que publican o expresan. Diles que no compartan nada que pudiera lastimarlos o avergonzarlos a ellos mismos o a los demás. Una vez que algo se publica, está fuera de su control si alguien comparte su publicación.

• Aliéntalo a pensar sobre quiénes desean que vean la información y las fotografías que publican en Internet. ¿Es adecuado que las vea un completo desconocido? ¿Solo verdaderos amigos? ¿Amigos de amigos? Ayuda a que entienda cómo las personas que no son sus amigos podrían utilizar el material.

• Diles a los niños que guarden sus contraseñas en un lugar seguro y no las compartan con sus amigos. Compartir las contraseñas puede comprometer el control que tienen sobre sus identidades y actividades en Internet.

Reportar los casos

Con el ciberacoso se viola los términos de servicio establecidos por las redes sociales y prestadores de servicios de Internet, pero existen formas en las que puedes denunciar.

1. Consulta las secciones de términos y condiciones o derechos y responsabilidades. Estos describen el contenido apropiado e inapropiado.

2. Visita los centros de seguridad de los medios sociales para aprender cómo bloquear usuarios y cambiar la configuración para controlar quiénes pueden comunicarse contigo o tus hijos.

3. Reporta el acoso por Internet en las redes sociales para que puedas tomar medidas contra los usuarios que han violado los términos de servicio.


Por qué las tradiciones familiares conducen a felices fiestas

Los japoneses tienen un ritual particularmente interesante durante esta época del año: “Kurisumasu ni wa kentakkii”, cuyo nombre puede sonar como algo de gran sabiduría, pero que en realidad se refiere a "Kentucky para la Navidad", el hábito nacional de comer Kentucky Fried Chicken (KFC) como festín navideño.

Comenzó como un inspirado concepto de comercialización. Durante la década de 1970, KFC notó que los expatriados occidentales en Japón estaban recurriendo al pollo frito porque no podían conseguir pavo. Actualmente se ha convertido en un ritual con suficiente poder de venta que ocasiona que haya colas alrededor de la manzana, y que los clientes ordenen su pollo en noviembre o incluso en octubre. Lo que es particularmente impresionante es que la Navidad no es ni siquiera una festividad en Japón.

“Kurisumasu ni wa kentakkii” es una audaz pieza de comercialización, pero no es la primera vez que la Navidad ha sido osadamente secuestrada para vender algo; de hecho, la Navidad misma se apoyó en anteriores festivales de mediados del invierno. Numerosas tradiciones navideñas son bastante recientes; en Reino Unido, las tarjetas de Navidad, el pavo, los fuegos artificiales y los árboles son todas innovaciones del siglo XIX. Por otra parte, el consumismo navideño, que tendemos a considerar como un vicio moderno, es también un hábito del siglo XIX. El libro Scroogenomics de Joel Waldfogel muestra que el auge del gasto en diciembre se remonta a muchas décadas (en 1867 en Nueva York, Macy’s decidió que valía la pena mantener sus puertas abiertas hasta la medianoche de Nochebuena).

Así es que no critico el ritual de los japoneses de comer pollo frito al estilo sureño durante la Navidad. De hecho, yo he estado intrigado por los rituales navideños en general; algunos son buenos y otros no tanto. Como señalé la semana pasada, el ritual de dar regalos en Navidad es extremadamente derrochador, canalizando valiosos recursos hacia la compra de ropa mal ajustada y objetos conmemorativos de golf de mal gusto que nadie elegiría si los estuvieran comprando para sí mismos.

Durante la última década, hemos visto una nueva combinación de dos tradiciones más antiguas: la de dar regalos y la de donar a una causa benéfica. Oxfam, la organización de ayuda humanitaria contra la pobreza, ha impulsado la idea de que se puede "dar dos veces" donando a Oxfam en nombre de otra persona. En efecto, estás "dando" un huerto o, notoriamente, una cabra. "Un regalo único y simbólico", dice Oxfam, aunque un momento de reflexión revelará que no es algo único en lo absoluto.

¿Y qué simboliza? Para algunos representa ingenio, anticonsumismo y el verdadero espíritu de la Navidad. Para otros representa una petulante autoobsesión. Después de todo, si te doy una cabra de Oxfam, ¿qué he hecho realmente? He hecho una donación caritativa, me he marinado en mi propio sentido de superioridad, y luego te he enviado el recibo. Y para colmo de males, tampoco me he molestado en comprarte un regalo. Sólo podemos esperar que Oxfam, al menos, pueda encontrar a alguien que realmente necesite la cabra.

Tres investigadores (Lisa Cavanaugh, Francesca Gino y Gavan Fitzsimons) publicaron recientemente resultados de sus investigaciones sobre este tipo de regalo "socialmente responsable". Ellos descubrieron evidencia de que la gente sistemáticamente sobrestima cuán bien recibidos serán estos regalos, particularmente cuando se dan a personas que no se conocen extremadamente bien. Como escribí la semana pasada, Gino ha contribuido a otras investigaciones sobre dar regalos, descubriendo que quienes los reciben se sienten a menudo más felices con los regalos elegidos de una lista de deseos o explícitamente pedidos, a pesar de que parezca perder algo del encanto. La combinación de los dos puntos de vista indica que, si se desea hacer una donación a la caridad en nombre de alguien, pudiera ser aconsejable primero pedir su aprobación.

¿Qué pasa con los rituales navideños que compartimos en grupo? Diferentes familias tendrán sus propios rituales; tal vez los regalos deben abrirse en un momento determinado o en un orden particular. Tal vez haya que ver respetuosamente el discurso de la Reina de cada Navidad. La familia de mi esposa, de mentalidad religiosa, posponía la apertura de regalos hasta después de un servicio religioso el día de Navidad. Mi propia familia era más secular, pero aficionada a la gratificación tardía; muchos regalos tuvieron que esperar hasta después del almuerzo de Navidad. Para algunas familias, hay una película en particular que hay que ver; para otros, un juego de mesa que hay que jugar.

Ovul Sezer, Michael Norton, Francesca Gino (de nuevo) y Kathleen Vohs han estado examinando el efecto de los rituales sobre la manera en que experimentamos la Navidad y la Nochevieja. Los investigadores han descubierto una correlación entre estos rituales (sagrados o seculares) y varias experiencias positivas de la temporada navideña, incluyendo sentirse más curioso, prestar más atención, tenerle más aprecio a la familia, disfrutar de la temporada y estar satisfecho con la vida en general. Por supuesto, la causalidad puede darse al contrario; es posible que la aversión a tu familia haga que evites compartir rituales de Navidad con ella y no al revés.

Sin embargo, Sezer y sus colegas parecen haber descubierto algo. La vida está llena de rituales sociales, pero sus detalles a menudo no parecen importar mucho: el velorio, el baile de graduación, el "baby shower”, incluso “Kurisumasu ni wa kentakkii”; formamos nuestros hábitos sociales y nos atenemos a ellos. Y las investigaciones sugieren que tenemos toda la razón para hacerlo. Los rituales parecen hacer nuestra vida más rica y más placentera.

Y, sin entrar en demasiados detalles, existe una tradición navideña que es improbable que desaparezca pronto: el número de niños concebidos alcanza el pico durante las vacaciones de Navidad, lo cual conduce a un aumento de las tasas de natalidad en septiembre. Ésa es definitivamente una manera de acercar a una familia.

¡Llega la Nochebuena!


¡Cada vez más cerca! La noche del 24 de diciembre ya está a la vuelta de la esquina, los hijos, hermanos, padres, tíos, abuelos que viven lejos ya empezaron a llegar desde que comenzó el mes, la familia empieza a reunirse para juntos celebrar “La Nochebuena”

¿CUÁL ES EL PLAN?

Recibiremos espiritualmente a la Virgen María y a San José, los padres del Divino Niño Jesús, que se espera nazca el 25 de diciembre.

Los niños se juntarán en torno al arbolito navideño para buscar los regalos que, según las creencias, trae Papá Noel o el Niñito Jesús a las 00:00

Posteriormente se reúne toda la familia para degustar la tradicional cena navideña preparada por la anfitriona de la casa. En la parte occidental de Bolivia se acostumbra preparar una deliciosa picana, pero también hace algún tiempo, muchas familias optan por degustar un delicioso pavo relleno, su consumo ha cobrado mayor importancia en estos últimos años.

Algunas familias conservadoras esperan la medianoche para asistir a la tradicional misa de gallo, que la iglesia católica celebra a las cero horas.

Sin duda, se identifican aspectos que año tras año van repitiéndose, es una tradición que se encuentra muy arraigada dentro de nuestra sociedad, pero lamentablemente, según van pasando los años, pocas son las personas que pueden explicar el porqué de cada una de estas costumbres.

El fin y motivo principal por el que nos reunimos en la víspera del 25 de diciembre es para esperar el anunciado nacimiento del Mesías, es la motivación espiritual y religiosa.

Existen elementos tradicionales extraídos de diferentes países y culturas donde la globalización ha jugado sin duda un rol muy importante, pues se han introducido costumbres que vienen de otros lugares y se fueron introduciendo con mayor fuerza en nuestra sociedad llegando muchas veces a generalizarse su práctica como.

PAPÁ NOEL

Personaje representado por un simpático viejito regordete, de rostro bondadoso y de sonrosadas mejillas, de barba blanca y larga con su peculiar gorro y traje rojo con blanco. Este es un icono navideño, también es conocido con otros nombres dependiendo del lugar, por ejemplo en Chile lo llaman cariñosamente Viejito Pascuero, en Oriente se lo conoce como San Nicolás, en México, Nicaragua y Guatemala su nombre es Santa Claus.

