La adolescencia es la etapa del desarrollo evolutivo del ser humano que debe ser de mayor interés, por el significado que tiene como proceso de construcción social y cultural.
Esta etapa de la vida ha ido adquiriendo importancia al margen de la condición etaria generacional, ya que no se puede hacer una distinción exacta entre niñez y adolescencia ó adolescencia y juventud, por los procesos de transformación que existen como la biológica, la psicológica y el aspecto sociocultural.
Estos elementos permiten establecer el límite, considerada la adolescencia como etapa de transición de la niñez a la vida adulta marcada por cambios interdependientes en el cuerpo, mente y en las relaciones sociales. También considerarla como fase de desarrollo humano, que tiene un punto de partida biológico y un desenlace psicológico social.
En el cuerpo, lo biológico se caracteriza por el rápido desarrollo y los cambios en la composición corporal; el desarrollo del sistema respiratorio y circulatorio, el desarrollo de las gónadas, órganos reproductivos y caracteres sexuales secundarios, así como el logro de su plena madurez física.
En el aspecto psicológico, la adolescencia está marcada por una percepción de un nuevo "yo", que concluya al tener una clara diferencia del yo para compartir con una pareja llegando a considerar su identidad, socialmente es una etapa de preparación y asumir el papel del adulto, con todas las prerrogativas de asumir responsabilidades del adulto.
En nuestro medio, todos estos conceptos con fines técnicos y estadísticos, establecen que la adolescencia transcurre de los 10 a 19 años, sin embargo la Organización Mundial de la Salud sugiere diferenciar tres periodos dentro la adolescencia, de 10 a 13 años como adolescencia temprana, de 14 a 16 años la adolescencia intermedia y la adolescencia tardía de 17 a 19 años, caracterizadas por ciertas particularidades que ayuden en las referencias útiles y la valoración del crecimiento físico y desarrollo psicosocial, además tomar en cuenta la región en que se vive, por la influencia que establecen en lo físico y los factores socioeconómicos.
Se busca con todos los antecedentes, la maduración física y emocional que de algún modo influirá en su vida sexual y reproductiva.
lunes, 30 de junio de 2014
Roles y funciones en la familia
El primer grupo social que uno conoce y en el que aprende a desenvolverse e interaccionar con el otro es la familia, dentro de éste grupo familiar se aprende a socializar como también se conoce los roles y su funcionamiento que cumple cada miembro de la familia.
En el inmerso de una familia tenemos los roles que desempeña, el padre, madre, hermanos, hijos, cada uno debe cumplir diversas funciones, entendemos por funciones las actividades que cumple una persona para permitir un mejor desenvolvimiento del sistema familiar.
Es por eso que todos los miembros de la familia son responsables del surgimiento y desenvolvimiento de ésta, es importante que los roles que se tiene no se confundan ni se dejen de cumplir, la actitud de cada uno de los miembros será un aporte para la familia, como también una actitud negativa puede afectar el desempeño familiar.
Cabe mencionar que los miembros de una familia establecen relaciones entre sí de acuerdo al rol que les tocó desempeñar, una familia estable será aquella en la que los miembros que la componen asumen el rol que le corresponde y asumen la función que éste rol implica, si se cumple con esto los miembros de la familia tendrán una base sólida y podrán afrontar cualquier adversidad.
Por el contrario podemos encontrar familias disfuncionales en la que los miembros no cumplen con los roles ni asumen las funciones correspondientes, ocasionando de ésta manera inestabilidad familiar, como también encuentran complicado superar algún problema o llegar a resolverlo.
Es importante que en el núcleo familiar se cumplan los roles y funciones, no sólo para una mejor organización y entendimiento, sino para el futuro comportamiento de los hijos, pues así solemos escuchar un par de veces que los hijos son el reflejo de su hogar, o son una muestra de cómo llevan adelante su vida familiar.
Se debe considerar las siguientes características en la familia: La familia se autogobierna, o sea que cada una es un mundo diferente, por lo tanto tiene sus propias normas, reglas y patrones de comportamiento, como también su propia forma de relacionarse.
La familia se encuentra en constante cambio, es decir aunque pasen los años se sigue manteniendo los mismos roles, pero las funciones pueden llegar a cambiar, por ejemplo el rol de madre siempre será el mismo, pero de acuerdo a la condición de sus hijos o hijas y los sucesos que se produzcan en la familia, sus funciones pueden llegar a cambiar.
La familia es un sistema abierto, éste a la vez nos enseña a desenvolvernos, con otros grupos sociales, por ejemplo si hubo una buena relación de los hijos con sus padres, una buena relación entre hermanos, entonces habrá confianza y seguridad para desenvolverse con el entorno.
Es importante reconocer que cada rol y función que se desempeña dentro de la familia son importantes, en algunas ocasiones uno se pregunta ¿Por qué mi hijo/a no cumple con sus obligaciones? O ¿por qué me falta al respeto?, la respuesta es sencilla, no marcamos claramente el rol de padres ni el rol de hijos ni mucho menos las funciones que los caracteriza.
Para lograr el fortalecimiento familiar se debe hacer respetar los roles y hacer cumplir sus funciones, respetar horarios de entrada y salida, horarios de comida y actividades familiares para prevenir conductas de riesgo dentro del contexto familiar, y evitar que se adquieran costumbres que no están acordes con la familia.
En el inmerso de una familia tenemos los roles que desempeña, el padre, madre, hermanos, hijos, cada uno debe cumplir diversas funciones, entendemos por funciones las actividades que cumple una persona para permitir un mejor desenvolvimiento del sistema familiar.
Es por eso que todos los miembros de la familia son responsables del surgimiento y desenvolvimiento de ésta, es importante que los roles que se tiene no se confundan ni se dejen de cumplir, la actitud de cada uno de los miembros será un aporte para la familia, como también una actitud negativa puede afectar el desempeño familiar.
Cabe mencionar que los miembros de una familia establecen relaciones entre sí de acuerdo al rol que les tocó desempeñar, una familia estable será aquella en la que los miembros que la componen asumen el rol que le corresponde y asumen la función que éste rol implica, si se cumple con esto los miembros de la familia tendrán una base sólida y podrán afrontar cualquier adversidad.
Por el contrario podemos encontrar familias disfuncionales en la que los miembros no cumplen con los roles ni asumen las funciones correspondientes, ocasionando de ésta manera inestabilidad familiar, como también encuentran complicado superar algún problema o llegar a resolverlo.
Es importante que en el núcleo familiar se cumplan los roles y funciones, no sólo para una mejor organización y entendimiento, sino para el futuro comportamiento de los hijos, pues así solemos escuchar un par de veces que los hijos son el reflejo de su hogar, o son una muestra de cómo llevan adelante su vida familiar.
Se debe considerar las siguientes características en la familia: La familia se autogobierna, o sea que cada una es un mundo diferente, por lo tanto tiene sus propias normas, reglas y patrones de comportamiento, como también su propia forma de relacionarse.
La familia se encuentra en constante cambio, es decir aunque pasen los años se sigue manteniendo los mismos roles, pero las funciones pueden llegar a cambiar, por ejemplo el rol de madre siempre será el mismo, pero de acuerdo a la condición de sus hijos o hijas y los sucesos que se produzcan en la familia, sus funciones pueden llegar a cambiar.
La familia es un sistema abierto, éste a la vez nos enseña a desenvolvernos, con otros grupos sociales, por ejemplo si hubo una buena relación de los hijos con sus padres, una buena relación entre hermanos, entonces habrá confianza y seguridad para desenvolverse con el entorno.
Es importante reconocer que cada rol y función que se desempeña dentro de la familia son importantes, en algunas ocasiones uno se pregunta ¿Por qué mi hijo/a no cumple con sus obligaciones? O ¿por qué me falta al respeto?, la respuesta es sencilla, no marcamos claramente el rol de padres ni el rol de hijos ni mucho menos las funciones que los caracteriza.
Para lograr el fortalecimiento familiar se debe hacer respetar los roles y hacer cumplir sus funciones, respetar horarios de entrada y salida, horarios de comida y actividades familiares para prevenir conductas de riesgo dentro del contexto familiar, y evitar que se adquieran costumbres que no están acordes con la familia.
jueves, 26 de junio de 2014
CUIDADO CON LAS EUFÓRICAS DISPUTAS CONYUGALES, PUEDEN AFECTAR LA SALUD.
La calidad de la relación de pareja parece tener efectos en la salud de sus miembros; una interacción armoniosa tiene un valor protector y, por el contrario, una dinámica conflictiva, con pocos intercambios gratificantes da pie al malestar y reduce el atractivo que sentimos hacia el otro. A su vez, las riñas pueden derivar en patologías: trastornos de ansiedad, depresiones, adicciones. Resolver los problemas de manera eficaz dependerá de la actitud, del tono que se utilice en las discusiones y de que las soluciones sean razonables para los dos.
Tu cuerpo cuando peleas
John M. Gottman, profesor emérito de psicología y sus colaboradores de la Universidad de Washington, llevaron a cabo investigaciones basadas en estudios de laboratorio. Se analizaron discusiones de pareja mientras se controlaban parámetros como el ritmo cardíaco, la sudoración, la emisión de hormonas, la presión y la respiración. Los mensajes hostiles acompañados de gestos y lenguaje no verbal, y las frases pronunciadas en un tono normal de voz pero que encierran viejas tensiones, llevan a una fluctuación vertiginosa del trazado electrocardiográfico de ambos, elevan el nivel de sudoración y adrenalina. El corazón pasa de 70 a 100 pulsaciones por minuto, la presión se eleva, el estómago se contrae, los movimientos se tornan nerviosos, el cuerpo se paraliza y la mente se nubla. Cuando esto sucede se llega a un punto muerto, crece la tensión y ya no se captan los mensajes del otro ni se entienden sus razones. Lo que pueden ser síntomas de ansiedad acompañados de cambios de humor, pueden derivar en trastornos psicosomáticos que descompensan la fisiología del organismo y pueden desencadenar enfermedades incluso de carácter grave e irreversible. Es lo que se define como un aluvión emotivo, una reacción psicológica que inunda el organismo y hace imposible la comunicación.
Efecto en ellos y ellas
Existen diferencias en cuanto a la reactividad psicofisiológica: en ellos, los cambios en el sistema nervioso autónomo se dan con mayor facilidad y tardan más en recuperarse. Por eso, tratan de escapar del problema o renuncian a seguir dándole vueltas, algo que resulta muy frustrante para las mujeres. Ellas, por el contrario, suelen quejarse y protestar más para cambiar algo en la relación y es menos probable que se retiren pues por su naturaleza están mejor dotadas para sobrevivir en tales situaciones.
Las emociones no suelen ser simétricas; el enfado y la hostilidad en ellas provoca enfado y hostilidad en ellos, pero el enfado en ellos deriva en miedo en ellas. El miedo en ellas genera más hostilidad y enfado en ellos.
En la salud
La cuestión es si esta dinámica puede llegar a afectar a la salud, algo que empezó a estudiarse a mediados del siglo XIX con resultados sorprendentes. El primer sistema de estadísticas vitales del mundo surgió en Inglaterra, casi por casualidad, cuando el Parlamento creó la Oficina de Registro General en 1836 para contabilizar y archivar el número de nacimientos y muertes que se producían en el país. El primer compilador de esta oficina fue el médico William Farr, quien investigó las tasas de mortalidad de distintos oficios y profesiones, el modo óptimo de clasificar las enfermedades (su sistema se sigue empleando hoy en día) y los índices de mortalidad en los manicomios. Pero descubrió que las personas casadas vivían más tiempo que las solteras y las viudas. Esto contradecía las teorías sobre el tema, iniciadas en 1749 por el matemático francés Antoine Deparcieus, dedicado a investigar la longevidad de monjas y monjes. Tanto el matemático como otros estudiosos de la época creían que el celibato era signo de longevidad. Pero algunos investigadores ya habían insinuado que la supresión de una función fisiológica era perjudicial para la salud, y Farr estaba convencido de que había dado con la demostración de ese hecho tras sus estudios en Francia.
En su artículo de 1858, titulado Influencia del matrimonio en la mortalidad del pueblo francés, que definió como la condición conyugal, analizó los datos de 25 millones de adultos franceses. Dividió la población en tres categorías: casados, solteros y viudos. Los resultados mostraron que los solteros morían, proporcionalmente y de forma significativa, más que los casados y menos que los viudos. Fue uno de los primero estudios que sugirieron que existe una protección de la salud dentro del matrimonio y que la pérdida marital es un factor de riesgo para la enfermedad.
Motivo 1
Perdonar
James McNulty, investigador de la Universidad de Florida (EE.UU.), concluyó que “si uno de los miembros de la pareja hace o dice algo que ofenda al otro y está en sus manos resolver el conflicto creado, será más beneficioso para ambos censurar esa actitud y no perdonar hasta que se solucione, si quieren ser felices a la larga”.
Motivo 2
Dinero
Una encuesta realizada por la revista especializada Money, perteneciente a Time, determinó que como muchos sospechan, el principal motivo de pelea entre las parejas casadas es el dinero. Para llegar a esta conclusión, se entrevistó a 1.010 adultos casados y de más de 25 años.
Motivo 3
Ella gana más
La encuesta también reveló que los maridos son más felices cuando sus esposas ganan lo mismo o más dinero que ellos. Los hombres con esposas de altos ingresos también reportaron vidas sexuales más activas.
Matrimonio y vida
Las conclusiones de los estudios del médico William Farr no son extrapolables a la sociedad actual ya que las tres categorías de parejas de su época no incluían las de nuestros tiempos (parejas que conviven; los llamados living apart together, es decir, cada uno en su casa; parejas homosexuales; divorciados...)
Sin embargo, durante los 150 años que han transcurrido desde entonces, muchos científicos han continuado documentando las ventajas de vivir en pareja. Científicos suecos del Karolinska Institutet de Estocolmo concluyeron en el 2009 que estar casado o convivir en la mediana edad se asocia con menor riesgo de demencia. Estudiaron la evolución de 2.000 individuos alrededor de los 50 años, divididos en razón de su estado civil: solteros, casados, parejas de hecho, divorciados y viudos, durante los últimos 21 años. Un estudio sobre las causas de muerte en los Países Bajos encontró que en las diversas categorías, desde muertes violentas a homicidios y accidentes de coche a ciertas formas de cáncer, los no casados estaban en mayor riesgo.
Tu cuerpo cuando peleas
John M. Gottman, profesor emérito de psicología y sus colaboradores de la Universidad de Washington, llevaron a cabo investigaciones basadas en estudios de laboratorio. Se analizaron discusiones de pareja mientras se controlaban parámetros como el ritmo cardíaco, la sudoración, la emisión de hormonas, la presión y la respiración. Los mensajes hostiles acompañados de gestos y lenguaje no verbal, y las frases pronunciadas en un tono normal de voz pero que encierran viejas tensiones, llevan a una fluctuación vertiginosa del trazado electrocardiográfico de ambos, elevan el nivel de sudoración y adrenalina. El corazón pasa de 70 a 100 pulsaciones por minuto, la presión se eleva, el estómago se contrae, los movimientos se tornan nerviosos, el cuerpo se paraliza y la mente se nubla. Cuando esto sucede se llega a un punto muerto, crece la tensión y ya no se captan los mensajes del otro ni se entienden sus razones. Lo que pueden ser síntomas de ansiedad acompañados de cambios de humor, pueden derivar en trastornos psicosomáticos que descompensan la fisiología del organismo y pueden desencadenar enfermedades incluso de carácter grave e irreversible. Es lo que se define como un aluvión emotivo, una reacción psicológica que inunda el organismo y hace imposible la comunicación.
Efecto en ellos y ellas
Existen diferencias en cuanto a la reactividad psicofisiológica: en ellos, los cambios en el sistema nervioso autónomo se dan con mayor facilidad y tardan más en recuperarse. Por eso, tratan de escapar del problema o renuncian a seguir dándole vueltas, algo que resulta muy frustrante para las mujeres. Ellas, por el contrario, suelen quejarse y protestar más para cambiar algo en la relación y es menos probable que se retiren pues por su naturaleza están mejor dotadas para sobrevivir en tales situaciones.
Las emociones no suelen ser simétricas; el enfado y la hostilidad en ellas provoca enfado y hostilidad en ellos, pero el enfado en ellos deriva en miedo en ellas. El miedo en ellas genera más hostilidad y enfado en ellos.
En la salud
La cuestión es si esta dinámica puede llegar a afectar a la salud, algo que empezó a estudiarse a mediados del siglo XIX con resultados sorprendentes. El primer sistema de estadísticas vitales del mundo surgió en Inglaterra, casi por casualidad, cuando el Parlamento creó la Oficina de Registro General en 1836 para contabilizar y archivar el número de nacimientos y muertes que se producían en el país. El primer compilador de esta oficina fue el médico William Farr, quien investigó las tasas de mortalidad de distintos oficios y profesiones, el modo óptimo de clasificar las enfermedades (su sistema se sigue empleando hoy en día) y los índices de mortalidad en los manicomios. Pero descubrió que las personas casadas vivían más tiempo que las solteras y las viudas. Esto contradecía las teorías sobre el tema, iniciadas en 1749 por el matemático francés Antoine Deparcieus, dedicado a investigar la longevidad de monjas y monjes. Tanto el matemático como otros estudiosos de la época creían que el celibato era signo de longevidad. Pero algunos investigadores ya habían insinuado que la supresión de una función fisiológica era perjudicial para la salud, y Farr estaba convencido de que había dado con la demostración de ese hecho tras sus estudios en Francia.
En su artículo de 1858, titulado Influencia del matrimonio en la mortalidad del pueblo francés, que definió como la condición conyugal, analizó los datos de 25 millones de adultos franceses. Dividió la población en tres categorías: casados, solteros y viudos. Los resultados mostraron que los solteros morían, proporcionalmente y de forma significativa, más que los casados y menos que los viudos. Fue uno de los primero estudios que sugirieron que existe una protección de la salud dentro del matrimonio y que la pérdida marital es un factor de riesgo para la enfermedad.
Motivo 1
Perdonar
James McNulty, investigador de la Universidad de Florida (EE.UU.), concluyó que “si uno de los miembros de la pareja hace o dice algo que ofenda al otro y está en sus manos resolver el conflicto creado, será más beneficioso para ambos censurar esa actitud y no perdonar hasta que se solucione, si quieren ser felices a la larga”.
Motivo 2
Dinero
Una encuesta realizada por la revista especializada Money, perteneciente a Time, determinó que como muchos sospechan, el principal motivo de pelea entre las parejas casadas es el dinero. Para llegar a esta conclusión, se entrevistó a 1.010 adultos casados y de más de 25 años.
Motivo 3
Ella gana más
La encuesta también reveló que los maridos son más felices cuando sus esposas ganan lo mismo o más dinero que ellos. Los hombres con esposas de altos ingresos también reportaron vidas sexuales más activas.
