jueves, 3 de octubre de 2013

¿Qué hay de verdad en el flechazo

Se habla siempre de flechazo en alusión al dios del deseo amoroso de la mitología romana Cupido, representado como un niño alado, con los ojos vendados y armado de arco y flechas, con las que atraviesa el corazón de los enamorados.

Pero a la luz de la ciencia y la medicina sería más correcto comparar la primera y potente revelación del amor pasional con una droga altamente adictiva, estimulante y alucinógena, porque en lugar de una herida punzante, lo que hace es alienar la mente, trastornar la fisiología y alterar la percepción de la realidad.

Un equipo de investigadores liderado por el Trinity College de Dublín, TCD, (Irlanda) ha descubierto los complejos procesos cerebrales que provocan los denominados flechazos del amor, duran menos de un minuto, según concluye su estudio publicado en la revista científica ‘Journal of Neuroscience’. Esto es lo encontraron.

Cuestión segundos. Los investigadores Jeffrey C. Cooper, Simon Dunne, Teresa Furey y John P. O’Doherty han comprobado que dos personas pueden enamorarse con un cruce de miradas, al activarse ciertas zonas de la corteza prefrontal de sus cerebros, a causa de la inmediata atracción que surge entre las dos personas.

Mediante escáneres cerebrales de resonancia magnética funcional (IRMf), han comprobado que primero la corteza paracingulada evalúa el poder de atracción de la otra persona y procura discernir si es apropiada o no para nosotros.

Si se detecta una contradicción entre el cálculo personal y las percepciones de los demás sobre el atractivo de la persona que se está mirando, entonces se activa la corteza prefrontal medial. Asimismo, al ver a una persona atractiva se activa la corteza ventromedial, contrastando la primera impresión recibida.

La actividad cerebral que posibilita los “flechazos” ocurre en tan sólo 30 segundos, según los investigadores, que reconocen que nuestros juicios sobre los desconocidos dependen de la percepción que tengamos de ellos durante los primeros instantes en los que tomamos el primer contacto personal.

La primera impresión es clave. Según el trabajo del TCD “los juicios sobre las parejas potenciales se realizan en unos pocos segundos, pero estos dependen de una compleja combinación de evaluaciones sobre la compatibilidad, física y psicológica”, por lo que “estas primeras impresiones son menos superficiales de lo que se supone”.
Entre los factores clave que valoraron los participantes en el estudio han figurado el grado de simpatía, y la feminidad, que es lo primero en lo que se fijan los hombres. En general, el primer impacto no varió al profundizarse la relación.

Las hormonas entran en juego. “En el flechazo se activan mecanismos como la serotonina y la dopamina, que están asociados con el placer, y se desactivan los mecanismos de defensa que dejan a la persona ‘con la guardia baja’”, según el psicólogo Agustín Ibáñez, que dirige el Laboratorio de Psicología Experimental y Neurociencias del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), en Buenos Aires (Argentina).

De acuerdo a Ibáñez, “además se producen altos niveles de oxitocina y vasopresina, dos hormonas que cumplen un papel crucial en la consolidación del vínculo amoroso”.

“Existen, también, ciertos inductores del flechazo asociados con vectores universales, como el atractivo físico, la fijación de la mirada, la simetría facial y la relación cintura-cadera, que son captados por nuestros sentidos, especialmente por la vista”, ha explicado el director del Ineco.

Lo que buscamos. “Elaboramos un perfil inconsciente de lo que vamos a buscar en base de la experiencia de nuestros padres, del colegio, de nuestros amigos y de nuestro entorno cultural y, cuando estamos en el momento adecuado y ante la persona que encaja en ese perfil, los circuitos cerebrales pueden ponerse en funcionamiento y se desencadenan las reacciones químicas”. Así sintetiza el proceso del enamoramiento la famosa antropóloga estadounidense Helen Fisher, profesora de investigación de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey, en EE.UU., y autora del libro “Por qué amamos: naturaleza y química del amor romántico”.
El cerebro desbocado

Considerada una de las mayores expertas en sexualidad, matrimonio y divorcio desde el punto de vista evolutivo, Fisher realizó un estudio en su propia universidad con 839 voluntarios de variadas edades, razas y condiciones, que fueron sometidos a una imagen por resonancia magnética funcional cerebral (IRMf), descubriendo que el amor es universal y en el flechazo las personas apenas se diferencian unas de otras.