EL ÁRBOL NAVIDEÑO

Forma parte principal en la ornamentación navideña, con bellos colores y luces que alegran la vista. Sin embargo, el origen verdadero no es precisamente cristiano, por el contrario, algunos historiadores coinciden al afirmar que procede de raíces paganas, pero que San Bonifacio, evangelizador de Alemania sustituyó uno de los árboles que representaba al Dios Odín por un pino con el cual propuso honrar a nuestro Dios y creador. El primer árbol navideño fue presentado en Alemania aproximadamente el año 1605 con la mayoría de los adornos que conocemos hoy, posteriormente, se extendió por los países de fe cristiana.

¿Y LOS REGALOS?

Los relaciono con los que los Reyes Magos le llevaron al Divino Niño Jesús en ocasión de su nacimiento y que por esa razón actualmente se tiene la costumbre de dar obsequios a los niños.

Sin embargo, es costumbre que los pequeños escriban cartitas para ser enviadas a Papá Noel, en ellas está la lista de los juguetes que desean. En mi opinión, no es la manera correcta de honrar el nacimiento de Jesús y, por otra parte, es engañar a los niños, me parece que lo adecuado es enseñarles a orar agradeciendo por todo lo recibido y por último si deseamos darle un lugar a la imagen del Papa Noel hagámoslo, pero no le quitemos crédito a nuestro creador, ya que todo lo bueno y todo lo que nos ocurre es únicamente gracias a su bendición, entonces si los niños tienen regalos es porque sus padres fueron bendecidos con trabajo, salud y, sobre todo, amor.

Las buenas costumbres nos obligan a hablar siempre con la verdad, si bien es bonito y hasta emocionante ver en la carita de los niños la ilusión de recibir muchos juguetes, también es triste comprobar que no basta con escribir cartitas y pedir, posteriormente será frustrante comprobar que todo no pasa de ser una efímera ilusión. Por lo tanto enseñemos a nuestros niños que la Navidad es un recordatorio del nacimiento del Divino Niño Jesús. De esta manera lograremos que la navidad sea espiritual, con mucha paz y amor, sentimientos imperecederos.

LA MISA DE GALLO

Es una tradición de la Iglesia Católica, los historiadores afirman que en el siglo V, el Papa Sixto III instauró la costumbre de celebrar una misa al finalizar el 24 y al iniciar el 25 de diciembre (cuando canta el gallo anunciando el nuevo día), por esta razón se le denominó como la Misa de gallo. Las familias tradicionales aún participan de esta ceremonia religiosa.

LA CENA NAVIDEÑA

Para completar la feliz celebración, la familia se reúne en la mesa para compartir la cena preparada por la anfitriona de la casa, donde seguramente demostrará un exquisito gusto hasta en el más mínimo detalle, una vajilla reluciente, cubertería pensada en el menú y seguramente la ornamentación de la mesa tendrá lindos motivos navideños.

Es muy habitual invitar a familiares y amigos a la cena de Navidad. La etiqueta y el protocolo cobran mayor notoriedad, tanto por parte de los anfitriones que deben lograr el bienestar de sus invitados, brindándoles todas las atenciones posibles y, desde luego, los invitados que deben tener un comportamiento adecuado, nunca olvidemos que las reglas y normas de etiqueta no solo son para los anfitriones, debemos también aprender a ser buenos invitados.

Un buen detalle como invitado es no llegar a la casa con las manos vacías, siempre será bien visto si llevamos un champagne o un postre tradicional.

Hay familias que en Nochebuena tienen la costumbre de preparar un delicioso chocolate acompañado del tradicional Panetón, dejando la celebración principal y la apertura de regalos para el día 25 de diciembre.

Queridos amigos, no puedo dejar de aprovechar para enviarles a cada uno de ustedes los sentimientos más nobles y mis mayores buenos deseos para que pasen una Feliz Navidad junto a toda su familia, que la bendición de Dios nuestro padre llegue hasta sus hogares.

¡Feliz Navidad!

jueves, 15 de diciembre de 2016

¿Qué es lo que saben los niños de Navidad?

La Navidad es una de las fechas más importantes del año, es una fecha en la que todas las familias se reúnen para celebrar el nacimiento de Jesús, es la época de reconciliación.

No podemos hablar de Navidad sin separar de la celebración los obsequios que tanto esperan los niños o la decoración navideña en nuestros hogares e incluso comercios, a pesar de la triste realidad que existe en las calles, la situación de extrema pobreza que impera a lo largo y ancho de nuestro planeta, en las calles donde a menudo vemos que la igualdad de oportunidades no ha sido la misma para todos. Sin embargo, cuando llega la Navidad, el optimismo y la esperanza se apodera de todos, el espíritu navideño nos hace sentir más cercanos a los demás y de alguna forma, todos recuperamos el espíritu infantil que por alguna razón hemos abandonado.

Es bueno explicar a nuestros niños, el origen de esta celebración para que comprendan el verdadero significado de la Navidad.

¿POR QUÉ SE CELEBRA LA NAVIDAD?

La palabra “Navidad” viene del latín “nativita” y significa nacimiento. La razón de esta gran fiesta se centra en el nacimiento del Niño Jesús, hijo de la Virgen María y San José, y quizás por esta razón, hay un mensaje de esperanza, unión, paz y amor.

¿CUÁNDO SE CELEBRA LA NAVIDAD?

Algunos historiadores creen que la fecha real en la que nació el Niño Jesús fue en abril o mayo. Sin embargo, tradicionalmente la Iglesia Católica celebra el 25 de diciembre y la Iglesia Ortodoxa el 7 de enero. Considero muy importante mencionar que durante el tiempo de “Adviento”, que no son más que los días previos al 25 de diciembre, todos las personas se preparan para ese momento renovando sus creencias y compromisos.

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE LA NAVIDAD PARA LOS NIÑOS?

La Navidad es magia y por qué no decirlo también es fantasía, ellos saben que hay un significado profundo, saben que el Niño Jesús ha nacido y junto a esa ilusión, comparten la alegría y dicha de la celebración familiar con los seres queridos alrededor de una hermosa mesa especialmente preparada para servirnos los alimentos típicos y característicos dependiendo del lugar y costumbre de la región o país en el que nos encontremos.

¿CÓMO SE CELEBRA LA NAVIDAD?

Es una tradición enviar y recibir tarjetas navideñas a nuestros familiares y amigos para desearles una feliz navidad, esto sucede la primera semana de diciembre, cuando los primeros movimientos navideños empiezan a sentirse principalmente en los comercios.

La primera semana de diciembre, e incluso a partir de la última semana de noviembre, en algunos hogares se empieza con los preparativos de Navidad, se arma el arbolito, el pesebre, adornos, decoración de la casa, ventanas, puertas, paredes, etc. todo cuanto nuestra imaginación e ingenio lo permite.

Es tradición cenar en la noche del 24 de diciembre, junto a todos los integrantes de la gran familia… muchos llegan desde lejos. Por su parte, los niños tienen la gran expectativa por la llegada del Papá Noel (Un cuento aparte que me reservo para la próxima publicación).

La noche de Navidad se suelen realizar cánticos celebrando la llegada del Niño Jesús con villancicos, sobre todo en las familias más tradicionales.

Esta fecha es linda, es mágica y encierra un sinfín de significados, cada uno más bello que el otro. Sin embargo, no debemos ser ingenuos para darnos cuenta que al cerrar la puerta de la casa dejamos atrás a gente menos afortunada, por lo que debemos ser agradecidos con nuestro Creador y hacer algo por las personas que necesitan, regalar una sonrisa a los niños que tienen menos posibilidades de reunirse en torno a una mesa navideña o bien a los pies de un arbolito adornado de la manera más exquisita y hacer que nuestra bondad se expanda compartiendo con los demás lo poco o mucho que tenemos.

La Navidad alberga un sentimiento que nos impulsa a olvidar rencores, brindar amor y, sobre todo, acercarnos a Dios, mensaje que debe ser transmitido a nuestros niños para que a través de sus buenos modales, comprendan y compartan con los menos afortunados la felicidad de dar sin esperar retribución alguna, más que la satisfacción de haber realizado una buena acción.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Las amigas que llegan después de los 20s



Cuando éramos niñas, nuestra vida giraba entorno al afán por encajar y encontrar esa mejor amiga del alma, esa hermana gemela a la que amabas y odiabas a partes iguales. Juntas compartían la infancia y los juegos en el patio del colegio; esas amigas con las que, más tarde, jugaste a pintarte a escondidas de tu madre y a acortarte la falda del uniforme.

También recuerdas a las amigas que hiciste en la secundaria, y más tarde, en la universidad. Con ellas salías hasta las mil, lloraban por esos chicos malos que no merecían la pena, se alegraban por sus logros y metas cumplidas; bebían hasta el agua de los floreros. Aunque varias se hayan quedado por el camino, son tus amigas. Las amigas ‘de siempre’, las que forman el núcleo duro de personas importantes de tu vida. Con las que creciste y compartes recuerdos únicos.

Pero en esta edición queremos hablar de las amigas que llegan a una edad más madura, que entran en tu vida en un momento inesperado y de la manera más natural; amigas con las que compartes aficiones, intereses y con las que encuentras un significado distinto a la palabra amistad.



1 Las amigas que llegan con tu pareja

En algún momento de la vida entran las parejas y con ellos, el circulo de amigos de tu pareja y entre ellos muchas veces descubres que hay gente muy buena onda con la que tienes muchas cosas en común.

La primera vez que quedas con ellas es… raro. Estás como desubicada porque, hasta el momento, todos los encuentros habían sido con mucha gente de por medio y tienes la sensación de estar metiéndote en el terreno de tu pareja pero, pasada la incomodidad inicial, todo fluye. Y, aunque te parezca extraño, a veces tu pareja se convierte en ex pero estas amistades continúan.