Matrimonio y vida
Las conclusiones de los estudios del médico William Farr no son extrapolables a la sociedad actual ya que las tres categorías de parejas de su época no incluían las de nuestros tiempos (parejas que conviven; los llamados living apart together, es decir, cada uno en su casa; parejas homosexuales; divorciados...)
Sin embargo, durante los 150 años que han transcurrido desde entonces, muchos científicos han continuado documentando las ventajas de vivir en pareja. Científicos suecos del Karolinska Institutet de Estocolmo concluyeron en el 2009 que estar casado o convivir en la mediana edad se asocia con menor riesgo de demencia. Estudiaron la evolución de 2.000 individuos alrededor de los 50 años, divididos en razón de su estado civil: solteros, casados, parejas de hecho, divorciados y viudos, durante los últimos 21 años. Un estudio sobre las causas de muerte en los Países Bajos encontró que en las diversas categorías, desde muertes violentas a homicidios y accidentes de coche a ciertas formas de cáncer, los no casados estaban en mayor riesgo.
La longevidad se asocia con una maternidad más tardía
Las mujeres que son capaces de tener hijos de forma natural por encima de los 33 años tienden a vivir más tiempo. Lo dice un estudio de la Universidad de Boston (EEUU) y que fue publicado en “Menopause”. Ahora bien, “esto no significa que las mujeres deban tener hijos a edades más avanzadas con el fin de mejorar sus posibilidades de vivir más tiempo”, explicó el autor del trabajo Thomas Perls. Según su trabajo, la edad del último parto puede ser “un indicador de envejecimiento”. Perls señala que la capacidad natural de tener un hijo a una edad mayor indica que el sistema reproductivo de una mujer envejece más lentamente y, por lo tanto, “también el resto de su cuerpo”.
El estudio usó los datos de 551 familias en las que muchos de sus miembros eran excepcionalmente longevos. Los investigadores determinaron las edades en las que 462 mujeres habían tenido su último hijo y las edades que dichas mujeres habían alcanzado.
El estudio usó los datos de 551 familias en las que muchos de sus miembros eran excepcionalmente longevos. Los investigadores determinaron las edades en las que 462 mujeres habían tenido su último hijo y las edades que dichas mujeres habían alcanzado.
Cómo tratar el déficit de atención e hiperactividad infantilCómo tratar el déficit de atención e hiperactividad infantil
Los padres y maestros coinciden, por lo general, en asegurar que el niño hiperactivo es inquieto, rebelde, indisciplinado e impulsivo, conducta que en el hogar es tolerada, lo que no sucede durante la escolaridad. Los problemas comienzan con el bajo rendimiento y dificultades con sus compañeros.
“El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, exceso de actividad e impulsividad y afecta a los niños entre 3 a 7 con mayor frecuencia y puede prevalecer hasta la adolescencia e incluso adultez”, explicó el neurólogo Lucio Valda.
Según el especialista, estos niños reúnen ciertas particularidades que ayudan para determinar el diagnóstico definitivo como la hiperactividad, cuando el pequeño no puede permanecer quieto ni por un minuto y no entiende la orden de los padres se mueve, tropieza y cae, como parte de su forma conductual.
“El comportamiento impulsivo en ocasiones va acompañado de una conducta agresiva y lábil, cambia de carácter con facilidad, en un momento puede estar triste y en otro alegre. La atención dispersa o falta de atención ocurre cuando el niño no presta atención a la explicación del maestro, porque está totalmente desconcentrado y, lamentablemente, pierde el año escolar”, dijo Valda.
“Al mencionar que el niño no presta atención, nos referimos a que comete muchos errores y descuida sus labores escolares, aparentemente no escucha cuando se le habla directamente, no sigue instrucciones y no concluye sus tareas del día, pierde su material de colegio y se distrae con mucha facilidad”.
El neurólogo destacó que la hiperactividad impulsa al niño a jugar con las manos y pies en su asiento, abandona con facilidad el lugar donde se encuentra, corre, trepa y no juega en forma silenciosa, a menudo habla en exceso como si estuviera impulsado por un motor.
DIAGNÓSTICO
Los elementos arriba mencionados son una pauta importante para ayudar en el diagnóstico correcto del TDAH, en especial si éstos se
mantienen por más de los seis meses consecutivos, al que se agrega un examen de encefalograma que en su lectura se pueda observar alguna alteración a nivel cerebral.
1.- De 0 a 2 años se tienen problemas en el ritmo de sueño (el niño puede despertar sobresaltado) o durante la comida. Se resiste a los cuidados habituales y se irrita con facilidad.
2.- De 2 a 3 años se presenta con inmadurez en el lenguaje expresivo, con una actividad motora excesiva, escasa conciencia del peligro y propensión a que sufra accidentes.
3.- De 4 a 5 años tiene problemas para adaptarse socialmente, es desobediente y tiene mucha dificultad para seguir normas.
4.- A partir de los 6 años se nota la impulsividad, el déficit de atención, fracaso escolar, comportamiento poco social y problemas en su adaptación con su entorno.
TRATAMIENTO
Una vez que se tenga la certeza de que se trata de un caso de TDAH, la forma de tratamiento debe apuntar a la modificación en lo posible de aquellas conductas que repercuten negativamente en la vida diaria del niño. La meta será reducir la impulsividad, inquietud motriz y aumentar su atención.
“El tratamiento para estos niños se basa en estimulantes, lo cual pareciera ser algo contradictorio, porque se trata de niños súper estimulados. Los medicamentos son derivados de las anfetaminas y son fármacos controlados que pueden provocar adicción, pero que con una dosis adecuada dan muy buenos resultados en los días de clase y con intervalos de fines de semana” aseguró Valda.
El tratamiento farmacológico puede ir acompañado de un anticonvulsivante si es que se detectara alguna alteración en el encefalograma, que muestre algún nivel cerebral anormal. Este medicamento en ocasiones quita el sueño y el apetito, por esta razón se debe tener un habitual control médico, para comenzar con dosis bajas hasta llegar a la ideal.
“El tratamiento con medicamentos debe ir de la mano de la terapia psicológica para conocer la estructura familiar en la que se desenvuelve el niño, conocer de qué manera lo apoyan sus padres y qué factores pueden ser los detonantes de este comportamiento”, aseguró el neurólogo.
El especialista agregó que este problema, en ocasiones, viene acompañado de dificultades en el habla, para lo cual se requiere el apoyo de un fonoaudiólogo. Si esta dificultad persiste en la adolescencia, es imprescindible contar con el apoyo psicológico e incluso psiquiátrico, si el caso lo amerita.
“El niño hiperactivo no puede quedarse solo, porque corre el riesgo de sufrir algún daño. Los padres deben ser tolerantes y no castigar al niño, sino tener la inteligencia para saber manejarlo mediante el diálogo y recurrir oportunamente para tratarlo”, finalizó el neurólogo.
“El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, exceso de actividad e impulsividad y afecta a los niños entre 3 a 7 con mayor frecuencia y puede prevalecer hasta la adolescencia e incluso adultez”, explicó el neurólogo Lucio Valda.
Según el especialista, estos niños reúnen ciertas particularidades que ayudan para determinar el diagnóstico definitivo como la hiperactividad, cuando el pequeño no puede permanecer quieto ni por un minuto y no entiende la orden de los padres se mueve, tropieza y cae, como parte de su forma conductual.
“El comportamiento impulsivo en ocasiones va acompañado de una conducta agresiva y lábil, cambia de carácter con facilidad, en un momento puede estar triste y en otro alegre. La atención dispersa o falta de atención ocurre cuando el niño no presta atención a la explicación del maestro, porque está totalmente desconcentrado y, lamentablemente, pierde el año escolar”, dijo Valda.
“Al mencionar que el niño no presta atención, nos referimos a que comete muchos errores y descuida sus labores escolares, aparentemente no escucha cuando se le habla directamente, no sigue instrucciones y no concluye sus tareas del día, pierde su material de colegio y se distrae con mucha facilidad”.
El neurólogo destacó que la hiperactividad impulsa al niño a jugar con las manos y pies en su asiento, abandona con facilidad el lugar donde se encuentra, corre, trepa y no juega en forma silenciosa, a menudo habla en exceso como si estuviera impulsado por un motor.
DIAGNÓSTICO
Los elementos arriba mencionados son una pauta importante para ayudar en el diagnóstico correcto del TDAH, en especial si éstos se
mantienen por más de los seis meses consecutivos, al que se agrega un examen de encefalograma que en su lectura se pueda observar alguna alteración a nivel cerebral.
1.- De 0 a 2 años se tienen problemas en el ritmo de sueño (el niño puede despertar sobresaltado) o durante la comida. Se resiste a los cuidados habituales y se irrita con facilidad.
2.- De 2 a 3 años se presenta con inmadurez en el lenguaje expresivo, con una actividad motora excesiva, escasa conciencia del peligro y propensión a que sufra accidentes.
3.- De 4 a 5 años tiene problemas para adaptarse socialmente, es desobediente y tiene mucha dificultad para seguir normas.
4.- A partir de los 6 años se nota la impulsividad, el déficit de atención, fracaso escolar, comportamiento poco social y problemas en su adaptación con su entorno.
TRATAMIENTO
Una vez que se tenga la certeza de que se trata de un caso de TDAH, la forma de tratamiento debe apuntar a la modificación en lo posible de aquellas conductas que repercuten negativamente en la vida diaria del niño. La meta será reducir la impulsividad, inquietud motriz y aumentar su atención.
“El tratamiento para estos niños se basa en estimulantes, lo cual pareciera ser algo contradictorio, porque se trata de niños súper estimulados. Los medicamentos son derivados de las anfetaminas y son fármacos controlados que pueden provocar adicción, pero que con una dosis adecuada dan muy buenos resultados en los días de clase y con intervalos de fines de semana” aseguró Valda.
El tratamiento farmacológico puede ir acompañado de un anticonvulsivante si es que se detectara alguna alteración en el encefalograma, que muestre algún nivel cerebral anormal. Este medicamento en ocasiones quita el sueño y el apetito, por esta razón se debe tener un habitual control médico, para comenzar con dosis bajas hasta llegar a la ideal.
“El tratamiento con medicamentos debe ir de la mano de la terapia psicológica para conocer la estructura familiar en la que se desenvuelve el niño, conocer de qué manera lo apoyan sus padres y qué factores pueden ser los detonantes de este comportamiento”, aseguró el neurólogo.
El especialista agregó que este problema, en ocasiones, viene acompañado de dificultades en el habla, para lo cual se requiere el apoyo de un fonoaudiólogo. Si esta dificultad persiste en la adolescencia, es imprescindible contar con el apoyo psicológico e incluso psiquiátrico, si el caso lo amerita.
“El niño hiperactivo no puede quedarse solo, porque corre el riesgo de sufrir algún daño. Los padres deben ser tolerantes y no castigar al niño, sino tener la inteligencia para saber manejarlo mediante el diálogo y recurrir oportunamente para tratarlo”, finalizó el neurólogo.
domingo, 22 de junio de 2014
Plan vacacional útil y divertido
Se acercan las vacaciones escolares de Invierno y, a la par, aumenta la preocupación de Maritza. Esta mujer aún no sabe que hará para mantener a Marquito, su hijo adolescente, ocupado con actividades productivas y beneficiosas para su formación educativa.
No quiere que, al igual que otros años, siga perdiendo su tiempo absorbido por los juegos de su celular o de la computadora ni que pase durmiendo demasiadas horas. Ahora quiere inscribirlo a algún curso rápido de ramas técnicas.
Profesionales en sicología y sociología aconsejan en este corto tiempo de descanso pedagógico no ser tan rudos con los horarios ni restringir la diversión de los hijos. Sin embargo, a la par, exhortan fijar un orden en las acciones diarias para motivarlos a fortalecer buenos hábitos de vida y prevenir que los horarios menos rigurosos acaben perjudicándolos cuando vuelvan a su rutina, una vez retornen a clases.
Diversión y aprendizaje
La sicóloga Paula Benedict considera que la vacación de los hijos requiere de una planificación adecuada. Así se logrará que los menores le saquen un mejor provecho a su tiempo de descanso u ocio, y que los padres no se estresen por la atención adicional que supone tener a sus vástagos en casa por varias semanas. En su criterio, hay que alistarse con un mes de anticipación, por lo menos
Entre las acciones que puede incluir dicho ‘plan vacacional’, Benedict menciona, por ejemplo, la creación de espacios tranquilos, lúdicos y a la vez estimulantes en casa que motiven a los hijos a quedarse y a hacer actividades creativas.
En cuanto al horario para dormir y levantarse, esta sicóloga cree que si bien se pueden flexibilizar un poco esos tiempos, es importante mantener disciplina y no dejar que ellos se dejen ‘atrapar’ por las almohadas y se pierdan la oportunidad de ejercitar el ocio creativo.
Tampoco hay que dejar de lado la diversión ni la interacción social, agrega. En ese sentido, recomienda crear oportunidades de encuentros entre amigos o familiares con los que tengan afinidad.
Aprovechar el tiempo libre para que los hijos tomen algunos cursos cortos no es mala idea, pero hay que cuidar de no saturarlos mucho. Solo en caso necesario se sugiere usar la vacación para la nivelación de aprendizajes retrasados.
Otra reflexión hace Benedict para tomar muy en cuenta. Esta profesional recuerda que la vacación no es el momento más adecuado para comenzar a establecer disciplinas o colaboraciones que no se han establecido anteriormente.
“Los hábitos de orden, limpieza y ayuda se tienen que establecer dentro del proceso educativo. No hay que esperar la vacación para hacerlo. Los buenos hábitos deben sembrarse desde la infancia”, dice.
Diálogo y acuerdos
Joseph, Werner y Derick planean aprovechar parte de sus vacaciones para viajar con amigos a algún sitio cercano. Ya tienen la autorización de sus padres y a su retorno han acordado tomar un curso de perfeccionamiento del alemán.
La sicóloga Liliana Zabala señala que a los niños, desde pequeños, se les debe enseñar los beneficios de ciertas actividades, pero para ello los padres deben ser buenos ejemplos y priorizar siempre el diálogo. “No hay que enojarse cuando los hijos no tienen ganas de hacer nada en vacaciones. Los chicos necesitan un alto en su rutina. Si se los obliga y se los llena de tareas, se crea un clima de mayor rebeldía. Hay que preguntarle a los hijos qué les gustaría hacer y programar un plan de actividades que combinen acciones divertidas y educativas”, insiste Zabala.
Vacación familiar
El tiempo de vacación escolar puede ser una perfecta ocasión para organizar un viaje en familia. En ese sentido, los padres deben organizar sus tiempos y hacer coincidir sus vacaciones del trabajo con las de sus hijos.
Según la sicóloga Liliana Zabala, esa experiencia puede ayudar a fortalecer los vínculos afectivos padre-hijo. La idea es compartir más tiempo en familia. Así que si no da el tiempo para programar un viaje a otro país, puede ser muy beneficiosa una excursión de fin de semana o una simple salida al cine o a comer y tomar algo. “Lo importante es darnos un tiempo para escuchar y conocer anhelos e inquietudes de nuestros hijos”, dice
Por su parte, el sociólogo José Antonio Martínez cuestiona que hoy la mayor parte de los padres están “esclavizados” a múltiples ocupaciones bajo la falsa idea de darles mejores condiciones de vida a sus hijos. “Sería mucho más saludable que padres e hijos hagan esfuerzos por estar más tiempo juntos. Así luego no se lamentarán por sus actitudes de rebeldía”, indica
Una rutina amena y productiva
Por la mañana. No conviene que el niño se levante más tarde de las 11 de la mañana, tanto para evitar que el desayuno se le junte con la comida como que no tenga sueño a la hora de la siesta y se la salte. Antes de dedicarse a jugar, puede ayudar con algunas labores del hogar o bien dedicarse a pintar, leer cuentos o repasar algunas fichas del colegio. En las primeras horas del día, el aumento de azúcar en la sangre y del calor corporal favorecen la concentración y estimulan la capacidad de deducción. Además, al entretenerlo durante un primer momento de forma tranquila se logra que el menor esté todo el día gastando energías.
Al mediodía. Después de comer conviene que tome una siesta. Los carbohidratos de los alimentos ejercen un efecto calmante sobre el cerebro, haciendo que el nivel de atención disminuya. Si no logra conciliar el sueño, debe entretenerse con alguna actividad relajada, como modelar plastilina, echar un vistazo a álbumes de fotos o ver una película de video.
Por la tarde. Es bueno que haga ejercicios (al oxigenarse y moverse, dormirá y comerá mejor). El momento idóneo abarca desde las cinco y media de la tarde hasta las nueve de la noche, ya que es cuando los pulmones y el corazón trabajan con más eficacia y el organismo puede aprovechar mejor sus reservas energéticas.
Por la noche. Debe dejar las actividades movidas al menos media hora antes de acostarse (si no, se irá a la cama muy exaltado y le costará dormirse). La hora de irse a la cama debe ser razonable. No importa que se trasnoche a veces, pero no como norma. Cuanto más tiempo pase desde que empieza a producir melatonina (hormona que el organismo segrega y que induce al sueño) hasta que se acueste, más le costará dormir.
La meta. Al seguir cierto orden en las actividades diarias, evitará que su hijo se sienta desconcertado (las rutinas transmiten a los niños la sensación de sentirse cuidados y, en consecuencia, también perciben cierta seguridad sobre sus actos) y así le costará menos volver a clases.
www.crecerfeliz.es
No quiere que, al igual que otros años, siga perdiendo su tiempo absorbido por los juegos de su celular o de la computadora ni que pase durmiendo demasiadas horas. Ahora quiere inscribirlo a algún curso rápido de ramas técnicas.
Profesionales en sicología y sociología aconsejan en este corto tiempo de descanso pedagógico no ser tan rudos con los horarios ni restringir la diversión de los hijos. Sin embargo, a la par, exhortan fijar un orden en las acciones diarias para motivarlos a fortalecer buenos hábitos de vida y prevenir que los horarios menos rigurosos acaben perjudicándolos cuando vuelvan a su rutina, una vez retornen a clases.
Diversión y aprendizaje
La sicóloga Paula Benedict considera que la vacación de los hijos requiere de una planificación adecuada. Así se logrará que los menores le saquen un mejor provecho a su tiempo de descanso u ocio, y que los padres no se estresen por la atención adicional que supone tener a sus vástagos en casa por varias semanas. En su criterio, hay que alistarse con un mes de anticipación, por lo menos
Entre las acciones que puede incluir dicho ‘plan vacacional’, Benedict menciona, por ejemplo, la creación de espacios tranquilos, lúdicos y a la vez estimulantes en casa que motiven a los hijos a quedarse y a hacer actividades creativas.
En cuanto al horario para dormir y levantarse, esta sicóloga cree que si bien se pueden flexibilizar un poco esos tiempos, es importante mantener disciplina y no dejar que ellos se dejen ‘atrapar’ por las almohadas y se pierdan la oportunidad de ejercitar el ocio creativo.