Según Fisher, al enamorarnos de alguien “hay dos regiones muy activas: el núcleo caudado, una primitiva región relacionada con el sistema de recompensa del cerebro, la excitación sexual, las sensaciones de placer y la motivación para lograr recompensas, y el área tegmental ventral, la veta madre de las células que producen dopamina”.

La antropóloga cree que la “locura” del enamoramiento “la producen los niveles altos de dopamina y norepinefrina, y un nivel bajo de serotonina. La dopamina en grandes cantidades, además de aumentar el nivel de testosterona, está asociada con una gran capacidad de concentración, euforia y dependencia, que son los síntomas típicos de la adicción”.

La exaltación del enamorado “la producen las sustancias que fabrica su cerebro: el alto nivel de norepinefrina, que genera euforia y pérdida del apetito, y el bajo nivel de serotonina, que se relaciona con la obsesión de estar con el ser amado”, según Fisher.

Los escáneres cerebrales realizados por Fisher, demuestran que el “amor romántico” se caracteriza por una actividad especial en el cerebro, parecida a la que producen drogas como la cocaína, ya que la persona enamorada “se encuentra altamente motivada, cada vez necesita ver al otro más, y más, y tiene el patrón de una adicción”.

A los escáneres cerebrales de Fisher se han sometido personas que, después de dos décadas de matrimonio, afirmaban seguir enamoradas. La científica halló la misma actividad en la misma zona del cerebro que los recién enamorados, pero con una diferencia: “cuando uno se acaba de enamorar siente mucha ansiedad, a largo plazo esa ansiedad desaparece”, ha señalado, lo que lleva a un enamoramiento sin ansiedad, lo que todos buscamos en una pareja a largo plazo.

ELLOS SE SIENTEN INTIMIDADOS POR MUJERES EXITOSAS

MARÍA JESÚS RIBAS /EFE REPORTAJES

Un estudio científico confirma lo que muchas de nosotras esperaba que sea solo un mito: los hombres se sienten intimidados o amenazadas por el éxito de su pareja.

Los psicólogos Kate Ratliff de la Universidad de Florida y Shigehiro Oishi de la Universidad de Virginia condujeron cinco experimentos con 896 participantes para ver cómo el éxito de la mujer afecta a su pareja masculina. Los resultados fueron revelados en un informe publicado en la Journal of Personality and Social Psychology – y lo que dicen, no es lindo.

En el primer experimento, los investigadores dieron un test de inteligencia que “supuestamente” medía el coeficiente intelectual de 32 diferentes parejas. Los tests no fueron calificados, pero se les dijo a los participantes del estudio que su pareja sacó una nota superior o inferior al resto de los estudiantes. Los hombres cuyas parejas supuestamente tenían las notas más altas, sacaron una nota inferior en un test de autoestima que las parejas de las mujeres que sacaron notas inferiores. En otras palabras, cuando la pareja femenina de un hombre muestra tener mayor inteligencia, el hombre se siente peor sobre sí mismo.

Para los dos experimentos finales, los investigadores reclutaron a 657 participantes para que realicen un test online. Se les pidió a los 284 participantes masculinos que recuerden un momento cuando su pareja fue exitosa en un área específica, por ejemplo, intelectual o socialmente. Luego tomaron un examen de auto estima implícito. Los resultados demostraron que a pesar del tipo de éxito que la mujer tenía, su pareja se sentía mal luego de pensar en esos logros. Esto es especialmente cierto cuando la mujer ha sido exitosa en un área en el que el falló.

“Tiene sentido que un hombre se sienta amenazado si su pareja lo supera en algo que hacen juntos, como tratar de perder peso”, dice Ratliff. “Pero esta investigación encontró evidencia que los hombres automáticamente interpretan el éxito de su pareja como su propio fracaso, aunque no estén en una competencia directa”.

De acuerdo a Men’s Health, esta inseguridad nace porque los “hombres suelen interpretar “mi pareja es exitosa” como “mi pareja es más exitosa que yo”.

En el mundo actual, donde la mujer es exitosa e independiente, y cada vez ocupa puestos más altos, la realidad es que es un logro para el hombre estar con una mujer exitosa. Así que chicos, disfruten de su victoria: enamoraste a una mujer capaz y exitosa...Y eso sí es un logro.



QUICKIE

Darse un pequeño espacio puede ser beneficioso para tu relación de pareja. Las parejas que pasan una noche al mes separados tienen sexo con más frecuencia que las parejas que no lo hacen.

Quieres llamar su atención? 70 por ciento de los hombres asegura que lo primero que se fijan en una mujer, son sus ojos, de acuerdo a una encuesta a 1,000 hombres británicos.

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