2 Las amigas que llegan con la familia

Tal vez tu hermana haya sido tu mejor amiga desde tiempos inmemoriales. Pero, a veces, descubres su existencia y adquieres complicidad con ella muchos años más tarde, cuando ha pasado de ser ‘esa enana’ a conversar contigo como una amiga más. Por otro lado, es posible también que tengas los mejores suegros y cuñadas del mundo, pero también es posible que no.

Pero lo que sucede es que luego de muchas comidas con una familia que para ti es más política que familia, cuando tu cuñado lleva por primera vez a su novia sientes un alivia y piensas: “¡Por fin alguien que me va a entender!”. Porque, hasta ahora, nadie se solidarizaba contigo cuando le contabas las rarezas de los padres de tu chico. Es posible que tengas cero química con tu cuñada, pero cuando surge la chispa… ¡es genial!



3 Las amigas que llegan con las aficiones

Aunque es posible que con los años no tengas mucho tiempo para realizar eso que cuando eras pequeña llamabas actividades extraescolares y ahora llamas aficiones, siempre hay hueco para hacer algo que te permita desestresarte (en realidad, es necesario). Y, muchas veces, la amistad surge de la manera más imprevisible: cuando estás en el vestidor del gimnasio a punto de ducharte y te has dejado el champú o en clase de ballet, yoga o cocina a la que te apuntaste. Los gustos comunes unen, y mucho.



4 Las amigas que llegan con el cole (de los niños)

Cuando llegas a ser madre pasas mucho tiempo en el cole de tus hijos. Es cierto que muchas madres están deseando que sus hijos tengan edad suficiente para evitarse el viaje al cole; otras llegan a la puerta del colegio, lanzan a los niños del auto y se van. Pero también puedes toparte con alguien con quien pasas de ser ‘la mamá de’ a llamarle por su propio nombre. Y un día te tomas un café con una persona a la que solo conoces porque tu hijo tiene la misma edad que el suyo… y resulta que se llevan muy bien. Inesperadamente, has hecho una amiga en el lugar en el que menos esperabas, a la que puedes mirar con complicidad cuando aparezca la madre pluscuamperfecta que se matricula en todos los colegios o cuando surjan imprevistos en tu día a día. Una aliada y amiga es lo mejor que te puede pasar.



5 Las amigas reencontradas

Hay quienes, afortunadas, mantienen a las amigas del colegio. En otras ocasiones, por circunstancias de la vida, acabas por perder el contacto y, de repente, un día, por cosas de Facebook o del destino, las reencuentras. Y muchas veces, luego de ponerse al día, terminan haciéndose amigas nuevamente, o te reencuentras con alguien que no aguantabas en el cole y de repente se hacen amigas. Y es que cambiamos con el tiempo y tenemos algunas ideas preconcebidas de niñas. Y estas amistadas, totalmente inesperadas, son las que nos llenan y hacen revivir cosas del pasado pero con una perspectiva diferente.



6 Tu compañera de trabajo

Lo queramos negar o no, pasamos muchas horas en la oficina, trabajando en equipo, asistiendo a eventos del cole o a conferencias. Quizá estás rodeada de

arpías, pero a veces la vida te regala una persona en la mesa de al lado que no solo te cae bien sino que, al final en el descanso del café, acaba siendo digna de que le cuentes tu última decepción sentimental, lo loquísima que está tu madre o cómo has puesto a tu jefe en la lista negra después de lo que te ha hecho esa mañana. Los amigos en el trabajo hacen que los momentos de estrés y la rutina del día a día sean más fáciles de llevar.


jueves, 8 de diciembre de 2016

Cómo lidiar con la rebeldía adolescente

La rebeldía del adolescente es la principal dificultad con la que deben lidiar los padres, quienes notan que sus hijos tienen cambios de humor repentino, transformación en su carácter y comportamiento, que ya no son los chicos dóciles y obedientes, sino que comienzan a protestar, a romper las reglas establecidas y a discutir constantemente.

Al respecto, la doctora en psicología Margaret Hurtado, explica que la rebeldía no debe ser tomada como algo negativo, sino, por el contrario, como un aspecto que servirá en el futuro al adolescente para formar su identidad adulta, tomando en cuenta los factores que implican y los consejos para sobrellevarla.

“Por qué imaginar que solo los chicos malos son rebeldes. En ocasiones, los padres piensan que el vínculo creado con los hijos desde la niñez evitará que en la adolescencia la relación sea álgida y esto no sucede así. La rebeldía depende de muchos factores, entre ellos la pubescencia que es la maduración de los órganos sexuales secundarios y primarios, lo que conlleva todo un cambio hormonal”, asegura Hurtado.

CAMBIOS NEUROLÓGICOS

La psicóloga explica que existe un cambio a nivel neurológico, una etapa en la que se abandona las operaciones concretas por las abstractas, las cuales se traducen en la manera en que el adolescente aborda la vida, diferente a la del niño y hace que el joven se convierta en un sujeto crítico siendo los padres los primeros en ser criticados.

“El adolescente está en la búsqueda de lograr su independencia, identidad e individualidad con la familia, padres o personas que se constituyeron en su figura de identificación filial. En esta etapa se rompe con los primeros amores para alcanzar la identidad que le permitirá a mediano plazo lograr la intimidad en pareja, no sólo en el ámbito sexual, sino de comunicación entre pares”, explica la psicóloga.

La profesional afirma que el adolescente va a criticar a sus padres para calificar o descalificar, actitud que considera positiva. Esto daría pie a que surja la rebeldía que en ocasiones hace que confunda el colegio con la casa. Y eso lo saben los maestros de secundaria, porque si en primaria los alumnos los aman en otro ciclo los critican.

“En sexto de secundaria los alumnos hacen críticas muy agudas y ácidas a sus maestros.Critican a la persona por su aspecto físico si es gordo o flaco, alto o bajo, le ponen sobrenombres, etc. En casa sucede lo mismo, porque ellos se consideran seres nuevos, personas que están empezando a escribir su historia en una página en blanco”, explica Hurtado.

Según la psicóloga, el adolescente se siente único y considera que nadie ha tenido una vida como la suya, aspecto que es muy saludable, porque da cuenta que como padres y educadores han sabido conducir a sus hijos durante la infancia por el buen camino, de tal forma que se logre su identidad, independencia e individualidad.

“En cambio, si como padres y educadores hemos sido perversos, nuestro hijo adolescente no va a ser rebelde, va a aceptar que nosotros pretendamos ser sus mejores amigos y sus confidentes, postura que no señala nada positivo para el adolescente, porque querrá decir que no cumplimos con nuestro rol de padres, que los hemos convertido en una persona dependiente, es decir en una variedad clínica psicopatológica”, dice Hurtado.

Con el desapego parental, el adolescente tiene preferencia por sus amigos por encima de su familia. Considera que todos son sus amigos, le importa mucho el qué dirán, quedar bien con los demás y ser aceptado, porque es una forma de saber que efectivamente se independizó e individualizó y está logrando formar una identidad saludable para interactuar con los demás.

“El adolescente no se olvida de amar, simplemente que el amor de la familia lo traslada a su grupo de pares. Entonces tiene en su grupo al que le debe lealtad, ya comienza a manejar situaciones de carácter abstracto en etapas en las que logra ingresar a una agrupación, pandilla o club de amigos”, agrega Hurtado.

NEGOCIAR

Otra de las principales dificultades que tienen padres e hijos adolescentes es el negociar los permisos, no tanto el horario de salida, sino el de llegada a casa, que muchas veces no se respeta. Entonces los padres optan por llevar y recoger a sus hijos a la hora que sea, debido a los peligros que corren en una ciudad que es cada vez más violenta.

“El negociar los permisos no es cuestión de permitirles salir cada fin de semana para que sociabilicen, sobre todo, hasta altas horas de la noche, pues existe el riesgo de que el adolescente al estar formando su identidad sea vulnerable y pueda caer en manos de personas que lo lleven a seguir una adicción o se involucren en trata y tráfico”, enfatiza Hurtado.

La psicóloga concuerda que los permisos se negocian, pero no hay que perderle de vista, porque una cosa es que ya sea grande y otra muy distinta que mi hijo adolescente haga lo que le parezca, sino dentro de lo que él quiera hacer, llegar a acuerdos y poner los límites.

“De igual manera se debe enfocar el tema de la sexualidad, porque el adolescente, emocionalmente todavía no está listo para este paso, pero físicamente muchas veces está preparado para tener su primera relación sexual, con la aparición de la menarca la primera menstruación en la mujer y espermaquia la primera eyaculación del varón” recuerda Hurtado.

La psicóloga asegura que para evitar discusiones innecesarias, que de vez en cuando siempre las habrá, es importante no imponer castigos a largo plazo en cuestión de salidas a fiestas o de restricción al celular, porque esto llevará a que en algún momento el adolescente piense en escapar.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Dejar que los niños se aburran les da alas a su imaginación

Ante la avalancha de cursos, talleres y actividades que cada año aparecen durante las vacaciones escolares para los niños, una corriente de sicólogos tiene algo que decir: deja que se aburran.

Normalmente se piensa que el tiempo vacío es perdido porque la idea de hacer algo ‘útil’ se asocia con lo que les puede traer algún beneficio en el futuro laboral, como aprender idiomas, hacer deporte o pasar clases extra, lo cual no está mal, salvo cuando se pretende programarles actividades durante todo el día hasta llegar agotados a la hora de dormir.

La revista británica de educación de Cambridge (Cambridge Journal of Education), publicó en 2007 un artículo en el que defendía el aburrimiento como elemento clave para el desarrollo del aprendizaje y la creatividad. Una idea con la que coincide la sicóloga especialista en educación infantil, Laura Moscoso, quien señala que “no es malo que un niño se aburra, porque le da la posibilidad de pensar y crear nuevas cosas, imaginarse otros juegos”.