Tampoco hay que dejar de lado la diversión ni la interacción social, agrega. En ese sentido, recomienda crear oportunidades de encuentros entre amigos o familiares con los que tengan afinidad.
Aprovechar el tiempo libre para que los hijos tomen algunos cursos cortos no es mala idea, pero hay que cuidar de no saturarlos mucho. Solo en caso necesario se sugiere usar la vacación para la nivelación de aprendizajes retrasados.
Otra reflexión hace Benedict para tomar muy en cuenta. Esta profesional recuerda que la vacación no es el momento más adecuado para comenzar a establecer disciplinas o colaboraciones que no se han establecido anteriormente.
“Los hábitos de orden, limpieza y ayuda se tienen que establecer dentro del proceso educativo. No hay que esperar la vacación para hacerlo. Los buenos hábitos deben sembrarse desde la infancia”, dice.
Diálogo y acuerdos
Joseph, Werner y Derick planean aprovechar parte de sus vacaciones para viajar con amigos a algún sitio cercano. Ya tienen la autorización de sus padres y a su retorno han acordado tomar un curso de perfeccionamiento del alemán.
La sicóloga Liliana Zabala señala que a los niños, desde pequeños, se les debe enseñar los beneficios de ciertas actividades, pero para ello los padres deben ser buenos ejemplos y priorizar siempre el diálogo. “No hay que enojarse cuando los hijos no tienen ganas de hacer nada en vacaciones. Los chicos necesitan un alto en su rutina. Si se los obliga y se los llena de tareas, se crea un clima de mayor rebeldía. Hay que preguntarle a los hijos qué les gustaría hacer y programar un plan de actividades que combinen acciones divertidas y educativas”, insiste Zabala.
Vacación familiar
El tiempo de vacación escolar puede ser una perfecta ocasión para organizar un viaje en familia. En ese sentido, los padres deben organizar sus tiempos y hacer coincidir sus vacaciones del trabajo con las de sus hijos.
Según la sicóloga Liliana Zabala, esa experiencia puede ayudar a fortalecer los vínculos afectivos padre-hijo. La idea es compartir más tiempo en familia. Así que si no da el tiempo para programar un viaje a otro país, puede ser muy beneficiosa una excursión de fin de semana o una simple salida al cine o a comer y tomar algo. “Lo importante es darnos un tiempo para escuchar y conocer anhelos e inquietudes de nuestros hijos”, dice
Por su parte, el sociólogo José Antonio Martínez cuestiona que hoy la mayor parte de los padres están “esclavizados” a múltiples ocupaciones bajo la falsa idea de darles mejores condiciones de vida a sus hijos. “Sería mucho más saludable que padres e hijos hagan esfuerzos por estar más tiempo juntos. Así luego no se lamentarán por sus actitudes de rebeldía”, indica
Una rutina amena y productiva
Por la mañana. No conviene que el niño se levante más tarde de las 11 de la mañana, tanto para evitar que el desayuno se le junte con la comida como que no tenga sueño a la hora de la siesta y se la salte. Antes de dedicarse a jugar, puede ayudar con algunas labores del hogar o bien dedicarse a pintar, leer cuentos o repasar algunas fichas del colegio. En las primeras horas del día, el aumento de azúcar en la sangre y del calor corporal favorecen la concentración y estimulan la capacidad de deducción. Además, al entretenerlo durante un primer momento de forma tranquila se logra que el menor esté todo el día gastando energías.
Al mediodía. Después de comer conviene que tome una siesta. Los carbohidratos de los alimentos ejercen un efecto calmante sobre el cerebro, haciendo que el nivel de atención disminuya. Si no logra conciliar el sueño, debe entretenerse con alguna actividad relajada, como modelar plastilina, echar un vistazo a álbumes de fotos o ver una película de video.
Por la tarde. Es bueno que haga ejercicios (al oxigenarse y moverse, dormirá y comerá mejor). El momento idóneo abarca desde las cinco y media de la tarde hasta las nueve de la noche, ya que es cuando los pulmones y el corazón trabajan con más eficacia y el organismo puede aprovechar mejor sus reservas energéticas.
Por la noche. Debe dejar las actividades movidas al menos media hora antes de acostarse (si no, se irá a la cama muy exaltado y le costará dormirse). La hora de irse a la cama debe ser razonable. No importa que se trasnoche a veces, pero no como norma. Cuanto más tiempo pase desde que empieza a producir melatonina (hormona que el organismo segrega y que induce al sueño) hasta que se acueste, más le costará dormir.
La meta. Al seguir cierto orden en las actividades diarias, evitará que su hijo se sienta desconcertado (las rutinas transmiten a los niños la sensación de sentirse cuidados y, en consecuencia, también perciben cierta seguridad sobre sus actos) y así le costará menos volver a clases.
www.crecerfeliz.es
miércoles, 18 de junio de 2014
Con padres autoritarios hay más riesgo de consumir drogas
El consumo de alcohol, tabaco y marihuana tiene una gran prevalencia en Europa, pero en España aún más, si se la compara con la mayoría de los países europeos, según los últimos datos del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías.
Un equipo internacional liderado por el Instituto Europeo de Estudios en Prevención (Irefrea) con sede en Mallorca, junto con otras Universidades españolas (Oviedo, Santiago de Compostela y Valencia) y europeas ha analizado el papel de los padres a la hora de determinar el riesgo del consumo de alcohol, tabaco y marihuana de sus hijos en seis países de Europa: Suecia, Reino Unido, España, Portugal, Eslovenia y la República Checa.
El objetivo era dilucidar qué tipo de relación entre padres e hijos protege más del abuso de drogas, a partir de dos variables: el control y el afecto de los padres.
Paradoja en dos estilos
Los resultados apoyan la idea de que los extremos no funcionan: ni el autoritarismo ni la ausencia de control y afecto. Lo mejor es que exista una buena relación con los hijos. En este sentido, puede ir acompañada de control directo, es decir, lo que se denomina estilo ‘autorizativo’ o democrático.
Estos hallazgos contrastan con estudios previos obtenidos en otros entornos culturales, donde la imposición de los padres es ‘recomendable’ (en la mayoría anglosajona de los EE UU) o ‘imprescindible’ (en las culturas asiáticas).
En total se entrevistaron a 7.718 adolescentes, 3.774 varones y 3.944 mujeres, de 11 a 19 años de edad. Desde una perspectiva global de la salud personal los estilos parentales ‘autorizativo’ e ‘indulgente’ presentan el mismo nivel de protección ante el consumo de drogas, según el estudio.
Hasta ahora se relacionaba el estilo ‘indulgente’ exclusivamente con los países mediterráneos y de América del Sur, pero los investigadores vieron que también es válido para muchos países europeos.
Sin embargo, el siquiatra Luis Nardin Klinsky advierte de que no se debe dejar de lado el factor genético. Si en la familia hubo personas que abusaban del alcohol, es probable que uno de los hijos también lo haga, independientemente si tiene padres autoritarios o no.
Lo que resulta efectivo, según Klinsky, es la congruencia: si los padres dicen que no se deben consumir esas sustancias, tampoco deben hacerlo para no contradecirse
Un equipo internacional liderado por el Instituto Europeo de Estudios en Prevención (Irefrea) con sede en Mallorca, junto con otras Universidades españolas (Oviedo, Santiago de Compostela y Valencia) y europeas ha analizado el papel de los padres a la hora de determinar el riesgo del consumo de alcohol, tabaco y marihuana de sus hijos en seis países de Europa: Suecia, Reino Unido, España, Portugal, Eslovenia y la República Checa.
El objetivo era dilucidar qué tipo de relación entre padres e hijos protege más del abuso de drogas, a partir de dos variables: el control y el afecto de los padres.
Paradoja en dos estilos
Los resultados apoyan la idea de que los extremos no funcionan: ni el autoritarismo ni la ausencia de control y afecto. Lo mejor es que exista una buena relación con los hijos. En este sentido, puede ir acompañada de control directo, es decir, lo que se denomina estilo ‘autorizativo’ o democrático.
Estos hallazgos contrastan con estudios previos obtenidos en otros entornos culturales, donde la imposición de los padres es ‘recomendable’ (en la mayoría anglosajona de los EE UU) o ‘imprescindible’ (en las culturas asiáticas).
En total se entrevistaron a 7.718 adolescentes, 3.774 varones y 3.944 mujeres, de 11 a 19 años de edad. Desde una perspectiva global de la salud personal los estilos parentales ‘autorizativo’ e ‘indulgente’ presentan el mismo nivel de protección ante el consumo de drogas, según el estudio.
Hasta ahora se relacionaba el estilo ‘indulgente’ exclusivamente con los países mediterráneos y de América del Sur, pero los investigadores vieron que también es válido para muchos países europeos.
Sin embargo, el siquiatra Luis Nardin Klinsky advierte de que no se debe dejar de lado el factor genético. Si en la familia hubo personas que abusaban del alcohol, es probable que uno de los hijos también lo haga, independientemente si tiene padres autoritarios o no.
Lo que resulta efectivo, según Klinsky, es la congruencia: si los padres dicen que no se deben consumir esas sustancias, tampoco deben hacerlo para no contradecirse
martes, 17 de junio de 2014
Hay más madres adolescentes en Santa Cruz y Cochabamba
Santa Cruz y Cochabamba tienen la mayor cantidad de madres entre 15 y 18 años de edad; mientras que Oruro y Pando presentan menor incidencia, según los datos del Censo 2012. La falta de educación e información son las causas, señalan expertos.
Marcia tiene 17 años y es mamá de una niña de 11 meses. Ella contó que estaba en cuarto de secundaria, en un colegio privado de Cochabamba, cuando su enamorado le pidió la “prueba de amor”. “Mis amigas hablaban todo el tiempo sobre eso (relaciones sexuales) y me entró la curiosidad. Mi enamorado me insistía y yo acepté, fue solo un momento, pero aun así resulté embarazada”.
Los padres de Marcia tenían planeado enviarla a estudiar una profesión al extranjero, pero la llegada del bebé cambió su vida. “Ahora estudio en un colegio nocturno, a mis papás les da vergüenza, hasta ahora no me hablan bien y me prohibieron acercarme al padre de mi hija. A veces me arrepiento, pero veo a mi retoña y todo pasa”.
Marcia es una de las 6.497 mamás, entre 15 y 18 años, de Cochabamba, contabilizada en el Censo 2012, realizado en noviembre de ese año por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el país hay un total de 37.741 adolescentes que ya son madres.
Cantidad. Los datos señalan que la mayor incidencia de madres adolescentes está en Santa Cruz con 12.749, casi el doble de Cochabamba, que está en segundo lugar. Pando y Oruro son los departamentos con menor cantidad, pues registran 993 y 1.176, respectivamente (ver infografía).
Para Patricia Suaznábar, coordinadora de Marie Stopes La Paz, centro que sigue la problemática de embarazos en adolescentes, la diferencia de cifras se debe a que en Santa Cruz los adolescentes tienen relaciones sexuales a una edad más temprana.
“He vivido diez años en el oriente y vi que la gente es más suelta y no es tan controladora como en La Paz. Considero que los adolescentes de Santa Cruz y Cochabamba son más independientes. Antes se jugaba con muñecas hasta los 15 (años), pero ahora no es así”, dijo Suaznábar.
El sexólogo Winston Winsin señaló que la maternidad en la adolescencia está relacionada con la falta de educación, por lo que los datos del INE podrían reflejar falencias en el sistema educativo de Santa Cruz y Cochabamba. Agregó que también influyen la migración y la cantidad de adolescentes existentes en cada región.
María Fernández, directora de la Asociación Colmena Juvenil, que también analiza la gestación en adolescentes, sostuvo que la problemática no necesariamente tiene que ver con el departamento, sino con las condiciones socioeconómicas. “Hay papás que se van por trabajo a otras regiones y dejan a los hijos al abuelo, al tío. Es ahí donde empieza el descuido”.
Los tres expertos coincidieron en que la educación desde los colegios evitará que haya madres “a tan corta edad”. “Antes el amor y la virginidad eran valores, actualmente el chico o chica que no tiene vida sexual es porque está fallando. Los padres deben ser los primeros en inculcar valores y los colegios deben reforzarlos”, dijo Winsin.
El viceministro de Educación Regular, Juan José Quiroz, indicó que el nuevo currículo implementa contenidos de educación sexual en Psicología, Ciencias Naturales y Biología, paulatinamente.
Los mitos sobre anticonceptivos
“Te vas a volver estéril si usas inyecciones” o “te va a dar cáncer si tomas esas pastillas” son dos de los mitos y creencias que circulan por los colegios sobre el uso de un método anticonceptivo, indicó la coordinadora del centro Marie Stopes La Paz, Patricia Suaznábar.
“En el colegio no les dan una buena información sobre la planificación familiar. Hay muchos mitos y creencias con los cuales se mete miedo a los adolescentes para que no usen algún método anticonceptivo”, expresó Suaznábar. Agregó que muchas veces son los mismos padres el principal obstáculo para que el adolescente no acceda a información sobre la sexualidad.
“Cuando queremos entrar a los colegios, porque somos especialistas en planificación familiar, nos dicen que no porque los papás creen que incentivamos a los chicos a tener sexo”, explicó.
Para la coordinadora de Marie Stopes, esta falta de información es una de las causas para el embarazo en adolescentes, quienes muchas veces terminan por recurrir a los abortos.
El sexólogo Winston Winsin opinó que enseñar desde el colegio sobre anticoncepción es igual a “darles instrumentos para que se protejan y eviten ser padres o madres a temprana edad”. Por ello, recomendó a los padres hablar con sus hijos sobre este tema e inculcar a la vez valores.
domingo, 15 de junio de 2014
Abuso sexual en el seno familiar
María tenía tan solo siete años cuando comenzó a ser abusada por su padre. En silencio sufría el dolor y los vejámenes a los que era sometida por su propio progenitor, cada vez que él se emborrachaba.
Después de cinco años no aguantó más y rompió el silencio. Contó a su madrastra lo que estaba sucediendo y esta, a su vez, habló con los hermanos de su esposo, quienes decidieron llevar a la niña de 12 años a la casa de su tía.
Cuando encararon al padre, él negó todo, pero la madrastra confirmó el hecho. Sin embargo, los hermanos decidieron no denunciarlo y simplemente se limitaron a impedirle que se acercara a María, quien guarda un profundo dolor, resentimiento y mucho temor hacia su progenitor.
De acuerdo con datos de la Misión Justicia en Bolivia, 16 niños y adolescentes son violados por día y el 75% de los casos se registran en el hogar o la escuela. Lo peor de todo es que solo el 5% se denuncia porque la mayoría de las veces el abuso es cometido por un familiar.
Lamentablemente, dice la sicóloga Nadia Rocabado, cada vez es más frecuente que las violaciones a menores ocurran en el seno familiar, que es donde deberían estar más protegidos.
Hay que frenar el hecho
La sexóloga Carolina Rivero recomienda que cuando la violación se da en el entorno familiar, antes que nada hay que frenar el hecho y luego avisar a alguna entidad o autoridad que pueda ayudar, y buscar de inmediato apoyo sicológico.
“Como familia, lo que debemos hacer es dar toda la seguridad posible para que la persona se sienta protegida por nosotros y también escuchada. Esto es algo fundamental, aún si sospechamos que puede estar mintiendo, hay que creerle, porque si no es verdad, tendremos que ver cuál es la razón que lo obliga a mentir y pedir ayuda”, recomienda y agrega que por algo lo hace, y si no se le cree, entonces se estaría destruyendo la comunicación y el niño se va cerrando cada vez más y su autoestima termina por el suelo.
Si el victimario es el papá o el hermano del menor, Rivero aconseja que lo primero que se tiene que hacer es alejar al abusador para que no continúe el daño y así se lo separe también de otras posibles víctimas.
El apoyo que se debe buscar no es solo para la víctima, sino también para el violador, ya que lo más probable es que él haya sido abusado cuando era menor.
Se hace necesario ver de qué manera la familia contribuye a que se dé esa grave situación y buscar ayuda porque lo más probable es que sea una familia disfuncional.
Rocabado agrega que es importante consultar lo más rápido posible con un sicólogo especialista y asumir la terapia dirigida a la madre y a toda su familia, incluyendo al niño, y, sobre todo, apartar al menor de su victimario o victimaria. Es preciso, además, que paralelo a la terapia sicológica que se realice, se someta al violador a una evaluación siquiátrica.
Denunciar siempre
En criterio de la sicóloga Claudia Tórrez, las mamás deben tener claro que una vez que su niño le cuente haber sido víctima de abuso sexual, ambos experimentarán todo tipo de sentimientos. Además, los chicos cuyos padres sean solidarios con él , se recuperan más rápidamente del trauma sufrido.
Lo primero que deben hacer las madres, es mantenerse calmadas y escuchar el relato de su hijo, el mismo que puede generar emociones intensas, pero si se alteran, enfadan o descontrolan, le dificultarán al menor compartir su historia.
Luego hay que asegurarle que él no es el culpable de lo que ocurrió, halagarlo por su valentía de contar lo ocurrido y finalmente protegerlo, alejándolo del agresor y denunciándolo a la Policía.
Rivero indica que la mejor forma para superar el abuso sexual en una persona es con una terapia larga que deberán hacer con un profesional capacitado para ello. “Se debe dar también un ambiente apropiado para que, paralelamente al tratamiento, el niño se sienta contenido, querido, valorado y, sobre todo, protegido”, remarca.
Las sicólogas coinciden en que por el bien de la persona violada y abusada, hay que denunciar. Sea quien sea el abusador no debe quedar impune. Las madres tienen que luchar por sus hijos. Por ello, si un padre es violador de su hija, no pueden convivir juntos, ni tampoco él puede tener derecho a un régimen de visitas en caso de que se dé el divorcio.
Cómo evitar el abuso
Para Tórrez, la seguridad y la autoestima son dos aspectos clave para frenar el abuso sexual, ya que cuando los menores se sienten amados no caen ante un conocido que, simulando el afecto que necesita, trata de abusar de ellos.
La seguridad, agrega, permite que los chicos recurran a alguien de confianza para decir lo que les pasa y la autoestima hace que ellos sientan que son valiosos. Cabe recalcar que esto se construye en las relaciones que los adultos, padre, madre y familia en general, tienen hacia el niño. Los insultos y los castigos disminuyen estos aspectos.
Es importante que desde pequeños aprendan a reconocer sus partes íntimas y el tipo de caricias que reciben, enseñándoles que su cuerpo es su territorio, que no deben aceptar las caricias que los hacen sentir mal y cuando no se debe guardar un secreto.
Rivero considera que obviamente es mejor prevenir, antes que darse cuenta de que sucedió el abuso. Por ello, es importante la confianza con los hijos, el diálogo en familia, la apertura a todo lo que quieran decir los chicos y, más que nada, creerles siempre. “No hay que exponer a los niños a que estén solos con personas desconocidas, así parezcan que son supersimpáticas”, señala.
Es primordial enseñarles, desde bien pequeños, a decir no, ante una mínima proposición o toqueteo de alguien, por más que sea un familiar muy cercano. Es necesario, añade la sexóloga, que el niño se sienta en total libertad de decir que no, salirse del lugar y avisar siempre a alguien en quien confíe lo que está pasando, como su mamá.
Algunas recomendaciones
Rocabado brinda algunas sugerencias para prevenir el abuso en el seno del hogar. Afirma que lo mejor es que el niño duerma en su cama y, si es posible, en su propio cuarto; que los hermanos o primos se bañen solos, que no se encierren en la habitación con nadie, sino siempre con las puertas y las ventanas abiertas; no dejarlos dormir en la casa de la suegra, de los cuñados o de la hermana. Además, lo mejor es que si la mamá trabaja, los chicos queden al cuidado de una guardería y no de algún familiar.
“Siempre hay que mostrar una actitud decisiva, no dejando lugar a la duda de que si pasa algo con sus hijos, actuarán con el rigor de la ley y que son capaces de todo por ellos. Esto puede ser determinante para que un pedófilo no se fije en sus hijos”, recomienda.
La terapeuta insiste en que la mamá debe mostrar algo de desconfianza en toda persona que se acerca a sus hijos; por más que sean familiares muy cercanos o que tengan años de conocerla, hay que transmitir la sensación de estar alerta. Tienen que dejar claro que el lazo con sus retoños es sólido, que existe una buena comunicación y que ellos no les ocultan nada y se lo cuentan todo.
“Lo importante y lo mejor que deben hacer los progenitores con sus hijos, es tener una excelente comunicación para que ellos se animen a hablar y contar si es que algo malo les pasó, no les gustó o los hicieron sentir incómodos”, concluye Rivero
Hay que generar un clima de confianza
Carolina Rivero /sexóloga
Es posible prevenir los abusos en el entorno familiar. Lo primordial es generar un clima de confianza siempre. La prevención va desde que son pequeñitos. El niño que tiene claro que nadie tiene derecho a tocar su cuerpo y si él aprende a que no tiene que dar permiso a cualquiera, es un niño que tiene más herramientas para protegerse.
Una conducta de riesgo que los papás nunca deberíamos hacer, es obligar al niño a que sea cariñoso con quien él no quiere. Ahí el mensaje que damos es: “Si es mayor, tiene todo el derecho”; o hacerles creer que todo lo que hace un adulto, por el simple hecho de ser adulto, es bueno. De ese modo, el niño aprende a que aunque a él le moleste, tiene que aceptar, porque sus papás lo ven bien y no importa si a él no le gusta. Hay que enseñarle más bien a que si él no quiere, no tiene que abrazar o besar a nadie, no dejarse tocar o acariciar ni nada.
Los niños que son abusados sexualmente llegan a tener baja autoestima, algunos quedan con dificultades después para formar pareja, si es que no logran resolver sus conflictos, eso queda como herida sangrante. También tienen dificultades en sus relaciones interpersonales en sus familias, con nuevos amigos y con los antiguos.
La pérdida de la confianza en sí mismo y la poca valoración como persona son también otras consecuencias del abuso, así como también las disfunciones sexuales, como dolor coital o el vaginismo. También pueden somatizar los síntomas: hipertensión, gastritis, trastornos digestivos varios, alteraciones menstruales, entre otros.
Señales del abuso
La víctima
Rocabado y Rivero coinciden en que el niño abusado sufre:
Cambios bruscos de conducta y comportamiento sin causa aparente: se vuelve violento o agresivo.
En la escuela se puede evidenciar un déficit de atención, sin que antes existiera. Bajan sus notas.
Se vuelve reacio al contacto humano: un abrazo, una caricia.
Su juego cambia, reproduce la escena de la violación con sus juguetes o con sus amigos.
Se puede ver que dibuja pene o cosas que se le asemejen como puntas que salen entre las piernas de la figura que representa al hombre.
Miedo a quedarse solo con alguna persona en particular. Temor cuando la mamá se tiene que ir. Terror nocturno y pesadillas.
El victimario
Ambas especialistas coinciden en que es difícil ver señales en el victimario porque muchas veces son personas que se portan muy bien y tienen excelentes modales. Pero es posible darse cuenta si:
Se lo encuentra espiando a un niño o niña.
Su pareja, hijo, hermano o cuñado tiene pornografía infantil.
A su parecer, la forma como abraza u observa a los niños o a uno en especial, es morbosa.
Le gusta el olor de transpiración de los niños exageradamente.
Su apego a los niños es más común de lo normal.
Su juego con los niños es con toqueteos de sus partes íntimas.
Las mamás deben confiar en el sexto sentido.
Después de cinco años no aguantó más y rompió el silencio. Contó a su madrastra lo que estaba sucediendo y esta, a su vez, habló con los hermanos de su esposo, quienes decidieron llevar a la niña de 12 años a la casa de su tía.
Cuando encararon al padre, él negó todo, pero la madrastra confirmó el hecho. Sin embargo, los hermanos decidieron no denunciarlo y simplemente se limitaron a impedirle que se acercara a María, quien guarda un profundo dolor, resentimiento y mucho temor hacia su progenitor.
De acuerdo con datos de la Misión Justicia en Bolivia, 16 niños y adolescentes son violados por día y el 75% de los casos se registran en el hogar o la escuela. Lo peor de todo es que solo el 5% se denuncia porque la mayoría de las veces el abuso es cometido por un familiar.
Lamentablemente, dice la sicóloga Nadia Rocabado, cada vez es más frecuente que las violaciones a menores ocurran en el seno familiar, que es donde deberían estar más protegidos.
Hay que frenar el hecho
La sexóloga Carolina Rivero recomienda que cuando la violación se da en el entorno familiar, antes que nada hay que frenar el hecho y luego avisar a alguna entidad o autoridad que pueda ayudar, y buscar de inmediato apoyo sicológico.
“Como familia, lo que debemos hacer es dar toda la seguridad posible para que la persona se sienta protegida por nosotros y también escuchada. Esto es algo fundamental, aún si sospechamos que puede estar mintiendo, hay que creerle, porque si no es verdad, tendremos que ver cuál es la razón que lo obliga a mentir y pedir ayuda”, recomienda y agrega que por algo lo hace, y si no se le cree, entonces se estaría destruyendo la comunicación y el niño se va cerrando cada vez más y su autoestima termina por el suelo.
Si el victimario es el papá o el hermano del menor, Rivero aconseja que lo primero que se tiene que hacer es alejar al abusador para que no continúe el daño y así se lo separe también de otras posibles víctimas.
El apoyo que se debe buscar no es solo para la víctima, sino también para el violador, ya que lo más probable es que él haya sido abusado cuando era menor.
Se hace necesario ver de qué manera la familia contribuye a que se dé esa grave situación y buscar ayuda porque lo más probable es que sea una familia disfuncional.
Rocabado agrega que es importante consultar lo más rápido posible con un sicólogo especialista y asumir la terapia dirigida a la madre y a toda su familia, incluyendo al niño, y, sobre todo, apartar al menor de su victimario o victimaria. Es preciso, además, que paralelo a la terapia sicológica que se realice, se someta al violador a una evaluación siquiátrica.
Denunciar siempre
En criterio de la sicóloga Claudia Tórrez, las mamás deben tener claro que una vez que su niño le cuente haber sido víctima de abuso sexual, ambos experimentarán todo tipo de sentimientos. Además, los chicos cuyos padres sean solidarios con él , se recuperan más rápidamente del trauma sufrido.
Lo primero que deben hacer las madres, es mantenerse calmadas y escuchar el relato de su hijo, el mismo que puede generar emociones intensas, pero si se alteran, enfadan o descontrolan, le dificultarán al menor compartir su historia.
Luego hay que asegurarle que él no es el culpable de lo que ocurrió, halagarlo por su valentía de contar lo ocurrido y finalmente protegerlo, alejándolo del agresor y denunciándolo a la Policía.
Rivero indica que la mejor forma para superar el abuso sexual en una persona es con una terapia larga que deberán hacer con un profesional capacitado para ello. “Se debe dar también un ambiente apropiado para que, paralelamente al tratamiento, el niño se sienta contenido, querido, valorado y, sobre todo, protegido”, remarca.
Las sicólogas coinciden en que por el bien de la persona violada y abusada, hay que denunciar. Sea quien sea el abusador no debe quedar impune. Las madres tienen que luchar por sus hijos. Por ello, si un padre es violador de su hija, no pueden convivir juntos, ni tampoco él puede tener derecho a un régimen de visitas en caso de que se dé el divorcio.
Cómo evitar el abuso
Para Tórrez, la seguridad y la autoestima son dos aspectos clave para frenar el abuso sexual, ya que cuando los menores se sienten amados no caen ante un conocido que, simulando el afecto que necesita, trata de abusar de ellos.
La seguridad, agrega, permite que los chicos recurran a alguien de confianza para decir lo que les pasa y la autoestima hace que ellos sientan que son valiosos. Cabe recalcar que esto se construye en las relaciones que los adultos, padre, madre y familia en general, tienen hacia el niño. Los insultos y los castigos disminuyen estos aspectos.
Es importante que desde pequeños aprendan a reconocer sus partes íntimas y el tipo de caricias que reciben, enseñándoles que su cuerpo es su territorio, que no deben aceptar las caricias que los hacen sentir mal y cuando no se debe guardar un secreto.
Rivero considera que obviamente es mejor prevenir, antes que darse cuenta de que sucedió el abuso. Por ello, es importante la confianza con los hijos, el diálogo en familia, la apertura a todo lo que quieran decir los chicos y, más que nada, creerles siempre. “No hay que exponer a los niños a que estén solos con personas desconocidas, así parezcan que son supersimpáticas”, señala.
Es primordial enseñarles, desde bien pequeños, a decir no, ante una mínima proposición o toqueteo de alguien, por más que sea un familiar muy cercano. Es necesario, añade la sexóloga, que el niño se sienta en total libertad de decir que no, salirse del lugar y avisar siempre a alguien en quien confíe lo que está pasando, como su mamá.
Algunas recomendaciones
Rocabado brinda algunas sugerencias para prevenir el abuso en el seno del hogar. Afirma que lo mejor es que el niño duerma en su cama y, si es posible, en su propio cuarto; que los hermanos o primos se bañen solos, que no se encierren en la habitación con nadie, sino siempre con las puertas y las ventanas abiertas; no dejarlos dormir en la casa de la suegra, de los cuñados o de la hermana. Además, lo mejor es que si la mamá trabaja, los chicos queden al cuidado de una guardería y no de algún familiar.
“Siempre hay que mostrar una actitud decisiva, no dejando lugar a la duda de que si pasa algo con sus hijos, actuarán con el rigor de la ley y que son capaces de todo por ellos. Esto puede ser determinante para que un pedófilo no se fije en sus hijos”, recomienda.
La terapeuta insiste en que la mamá debe mostrar algo de desconfianza en toda persona que se acerca a sus hijos; por más que sean familiares muy cercanos o que tengan años de conocerla, hay que transmitir la sensación de estar alerta. Tienen que dejar claro que el lazo con sus retoños es sólido, que existe una buena comunicación y que ellos no les ocultan nada y se lo cuentan todo.
“Lo importante y lo mejor que deben hacer los progenitores con sus hijos, es tener una excelente comunicación para que ellos se animen a hablar y contar si es que algo malo les pasó, no les gustó o los hicieron sentir incómodos”, concluye Rivero
Hay que generar un clima de confianza
Carolina Rivero /sexóloga
Es posible prevenir los abusos en el entorno familiar. Lo primordial es generar un clima de confianza siempre. La prevención va desde que son pequeñitos. El niño que tiene claro que nadie tiene derecho a tocar su cuerpo y si él aprende a que no tiene que dar permiso a cualquiera, es un niño que tiene más herramientas para protegerse.
Una conducta de riesgo que los papás nunca deberíamos hacer, es obligar al niño a que sea cariñoso con quien él no quiere. Ahí el mensaje que damos es: “Si es mayor, tiene todo el derecho”; o hacerles creer que todo lo que hace un adulto, por el simple hecho de ser adulto, es bueno. De ese modo, el niño aprende a que aunque a él le moleste, tiene que aceptar, porque sus papás lo ven bien y no importa si a él no le gusta. Hay que enseñarle más bien a que si él no quiere, no tiene que abrazar o besar a nadie, no dejarse tocar o acariciar ni nada.
Los niños que son abusados sexualmente llegan a tener baja autoestima, algunos quedan con dificultades después para formar pareja, si es que no logran resolver sus conflictos, eso queda como herida sangrante. También tienen dificultades en sus relaciones interpersonales en sus familias, con nuevos amigos y con los antiguos.
La pérdida de la confianza en sí mismo y la poca valoración como persona son también otras consecuencias del abuso, así como también las disfunciones sexuales, como dolor coital o el vaginismo. También pueden somatizar los síntomas: hipertensión, gastritis, trastornos digestivos varios, alteraciones menstruales, entre otros.
Señales del abuso
La víctima
Rocabado y Rivero coinciden en que el niño abusado sufre:
Cambios bruscos de conducta y comportamiento sin causa aparente: se vuelve violento o agresivo.
En la escuela se puede evidenciar un déficit de atención, sin que antes existiera. Bajan sus notas.
Se vuelve reacio al contacto humano: un abrazo, una caricia.
Su juego cambia, reproduce la escena de la violación con sus juguetes o con sus amigos.
Se puede ver que dibuja pene o cosas que se le asemejen como puntas que salen entre las piernas de la figura que representa al hombre.
Miedo a quedarse solo con alguna persona en particular. Temor cuando la mamá se tiene que ir. Terror nocturno y pesadillas.
El victimario
Ambas especialistas coinciden en que es difícil ver señales en el victimario porque muchas veces son personas que se portan muy bien y tienen excelentes modales. Pero es posible darse cuenta si:
Se lo encuentra espiando a un niño o niña.
Su pareja, hijo, hermano o cuñado tiene pornografía infantil.
A su parecer, la forma como abraza u observa a los niños o a uno en especial, es morbosa.
Le gusta el olor de transpiración de los niños exageradamente.
Su apego a los niños es más común de lo normal.
Su juego con los niños es con toqueteos de sus partes íntimas.
Las mamás deben confiar en el sexto sentido.
sábado, 14 de junio de 2014
Riesgo en el embarazo adolescente
Actualmente tenemos que reconocer que los índices de embarazos adolescentes han aumentado vertiginosamente. ¿Cuál es la causa? Una de las causas puede ser por el abandono de los padres, el no preocuparse por sus necesidades o sencillamente que el abandono es más por la preocupación económica. Algunos padres no se dan cuenta por la etapa en que atraviesan sus hijos.
Un embarazo adolescente, significa un embarazo no planificado o no deseado, lo que equivale provocar un aborto en algunos casos. Debemos conocer que un aborto implica consecuencias como infecciones pelvianas crónicas o la infertilidad en otros, el riesgo es de muerte por hemorragias no controladas oportunamente o con la mala suerte de producir una septicemia o una lesión interna en el útero.
Los embarazos adolescentes se constituyen en un riesgo de morbimortalidad tanto materna como perinatal. El desarrollo en el adolescente no es el adecuado, sabemos que una maduración orgánica condiciona el embarazo para que no tenga alteraciones durante la gestación.
Las causas de salud son innumerables, sin embargo, hay otras causas como la psicológica y los problemas familiares que determinan el estado óptimo del embarazo en la adolescencia.
El compartir la buena nueva con la pareja ayuda en el aspecto psicológico y emocional, la adolescente no esperará otro tipo de apoyo, sino la de su pareja o de la persona amada, en la mayor parte de las adolescentes se sufre el abandono de la pareja y algunas veces de la familia. Durante el embarazo hay mucha depresión que se transmite al bebé en el vientre; de cierta manera todos los problemas los vive estando en el vientre de la madre, un apoyo familiar es importante durante la gestación.
¿Cómo prevenir no embarazarse cuando uno es adolescente?
Recurrir a la información, tener la posibilidad de usar métodos anticonceptivos especialmente el de barrera, llamado también condón que ayudará a evitar a complicarse la vida, evitar problemas sociales, especialmente de la pareja.
La ilusión cuando uno es adolescente es el cumplir sus sueños como ser profesional y tener una familia para quien vivir.
Un embarazo adolescente, significa un embarazo no planificado o no deseado, lo que equivale provocar un aborto en algunos casos. Debemos conocer que un aborto implica consecuencias como infecciones pelvianas crónicas o la infertilidad en otros, el riesgo es de muerte por hemorragias no controladas oportunamente o con la mala suerte de producir una septicemia o una lesión interna en el útero.
Los embarazos adolescentes se constituyen en un riesgo de morbimortalidad tanto materna como perinatal. El desarrollo en el adolescente no es el adecuado, sabemos que una maduración orgánica condiciona el embarazo para que no tenga alteraciones durante la gestación.
Las causas de salud son innumerables, sin embargo, hay otras causas como la psicológica y los problemas familiares que determinan el estado óptimo del embarazo en la adolescencia.
El compartir la buena nueva con la pareja ayuda en el aspecto psicológico y emocional, la adolescente no esperará otro tipo de apoyo, sino la de su pareja o de la persona amada, en la mayor parte de las adolescentes se sufre el abandono de la pareja y algunas veces de la familia. Durante el embarazo hay mucha depresión que se transmite al bebé en el vientre; de cierta manera todos los problemas los vive estando en el vientre de la madre, un apoyo familiar es importante durante la gestación.
¿Cómo prevenir no embarazarse cuando uno es adolescente?
Recurrir a la información, tener la posibilidad de usar métodos anticonceptivos especialmente el de barrera, llamado también condón que ayudará a evitar a complicarse la vida, evitar problemas sociales, especialmente de la pareja.
La ilusión cuando uno es adolescente es el cumplir sus sueños como ser profesional y tener una familia para quien vivir.
viernes, 13 de junio de 2014
La menopausia es una etapa por la que todas las mujeres pasamos y efectivamente está llena de cambios
Generalmente ocurre alrededor de los 50 años, aunque esto también se da de acuerdo a las condiciones únicas de la persona, puede suceder antes o después, comenta la psicoterapeuta Susanne Hansen, del Centro Potenciar Humano. Está cargada de cambios que afectan a la mujer emocional y físicamente.
Cambios evidentes. Una de las principales características es el cese de la menstruación, que se conoce como climaterio, marca la etapa de la transición entre el periodo de la fertilidad y la vejez, comenta la psicoterapeuta, Alejandra Covarrubias. Si bien no se considera una enfermedad, en la mayoría de las mujeres produce cambios molestos que involucran no solo la parte psicológica sino también la social y laboral.
Covarrubias menciona que según investigaciones existen dos tipos de efectos, por ejemplo desde el punto de vista biológico es un proceso de cambio de la mujer. También se experimentan síntomas psicológicos como la depresión, ansiedad, tristeza, irritabilidad y en algunos casos agresividad; sin embargo, estos últimos varían de una mujer a otra.