Cuando hay tiempo vacío, se abre la puerta a cosas propias como sus invenciones y fantasías. “El aburrimiento, pasado cierto umbral, permite que surja lo nuevo y, de alguna manera, un qué hacer más personal de cada niño”, señala la sicóloga Claudia Gonzáles citada por el diario La Vanguardia.

Fomentar el vacío
La clave está en el equilibrio: ni hiperestimulados ni los reyes de la ociosidad. Que tengan actividades fuera del colegio y juguetes a la mano está bien, pero fomentar un espacio para el aburrimiento es saludable.

Al principio los papás se tendrán que acostumbrar a escuchar las quejas de que no saben qué hacer, que por qué no les prestas el teléfono y que están aburridos. En soportar la repetición de esas frases, sin pasarles un juguete ni prestarles el celular para paliar su tedio, está el éxito.
Al cabo de unos días, su mente descubrirá formas de pasar el tiempo, gustos nuevos y serán capaces de enfrentarse, sin hacer un drama, a la nada

jueves, 17 de noviembre de 2016

Exceso de alcohol en la adolescencia afecta futuras generaciones



Consumir bebidas alcohólicas en exceso durante la adolescencia puede afectar las funciones cerebrales de las futuras generaciones y provocarles depresión, ansiedad y desórdenes metabólicos, entre otras consecuencias, según un nuevo estudio.

La investigación, presentada en la reunión anual de la Sociedad de Neurociencias de Estados Unidos, sostiene que el consumo excesivo de alcohol en los adolescentes puede alterar el comportamiento de ciertos genes en su eventual descendencia.

Para llevar a cabo esta investigación, los expertos de la Universidad de Loyola, de Chicago, estudiaron el comportamiento de un grupo de ratas, pues aunque el modelo animal no se traduce directamente al humano, hay similitudes importantes entre ambos.

Los científicos expusieron a un grupo de ratas adolescentes a una cantidad de alcohol comparable a seis episodios de consumo excesivo y, una vez sobrias, éstas se aparearon.

Las hembras también permanecieron sobrias mientras estaban preñadas, para que no se pudiera atribuir el resultado al síndrome del alcoholismo fetal, como se conoce al daño que un niño puede tener si su madre bebió alcohol durante el embarazo.

Finalmente, los científicos compararon los resultados encontrados en las crías de esas ratas con los hallados en la descendencia de otras que no habían estado expuestas al alcohol.

Los investigadores analizaron el hipotálamo de las crías, una región del cerebro que se ocupa de diversas funciones, como la reproducción, la ingesta de alimentos y las respuestas emocionales.

Allí descubrieron diversos cambios moleculares en el ADN que pueden invertir el comportamiento de los interruptores genéticos, los encargados de activar o desactivar los genes en un organismo.

martes, 15 de noviembre de 2016

Montero Le cortan el internet y escapa de su casa

Mantuvo desesperada a su familia durante cuatro días a extremos que se promovió una marcha exigiendo a la Policía se dé con su paradero. La Felcc de Montero logró ubicar ayer en un hogar para adolescentes a una joven de 16 años de iniciales M.K.M.A que el pasado 10 de noviembre escapó de su domicilio en Villa Busch porque le restringieron el internet. La menor se vino a Santa Cruz donde durmió en un alojamiento, luego en La Mansión para después entregarse a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia que le otorgó todas las protecciones.

Volvió con su madre. Roxana Ortiz, funcionaria de la Defensoría, dijo que la muchacha atraviesa problemas de conducta y ayer fue entregada a su madre quien agradeció el gesto de darle cobijo. "Agradezco a la Policía porque nunca dejaron de buscarla", dijo./E.D.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Señales de que su hijo podría estar en una pandilla

En varios casos de robos, atracos y otros delitos mayores, los padres de los adolescentes y jóvenes arrestados por la Policía, ni siquiera sabían que sus hijos estaban en una pandilla. La FELCC y de la Defensoría de la Niñez recomiendan estar atentos a las siguiente señales:

Utilización de determinados colores o emblemas en chaquetas, gorras, etc.

Señales especiales con las manos.

Tatuajes con letras o símbolos exclusivos en el cuerpo.

La aparición de símbolos de la pandilla en paredes, por ejemplo grafitis, o en libros o ropas.

Indumentaria (gorras, bandanas, etc.) que sugieren participación en un grupo o pandilla.

Posesión inexplicable de importantes sumas de dinero.

Cambios de actitud: reacciones violentas; comportamiento perturbador; negativa a responder u obedecer a las autoridades (maestros, policías, padres).

Comportamiento reservado de su hijo respecto a sus actividades.

Si cambió de amigos y los nuevos no van a su casa.

Ausencias de la escuela sin permiso o un desempeño escolar deficiente.

Llamadas telefónicas de personas que no se dan a conocer, que dan apodos raros o usan un apodo para identificar a su hijo.

Contacto rebelde o negativo con autoridades escolares y policías.

Relaciones con miembros de pandillas conocidos o de los que tenga sospechas que pertenezcan a pandillas.

Interés en las armas o en la posesión de las mismas (pistolas, cuchillos, bates)

QUÉ HACER SI DETECTA LAS SEÑALES

Ejerza su rol de madre o padre tratando a su hijo o hija con amor, firmeza y límites. Las pandillas les dan a los menores sensación de apoyo, atención, sentido pertenencia e identidad, que es todo lo que debería encontrar en su familia.

Hable con su hijo y escúchelo. Disponga de tiempo, tanto en calidad como en cantidad, para todos sus hijos.

Asigne un alto valor a la educación y ayude a su hijo para que tenga el mejor desempeño escolar posible. Haga todo lo necesario para evitar que abandone los estudios.

Ayude a su hijo a identificar modelos y héroes con roles positivos, particularmente personas de su familia y barrio.

Enseñe con el ejemplo. No prohíba cosas que usted sí hace.

Logre que su hijo participe en actividades colectivas positivas que tengan supervisión.

Elogie a sus hijos cuando hagan algo bien y aliéntelos para que desarrollen en forma completa sus aptitudes.

Averigüe bien o infórmese de lo que está haciendo su hijo y con quién.

Sepa quiénes son los amigos de sus hijos y quiénes son sus padres.

No se olvide de conversar sobre el tema de las pandillas. El mejor momento es antes de que ocurra un problema grave.

No deje que sus hijos tengan mucho tiempo disponible sin obligaciones.

Observe si hay dibujos de pandillas en los libros y las mochilas escolares.

Hágale saber a su hijo que usted desaprueba las pandillas, que lo considera especial y por eso vale la pena protegerlo, que no lo quiere ver herido o arrestado y que desea ayudarlo a solucionar los problemas que él o ella tenga.

Enséñele que los miembros de la familia no deben mantener secretos entre ellos.

Apoye las actividades juveniles positivas como los deportes, excursiones, clases de música, arte, la lectura.

Si tiene dudas sobre cómo comunicarse mejor con sus hijos, cómo establecer límites y hacerlos sentir amados, inscríbase gratis a las Escuelas de Padres de la Alcaldía de Cochabamba. Llame al teléfono gratuito 800140206.


sábado, 12 de noviembre de 2016

Organización familiar

Todos somos dependientes de una familia, pero cuando decimos familia nos referimos a aquel núcleo donde se comparte, hay comunicación y dentro se preocupan unos por otros, papá, mamá, hijos, hermanos, abuelos.

Conocemos que una buena comunicación evita problemas dentro de la misma familia.

La comunicación familiar viene a ser un proceso permanente de expresiones, deseos, sentimientos y necesidades, las emitimos mediante mensajes y al mismo tiempo las recibimos. La mejor forma de adquirir confianza y seguridad dentro el círculo familiar es con una buena comunicación.

Debemos mencionar que cada sociedad establece sus valores y en la familia se crean normas y reglas de conducta, las cuales sirven a cada miembro de esta para expresar su afecto, tomar decisiones, socializar sus problemas y buscar alternativas de solución.

Estas normas y reglas son dinámicas las cuales se adaptan a cambios que requieren cada familia, los hijos crecen convirtiéndose en un factor importante de cambio de las reglas.

Los cambios alcanzados por ellos hace que se presenten nuevos desafíos lo que obliga a buscar nuevos patrones en la relación y en consecuencia de comunicación.

Se llega a la adolescencia, hay un cambio donde se pierde la comunicación asertiva y posteriormente es difícil recuperarla. Los padres al mostrar comprensión y expresar afecto puede rearticular la comunicación.

Actualmente vivimos distintos problemas con los adolescentes, como una vida de riesgo que expone a tener relaciones coitales en situaciones de riesgo, como las infecciones de transmisión sexual y los embarazos no deseados.

No queremos entender que la falta de responsabilidad en el actuar de cada día nos lleve a situaciones de riesgo.

Es por ello que la esencia de una formación se inicia dentro la organización familiar que más adelante en forma individual sirve para planificar la vida desde niño, el ejemplo personal y social servirá como guía y organizarse con esa responsabilidad familiar.

La autoestima en la persona es importante y conducirse a diario sin temores lo que es parte de desenvolverse en la vida cotidiana.

Cómo puede convertirse en un mejor papá

Los padres de hoy día comparten más con sus hijos que los padres de las generaciones pasadas. Sin embargo, a muchos hombres aún les da trabajo aprender a ser buenos padres. Existen dos razones para ello. La primera es que muchos tuvieron padres tradicionales que veían su papel como el de proveedor de la familia. Casi siempre, estos hombres no estaban emocionalmente disponibles para sus hijos varones. La segunda razón es que muchos de los hombres crecieron pensando que la mujer, por naturaleza, es quien mejor sabe cómo criar a los hijos. Las mujeres que han fomentado esta creencia no han sido de gran ayuda para la causa de reclutar verdaderos compañeros para la crianza de sus hijos. Cuando la madre asume esta posición en la familia, el hombre se desanima con mucha facilidad.

En mi experiencia, los papás que no tuvieron una relación estrecha y emocional con sus padres, aún sienten algún tipo de angustia sobre lo que se perdieron cuando niños. Ahora bien, al crear conciencia de la importancia del papel que desempeñan los papás en la vida de sus hijos, ayudamos a los papás de hoy día, y los del futuro, a aprender a no heredarles esa decepcionante tradición a sus hijos y a ser el tipo de papá que sus hijos necesitan. Por eso es que ofrezco una estrategia sencilla, pero eficaz, para aquellos hombres que realmente quieren convertirse en mejores papás y entablar una mejor relación con sus hijos.

Compre una libretita que puede llevar a todos lados durante el día.

Hágase la siguiente pregunta: "¿Cómo me hubiera gustado que mi padre fuera conmigo?"

Cuando la contestación le venga a la mente, escríbala y anote el momento y el día cuando surgió. Por ejemplo: "Hubiera deseado que me dijera que me amaba". "Hubiera deseado que jugara conmigo".

Después de cinco días, haga una lista de todo lo que usted "hubiera deseado" que su papá hiciera con usted. Esta lista es su plan para convertirse en un mejor papá.

Una vez la lista esté completa, vaya sobre cada deseo y dígase a sí mismo, en silencio y en voz alta: "Me comprometo a ser la clase de papá que deseo haber tenido cuando era un niño".

Hacer una lista de deseos, como le he recomendado, con frecuencia permite que las frustraciones personales del pasado salgan a flote. Una vez esto ocurre, los hombres adquieren más conciencia de lo que realmente los hijos quieren de sus padres.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Papás tóxicos, qué son y cómo afectan a los hijos

La influencia de los padres y la familia en la salud psicológica de un niño es decisiva.

Los papás son el pilar de los hijos, sobre todo en los primeros años de vida, por ello es fundamental tratar de hacer el máximo esfuerzo posible por educarlos bien, pero para lograr ello, necesitan crecer en un ambiente sano, ya que si no el hogar se convierte en un lugar tóxico y por tanto perjudicial para su desarrollo.

La psicóloga estadounidense Susan Forward describe a los papás tóxicos en su libro “Padres que odian” como aquellos que, por diferentes razones, causan sufrimiento a sus hijos a través de la manipulación y el maltrato desde la infancia hasta la adultez.

Estos niños al llegar a adultos y como consecuencia de este tipo de relación con sus progenitores, dice la experta, serán adultos con baja autoestima, inseguros, sumisos y emocionalmente inestables.

En el artículo de El Mundo “Familias tóxicas, qué son y cómo afectan a los hijos” se identifican estos tipos:



1 Padres con problemas psicológicos no tratados

Una de las circunstancias que podemos mencionar, es cuando los progenitores tienen problemas psicológicos no tratados. Los padres con depresión, ansiedad, trastornos de personalidad u otros problemas psicológicos que no están diagnosticados o no están recibiendo tratamiento, pueden presentar carencias y dificultades para cuidar adecuadamente a sus hijos. Para poder desempeñar adecuadamente la tarea de criar, primero debemos cuidar de nosotros mismos. Solucionar nuestros problemas psicológicos nos ayudará a encontrarnos equilibrados, fuertes y capaces de educar a nuestros hijos.



2 Padres maltratadores

Por supuesto los padres maltratadores, que utilizan con frecuencia la violencia física o verbal con sus hijos, crean un ambiente tóxico en casa, y minan la seguridad y la autoestima de los menores. Aprender otras maneras de poner límites es necesario. También observar si esa violencia tiene relación con una dificultad para gestionar la ira o la frustración.



3 Padres indiferentes

En el otro extremo estarían los padres indiferentes, aquellos tan permisivos y laxos en la educación de sus hijos que parece que éstos no les importen. La crianza implica una serie de sacrificios y renuncias que no todos los progenitores están dispuestos o preparados para asumir. Si ‘pasamos’ de nuestros hijos, si no les guiamos y educamos adecuadamente, el mensaje que les enviamos es que no nos importan. Que no vale la pena molestarse en educarles.



4 Padres manipuladores o extorsionistas

Hay otro tipo de padres, los manipuladores/extorsionistas. En este grupo podemos encontrar personas que instrumentalizan a los hijos: los usan sibilinamente para ‘solucionar’ los problemas de la pareja, para conseguir sus deseos o en general porque piensan que los niños están a su servicio. Puede haber más o menos consciencia en estos actos, pero desde luego, aunque no sean intencionados, perjudican gravemente a los niños.



5 Padres que se alían con los hijos para ir en contra de la pareja

Cuando los padres se alían con los hijos para ir en contra de la pareja, cuando se crean coaliciones entre uno o varios miembros de la familia, se producen alteraciones en el sistema familiar. Aquí el niño también está instrumentalizado, es utilizado para algo. Para que la madre o el padre tenga más fuerza frente a su pareja, para dejarle fuera del sistema familiar o para lograr cualquier objetivo. El niño es usado como paño de lágrimas, se convierte en confesor de alguno de los progenitores, ocupando un lugar en la familia que no le corresponde.



6 Roles cambiados. Niños que cuidan de sus padres. Los roles cambiados es otra de las formas en que identificamos a las familias tóxicas. Niños que desde bien pequeños tiene que ‘cuidar’ de sus padres, bien porque tengan problemas físicos o mentales, o bien porque son explotadores. Niños que asumen responsabilidades que no les pertenecen. Niños forzados a madurar antes de tiempo y que se quedan sin infancia. De mayores puede que sean dependientes emocionalmente, inseguros, ansiosos... Niños a los que no se les ha permitido ser niños.



7 Padres que proyectan sus frustraciones en sus hijos. Y por último, los padres que proyectan sus frustraciones en sus hijos. Padres que no están satisfechos con su vida, que se sienten fracasados o infelices, y pretenden que sus hijos realicen aquello que ellos no han realizado. Que consigan éxito, sean famosos, bailen o canten o destaquen en el fútbol. Cualquier expectativa que los padres ponen sobre los hombros de sus hijos, y que no tienen que ver con los niños sino con ellos mismos, se convierten en una pesada carga para el niño y una fuente de insatisfacción y frustración.

Cualquiera de las conductas mencionadas pueden convertir a la familia en un entorno tóxico. La familia es el espacio principal de interacción del niño, por tanto debe ser un entorno cálido, equilibrado, que proporcione estabilidad y bienestar, y donde los problemas de los padres los resuelvan los padres, no los hijos.



CARACTERÍSTICAS DE UN PADRE TÓXICO (PAPÁ/MAMÁ)

En el portal, Mamá Psicóloga Infantil, Sara Tarrés, licenciada en Psicología de la Universidad de Barcelona, describe también algunos de los rasgos más característicos que definen la conducta de padres tóxicos. No es necesario presentar todos los rasgos, sólo bastará con uno:

• Manipulador(a)

• Extremadamente exigente

• Totalmente intransigente

• Que maltrata física o verbalmente a sus hijos por cualquier motivo

• Que critica todo cuanto hacen o dejan de hacer sus pequeños

• Que expresa constantemente su disgusto con el tipo de familia que tiene porque piensa que se merece algo mucho mejor

• Que antepone sus necesidades a las de los niños

• Egocéntrico(a) y egoísta

• Culpabiliza y responsabiliza a sus hijos de su propios fracasos o frustraciones

• Proyecta en ellos sus sueños, sus anhelos, sus fantasías y pretende que ellos vivan la vida que él o ella no pudo tener, impidiendo que vivan la suya propia

• Es excesivamente protector(a) hasta el punto de impedir cualquier tipo de desarrollo de la autonomía o independencia de sus hijos

• Muestra disgusto por los amigos de sus hijos porque encuentra que son menos de lo que se merecen

• Planifica hasta el milímetro la carrera profesional y personal de sus hijos desde bien pequeños

• Impide que sus hijos disfruten con otras personas ya que considera que sólo pueden hacerlo con el o ella y se siente celoso de cualquier persona que les haga felices

• Se comporta de forma tirana, autoritaria y déspota. Cree que sus hijos le deben todo cuánto son y exige que estén a su servicio

Sería conveniente reflexionar honestamente sobre si presentas o no estas características, ya que se trata de tus hijos. Si piensas que podrías estar siendo un papá tóxico o piensas que tu pareja lo es, conviene buscar ayuda profesional para poner fin a esta situación.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Treinteenagers, la nueva tribu que no quiere tener hijos, casa ni trabajo estable

Ya cumplieron su tercera década, pero no les importa asumir las responsabilidades de la adultez dictadas por los estándares sociales.

Los treinteenagers son personas que no buscan trabajo estable, matrimonio o hijos, ya sea por comodidad o filosofía de vida.

De esta forma, los autores españoles Carlos García y Juan Díaz-Faes edificaron el nuevo concepto en un libro, “Treeinteenagers” ilustrando con palabras e imágenes a este nuevo grupo social de treinteañeros.

Según describe el portal El País, estas personas “mantienen formas de vida o de vestir, aficiones o actitudes, más propias de un adolescente que de alguien de su edad”.

1. No tienen trabajo estable

Para el escritor y el dibujante, este grupo nació -inicialmente- producto de la crisis económica que azotó a España. “Ese fue el detonante. Nos pilló al final de la veintena, cuando íbamos todos directos hacia la vida adulta, pero, de pronto, se nos cortaron las alas y nos tocó dar marcha atrás”, cuenta García Miranda.