Mezcla de sentimientos. Por su parte, Hansen añade que los cambios de humor son constantes, puede estar pasándola bien y de un momento puede invadir la tristeza. Asimismo da la casualidad de que esta etapa suele coincidir cuando los hijos son mayores y toman su propio camino, algunos se van de la casa, otros viajan y contribuye a que los efectos psicológicos se manifiesten. “Si la mujer no ha cuidado su propia vida la menopausia puede volverse un momento crítico y de repente, ella se puede sentir inútil”, dijo.
Contraatacar es lo mejor. Entre los consejos para afrontar esta etapa, Covarrubias menciona que es importante seguir con la vida, asumiendo que existirán cambios pero que no significarán algo que la volverán inútil y mucho menos que sus capacidades sociales, laborales no tendrían porqué ser afectadas, igual que en la parte de la intimidad, para ello es importante la guía del ginecólogo para que pueda explicar sobre los cambios que se dan a nivel de la pareja.
Por otro lado, Hansen asegura que hay que aprovechar esta etapa transitoria como un momento de cambio donde evidentemente hay ciertas cosas que la mujer puede nuevamente replantearse y volverlas hacer. “Muchas mujeres intentan hacer cosas que antes no habían hecho”, dice la especialista.//
Es una etapa normal
La menopausia es como entrar a la adolescencia, es el ciclo de la vida, por lo que es totalmente normal que existan cambios emocionales, de humor o nuevas experiencias físicas en algunos casos. Sin embargo, es una invitación a un cambio de vida. En nuestra cultura existe una tendencia de relacionar la menopausia negativamente con la vejez , entonces en súper importante para pasar por esta etapa transitoria, si la mujer no tenía un propósito en la vida, encontrar en estos momento un nuevo sentido, porque cuando la persona no tiene esto, se deprime. Por ello es importante incorporar esta conducta y en su prioridad mimarse, hacer el bien y atenderse a ella misma.//
Susanne Hansen
Psicoterapeuta
Cambios evidentes. Una de las principales características es el cese de la menstruación, que se conoce como climaterio, marca la etapa de la transición entre el periodo de la fertilidad y la vejez, comenta la psicoterapeuta, Alejandra Covarrubias. Si bien no se considera una enfermedad, en la mayoría de las mujeres produce cambios molestos que involucran no solo la parte psicológica sino también la social y laboral.
Covarrubias menciona que según investigaciones existen dos tipos de efectos, por ejemplo desde el punto de vista biológico es un proceso de cambio de la mujer. También se experimentan síntomas psicológicos como la depresión, ansiedad, tristeza, irritabilidad y en algunos casos agresividad; sin embargo, estos últimos varían de una mujer a otra.
Mezcla de sentimientos. Por su parte, Hansen añade que los cambios de humor son constantes, puede estar pasándola bien y de un momento puede invadir la tristeza. Asimismo da la casualidad de que esta etapa suele coincidir cuando los hijos son mayores y toman su propio camino, algunos se van de la casa, otros viajan y contribuye a que los efectos psicológicos se manifiesten. “Si la mujer no ha cuidado su propia vida la menopausia puede volverse un momento crítico y de repente, ella se puede sentir inútil”, dijo.
Contraatacar es lo mejor. Entre los consejos para afrontar esta etapa, Covarrubias menciona que es importante seguir con la vida, asumiendo que existirán cambios pero que no significarán algo que la volverán inútil y mucho menos que sus capacidades sociales, laborales no tendrían porqué ser afectadas, igual que en la parte de la intimidad, para ello es importante la guía del ginecólogo para que pueda explicar sobre los cambios que se dan a nivel de la pareja.
Por otro lado, Hansen asegura que hay que aprovechar esta etapa transitoria como un momento de cambio donde evidentemente hay ciertas cosas que la mujer puede nuevamente replantearse y volverlas hacer. “Muchas mujeres intentan hacer cosas que antes no habían hecho”, dice la especialista.//
Es una etapa normal
La menopausia es como entrar a la adolescencia, es el ciclo de la vida, por lo que es totalmente normal que existan cambios emocionales, de humor o nuevas experiencias físicas en algunos casos. Sin embargo, es una invitación a un cambio de vida. En nuestra cultura existe una tendencia de relacionar la menopausia negativamente con la vejez , entonces en súper importante para pasar por esta etapa transitoria, si la mujer no tenía un propósito en la vida, encontrar en estos momento un nuevo sentido, porque cuando la persona no tiene esto, se deprime. Por ello es importante incorporar esta conducta y en su prioridad mimarse, hacer el bien y atenderse a ella misma.//
Susanne Hansen
Psicoterapeuta
jueves, 12 de junio de 2014
Información: buena compañera en la pubertad
Si has notado que tu niña se pone extraña, como evitando todo contacto con la familia, si ha dejado de utilizar algunas prendas de vestir que eran sus preferidas y las ha cambiado por otras, si siempre está en el espejo observando su rostro y su cuerpo o si tiene una actitud que antes no tenía, es porque está entrando en la etapa de la adolescencia.
Estas y otras características —como el cambiar de humor, aislarse, encerrarse en su habitación o tratar de ocultar su cuerpo— son algo normal en chicas de entre 12 y 13 años. “No saben si son niñas o adolescentes, a muchas les afectan estos cambios e ignoran cómo manejarlos. Les empiezan a crecer las caderas y el busto, aparece el ciclo menstrual, el vello púbico y el pelo en las axilas... algunos granitos en el rostro”, explica la psicóloga Mónica Soliz.
A partir de esa edad, la mayoría de las niñas empiezan a desarrollar ciertas partes de su cuerpo porque están entrando a la etapa adolescente y no saben si aún son o no niñas para seguir jugando con muñecas o empezar a cambiar sus hábitos. Ya les incomoda jugar en el piso, colgarse del cuello de papá, pedir ayuda en la ducha y otros aspectos.
La preadolescente atraviesa una especie de duelo por el cuerpo de niña que va perdiendo y comienza a conformar su nueva identidad, procesando esa pérdida, lo que puede o no ser fácil.
“Los padres de familia deben hablar de esto constantemente, pero no como si fuera un tabú. Tampoco es bueno cansarla con el tema. Por ejemplo, se les puede decir que cuando se atraviesan estos cambios lo mejor es ser más higiénicas y bañarse todos los días, porque el cuerpo transpira más y cosas así”, sugiere la psicóloga Susana Sáenz.
Explícale que pese a que les pasa a todas por igual, no es una norma que esos cambios aparezcan en un momento determinado. Háblale sobre ciertas diferencias entre los cuerpos y organismos. Algunas desarrollan más que otras y más temprano, cosa que no es mala, aconseja Sáenz.
Acompáñala en el cambio ayudándole a escoger un buen desodorante, unas toallas higiénicas cómodas, llevándola al dermatólogo para que le recomiende algunas cremas por si aparece con acné y apóyala si desea usar algún estilo de ropa en especial. “Si prefiere ropa ancha para evitar que se le vean sus nuevos cambios, explícale que no debe avergonzarse ni esconderse, pero de manera muy sutil. Deja que sea ella quien tome la decisión de optar por algo más liviano”, aconseja.
La comunicación y la confianza son la clave para que tu pequeña permita que la ayudes.
Respeto
Si se niega a jugar a las cosquillas, a pedir ayuda en la ducha o le incomoda vestirse delante tuyo, no le llames la atención y respeta su espacio.
Experiencia
Como mamá debes compartir experiencias personales. Cuéntale por ejemplo lo que pasaste a esa edad. Eso ayudará a tomarlo con naturalidad.
Hablar
Conversar sobre estos cambios es favorable para que sepa que le pasa a todas y que no debe sentirse mal por algo así.
Dreamstime Fuentes: Susana Saenz y Mónica Soliz, psicólogas.
Estas y otras características —como el cambiar de humor, aislarse, encerrarse en su habitación o tratar de ocultar su cuerpo— son algo normal en chicas de entre 12 y 13 años. “No saben si son niñas o adolescentes, a muchas les afectan estos cambios e ignoran cómo manejarlos. Les empiezan a crecer las caderas y el busto, aparece el ciclo menstrual, el vello púbico y el pelo en las axilas... algunos granitos en el rostro”, explica la psicóloga Mónica Soliz.
A partir de esa edad, la mayoría de las niñas empiezan a desarrollar ciertas partes de su cuerpo porque están entrando a la etapa adolescente y no saben si aún son o no niñas para seguir jugando con muñecas o empezar a cambiar sus hábitos. Ya les incomoda jugar en el piso, colgarse del cuello de papá, pedir ayuda en la ducha y otros aspectos.
La preadolescente atraviesa una especie de duelo por el cuerpo de niña que va perdiendo y comienza a conformar su nueva identidad, procesando esa pérdida, lo que puede o no ser fácil.
“Los padres de familia deben hablar de esto constantemente, pero no como si fuera un tabú. Tampoco es bueno cansarla con el tema. Por ejemplo, se les puede decir que cuando se atraviesan estos cambios lo mejor es ser más higiénicas y bañarse todos los días, porque el cuerpo transpira más y cosas así”, sugiere la psicóloga Susana Sáenz.
Explícale que pese a que les pasa a todas por igual, no es una norma que esos cambios aparezcan en un momento determinado. Háblale sobre ciertas diferencias entre los cuerpos y organismos. Algunas desarrollan más que otras y más temprano, cosa que no es mala, aconseja Sáenz.
Acompáñala en el cambio ayudándole a escoger un buen desodorante, unas toallas higiénicas cómodas, llevándola al dermatólogo para que le recomiende algunas cremas por si aparece con acné y apóyala si desea usar algún estilo de ropa en especial. “Si prefiere ropa ancha para evitar que se le vean sus nuevos cambios, explícale que no debe avergonzarse ni esconderse, pero de manera muy sutil. Deja que sea ella quien tome la decisión de optar por algo más liviano”, aconseja.
La comunicación y la confianza son la clave para que tu pequeña permita que la ayudes.
Respeto
Si se niega a jugar a las cosquillas, a pedir ayuda en la ducha o le incomoda vestirse delante tuyo, no le llames la atención y respeta su espacio.
Experiencia
Como mamá debes compartir experiencias personales. Cuéntale por ejemplo lo que pasaste a esa edad. Eso ayudará a tomarlo con naturalidad.
Hablar
Conversar sobre estos cambios es favorable para que sepa que le pasa a todas y que no debe sentirse mal por algo así.
Dreamstime Fuentes: Susana Saenz y Mónica Soliz, psicólogas.
Demuestra tus modales en la mesa
La mesa es uno de los lugares donde se pone de manifiesto el grado de educación de una persona.
No debemos sentarnos en la mesa antes que nuestros padres y/o de las personas que forman el grupo de comensales.
Hay que sentarse a una distancia conveniente, es decir ni muy cerca ni muy lejos. Así podremos comer con naturalidad y soltura.
No debemos extender los pies debajo de la mesa ni apoyar en ella todo el antebrazo, ni subir los codos.
Cuando lo que necesitemos no esté cerca de nuestro lugar, no debemos levantar ni extender el brazo por delante de una persona, lo correcto es pedirlo al que esté más cerca de eso que necesitamos.
Al sentarnos en la mesa, debemos tomar la servilleta (de tela), desdoblarla y extenderla sobre las rodillas. Con la servilleta de tela sólo se limpian los labios.
Es un acto de mal gusto olfatear las comidas y las bebidas, tampoco debemos soplarlas cuando estén calientes.
No comer ni demasiado rápido ni muy despacio.
La cuchara y el cuchillo se manejan siempre con la mano derecha. El tenedor sólo se maneja con la mano derecha cuando el alimento no tiene que dividirse con el cuchillo.
No debemos ponernos de pie para trinchar ni para servir.
Para tomar el cuchillo se debe tomar por el mango, con los tres primeros dedos: Pulgar, índice y mayor.
El cuchillo se usa sólo para cortar y ayudar al tenedor, nunca se lleva a la boca.
El tenedor se emplea para comer carne, legumbres y otros, se agarra igual que el cuchillo, pero con la mano izquierda y se vuelve la palma de la mano hacia arriba y apoya el tenedor en el dedo mayor, sosteniéndolo con el pulgar y el índice adherido al mango.
La cuchara debemos usarla como el tenedor y sólo para líquidos y semilíquidos. No introduzca toda la cuchara en la boca. Se usa con la mano derecha.
El vaso se toma con la mano derecha. Nunca levantes el meñique al tomar el vaso.
La copa se toma por la columnilla.
La botella se coge con los cuatros dedos a la derecha y el pulgar a la izquierda.
Los platos no deben servirse muy llenos. No debe servirse mayor cantidad de alimentos o bebidas de las que vayamos a comer o tomar de una vez.
Los vasos y tazas no deben servirse hasta rebosar.
Cuando acabes de comer dejas el cuchillo y el tenedor dentro del plato con el mango en dirección hacia ti. Es señal para retirarlos.
Para levantarte de la mesa espera que lo haga el anfitrión o los mayores, pero si tuvieras que hacerlo antes excúsate cortésmente.
No debemos sentarnos en la mesa antes que nuestros padres y/o de las personas que forman el grupo de comensales.
Hay que sentarse a una distancia conveniente, es decir ni muy cerca ni muy lejos. Así podremos comer con naturalidad y soltura.
No debemos extender los pies debajo de la mesa ni apoyar en ella todo el antebrazo, ni subir los codos.
Cuando lo que necesitemos no esté cerca de nuestro lugar, no debemos levantar ni extender el brazo por delante de una persona, lo correcto es pedirlo al que esté más cerca de eso que necesitamos.
Al sentarnos en la mesa, debemos tomar la servilleta (de tela), desdoblarla y extenderla sobre las rodillas. Con la servilleta de tela sólo se limpian los labios.
Es un acto de mal gusto olfatear las comidas y las bebidas, tampoco debemos soplarlas cuando estén calientes.
No comer ni demasiado rápido ni muy despacio.
La cuchara y el cuchillo se manejan siempre con la mano derecha. El tenedor sólo se maneja con la mano derecha cuando el alimento no tiene que dividirse con el cuchillo.
No debemos ponernos de pie para trinchar ni para servir.
Para tomar el cuchillo se debe tomar por el mango, con los tres primeros dedos: Pulgar, índice y mayor.
El cuchillo se usa sólo para cortar y ayudar al tenedor, nunca se lleva a la boca.
El tenedor se emplea para comer carne, legumbres y otros, se agarra igual que el cuchillo, pero con la mano izquierda y se vuelve la palma de la mano hacia arriba y apoya el tenedor en el dedo mayor, sosteniéndolo con el pulgar y el índice adherido al mango.
La cuchara debemos usarla como el tenedor y sólo para líquidos y semilíquidos. No introduzca toda la cuchara en la boca. Se usa con la mano derecha.
El vaso se toma con la mano derecha. Nunca levantes el meñique al tomar el vaso.
La copa se toma por la columnilla.
La botella se coge con los cuatros dedos a la derecha y el pulgar a la izquierda.
Los platos no deben servirse muy llenos. No debe servirse mayor cantidad de alimentos o bebidas de las que vayamos a comer o tomar de una vez.
Los vasos y tazas no deben servirse hasta rebosar.
Cuando acabes de comer dejas el cuchillo y el tenedor dentro del plato con el mango en dirección hacia ti. Es señal para retirarlos.
Para levantarte de la mesa espera que lo haga el anfitrión o los mayores, pero si tuvieras que hacerlo antes excúsate cortésmente.
miércoles, 11 de junio de 2014
Efectos de la bipolaridad
El trastorno bipolar es una enfermedad en la que el cerebro no puede regular los estados de ánimo, es por ello que la persona puede tener épocas en las que es muy habladora, no quiere dormir, a menudo tiene mucho apetito y se involucra en actividades muy peligrosas, luego se pasa a otro extremo, donde pierde el interés de estar con los amigos, se siente bajoneado, duerme mucho, tiene sentimientos de que no vale nada y hasta puede pensar en suicidarse. Las causas son varias, igual que las consecuencias. Por ello los expertos destacan algunos de los efectos que se debe tomar muy en cuenta.
Problemas económicos. El psicólogo, Guillermo Ribera explicó que las personas bipolares a menudo son inteligentes y creativas, el problema que a pesar de su inteligencia pueden llegar a no desarrollar, sus actitudes y talentos, porque cuando están muy acelerados gastan mucho dinero; si están deprimidos no tienen fuerza, ni ganas para trabajar o estudiar, por ello van a renunciar al trabajo creyendo que no vale la pena continuar. "Estas personas se vuelven compradoras compulsivas, haciendo un derroche de su dinero o terminar alejándose del mundo a causa de una grave depresión", acotó el psiquiatra René Calvimontes.
Problemas sociales. Cuando están en la época de depresión y tristeza tienden a aislarse, va a ser muy difícil que los amigos les crean y comprendan, ellos van a pensar que es una persona que no tiene control y en vez de ayudarlo se van a alejar. Además las personas con esta enfermedad tiene delirios y alucinaciones de persecución, pero Calvimontes sostuvo que si llevan un buen tratamiento se estabilizan y pueden llevar una vida normal.
Problemas de pareja. Las personas bipolares pueden casarse, tener hijos y vivir una vida como cualquier otra persona, siempre y cuando continúen con el tratamiento; sin embargo pueden “haber problemas conyugales, debido a que la pareja no entiende que es lo que le pasa. Los bipolares piensan que lo hacen, porque son malas personas y por tanto llegan a extremos como el divorcio, sobre todo cuando la pareja no está dispuesta a informarse. "Pero cuando el médico orienta a la pareja y ésta tiene la voluntad de colaborar, esto va a ser de mucha ayuda”, explicaron los expertos.
Suicidio. Ribera remarcó que cuando una persona tiene el trastorno bipolar y se encuentra en una época depresiva no le encuentra sentido a nada, por ello puede llegar a suicidarse. "El 15% de las personas con trastorno bipolar van a suicidarse y no han recibido el apoyo, ni el tratamiento adecuado”.
sábado, 7 de junio de 2014
Martha tiene mellizos gracias a un tratamiento de fertilidad
Con la alegría de tener a sus dos mellizos saludables, no se cambia por nadie. Martha Alanoca cuenta que durante tres años buscó embarazarse, pero no pudo; entonces fue al Centro de Fertilidad en el CIES, Salud Sexual y Reproductiva, donde le iniciaron un tratamiento y hace un año se enteró que sería mamá.
"Mi felicidad era tan grande. Dije ¡por fin! Esperé tanto ese momento que no sabía a quién informar primero: a mi esposo (Joseph Velásquez) que también estaba angustiado en el trabajo esperando una respuesta o a mi mamá”, contó Martha rememorando la emoción.
Explicó que se casó hace cinco años y a los dos se embarazó. Tuvo entonces, por motivos de trabajo de su esposo, que trasladarse a Trinidad, donde el clima le sentó mal y perdió a su retoño.