“En el trabajo, casi volvimos a las condiciones de becario. Y supongo que eso afectó a todo, incluidas las relaciones emocionales”, admite.

Es en esta misma línea que los treinteenager no creen en el trabajo ni el pago bien remunerado. Las personas que pertenecen a este grupo suelen trabajar en empleos que saldan sus necesidades básicas y que además les proporcionen satisfacción vocacional. “Suelen ser freelancers”, detalla.

2. Sin “rollos” en la vida amorosa

En este punto existen dos tipo de treinteeneagers: los que conviven -sin objeto de casarse algún día- y los que practican encuentros sexuales casuales. “Depende del caso, pero en general todos tenemos más claro lo que queremos”, detalla García Miranda.

“Parece que se han acelerado los trámites en lo de irse a vivir juntos, por todas las ventajas que conlleva”, explica y asegura que contraer matrimonio ya no parece necesario para que las familias estén contentas. “Las parejas no suelen casarse, ni tienen propiedades, perro o hijos, pero siguen viendo pelis de terror los sábados por la noche”, señala el autor.

3. El cuerpo como un conducto

a la realidad

A pesar que los hábitos y mente de estas personas se asemejen más con las de un adolescente en vez de un adulto, es inevitable que el cuerpo envejezca con el paso de tiempo y manifieste signos de adultez.

Digamos que es como enfrentarse a la realidad; quieres seguir viviendo como adolescente pero ya no lo eres, ya no puedes emborracharte igual, ya no puedes desvelarte como lo hacías antes, ya no puedes hacer actividades de alto impacto porque todo te afecta al triple.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Los hijos y la moda incomprendida por los papás

Los hijos adolescentes necesitan de papás capaces de poner límites y de conservar su rol, pero también es importante que puedan tener ciertas opciones respecto a algunos asuntos. En ediciones pasadas hablamos de que lo ideal es tratar de encontrar un equilibrio en la educación evitando ser muy permisivos o muy autoritarios.

En temas relacionados con la moda, posiblemente lo aconsejable es seguir esa misma línea, ya que por lo general cuando llega la adolescencia, los papás se asombran y hasta horrorizan por cómo visten sus hijos. Las frases: “¡pero qué pinta llevas!” o “ni loca sales vestida así” nos suenan familiares y es que más allá de decírselas hoy a nuestros retoños, quizá nosotros mismos las escuchamos de nuestros padres. El pelo largo, los pantalones rotos, más de dos aretes en las orejas, cazadoras de cuero, zapatos “mamarrachos” y otras prendas de épocas pasadas también horrorizaban a nuestros padres y ahora sucede lo mismo, y es que hay que tener en cuenta que cada época tiene sus tendencias, obviamente dentro de lo que se podría definir como una moda o tendencia coherente. La única diferencia es que ahora quizás los hijos comienzan antes a imponer sus propios gustos, eso sí, idénticos en la mayoría de los casos a los de sus amigos o a los que imponen las celebridades o cierto programa de moda. Y es que a partir de una edad la ropa suele ser como un código que representa un “estilo”, aunque a veces se abandera de forma incoherente y algunas tendencias son muy extremas, así que en estos casos específicamente lo aconsejable es marcar límites razonables y permitirles la libertad de elección dentro de algunos márgenes.

Elegir la ropa les permite manifestar que ya no son pequeños. Por eso, cada vez que los mayores les recriminamos por su forma de vestir, les mandamos un mensaje de desconfianza.

Un aspecto muy importante que debemos tomar en cuenta que no se trata de hacer que nuestros hijos se vistan de la manera que esperamos o queremos. Hay que tener en cuenta que vivimos en otra época y somos parte de una generación diferente, con tendencias diferentes.



“Marquitis”

La “marquitis” afecta a muchos de los adolescentes y jóvenes de hoy en día, incluso ya desde niños. “Mamá quiero unas Converse”, “Necesito unos Levis” o “quiero los Adidas que están de moda”… Éstas son exigencias conocidas para una mayoría de papás y la pregunta que sigue a esta cuestión es: ¿las quieren por qué de verdad les gustan o las necesitan? Desafortunadamente, no. Sólo están de moda, sus amigos las llevan y al tenerlas se sienten parte del grupo. La ropa de moda muestra quién está al día y quién no y también en muchos círculos sociales llega a ser un regulador de quién merece tener amigos y ser reconocido socialmente.

Pero debemos estar conscientes que esto no es sólo culpa de ellos, y que muchas neces nosotros como padres somos los primeros en caer en esto. Quizá se deba al marketing o que atribuimos automáticamente que las cosas de marca son de mejor calidad y duran más.

Muchos psicólogos, pediatras y educadores coinciden en que los padres no debemos acceder a todo lo que nos piden, sino enseñarles que en la vida no se puede tener todo. Con esto, preparamos a los niños para un futuro en el que tendrán que decir “no” a muchas cosas. Esto también sirve a la hora de hacer ver a los niños que por muy bonita que sea la publicidad de unas zapatillas, eso no significa que sean las de mejor calidad, sino tan solo las más conocidas.

Es importante que como papás hablemos con nuestros hijos sobre sus necesidades reales, y escuchar el por qué de su elección. A partir de sus respuestas deberíamos tratar de hacerles ver el valor y la utilidad real de las cosas. Hay que tratar de entender sus planteamientos de pertenencia a un grupo con ciertas características estéticas, que suelen ir de la mano con un presupuesto excesivo, pero también ayudarles a ver que las marcas no son un seguro de felicidad. La idea es que entiendan y no se sientan juzgados o que le quitamos importancia a sus gustos porque también es una forma de generarles inseguridad. Tal vez lo ideal sería que entiendan que ir diferente del grupo a veces puede ser mucho más interesante y original que estar uniformados.



Algunas pautas

Con relación a la moda es cierto también que a una gran mayoría de los papás nos gusta que nuestros hijos estén a la moda, pero sin ser muy absorvidos por ella. La web solohijos.com da algunas pautas que te ayudarán a hacerles reflexionar:



• Considera si puedes ser una víctima del consumismo. Haz un listado de los gastos superfluos o de las cosas innecesarias que te has comprado en el último mes. ¿Podrías vivir sin ellas? ¿Cómo sería tu vida si no las tuvieras?



• Ten en cuenta que la imagen que damos informa cómo somos. Una cosa es cómo te ves tú, y otra muy distinta cómo te ven los demás. Puede que no te importen los demás, pero sí debes tener en cuenta el mensaje que les estás dando sobre tu persona.



• No te disfraces ni te exhibas. Si haces lo primero estás ocultándote en tu forma de vestir y estás impidiendo a los demás conocerte. Si haces lo segundo estás violentando a los que te miran, estás mostrando tu intimidad sin pudor. En ambos casos les estás engañando.

• Analiza si ese cambio de imagen ha repercutido en tu vida: estudios, amigos, aficiones, etc. Si ha revertido en tu humor, en tu forma de estar en casa, de contestar a tus padres.



• Piensa por qué quieres hacerte un piercing: ¿por imitar a los demás?, ¿por diferenciarte? Reflexiona sobre quién quieres ser y sobre la imagen que quieres dar a los demás. Si con ello buscas marcar tu personalidad, caes en un error, porque la personalidad no está en lo que se lleva, sino qué surge de dentro. Algunos jóvenes confunden tener criterio propio con ponerse un piercing, cuando, por la misma razón, no llevarlo podría ser síntoma de personalidad propia. Puede que un piercing te haga sentirte mejor, pero en realidad no lo hace.



• Sé consciente de la edad que tienes. ¿Quieres parecer mayor o menor? ¿Por qué?



• Razona. La razón “porque me gusta” muchas veces no es otra cosa que una dictadura del subjetivismo y que, como tal, no tiene valor objetivo. Aunque a uno le guste lo feo, lo cochambroso, lo tosco, e incluso se presenten como una alternativa estética, no por ello dejan de atentar contra el buen gusto, es decir, contra la capacidad de saber sacar gusto a las cosas.



Como papás debemos recordar que cada época ha tenido sus manifestaciones de la moda, sus tendencias, su estética, todo ello representa indiscutiblemente una forma de romper con la generación anterior. Así que tampoco es aconsejable oponerse rotundamente sin tomar en cuenta esos aspectos y sería muy positivo echar un vistazo a su armario y de acuerdo al estilo que quiere tener, darle algunos consejos para hacer que luzca mejor.

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miércoles, 2 de noviembre de 2016

Especialista recomienda canoterapia y cuentoterapia para niños especiales

Promueven la canoterapia y cuentoterapia como una alternativa para ayudar al desarrollo de los niños especiales, que sufren de algunas patologías, según explicó la doctora, Mónica Ibaraguen.

La especialista en odontoterapia realizó un taller motivador para niños de 3 a 14 años y para las personas que sufren de acondroplacia, entre otras patologías genéticas, y se presentaron ambas alternativas terapéuticas.

Acompañada de la especialista en canoterapia, Ines Laura y Jass (el can), ayudaron a motivar y estimular a los niños para que mejoren su autoestima a través de juegos, que era una terapia específica.

La especialista sostuvo que esta técnica se utiliza para la rehabilitación de personas con discapacidad física, mental y en aquellas con problemas emocionales.

Además, la terapia se realiza con la ayuda de perros adiestrados, los cuales se encargan de promover la participación de los pacientes en actividades sensoriales y perceptivas, con un propósito y significado, lo más importante es incentivar la autoestima.

A través de la terapia se perciben diferentes estímulos al tener contacto directo con los perros, entre ellos el ejercicio, el desplazamiento, los movimientos, la postura y el desarrollo muscular.

CANOTERAPIA

“La canoterapia brinda a los pacientes una oportunidad de interactuar con los cachorros, con lo que mejora el estado de ánimo, el control muscular y el autocuidado; los pacientes olvidan sus dolores, inhiban temores para desplazarse, mejoran sus expresiones faciales”, sostuvo.

Con apoyo del grupo “tarambanas”, se trabajó en el cuentoterapia. Según explicó la profesional, esta alternativa se define como “el arte de sanar a través de los cuentos”.

Esa alternativa los relaja y al mismo tiempo se van emitiendo los mensajes para una mayor atención del interior psicológico del niño, facilitando la búsqueda de soluciones y planes de actuación hacia los problemas que tengan en cada caso.

No solamente es un elemento terapéutico, la cuentoterapia puede tener un efecto preventivo, ya que favorece el crecimiento de la conciencia personal de cada uno. Así, es una forma de fomentar y trabajar la inteligencia emocional de los niños.

Hay que tener en cuenta que la cuentoterapia no solo se aplica a niños, sino también a jóvenes adultos y a personas mayores. Todos podemos beneficiarnos de ella.

En nuestro medio, no existen centros especializados. Sin embargo, el Colegio Médico impulsa ambas alternativas.

martes, 1 de noviembre de 2016

Lecturas sutiles ¿Qué lugar va a ocupar el niño para los padres del mundo actual?

Son más frecuentes los casos donde se demanda una atención psicológica por problemas en el aprendizaje, problemas de conducta o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) -un término ya popularizado entre educadores y padres de familia-. Una demanda que en su mayoría se inicia en los establecimientos de educación y los padres se ven en la obligación de acudir con un profesional para resolver esta problemática e incluir al niño dentro de una formación académica “normalizadora”.

Pero los padres no llegan a cuestionarse acerca de esta situación, mucho menos al acudir a un psicólogo, a quien se le demanda una solución rápida y eficaz –pertinente es la palabra más utilizada dentro del ámbito educativo– como si de una receta se tratara intentando emular esta labor con la de un médico, en última instancia la pregunta que inicialmente es velada por los padres será: “¿qué puedo hacer

con mi hijo? Tal vez nosotros tenemos la culpa, ¿cómo puedo educarlo?”.

Eric Laurent, un reconocido psicoanalista francés, intenta ir más allá a través del siguiente cuestionamiento: ¿cómo educar al niño salvaje en periodo de huelga de la civilización? Antes los hijos ocupaban un lugar de esperanza social para los padres, actualmente los hijos son un recurso humano al que están destinados diversos objetos de consumo, estamos inmersos dentro de un sistema donde todos somos consumidores, todo se ha vuelto descartable, efímero, fugaz, como el respeto a la ley y a la autoridad, aspectos que deben ser inscritos por los padres a través del discurso, por medio de la palabra y no a través del castigo físico o de la introducción a la ley mediante la fuerza.

La pregunta fundamental para ello será ¿Qué lugar ocupa este niño para los padres? La respuesta no es universal, no es “uniforme”, es más bien singular

y dependerá de la historia personal de los padres, del imaginario, de ese Ideal que se han ido formando mucho antes del nacimiento del niño, para entender cómo el niño se hizo un lugar en ese malestar en la civilización actual.

Lo más importante será tomar otra postura frente a este empuje hacia el hedonismo que conlleva a múltiples desórdenes, para poner un límite a esto que ya es una norma de parte de una sociedad consumista, “la búsqueda de placer constante”, y que actualmente se evidencia cada vez más con el uso desmedido de los gadgets, -es un dispositivo que tiene un propósito y una función específica, generalmente de pequeñas proporciones, práctico y a la vez novedoso-, en especial de un teléfono móvil el cual se ha convertido, en muchos casos, una prioridad para los propios padres.

Ante este empuje al goce sin límites en el que estamos inmersos será necesario y fundamental darle nuevamente su lugar al padre de la prohibición, para decirnos con qué sí y con qué no debemos gozar, una representación que puede ser sostenida por otros personajes en el ámbito familiar a raíz de los cambios que ha ido sufriendo esta institución, la que en un principio fue patriarcal.

NOTA: Para cualquier consulta o comentario sobre la columna, contactarse con Claudia Méndez Del Carpio al correo claudiamen@hotmail.com Visítanos en Facebook : LECTURAS SUTILES

Comportamiento adolescente


Las personas desarrollan su comportamiento dependiendo del medio en que viven o el medio de crianza. Es necesario ver que los valores que tenemos las personas son éticos y culturales, como ético se puede tomar la honestidad y como cultural es el preservar costumbres y tradiciones ancestrales propias de una sociedad.

Las demandas y expectativas de la cultura en la que se vive así como los conceptos morales, religiosos educativos moldean las actitudes hacia el sexo a través de la vida.

Las personas tenemos que darnos cuenta que los valores que poseemos nos ayudan a tomar decisiones adecuadas en relación a nuestras necesidades, además estas decisiones definen el proyecto de vida y en otras situaciones permiten resistir la presión de otras personas.

A lo largo de la vida se va formando su propia escala de valores donde influye la familia, los padres, la escuela.

Cuando se llega a la adolescencia esos valores se modifican, ellos o cuestionan o rechazan los valores adquiridos en la niñez.

El resultado de dicho cuestionamiento es que los adolescentes tienden a adoptar nuevos patrones de conducta, modelos de artistas líderes u otros personajes a quienes idealizan con el deseo de incitar, aunque no corresponda a su realidad.

Es importante que los adolescentes estén orientados convenientemente y mantengan una actitud crítica y reflexiva ante los mensajes; para la construcción de la autoestima y el fortalecimiento de los valores de los jóvenes.

Parte de la autoestima es cuidar el cuerpo, pero tomaremos en cuenta dos razones, la primera trabajar por la imagen física o apariencia, y la segunda, es el cuidado de la salud como estado de bienestar y la prevención de enfermedades.

viernes, 28 de octubre de 2016

¿Cómo educar a nuestros hijos?

Es bueno considerar que desde temprana edad, los niños deben aprender buenos modales, esto les permitirá garantizar una vida social agradable y feliz.

Los niños son como un lienzo nuevo, en el cual podemos plasmar verdaderas obras de arte, son como una hoja de papel en blanco, donde podemos escribir los poemas y los versos más hermosos. Es el momento adecuado para transmitirles los valores más sublimes; la bondad, la solidaridad, benevolencia, generosidad, ternura, tolerancia y sin duda la educación.

Los niños son como una esponjita que van absorbiendo todo lo que sucede en su entorno, son el fiel reflejo de la familia y por eso es vital comportarnos adecuadamente para que con nuestro ejemplo aprendan y adquieran buenas enseñanzas desde su tierna edad, enseñanzas que serán gravadas en su memoria y, sin duda, será difícil que lo olviden.

Los adolescentes y adultos ya tienen una personalidad definida, especialmente en el segundo caso, y aunque nunca es tarde, es más difícil pretender cambiar algunos rasgos de su personalidad así como su educación, es por esta razón que debemos formar y educar a nuestros hijos desde que son pequeños.

Hay una frase del Sr. José Mujica que me gusta mucho y la considero muy acertada… “En la casa se aprende a: saludar, dar las gracias, ser limpio, ser honesto, ser puntual, ser correcto, hablar bien, no decir groserías, respetar a los semejantes y a los no tan semejantes, ser solidario, comer con la boca cerrada, no robar, no mentir, cuidar la propiedad y la propiedad ajena, ser organizado. En la escuela se aprende: matemáticas, lenguaje, ciencias, estudios sociales, inglés, geometría y se refuerzan los valores que los padres y madres han inculcado en sus hijos”.

Como lo dije anteriormente, la mejor forma de educar a nuestros niños es con el ejemplo, pues de nada servirá decirles una y otra vez “quita los codos de la mesa” o “siéntate derecho” si nosotros como padres no hacemos lo propio, tampoco podemos pretender que los niños no digan groserías si de repente es habitual escucharlas en casa.

Cuántas veces ha pasado que asistimos a una invitación y acudimos con nuestros hijos y es más la preocupación de cómo controlar su comportamiento en la mesa que compartir y disfrutar la invitación. Seguramente, muchas veces hemos optado por disculparnos para no asistir con tal de no pasar calores frente a los demás… que mal no?

Si educamos a nuestros niños correctamente y sobre todo a tiempo, estoy segura que no pasaremos por momentos vergonzosos, mas al contrario es posible que recibamos elogios que nos harán sentir bien pero más importante aún, estaremos garantizando una vida social agradable y feliz para nuestros hijos.

El buen o mal comportamiento de los niños es la etiqueta que califica la educación de los padres.

¿Y qué es lo se debemos enseñar a los niños? Pues, exactamente todo lo que se enseña a los adultos respecto a la urbanidad, los buenos modales, buenas costumbres y buenas maneras.

• En primer lugar el saludo, cuántas veces hemos visto adultos, adolescentes y niños que ingresan en un recinto o en un vehículo de transporte público sin saludar o al revés; no responden si otra persona saluda al ingresar. A mí me ha pasado que después de saludar me dejaron con el saludo en la boca y eso que no era yo quien llegaba y tampoco fue una niña, fue una persona adulta y evidentemente me sentí muy incómoda, pero no tardé mucho en comprender que no todos hemos tenido la misma educación y por lo mismo si tuviera que saludar otra vez, claro que lo haría porque a mí eso me enseñaron… hay ocasiones en las que tenemos que saber ser tolerantes, es parte de las buenas costumbres y buenas maneras.

• Enseñemos a nuestros niños a sonreír de manera natural cuando se dirijan a otras personas, con un “Buenos días, buenas tardes, buenas noches, hasta luego” y por supuesto no es menos importante saber decir cuando sea preciso “Por favor, gracias, disculpe, permiso”.