Desde entonces la pareja buscó un hijo, pero no podía tenerlo. Cada mes la paciencia y la esperanza se acortaban. Finalmente, decidieron acudir a un centro de fertilidad pues, según sus indagaciones, juntos no podían tener hijos: "Teníamos incompatibilidad en el tipo de sangre”.
Gracias a una recomendación, la pareja acudió al CIES para realizar un tratamiento de baja complejidad para la fertilidad y la concepción.
El CIES creó un centro de fertilidad en agosto de 2013 y desde entonces cada día recibe a 10 pacientes en esa consulta.
Martha recordó que realizó varios tratamientos en el CIES. "Fueron más de cinco, pero nunca salía positivo, hasta que dije ‘ésta será la última vez’. Ya no quería, era un estrés”, narró mientras daba de lactar al menor de sus hijos: Alenxir Matew.
Entonces el especialista que la atendía le dijo que se haga una ecografía de los folículos, para iniciar un tratamiento de mediana complejidad, "Me inyectaron (hormonas) y me pidió que intente esa semana”, recuerda.
Un mes después se enteró que sería madre. "Mi médico me abrazó y me dijo: ‘¡Lo logramos!, ¿ves? Es cuestión de paciencia’”.
En la primera ecografía le dijeron que serían mellizos, pero que espere: la segunda bolsa a veces se reabsorbe. "Hace tres meses nacieron mis hijos”, exclamó emocionada mirando a su primogénito Joseph Emmanuel.
La infertilidad
Infertilidad Estiman que en el mundo hay más de 80 millones de parejas en el mundo que no pueden concebir.
Problema Una de cada 10 parejas tiene problemas concibiendo.
Embarazo El 80% de las parejas que tienen relaciones sexuales sin anticonceptivos alcanzan un embarazo.
En 10 meses, el CIES logró que 18 niños lleguen al mundo
En 10 meses, el Centro de Fertilidad del CIES, Salud Sexual y Reproductiva recibió 3.700 consultas y, mediante tratamientos especializados, trajo al mundo a 18 niños.
"Desde enero, cuando se abrió el centro de fertilidad, hemos recibido a más de 3.700 consultas a escala nacional”, informó el responsable nacional de comunicación y mercadeo del CIES, Martín Gutiérrez.
Explicó que como resultado se tiene a 17 niños que nacieron gracias a tratamientos de fertilidad y uno que llegó al mundo a través de un proceso in vitro. "Fue el primer tratamiento de éstos que realizamos con mucho éxito”.
Gutiérrez comentó que el tratamiento en el centro es multidisciplinaro, pues hay médicos especialistas en el seguimiento ginecólogo obstreta, psicólogos, ecografistas, laboratoristas y trabajadores sociales.
CIES tiene convenios con todos los centros de salud del país y con la Clínica Modelo, que está ubicada en la calle Colombia de la zona de San Pedro. Trabaja en red, por eso cuando una pareja del interior tiene ese tipo de problemas se les hace los análisis y luego se la deriva a la clínica.
"El 15% de nuestras usuarias requieren un tratamiento de fertilidad”, destacó Gutiérrez.
En agosto de 2013, Página Siete informó que los tratamientos de fertilidad en La Paz cuestan entre 100 hasta más de 40.000 bolivianos. Todo depende de la complejidad del caso.
En los centros médicos ofrecen tres tipos de tratamiento a las parejas que tienen dificultades para tener hijos. En el de baja complejidad se programan los coitos para que se logre la concepción. En el tratamiento de mediana complejidad, en el que la mujer recibe hormonas que inciden en las trompas de falopio o el útero; también se suele recetar fármacos al varón para que sus espermatozoides se muevan más rápido. El tratamiento de alta complejidad consiste en la fertilización asistida o in vitro.
De acuerdo con Gutiérrez, los tratamientos en el centro de fertilidad de esa institución cuestan un tercio de lo que cuesta en otros centros privados. La consulta tiene un precio de 39 bolivianos.
"Mi felicidad era tan grande. Dije ¡por fin! Esperé tanto ese momento que no sabía a quién informar primero: a mi esposo (Joseph Velásquez) que también estaba angustiado en el trabajo esperando una respuesta o a mi mamá”, contó Martha rememorando la emoción.
Explicó que se casó hace cinco años y a los dos se embarazó. Tuvo entonces, por motivos de trabajo de su esposo, que trasladarse a Trinidad, donde el clima le sentó mal y perdió a su retoño.
Desde entonces la pareja buscó un hijo, pero no podía tenerlo. Cada mes la paciencia y la esperanza se acortaban. Finalmente, decidieron acudir a un centro de fertilidad pues, según sus indagaciones, juntos no podían tener hijos: "Teníamos incompatibilidad en el tipo de sangre”.
Gracias a una recomendación, la pareja acudió al CIES para realizar un tratamiento de baja complejidad para la fertilidad y la concepción.
El CIES creó un centro de fertilidad en agosto de 2013 y desde entonces cada día recibe a 10 pacientes en esa consulta.
Martha recordó que realizó varios tratamientos en el CIES. "Fueron más de cinco, pero nunca salía positivo, hasta que dije ‘ésta será la última vez’. Ya no quería, era un estrés”, narró mientras daba de lactar al menor de sus hijos: Alenxir Matew.
Entonces el especialista que la atendía le dijo que se haga una ecografía de los folículos, para iniciar un tratamiento de mediana complejidad, "Me inyectaron (hormonas) y me pidió que intente esa semana”, recuerda.
Un mes después se enteró que sería madre. "Mi médico me abrazó y me dijo: ‘¡Lo logramos!, ¿ves? Es cuestión de paciencia’”.
En la primera ecografía le dijeron que serían mellizos, pero que espere: la segunda bolsa a veces se reabsorbe. "Hace tres meses nacieron mis hijos”, exclamó emocionada mirando a su primogénito Joseph Emmanuel.
La infertilidad
Infertilidad Estiman que en el mundo hay más de 80 millones de parejas en el mundo que no pueden concebir.
Problema Una de cada 10 parejas tiene problemas concibiendo.
Embarazo El 80% de las parejas que tienen relaciones sexuales sin anticonceptivos alcanzan un embarazo.
En 10 meses, el CIES logró que 18 niños lleguen al mundo
En 10 meses, el Centro de Fertilidad del CIES, Salud Sexual y Reproductiva recibió 3.700 consultas y, mediante tratamientos especializados, trajo al mundo a 18 niños.
"Desde enero, cuando se abrió el centro de fertilidad, hemos recibido a más de 3.700 consultas a escala nacional”, informó el responsable nacional de comunicación y mercadeo del CIES, Martín Gutiérrez.
Explicó que como resultado se tiene a 17 niños que nacieron gracias a tratamientos de fertilidad y uno que llegó al mundo a través de un proceso in vitro. "Fue el primer tratamiento de éstos que realizamos con mucho éxito”.
Gutiérrez comentó que el tratamiento en el centro es multidisciplinaro, pues hay médicos especialistas en el seguimiento ginecólogo obstreta, psicólogos, ecografistas, laboratoristas y trabajadores sociales.
CIES tiene convenios con todos los centros de salud del país y con la Clínica Modelo, que está ubicada en la calle Colombia de la zona de San Pedro. Trabaja en red, por eso cuando una pareja del interior tiene ese tipo de problemas se les hace los análisis y luego se la deriva a la clínica.
"El 15% de nuestras usuarias requieren un tratamiento de fertilidad”, destacó Gutiérrez.
En agosto de 2013, Página Siete informó que los tratamientos de fertilidad en La Paz cuestan entre 100 hasta más de 40.000 bolivianos. Todo depende de la complejidad del caso.
En los centros médicos ofrecen tres tipos de tratamiento a las parejas que tienen dificultades para tener hijos. En el de baja complejidad se programan los coitos para que se logre la concepción. En el tratamiento de mediana complejidad, en el que la mujer recibe hormonas que inciden en las trompas de falopio o el útero; también se suele recetar fármacos al varón para que sus espermatozoides se muevan más rápido. El tratamiento de alta complejidad consiste en la fertilización asistida o in vitro.
De acuerdo con Gutiérrez, los tratamientos en el centro de fertilidad de esa institución cuestan un tercio de lo que cuesta en otros centros privados. La consulta tiene un precio de 39 bolivianos.
jueves, 5 de junio de 2014
Cómo lidiar con la autoridad del maestro
Si quieres hablar el mismo idioma con el maestro de tu hijo, debes tener claro qué tipo de educación buscas para él: rígida, flexible, o una que equilibre ambos criterios.
Como fuera, recuerda que lo que tu hijo aprenda hoy le servirá para toda la vida y no solo en lo académico, sino y sobre todo en lo referido a responsabilidad y disciplina. Y es en ello que el maestro juega un rol vital, pues en él está delegada la autoridad dentro la escuela o el colegio.
“Es responsabilidad de los padres educar e inculcar valores en los hijos y que los profesores deben reforzar este trabajo para que el estudiante tenga una conducta adecuada en todos los aspectos”, reflexiona la terapeuta familiar Marcela Losantof.
Pero, ¿qué pasa si tu hijo se queja del trato que recibe de su educador? Antes de confrontar al maestro analiza qué pudiera estar sucediendo, pídele a tu hijo que sea totalmente honesto, que te diga si ha descuidado los estudios o si últimamente ha cometido actos de indisciplina.
Una vez que tengas esa información, pide una cita con el profesor y escúchalo. Lo peor que pueda pasar es que le restes autoridad frente a tu hijo.
Del otro lado, si hay algún tipo de abuso, debes denunciarlo a las autoridades correspondientes. “Si hubiera excesos, el padre debe ponerle límites al maestro, pero antes debe enterarse bien de lo que se trata para no equivocarse”, aconseja Losantof.
María Luisa Rodríguez, maestra de secundaria de la unidad educativa Agustín Aspiazu, recuerda que la nueva ley educativa condena los castigos severos, lo que en su criterio es bueno, ya que un maestro debe, más bien, concientizar a sus alumnos.
Rodríguez advierte que “la disgregación familiar y el exceso de trabajo para los padres hace que los chicos anden por su cuenta. Si el maestro nota que el estudiante descuida los estudios por estas causas, es su obligación concientizarlo y ayudarlo, pero si descubre que solo se trata de flojera hay que ponerse duros”, dice en referencia a exigir más de ellos.
Responsabilidad
Si tu hijo cumple con los deberes y es respetuoso en el aula, no tendrás problemas. Losantof sugiere hacer un seguimiento desde el inicio del año escolar.
Maltrato
No permitas que el maestro maltrate a tu hijo ni física ni psicológicamente, aun cuando el niño le dé motivos. Denuncia esta actitud.
Autoridad
Salvo excesos, no olvides que la autoridad en el colegio es el maestro, por tanto no des contraórdenes a tu hijo, más bien apóyalo, sobre todo si tiene razón.
Fuentes: Marcela Losantof, terapeuta familiar y psicóloga y María Luisa Rodríguez Orías, maestra de secundaria de la unidad educativa Agustín Aspiazu
¿Vas a compartir tu casa?
Eres adulta y ves que ya es hora de salir de la casa de tus padres, pero decides compartir un espacio con otra u otras personas para abaratar costos y vivir nuevas experiencias. ¿Cuáles son las reglas de oro para tener una convivencia enriquecedora y no morir en el intento?
“Compartir casa no es compartir hogar. El primer consejo es que se haga una valoración de las personas con las que se va a vivir (roommates) y si va a ser un departamento mixto, solo de chicas o de varones”, explica la psicóloga Lizette Gallegos.
Cuando vives en un espacio mixto pueden desarrollarse relaciones de pareja que van a incomodar a los otros y te pueden perjudicar si el romance se acaba y tienes que ver a esa persona a diario.
Otro aspecto muy importante es estar en igualdad de condiciones y que una parte no tenga más poder que la otra, por lo que no es aconsejable vivir con personas que conformen tu círculo amistoso. “Cuando la amistad se confunde con la intimidad surgen abusos de todo tipo”, indica la especialista. Familiares pueden traer iguales consecuencias.
La convivencia desgasta, por lo que cada quien debe tener su vida privada y no es recomendable hacer todo en comunidad. “Al final de cuentas, ya se comparten espacios comunes, como la cocina, el baño y los gastos. Recuerda que tu intimidad es solo tuya”, enfatiza Gallegos.
La psicóloga Katia Oporto expresa que cuando no se sabe lidiar con este aspecto, hay problemas. “Uno debe manejar su intimidad, tener su propio espacio y no dejar que lo invadan. Es una cuestión de autoestima”.
Cada quien tiene una historia de vida que ha formado su carácter, por lo que, para evitar cualquier conflicto, es recomendable el respeto a la hora de comunicarse. “Cada persona tiene su propio mundo y debe compartir con el mundo del otro, pero sin presiones”, señala Oporto.
Además, es aconsejable que los roommates tengan estilos de vida similares y que se fijen reglas. “Si alguno de los compañeros de casa es de los que arman fiestas y si tú no estás en ese ritmo, la casa se convertirá en una disco, aunque no te guste”, considera Gallegos.
Ese aspecto se aplica tanto a los horarios como a los hábitos: si la persona fuma, tiene mascotas, es vegetariana, alguna alergia... “Desde el principio hay que establecer las diferencias, haciendo énfasis en lo que hay que hacer o lo que no”, menciona.
Antes de mudarte con un compañero de departamento o casa, asegúrate de que sus ingresos sean fijos y éste pueda cubrir los gastos del hogar. Si bien debes tener paciencia en caso de que haya un imprevisto, no permitas que sus problemas después se conviertan en los tuyos.
Los hábitos que tenga cada uno van a pesar para una buena convivencia, por ello los roommates deberían ser similares. “La idea es que ambos estén en la misma sintonía de limpieza, orden y trabajo”, precisa Gallegos.
Lo más importante es que después del trabajo o estudio llegues a un sitio donde puedas descansar y relajarte, no donde te estreses o sientas incomodidad. “Es bueno interactuar con los que vives: ver un partido, hacer una cena... pero es vital el tener claras las reglas, como la limpieza y el espacio de respeto”, agrega la especialista.
Costumbre
En países industrializados, los jóvenes por estudios y trabajo comparten casa con otras personas. La costumbre también se ha extendido a Bolivia, donde se comparte una vivienda para abaratar costos.
Sexos
Cuando compartes casa en un ambiente mixto hay más probabilidades de fricciones por el uso del baño porque mujeres y hombres tienen hábitos muy distintos en estos espacios de higiene. Pon las reglas claras.
Reglas
Coordina horarios para usar la lavadora, tender la ropa, cocinar, ducharse y limpiar. Asigna espacios en el refrigerador y la despensa para las cosas de cada quien. No toques las cosas de los otros sin permiso.
Fuente: Lizette Gallegos (70621594) y Katia Oporto (79113881), psicólogas.
Cómo detectar la conducta agresiva en los niños
La agresividad en los niños es una respuesta normal a una emoción de ira y de frustración. Forma parte del bagaje emocional con el que nacemos las personas. En cierto sentido es una conducta adaptativa y necesaria, tanto la emoción como la conducta deben ser vividas por el niño y/o niña para su aprendizaje y desarrollo. El problema surge cuando los pequeños convierten esta respuesta en un hábito
Femenina conversó con la psicóloga de Casa Luz y Esperanza, Analiz Vargas, para conocer si esta conducta es algo que se hereda o aprende, los tipos de agresividad que existen, qué factores desencadenan esta reacción en los niños, cómo se debe tratar esta situación y si existe alguna forma de prevenirla.
“La agresividad en los niños es el acto que genera emociones negativas, que se expresa en el manejo del poder, y en muchos de los casos puede tener su causa en la estructura familiar conformada, por el padre o la madre, pero cada individuo es un ente independiente y los factores que la promueven son diversos”, afirmó Vargas.
CAUSAS
Algunos autores aseguran que esta dificultad puede pasar de una generación a otra, como una especie de cadena, debido a que se trata de una conducta aprendida y que los niños la siguen según lo que ven y experimentan al respecto. En ocasiones los padres intentan eliminar esta conducta mediante castigos físicos, pero esto es contraproducente, porque genera más violencia.
“Si el niño recibe un castigo por algún motivo esto crea un sentimiento de dolor, lo cual es algo negativo, que si bien llega a modificar la conducta, no la elimina. Debe buscarse la mejor manera de cambiar una conducta sin necesidad de ejercer violencia física o psicológica”, dijo la especialista.
La profesional aseguró que con el castigo sólo se logra reprimir los sentimientos del niño y queda una secuela en el incosciente.
“Existen muchas vivencias que son almacenadas en el inconsciente y de esa manera todo lo negativo queda ahí y en algún momento sale, cuando el niño tiene el manejo del poder y lo va a representar con agresiones a otros niños de su misma edad, quienes se muestran más indefensos, porque sabe que no puede hacerlo con uno de mayor edad ni con sus padres”, aseguró la profesional.
TIPOS
Existen algunos tipos de agresividad que son la física y la psicológica, pero ambas no son fáciles de identificar, porque no presentan un rasgo físico particular como en el caso del Trastorno de Déficit de Atención e hiperactividad que
tienen ciertos rasgos de agresividad y se visualiza con peleas entre compañeros.
“En algunos casos en los que la agresividad puede tener características no solo emocionales, sino a nivel orgánico, como el cerebral, que provoca esta reacción, son valorados por un neurólogo, que dispondrá la medicación pertinente y el apoyo terapéutico para cada caso”, explicó la psicóloga.
Respecto a la agresión verbal entre pares, con el abuso de malas palabras, es muy frecuente en los centros escolares. Este tipo de violencia si bien no daña el cuerpo del niño, afecta en su personalidad y reduce su autoestima, y éste puede adoptar una conducta sumisa en relación con su agresor.
TRATAMIENTO
Lamentablemente no todos los establecimientos escolares, fiscales y particulares, cuentan con un servicio de psicología, para que los profesionales puedan realizar una evaluación previa al ingreso de los niños en la etapa de escolaridad, lo que sería lo ideal.
“Muchos establecimientos escolares no están preparados para lidiar con niños agresivos ni con aquellos que tengan alguna capacidad diferenciada, incluso algunos teniendo el departamento de psicología no están capacitados para este tipo de situaciones por su complejidad”, explicó Vargas.
La psicóloga aseguró que si bien las maestras han sido capacitadas para la enseñanza, deben recibir el apoyo de otras áreas, según se trate el caso para ayudar al niño que tenga alguna dificultad.
La evaluación psicológica es muy importante para conocer el tipo de personalidad del niño y detectar a tiempo quién necesita el apoyo de una tutora o modificar la currícula de acuerdo con la necesidad.
“Para el tratamiento de los casos de agresividad infantil, que están presentes en los colegios, se debe realizar una evaluación psicológica y si el caso lo amerita realizar una valoración multidisciplinaria para analizar la mejor manera de solucionarla, para que pueda ser controlado favorablemente y evitar así conducta negativas durante la adolescencia”, dijo Vargas.