• El respeto y la consideración hacia las demás personas, incluye saber a quiénes debemos tratar de “tú” o “usted”, en un artículo anterior mencioné que en algunos países el “usted” es lo más apropiado incluso entre padres e hijos, en todo caso debemos fijarnos en el contexto en el que nos encontramos.

• No hablar a gritos, ni en casa y mucho menos en la calle ya que además de ser una falta de respeto es también una falta de consideración hacia los demás.

• Al hablar por teléfono también debemos ser educados y gentiles al igual que en las RRSS (Redes Sociales). Es lamentable ver que la comunicación escrita se ha vuelto tan fría y que en la mayoría de las veces ya no hay esa calidez con la que se escribía antes, mostrando educación y respeto.

• No se debe interrumpir a dos personas cuando están hablando, por lo general los niños son impacientes y quieren ganar nuestra atención de inmediato, incluso haciendo berrinches. Debemos explicarles con sabiduría que una de las virtudes del ser humano es saber ser pacientes.

• Es de vital importancia enseñar a los pequeños que el aseo y el cuidado personal es fundamental para una persona, el cabello limpio y bien peinado, las uñas y manos muy limpias, los dientes brillantes y el aliento fresco, la carita bien lavada, son el adorno natural de todos. Debemos explicarles también con mucha sabiduría que proyectamos lo que somos a través de este lenguaje mudo. Puede ser risible pensar en lo absurdo que sería tratar de explicar esto a nuestros niños, pero sin duda, cada uno vera la mejor manera de hacerlo, esto no es algo que solo debemos practicar los mayores, se supone que lo que tratamos de hacer es que los niños crezcan con este pensamiento.

Quiero citar una frase de la Sra. Mirtha Legrand, quien suele decir: “Como te ven te tratan y si te ven mal: te maltratan”, puede sonar algo torpe tal vez hasta discriminativo, sin embargo nosotros debemos tener la madurez necesaria para verlo como algo real, ojo que no son joyas ni trajes caros lo que nos definirá como personas, hablamos única y exclusivamente de pulcritud.

• Tanto a los niños como a las niñas se les debe enseñar la diferencia entre ambos… ¿cómo así? Simplemente enseñando a los niños a no ser bruscos o torpes con las niñas, hacerles comprender que existen gentilezas propias de los varoncitos, ceder el asiento, el paso, jugar sin empujones. Lo propio con las niñas, enseñarles como caminar, la manera de permanecer de pie, como sentarse, como bajar las gradas, etc. Es importante marcar las diferencias entre femíneo y varonil.

• En la mesa, se les debe enseñar desde muy temprana edad, un impecable comportamiento. En ocasiones el amor de padres suele perjudicar, por ejemplo; cuando se está en la mesa al momento de comer dicen “es muy pequeño(a) que disfrute…” y así permiten que coman con las manos y hagan cosas que pueden resultar muy desagradables y no se los incentiva para que aprendan a utilizar los cubiertos y tantos otros ejemplos que podemos citar. Desde luego que de acuerdo con la edad se les iré enseñando de manera paulatina.

La disposición de la vajilla en la mesa, el ingreso y salida de la mesa, el uso de la servilleta, como beber, como utilizar los cubiertos y copas o vasos, por donde introducir y retirar los platos, la forma de comer los diferentes alimentos, a no chuparse los dedos con restos de comida, no utilizar jamás los indeseables palillos o mondadientes, qué cantidad comer, temas de conversación en la mesa, etc. Son cosas que los niños deben aprender y tengan la certeza que el comportamiento que sus hijos demuestren cuando tengan invitados o coman fuera de casa, los harán sentir muy orgullosos.

En mi matrimonio somos tres


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“Tengo una suegra tan dominante que terminó con mi matrimonio. Actualmente sigo casada pero tenemos 15 días separados. Él está con ella en su casa, y me imagino que para ahora el tendrá una idea muy diferente de mí a la que tenía cuando vivíamos juntos. Ella es tan inteligente que él ni se da cuenta de la forma que lo manipula. Creo que no le agradé como nuera y se salió con la suya. Yo amo mucho a mi esposo, pero no puedo hacer nada contra ella, ya que lo tiene muy manipulado”, cuenta Ana María”

Versiones como estas se escuchan diariamente en los consultorios psicológicos asegura Cristina Carmona, del gabinete Psicología & coaching.

“Es habitual que lleguen a la consulta parejas con problemas fraguados en las relaciones familiares. El mito de la suegra controladora, metiche, matriarca de un clan que invariablemente deja fuera a los que no llevan su sangre y que ante todo tiene que llevar las riendas de su vida y la de los suyos, se hace realidad y cobra vida más frecuentemente de lo que sería esperable, sobre todo porque el problema real en la pareja, empieza no cuando la suegra dispara por primera vez, si no cuando es el hijo quien NO defiende a su compañera”, asegura la psicóloga.

Por supuesto, hablamos de suegras y suegros, de nueras y yernos, de forma indistinta hay familias disfuncionales y matrimonios disfuncionales, donde el hombre o la mujer se siente incapaz de enfrentarse a su familia o a sus padres concretamente, o incluso donde no figura en el entendimiento de una de las partes, que su madre, padre o familia, hagan algo que esté mal, que vaya en contra de su matrimonio o de su pareja.

Carmona dice que cuando en una relación entran terceras personas, y no de forma consensuada, a dirigir, opinar, o controlar, el conflicto está servido. Esto ocurre porque una de las partes llega a la pareja con esa carga familiar, lo que da lugar a las siguientes situaciones entre otras:

– Una de las partes está codirigida, por el padre, la madre o ambos, dando lugar a una persona inmadura y dependiente de su familia, que incluye a ésta como parte determinante del matrimonio.

– Aunque el matrimonio es un agente maduro e independiente de los padres, se ve afectado porque una de las partes no media cuando su familia ataca a su pareja, no se posiciona.

– En cualquiera de las situaciones anteriores: pareja con dominación familiar sobre una de las partes, o matrimonio independiente (ausente de dominación externa), se da que ante situaciones de conflicto con la familia, el hijo o hija se posiciona de forma invariable de parte de su sangre, defiende a capa y espada a su familia, sin sopesar la realidad de la situación y la posible culpabilidad de la propia familia, responsabilizando de todo conflicto a su pareja.

Las parejas que viven su relación bajo el influjo de este tipo de situaciones con los padres, generan una relación disfuncional que con el paso del tiempo será difícil de superar.

Se dan situaciones en las que la suegra, por ejemplo, toma decisiones que afectan directamente a la pareja de forma unilateral, sin tener en cuenta al matrimonio, o bien informa a su hijo dejando a un lado al otro miembro, formando una especie de equipo en el que la opinión de la nuera ni es necesaria, ni relevante, aun cuando esté directamente relacionado con su persona, hijos, situación… en algunos casos pueden llegar a tomar decisiones importantes incluso sin informar posteriormente a la afectada.

Ocurre también, que suegro, suegra o ambos presentan una conducta de recelo respecto al compañero de su hijo/a, que les lleva a considerar a la otra parte como a un extraño al que se tolera su presencia, pero no es digno de ser considerado uno de la familia. Esta conducta puede ser velada o clara y agresiva: diciendo abiertamente al yerno o nuera que no es de los suyos, que no se beneficiará de la economía o privilegios familiares, negándole cualquier gesto amable o de cariño, o haciéndole el vacío directamente.

El problema real de la pareja comienza cuando, ante situaciones como las expuestas, el compañero no es capaz de reconocer el recelo, la intromisión o el rechazo de la familia, o bien, culpa a su pareja de la conducta inapropiada que sus padres o familiares muestran. Elige a su familia sin tener en cuenta los posibles errores que ésta pueda cometer y sin juzgar justamente las circunstancias, suele argumentar a su pareja que:

– Está exagerando la situación: haciéndole ver que es ella la que tiene el problema.

– Su familia jamás haría nada en contra de su matrimonio: extrapola la creencia de protección que la familia ejerce sobre él hacia su mujer, a pesar de reconocer ciertas conductas inapropiadas, le resta importancia e intenta que la mujer lo vea así también.

– Si han hecho algo que le ha parecido mal, es por el bien de él y no debe darle importancia: tal vez la han agraviado a ella, pero “seguro que no se han dado cuenta, es que mi madre quiere lo mejor para mí”. No es capaz de juzgar negativamente a su familia.

– No ha ocurrido: sencillamente niega el suceso: nuevamente pone a la mujer en una situación casi de locura transitoria.

La psicóloga explica que el resultado, cuando un miembro de la pareja toma partido por la familia invariablemente y sin juicio alguno, haciendo responsable de toda situación conflictiva o de no solucionarla a su compañero, es de una insidioso e inexorable sentimiento de soledad, de rechazo, y distanciamiento emocional que afecta a la familia del otro primero y luego a la propia pareja.

El problema con la familia se traslada al matrimonio: “porque nunca me defiendes”, es la frase más repetida, es el argumento que martillea a la pareja, y llega a destrozarla.

“Parar este tipo de conflictos es complejo en muchas ocasiones y se hace necesaria la ayuda de un agente externo que objetive la situación y ayude a ambas partes de la pareja a clarificar hechos, responsabilidades y prioridades en su relación matrimonial y familiar” aconseja la profesional.

La pareja es un ente vivo que puede cambiar y mejorar, está conformado por dos miembros que se relacionan con un entramado familiar y social que lo nutre, pero también en ocasiones lo deteriora. Elegir a tu pareja implica elegir su carga, pero no necesariamente sufrirla, no dejes que factores externos minen el campo que tu pareja y tú han sembrado.