La psicóloga aseguró que la estructura de la familia es fundamental para tratar este tipo de situaciones, porque se debe determinar la raíz del problema si viene de los abuelos o padres, del tipo de educación que recibió el niño, si proviene de una familia monoparental o con ambos padres, entre otros aspectos.
Femenina conversó con la psicóloga de Casa Luz y Esperanza, Analiz Vargas, para conocer si esta conducta es algo que se hereda o aprende, los tipos de agresividad que existen, qué factores desencadenan esta reacción en los niños, cómo se debe tratar esta situación y si existe alguna forma de prevenirla.
“La agresividad en los niños es el acto que genera emociones negativas, que se expresa en el manejo del poder, y en muchos de los casos puede tener su causa en la estructura familiar conformada, por el padre o la madre, pero cada individuo es un ente independiente y los factores que la promueven son diversos”, afirmó Vargas.
CAUSAS
Algunos autores aseguran que esta dificultad puede pasar de una generación a otra, como una especie de cadena, debido a que se trata de una conducta aprendida y que los niños la siguen según lo que ven y experimentan al respecto. En ocasiones los padres intentan eliminar esta conducta mediante castigos físicos, pero esto es contraproducente, porque genera más violencia.
“Si el niño recibe un castigo por algún motivo esto crea un sentimiento de dolor, lo cual es algo negativo, que si bien llega a modificar la conducta, no la elimina. Debe buscarse la mejor manera de cambiar una conducta sin necesidad de ejercer violencia física o psicológica”, dijo la especialista.
La profesional aseguró que con el castigo sólo se logra reprimir los sentimientos del niño y queda una secuela en el incosciente.
“Existen muchas vivencias que son almacenadas en el inconsciente y de esa manera todo lo negativo queda ahí y en algún momento sale, cuando el niño tiene el manejo del poder y lo va a representar con agresiones a otros niños de su misma edad, quienes se muestran más indefensos, porque sabe que no puede hacerlo con uno de mayor edad ni con sus padres”, aseguró la profesional.
TIPOS
Existen algunos tipos de agresividad que son la física y la psicológica, pero ambas no son fáciles de identificar, porque no presentan un rasgo físico particular como en el caso del Trastorno de Déficit de Atención e hiperactividad que
tienen ciertos rasgos de agresividad y se visualiza con peleas entre compañeros.
“En algunos casos en los que la agresividad puede tener características no solo emocionales, sino a nivel orgánico, como el cerebral, que provoca esta reacción, son valorados por un neurólogo, que dispondrá la medicación pertinente y el apoyo terapéutico para cada caso”, explicó la psicóloga.
Respecto a la agresión verbal entre pares, con el abuso de malas palabras, es muy frecuente en los centros escolares. Este tipo de violencia si bien no daña el cuerpo del niño, afecta en su personalidad y reduce su autoestima, y éste puede adoptar una conducta sumisa en relación con su agresor.
TRATAMIENTO
Lamentablemente no todos los establecimientos escolares, fiscales y particulares, cuentan con un servicio de psicología, para que los profesionales puedan realizar una evaluación previa al ingreso de los niños en la etapa de escolaridad, lo que sería lo ideal.
“Muchos establecimientos escolares no están preparados para lidiar con niños agresivos ni con aquellos que tengan alguna capacidad diferenciada, incluso algunos teniendo el departamento de psicología no están capacitados para este tipo de situaciones por su complejidad”, explicó Vargas.
La psicóloga aseguró que si bien las maestras han sido capacitadas para la enseñanza, deben recibir el apoyo de otras áreas, según se trate el caso para ayudar al niño que tenga alguna dificultad.
La evaluación psicológica es muy importante para conocer el tipo de personalidad del niño y detectar a tiempo quién necesita el apoyo de una tutora o modificar la currícula de acuerdo con la necesidad.
“Para el tratamiento de los casos de agresividad infantil, que están presentes en los colegios, se debe realizar una evaluación psicológica y si el caso lo amerita realizar una valoración multidisciplinaria para analizar la mejor manera de solucionarla, para que pueda ser controlado favorablemente y evitar así conducta negativas durante la adolescencia”, dijo Vargas.
La psicóloga aseguró que la estructura de la familia es fundamental para tratar este tipo de situaciones, porque se debe determinar la raíz del problema si viene de los abuelos o padres, del tipo de educación que recibió el niño, si proviene de una familia monoparental o con ambos padres, entre otros aspectos.
miércoles, 4 de junio de 2014
¿Por qué le cuesta aprender?
¿Sabes cuáles son los principales problemas escolares en los adolescentes? Si la respuesta es negativa, aquí le presentamos un glosario explicado por la psicopedagoga Mónica Kempff Bruno y la psiquiatra infanto juvenil Rose Mary Saucedo.
Hiperactividad. Es una actividad psicomotora exagerada, es decir que el niño está constantemente moviéndose, a veces pierden el interés, se aburren, por ejemplo cuando la profesora está explicando ellos se distraen con cualquier cosa.
Trastornos de la alimentación. Está la anorexia, que es un trastorno de comportamiento alimenticio, se caracteriza por la pérdida de peso, por lo general se da entre los 14 y 18 años de edad, pueden tener problemas cardiológicos.
Dislexia. Se presenta por lo general en la población infantil, es ahí donde se lo puede detectar y tratar, su mayor problema es en lectura y escritura. Por ello los padres deben incentivarlos a practicar, ellos comprenden lo que se les dice solo que invierten algunas sílabas; por ejemplo en vez de escribir “el” colocan “le”. También explicó que muchos padres creen que sus hijos tiene dislexia, pero en realidad tienen problemas de la vista o del oído, por eso es necesario llevarlos al especialista indicado.
Impulsividad. Los niños y adolescentes que tienen problemas de impulsividad, molestan a sus compañeros hasta el punto de provocar peleas. Contestan antes de que la profesora termine la pregunta y siempre interrumpen en las conversaciones. Por eso los profesores deben enseñarles a esperar su turno.
Déficit de atención. Son niños y adolescentes que no prestan atención, les cuesta leer las instrucciones, por eso es que los exámenes los hacen mal. Eso sin contar con que tienen dificultad para organizarse en todo, esto persiste hasta en la edad adulta, son personas que necesitan de una secretaria que les organice las cosas en la oficina. Además deben tener una agenda y contar con la ayuda de sus padres para organizar la mochila una noche antes.
Signos de dependencia
Muchos niños y adolescentes están siendo expuestos a las drogas y el alcohol, que son llevados a los colegios por terceras personas, entre los signos que se pueden detectar están la disminución del rendimiento escolar, cambios de amistad, necesidad insaciable de dinero
Hiperactividad. Es una actividad psicomotora exagerada, es decir que el niño está constantemente moviéndose, a veces pierden el interés, se aburren, por ejemplo cuando la profesora está explicando ellos se distraen con cualquier cosa.
Trastornos de la alimentación. Está la anorexia, que es un trastorno de comportamiento alimenticio, se caracteriza por la pérdida de peso, por lo general se da entre los 14 y 18 años de edad, pueden tener problemas cardiológicos.
Dislexia. Se presenta por lo general en la población infantil, es ahí donde se lo puede detectar y tratar, su mayor problema es en lectura y escritura. Por ello los padres deben incentivarlos a practicar, ellos comprenden lo que se les dice solo que invierten algunas sílabas; por ejemplo en vez de escribir “el” colocan “le”. También explicó que muchos padres creen que sus hijos tiene dislexia, pero en realidad tienen problemas de la vista o del oído, por eso es necesario llevarlos al especialista indicado.
Impulsividad. Los niños y adolescentes que tienen problemas de impulsividad, molestan a sus compañeros hasta el punto de provocar peleas. Contestan antes de que la profesora termine la pregunta y siempre interrumpen en las conversaciones. Por eso los profesores deben enseñarles a esperar su turno.
Déficit de atención. Son niños y adolescentes que no prestan atención, les cuesta leer las instrucciones, por eso es que los exámenes los hacen mal. Eso sin contar con que tienen dificultad para organizarse en todo, esto persiste hasta en la edad adulta, son personas que necesitan de una secretaria que les organice las cosas en la oficina. Además deben tener una agenda y contar con la ayuda de sus padres para organizar la mochila una noche antes.
Signos de dependencia
Muchos niños y adolescentes están siendo expuestos a las drogas y el alcohol, que son llevados a los colegios por terceras personas, entre los signos que se pueden detectar están la disminución del rendimiento escolar, cambios de amistad, necesidad insaciable de dinero
Diligenciá tu placer ¿Sos la protagonista? Disfrutá de un ¡ahhh...!
Un orgasmo no es un fruto prohibido, pero si existieran los pecados entre las sábanas, fingirlo sería uno, según explica la sexóloga Liliana Zabala. Para ella, muchas mujeres se privan del clímax por guardar un recato innecesario ante sus parejas y, en especial, por dejar que sean ellos los que hagan todo.
Atrevete a disfrutar del arte del amor tomando un papel protagónico y alcanzá tu propia satisfacción.“En la intimidad hay que dejarse guiar por los instintos”, apunta Zabala como premisa máxima para que tengás una vida sexual plena
1
Conocé todos tus senderos. Por medio de caricias, recorré vos misma todos los confines de tu cuerpo. La idea es trazar un mapa de tus zonas erógenas, aquellos lugares sensibles al tacto que no están ni por si acaso en la zona genital. Tal vez los besos en el cuello, las caricias en tus hombros o los mordiscones en el lóbulo de tu oreja sean unos de los tantos caminos que vos y tu pareja tengan que cruzar para navegar en inmensos ríos de placer. Nuestra experta sugiere que te explorés, sin pudor, a solas o en compañía. “Cerrá los ojos y afiná todos tus sentidos para descubrirte”, añade.
2
En la intimidad con los libros. Para abrir las puertas del Edén de tu sexualidad, de par en par, Zabala te recomienda dejarte seducir no solo por literatura erótica con títulos como 50 Sombras de Grey, Secret, Trópico de cáncer y Pídeme lo que quieras, sino también por publicaciones que te permitan adentrarte en la temática sexual desde un punto de vista científico, tal es el caso de Sexualidad femenina, de la sicóloga y sexóloga María Luisa Lerer. “Un libro para ayudarte a romper con mitos como que el deseo sexual en la mujer es menor que el del varón y para que aprendás a sentir placer sin culpa alguna”, apunta nuestra experta refiriéndose a un ejemplar que ella misma recomienda a sus pacientes.
3
¿Y por qué no? Si para el amor se vale todo ¿por qué no aplicaría lo mismo cuando lo hacés? Si querés agregarles nuevos elementos a los fogosos encuentros con tu pareja, Zabala te sugiere que acordes con él incluir juguetes sexuales (podés comprarlos en línea si no te animás a ir a un sexshop), películas eróticas, lencería y hasta nuevas locaciones o escenarios. ¡Probá lo que más te encienda!
4
Ahora ponete cómoda.Tener sexo es una ceremonia que tiene un antes, un durante y un después. Tenés que estar preparada. Primero asegurate de que en el ‘templo del amor’(dormitorio) nadie los escuche ni los vea. El resto es darles rienda suelta a tus impulsos y que tu cuerpo sea un campo perfumado sin zonas restringidas para los jugueteos previos con tu pareja. A experiencia de nuestra sexóloga, muchas féminas frenan el acto sexual por la falta de privacidad y los descuidos en su aseo personal. “¡Ay Dios, que ni me acaricie las piernas porque no las tengo depiladas!”, parece absurdo pero esta frase es parte de las malas experiencias que llegan a su consultorio.
5
El juego previo. No ir al grano tiene sus ventajas para él y, sobre todo, para vos. Según Zabala, el jugueteo previo y prolongado puede facilitarles a ambos el camino hacia el orgasmo. La preparación de un ambiente romántico, los abrazos, las caricias, los masajes sexuales, los besos y hasta el sexo oral son algunas de las actividades de esta etapa. Pero ¿cuánto es recomendable jugar?, seguro eso te inquieta; sin embargo, tenés que saber que no hay un tiempo preestablecido, ya que cada mujer es un mundo aparte. La única referencia es la intensidad de tu excitación; si el precalentamiento es suficiente para dejar que él llegue a la llamada ‘tercera base’. Recordá que la última palabra es tuya. Vos decidís cuando es el momento.
6
La posición para ellas. Si querés abrir el Kamasutra para encontrarla... ¡perfecto!, pero si por el contrario preferís intentar con algo más sencillo, basta con que vos vayás arriba y él, recostado, abajo, no haga nada. Eso te permite tener el control absoluto durante la penetración. Así podés encontrar el movimiento pélvico, el ángulo y el ritmo que te estimule más. “Tenés total libertad para liderar”, apunta Zabala.
7
¿Terminaste? Es la gran pregunta que toda mujer agradecería escuchar si su pareja alcanza el clímax antes que ella, en especial porque es poco probable que ambos tengan orgasmos simultáneamente.
El placer no se resume en fricción entre genitales si no en estimular sus áreas claves. Zabala indica que en el caso de la mujer está el clítoris y el punto G (¡ojo! con esto ya que, según explica, no todas las féminas tienen sensibilidad en esta zona en la cara anterior de la vagina ). No hay pretexto para que te quedés a medias y te privés de un maravilloso ¡ahhhh! Sola o juntos, la idea es que logrés terminar
lunes, 2 de junio de 2014
Cultive la autoestima de sus hijos
EL ROL DE LOS PADRES ES ESENCIAL EN EL PROCESO DE MADURACIÓN DE LA AUTOESTIMA | A VECES SIN QUERER SE COMENTEN ERRORES QUE SON NEGATIVOS PARA LA AUTOESTIMA DE SUS PEQUEÑOS. ENTÉRESE.
Un tema que preocupa a la mayoría de los padres de familia es que sus hijos desarrollen una autoestima elevada; sin duda alguna, es algo que todos quieren lograr, sin embargo muchas veces se toma el camino equivocado ya que la falta de este valor no necesariamente sólo se da en hogares disfuncionales, sino que sucede incluso en aquellos bien consolidados. La baja autoestima puede deberse a un exceso de perfección por parte de los padres o a que sin darse cuenta esperan demasiado de ellos y quieren encontrar ciertas aptitudes que tal vez no las tengan. La sobreprotección y la permisividad son otros aspectos que terminan por ser negativos en la formación de los hijos.
“Se debe entender que la autoestima tiene que ver con un conjunto de sensaciones, pensamientos sentimientos, percepciones y conceptos que tenemos sobre nosotros mismos, y que determinan de alguna manera el tipo de relaciones que establecemos con el entorno, así como el uso de nuestros potenciales, permitiéndonos (dependiendo de si nuestra autoestima es alta o baja) la adaptación, la convivencia positiva y la resolución efectiva de los problemas que se nos presentan en diferentes momentos de la vida, explica el psicólogo Germán J. Burgoa Costas (*).
Por tanto una autoestima sana y bien consolidada es una especie de armadura que protegerá a sus hijos frente a los desafíos de la vida. Aquellas personas que se sienten bien consigo mismas son capaces de manejar mejor los conflictos y de resistir las presiones negativas.
¿POR QUÉ LA BAJA AUTOESTIMA?
Es un hecho que los niños dependen directamente de la relación con el medio donde viven, sobre todo de las personas más cercanas a ellos, como los hermanos, la familia extensa y principalmente los padres. La autoestima en los niños puede verse dañada por actitudes y mensajes negativos de su entorno. Los más perjudiciales son aquellos modelos que se determinan por la agresividad, ya sea verbal, física o emocional, así como también los modelos excesivamente sobreprotectores y /o permisivos que crean una falsa autoimagen y un autoconcepto a veces sobredimensionado adquiriendo características artificiales que no se reproducen en otros contextos sociales como la escuela y que repercuten negativamente en los niños, provocando incapacidad en la adquisición y puesta en práctica de habilidades sociales y adaptativas”, dice el psicólogo.
De la misma manera los modelos familiares en los que la ausencia, el abandono y la delegación de roles y funciones a terceros (abuelos, parientes, vecinos) puede provocar problemas de autoestima.
“Los hogares disfuncionales son los que más daño emocional producen en los niños de forma general, sin embargo no es exclusivo de estos niños el daño a la autoestima, familias donde el discurso es demasiado perfeccionista, exitista o donde se resaltan las cualidades que necesariamente deben destacar del resto de las personas, pueden dañar la autoestima de aquellos miembros que no alcanzan estas expectativas y desarrollar en ellos la cultura del fracaso o la sensación de que nunca es suficiente lo que hacen para satisfacer estas demandas”, explica el especialista.
ERRORES FRECUENTES
Los mensajes como “podías hacerlo mejor”, “mira lo buen alumno que es tu hermano”, “tienes que ser el mejor (de forma impositiva)”, “tu padre es el mejor profesional de... y tú tienes que ser mejor que él”, son algunas de las frases entre muchas que condicionan a las personas a no fracasar y si esto ocurre lo primero que se ve dañada es su autoestima.
Por otro lado en la vida diaria se envían mensajes equivocados con ciertas actitudes. Muchas veces los papás “por ayudar” terminan resolviendo problemas o inclusive situaciones simples y cotidianas y esto no los deja desarrollar la independencia y por tanto la autoestima. Vestir, dar de comer, asear y satisfacer todas sus demandas y caprichos cuando por la edad y las características propias deberían ser situaciones resueltas por ellos mismos, son de alguna forma una manera de decirles: “es difícil, no puedes”, “necesitas ayuda”, “es peligroso”.
Por otro lado y aunque no parezca, decirle a su hijo demasiadas alabanzas puede impactar de manera negativa a su autoestima, ya que se sentirá presionado al esperar que otras personas aprueben siempre lo que hace.
CONSEJOS PARA DESARROLLAR UNA ALTA AUTOESTIMA
• Evitar sobre todas las cosas la sobreprotección.
• Evitar los mensajes cargados de adjetivos calificativos aún si estos parecen positivos.
• Evitar la crítica directa y pública sobre las deficiencias o defectos que los niños puedan tener.
• Evitar las relaciones comparativas entre hermanos, parientes, amigos u otros niños.
• Enfrentar a los niños a retos que sepamos que pueden sobrellevar exitosamente.
• Destacar las cualidades individuales e incentivarlas.
• Buscar espacios donde desarrollen las cualidades que posee cada uno.
• Brindarles tiempo positivo y mucho afecto sobre todas las cosas de manera incondicional.
Si pese a su mejor esfuerzo Usted nota que su hijo tiene un pobre autoconcepto de sí mismo, busque a un especialista.
(*) Germán Burgoa Costas, es psicólogo infantil/grman_80@yahoo.es
Un tema que preocupa a la mayoría de los padres de familia es que sus hijos desarrollen una autoestima elevada; sin duda alguna, es algo que todos quieren lograr, sin embargo muchas veces se toma el camino equivocado ya que la falta de este valor no necesariamente sólo se da en hogares disfuncionales, sino que sucede incluso en aquellos bien consolidados. La baja autoestima puede deberse a un exceso de perfección por parte de los padres o a que sin darse cuenta esperan demasiado de ellos y quieren encontrar ciertas aptitudes que tal vez no las tengan. La sobreprotección y la permisividad son otros aspectos que terminan por ser negativos en la formación de los hijos.
“Se debe entender que la autoestima tiene que ver con un conjunto de sensaciones, pensamientos sentimientos, percepciones y conceptos que tenemos sobre nosotros mismos, y que determinan de alguna manera el tipo de relaciones que establecemos con el entorno, así como el uso de nuestros potenciales, permitiéndonos (dependiendo de si nuestra autoestima es alta o baja) la adaptación, la convivencia positiva y la resolución efectiva de los problemas que se nos presentan en diferentes momentos de la vida, explica el psicólogo Germán J. Burgoa Costas (*).
Por tanto una autoestima sana y bien consolidada es una especie de armadura que protegerá a sus hijos frente a los desafíos de la vida. Aquellas personas que se sienten bien consigo mismas son capaces de manejar mejor los conflictos y de resistir las presiones negativas.
¿POR QUÉ LA BAJA AUTOESTIMA?
Es un hecho que los niños dependen directamente de la relación con el medio donde viven, sobre todo de las personas más cercanas a ellos, como los hermanos, la familia extensa y principalmente los padres. La autoestima en los niños puede verse dañada por actitudes y mensajes negativos de su entorno. Los más perjudiciales son aquellos modelos que se determinan por la agresividad, ya sea verbal, física o emocional, así como también los modelos excesivamente sobreprotectores y /o permisivos que crean una falsa autoimagen y un autoconcepto a veces sobredimensionado adquiriendo características artificiales que no se reproducen en otros contextos sociales como la escuela y que repercuten negativamente en los niños, provocando incapacidad en la adquisición y puesta en práctica de habilidades sociales y adaptativas”, dice el psicólogo.
De la misma manera los modelos familiares en los que la ausencia, el abandono y la delegación de roles y funciones a terceros (abuelos, parientes, vecinos) puede provocar problemas de autoestima.
“Los hogares disfuncionales son los que más daño emocional producen en los niños de forma general, sin embargo no es exclusivo de estos niños el daño a la autoestima, familias donde el discurso es demasiado perfeccionista, exitista o donde se resaltan las cualidades que necesariamente deben destacar del resto de las personas, pueden dañar la autoestima de aquellos miembros que no alcanzan estas expectativas y desarrollar en ellos la cultura del fracaso o la sensación de que nunca es suficiente lo que hacen para satisfacer estas demandas”, explica el especialista.
ERRORES FRECUENTES
Los mensajes como “podías hacerlo mejor”, “mira lo buen alumno que es tu hermano”, “tienes que ser el mejor (de forma impositiva)”, “tu padre es el mejor profesional de... y tú tienes que ser mejor que él”, son algunas de las frases entre muchas que condicionan a las personas a no fracasar y si esto ocurre lo primero que se ve dañada es su autoestima.
Por otro lado en la vida diaria se envían mensajes equivocados con ciertas actitudes. Muchas veces los papás “por ayudar” terminan resolviendo problemas o inclusive situaciones simples y cotidianas y esto no los deja desarrollar la independencia y por tanto la autoestima. Vestir, dar de comer, asear y satisfacer todas sus demandas y caprichos cuando por la edad y las características propias deberían ser situaciones resueltas por ellos mismos, son de alguna forma una manera de decirles: “es difícil, no puedes”, “necesitas ayuda”, “es peligroso”.
Por otro lado y aunque no parezca, decirle a su hijo demasiadas alabanzas puede impactar de manera negativa a su autoestima, ya que se sentirá presionado al esperar que otras personas aprueben siempre lo que hace.
CONSEJOS PARA DESARROLLAR UNA ALTA AUTOESTIMA
• Evitar sobre todas las cosas la sobreprotección.
• Evitar los mensajes cargados de adjetivos calificativos aún si estos parecen positivos.
• Evitar la crítica directa y pública sobre las deficiencias o defectos que los niños puedan tener.
• Evitar las relaciones comparativas entre hermanos, parientes, amigos u otros niños.
• Enfrentar a los niños a retos que sepamos que pueden sobrellevar exitosamente.
• Destacar las cualidades individuales e incentivarlas.
• Buscar espacios donde desarrollen las cualidades que posee cada uno.
• Brindarles tiempo positivo y mucho afecto sobre todas las cosas de manera incondicional.
Si pese a su mejor esfuerzo Usted nota que su hijo tiene un pobre autoconcepto de sí mismo, busque a un especialista.
(*) Germán Burgoa Costas, es psicólogo infantil/grman_80@yahoo.es
MAMÁ: Madre de todos los idiomas
MATRIARCADO LINGÜÍSTICO | ¿POR QUÉ LA PRIMERA FORMA TONAL DE LA PALABRA “MÁ” EN CHINO SIGNIFICA MADRE? ¿POR QUÉ MAMAN EN FRANCÉS, MAMA EN QUECHUA, MAMÁ EN ESPAÑOL, MOM EN INGLÉS O MAE EN PORTUGUÉS? ¿PERTENECE ESTA PALABRA A UN IDIOMA UNIVERSAL EXTINTO DESDE LA TORRE DE BABEL O ES ACASO EL PRIMER SONIDO BIEN ENTONADO DEL SER HUMANO?
Hallazgos científicos muy recientes, como los difundidos hace un año por la Universidad de Reading, en Inglaterra, demuestran que la palabra “mamá” y su sinónimo “madre” poseen prácticamente la misma raíz lingüística en todos los idiomas del mundo y se la pronuncia en los cinco continentes desde hace por lo menos 15.000 años, según una investigación publicada por el biólogo evolutivo Mark Pagel.
El equipo interdisciplinario dirigido por Pagel —que incluye antropólogos, arqueólogos y lingüistas— afirman que las palabras “mamá” y “madre” forman parte de un conjunto de 23 vocablos que han sobrevivido a la Era del Hielo, cuando el planeta era un sólo continente y posiblemente la humanidad hablaba un solo idioma.
Las 23 palabras ancestrales, entre sustantivos, verbos, adjetivos y adverbios que aún conservan una raíz común universal (fuego, yo, padre, corteza, además de mamá y madre entre otros), pertenecen a una categoría teórica de “protolenguas” indo-europeas y austronesias reconstruidas hipotéticamente siguiendo las huellas genéticas y migratorias de los primeros Homo Sapiens asiáticos y africanos hacia el continente europeo durante las glaciaciones, y que “se han mantenido como base de los casi 700 idiomas que hoy existen en el mundo”.
EL MALEFICIO DE LA TORRE DE BABEL
En una célebre conferencia dictada en junio del 2011 en el auditorio de la Red TED (Technology, Entertainment and Design), el biólogo evolutivo explicó la dispersión idiomática del mundo con la metáfora bíblica de la Torre de Babel: “Según dicha historia” —dijo Pagel— “los seres humanos primitivos fueron tan vanidosos de pensar que, al usar el lenguaje para trabajar en conjunto, podrían construir una torre que los llevaría hasta el cielo. Así Dios, furioso por este intento de usurpar su poder, destruyó la torre y, para asegurarse de que nunca se reconstruiría, dispersó a las personas dándoles diferentes idiomas… los confundió dándoles diferentes idiomas...”.
Sin embargo Dios habría dejado por sobre los despojos de la Torre de Babel palabras genéticas, como “madre” y “mamá”, que se mantendrían eternas en las voces humanas en virtud a la “cognación” fruto de su constante pronunciación. En Roma, los emperadores dedicaron un mes del calendario juliano, Mayo, dedicado a la diosa Maia de la fertilidad, para rendir culto a las madres que eran el centro de la cotidianidad matriarcal del imperio.
Los científicos descubrieron en este siglo XXI que las palabras pronunciadas por lo menos 16 veces al día por una persona tenían mayores posibilidades de ser cognadas en, al menos, tres familias lingüísticas sin sustanciales diferencias del vocablo original, tal el caso de la palabra “mamá”. En cambio aquellas menos pronunciadas tenderían a desaparecer o transformarse hasta tornarse ininteligibles de un idioma a otro.
MAPA UNIVERSAL DE LA PALABRA “MAMÁ”
Anteriormente, los lingüistas se basaban exclusivamente en el estudio de los sonidos comunes entre palabras latinas o helénicas para identificar aquellos que eran susceptibles de ser derivados de palabras ancestrales comunes, tales como en latín “pater”, en inglés “father” o en español ”padre”.
Pero la recurrencia de las palabras “mamá” y “madre” más allá del latín o el griego, llevó a los filólogos a desarrollar la teoría de la lengua “proto indoeuropea”, una categoría esencialmente arqueológica que sigue los rastros del flujo migratorio entre Asia Meridional y Europa hace unos 6.000 años, lo cual dio lugar a idiomas como el sánscrito, el latín, el griego y el persa, entre los más antiguos. El indoeuropeo es una familia lingüística que incluye las siguientes ramas: Itálica: español, gallego, catalán, italiano, francés, portugués, rumano húngaro. Helénica: griego. Germánica: inglés, alemán, holandés, sueco, danés. Céltica: galés, bretón. Eslava: ruso, checo, polaco, servo-croata. Báltica: Lituano. Indo-Irania - hindi, urdu, persa, kurdu.
En todos estos idiomas la palabra “mamá” tiene un elevado grado de cognación manteniéndose casi inalterable: Español: mamá. Alemán: mutter, Aragonés: mai. Bretón: mamm. Búlgaro: майка. Checo: matka. Eslovaco: matka. Francés: maman. Gallego: mai (nai). Inglés: mum, mom, mother. Italiano: mamma. Latín: mamma. Portugués: mãe. Rumano : mamă. Ruso: máma.
Según esta linguística, la sílaba “ma” inicial, común a todas las anteriores, significaría por tanto madre. Además las formas madre, mater, mother, mutter, м,etcétera, provendrían del proto-indoeuropeo sánscrito “méhter”.
Mas este mapa lingüístico de la palabra “mamá” no se acaba en su antigua raíz indoeuropea. Cuando los conquistadores españoles llegaron al Perú, quedaron sorprendidos al escuchar la palabra “mama” cuando los hijos del incario se dirigían a sus progenitoras, y que la “Pacha Mama” era la diosa holística madre en el imperio quechua así como entre los súbditos aymaras.
EN CHINO “MAMÁ” ES UN TONO
Otro estudio reciente publicado por la Universidad de Warwick de Coventry, Reino Unido, en enero del 2013, va más atrás del protolenguaje indoeuropeo y se remonta a las lenguas austronesias, casi 20.000 años atrás, y hace una comparación de 637 lenguas que incluyen el polinesio, el taiwanés, el malayo, el hawaiano, incluso el rapa nui de la Isla de Pascua, además del chino. En la China —cuya lengua es tonal— la palabra mā, en primer tono, significa “madre”; má, en segundo tono, puede significar “sésamo”; mǎ, en tercer tono significa “caballo”; mà en cuarto tono significa “regañar”; y ma, sin tono, es una partícula interrogativa.
¿Qué hace que la palabra “mamá” sea tan ancestral y universal, quizá más antigua que la Torre de Babel y acaso más cósmica que la vía láctea? ¿Y tan vigente y eterna a la vez?
La respuesta más esclarecedora a este enigma viene de una señora matrona, mi madre, doña Pastora Mérida de García, quien explica lo siguiente guiada por su experiencia de obstetriz jubilada:
“Mamá no es una palabra, es una onomatopeya primordial en la vida del ser humano que se aferra a ella después de nacer. Es una expresión casi gutural que surge de la boquita de los bebés al promediar los siete meses de vida nutriéndose a costa del seno materno. Como todos sabemos, un recién dado a luz nace con el reflejo primario de mamar del pecho de su madre. Para ello junta los labios; el sonido que produce su aparato fonador cuando abre los labios y expulsa el aire es una consonante bilabial: ’m’, y una vocal abierta, anterior y redondeada: ‘a’; y entonces el bebé genera la sílaba ‘Ma’ que será bisílaba a fuerza de su insistencia para lactar. De ahí que la palabra mamá no es sólo una palabra, es un nexo inevitable con la vida”.
Hallazgos científicos muy recientes, como los difundidos hace un año por la Universidad de Reading, en Inglaterra, demuestran que la palabra “mamá” y su sinónimo “madre” poseen prácticamente la misma raíz lingüística en todos los idiomas del mundo y se la pronuncia en los cinco continentes desde hace por lo menos 15.000 años, según una investigación publicada por el biólogo evolutivo Mark Pagel.
El equipo interdisciplinario dirigido por Pagel —que incluye antropólogos, arqueólogos y lingüistas— afirman que las palabras “mamá” y “madre” forman parte de un conjunto de 23 vocablos que han sobrevivido a la Era del Hielo, cuando el planeta era un sólo continente y posiblemente la humanidad hablaba un solo idioma.
Las 23 palabras ancestrales, entre sustantivos, verbos, adjetivos y adverbios que aún conservan una raíz común universal (fuego, yo, padre, corteza, además de mamá y madre entre otros), pertenecen a una categoría teórica de “protolenguas” indo-europeas y austronesias reconstruidas hipotéticamente siguiendo las huellas genéticas y migratorias de los primeros Homo Sapiens asiáticos y africanos hacia el continente europeo durante las glaciaciones, y que “se han mantenido como base de los casi 700 idiomas que hoy existen en el mundo”.
EL MALEFICIO DE LA TORRE DE BABEL
En una célebre conferencia dictada en junio del 2011 en el auditorio de la Red TED (Technology, Entertainment and Design), el biólogo evolutivo explicó la dispersión idiomática del mundo con la metáfora bíblica de la Torre de Babel: “Según dicha historia” —dijo Pagel— “los seres humanos primitivos fueron tan vanidosos de pensar que, al usar el lenguaje para trabajar en conjunto, podrían construir una torre que los llevaría hasta el cielo. Así Dios, furioso por este intento de usurpar su poder, destruyó la torre y, para asegurarse de que nunca se reconstruiría, dispersó a las personas dándoles diferentes idiomas… los confundió dándoles diferentes idiomas...”.
Sin embargo Dios habría dejado por sobre los despojos de la Torre de Babel palabras genéticas, como “madre” y “mamá”, que se mantendrían eternas en las voces humanas en virtud a la “cognación” fruto de su constante pronunciación. En Roma, los emperadores dedicaron un mes del calendario juliano, Mayo, dedicado a la diosa Maia de la fertilidad, para rendir culto a las madres que eran el centro de la cotidianidad matriarcal del imperio.
Los científicos descubrieron en este siglo XXI que las palabras pronunciadas por lo menos 16 veces al día por una persona tenían mayores posibilidades de ser cognadas en, al menos, tres familias lingüísticas sin sustanciales diferencias del vocablo original, tal el caso de la palabra “mamá”. En cambio aquellas menos pronunciadas tenderían a desaparecer o transformarse hasta tornarse ininteligibles de un idioma a otro.
MAPA UNIVERSAL DE LA PALABRA “MAMÁ”
Anteriormente, los lingüistas se basaban exclusivamente en el estudio de los sonidos comunes entre palabras latinas o helénicas para identificar aquellos que eran susceptibles de ser derivados de palabras ancestrales comunes, tales como en latín “pater”, en inglés “father” o en español ”padre”.
Pero la recurrencia de las palabras “mamá” y “madre” más allá del latín o el griego, llevó a los filólogos a desarrollar la teoría de la lengua “proto indoeuropea”, una categoría esencialmente arqueológica que sigue los rastros del flujo migratorio entre Asia Meridional y Europa hace unos 6.000 años, lo cual dio lugar a idiomas como el sánscrito, el latín, el griego y el persa, entre los más antiguos. El indoeuropeo es una familia lingüística que incluye las siguientes ramas: Itálica: español, gallego, catalán, italiano, francés, portugués, rumano húngaro. Helénica: griego. Germánica: inglés, alemán, holandés, sueco, danés. Céltica: galés, bretón. Eslava: ruso, checo, polaco, servo-croata. Báltica: Lituano. Indo-Irania - hindi, urdu, persa, kurdu.
En todos estos idiomas la palabra “mamá” tiene un elevado grado de cognación manteniéndose casi inalterable: Español: mamá. Alemán: mutter, Aragonés: mai. Bretón: mamm. Búlgaro: майка. Checo: matka. Eslovaco: matka. Francés: maman. Gallego: mai (nai). Inglés: mum, mom, mother. Italiano: mamma. Latín: mamma. Portugués: mãe. Rumano : mamă. Ruso: máma.
Según esta linguística, la sílaba “ma” inicial, común a todas las anteriores, significaría por tanto madre. Además las formas madre, mater, mother, mutter, м,etcétera, provendrían del proto-indoeuropeo sánscrito “méhter”.
Mas este mapa lingüístico de la palabra “mamá” no se acaba en su antigua raíz indoeuropea. Cuando los conquistadores españoles llegaron al Perú, quedaron sorprendidos al escuchar la palabra “mama” cuando los hijos del incario se dirigían a sus progenitoras, y que la “Pacha Mama” era la diosa holística madre en el imperio quechua así como entre los súbditos aymaras.
EN CHINO “MAMÁ” ES UN TONO
Otro estudio reciente publicado por la Universidad de Warwick de Coventry, Reino Unido, en enero del 2013, va más atrás del protolenguaje indoeuropeo y se remonta a las lenguas austronesias, casi 20.000 años atrás, y hace una comparación de 637 lenguas que incluyen el polinesio, el taiwanés, el malayo, el hawaiano, incluso el rapa nui de la Isla de Pascua, además del chino. En la China —cuya lengua es tonal— la palabra mā, en primer tono, significa “madre”; má, en segundo tono, puede significar “sésamo”; mǎ, en tercer tono significa “caballo”; mà en cuarto tono significa “regañar”; y ma, sin tono, es una partícula interrogativa.
¿Qué hace que la palabra “mamá” sea tan ancestral y universal, quizá más antigua que la Torre de Babel y acaso más cósmica que la vía láctea? ¿Y tan vigente y eterna a la vez?
La respuesta más esclarecedora a este enigma viene de una señora matrona, mi madre, doña Pastora Mérida de García, quien explica lo siguiente guiada por su experiencia de obstetriz jubilada:
“Mamá no es una palabra, es una onomatopeya primordial en la vida del ser humano que se aferra a ella después de nacer. Es una expresión casi gutural que surge de la boquita de los bebés al promediar los siete meses de vida nutriéndose a costa del seno materno. Como todos sabemos, un recién dado a luz nace con el reflejo primario de mamar del pecho de su madre. Para ello junta los labios; el sonido que produce su aparato fonador cuando abre los labios y expulsa el aire es una consonante bilabial: ’m’, y una vocal abierta, anterior y redondeada: ‘a’; y entonces el bebé genera la sílaba ‘Ma’ que será bisílaba a fuerza de su insistencia para lactar. De ahí que la palabra mamá no es sólo una palabra, es un nexo inevitable con la vida”.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)