jueves, 10 de octubre de 2013

¿Cuándo llevar a tu hijo a la piscina?



Muchos papás quieren compartir los juegos y alegrías de estar en la piscina con sus niños. ¿Cuál es la edad adecuada para iniciarlos en el agua? Según los médicos, deben tener al menos tres años. Antes son más propensos a contraer enfermedades parasitarias, sobre todo si van a una alberca pública que quizá no cumpla con los requisitos sanitarios de rigor.

Ten en cuenta que mucha de la gente que va a estos centros no cumple con las medidas necesarias sobre su higiene personal. “En general, estas personas no toman la precaución de darse previamente una buena duchada y, por tanto, las cargas bacterianas que cada una posee son depositadas en el agua”, explica el pediatra Juan Enrique Wantig.

Aunque las piscinas no son una fuente de infección de alto riesgo, el especialista llama la atención sobre los parásitos que se encuentran en mayor cantidad en la región anal. “Gran parte de las personas descuida su higiene antes de entrar a la piscina, esto la hace portadora de parásitos y, al ponerse en contacto con el agua, la contamina. Los pequeños que no saben de cuidados se tragan ese líquido y pueden llegar a enfermarse”, advierte. En cambio, los más grandes tratan de cuidarse y evitan tragar el agua que por accidente les entra en la boca. Por eso, es importante controlar a los más pequeños.

Los hongos son otro problema al que se exponen los menores en las albercas. “Éstos se presentan cuando las condiciones de la piel son propensas, vale decir: cuando hay falta de higiene y exposición a la humedad en forma constante”, manifiesta Wantig.

Está también el peligro de que los niños se ahoguen si no llevan salvavidas o si los padres los dejan solos. Si tienes una gran bañera en casa y tomas las precauciones necesarias será una ventaja hacer que tu niño pase unos minutos en el agua porque es uno de los mejores deportes que ayuda a desarrollar el cuerpo y a permanecer sano.

Como el agua de la piscina tratada con químicos alergénicos puede causar conjuntivitis y los ojos del pequeño también están expuestos. “Si bien los menores de tres años no mantienen la cabeza dentro del agua, de todas maneras llegan a mojarse los ojos y no soportan los lentes protectores, así que podrían resultar con problemas”, explica el oftalmólogo Rubén Carpio.

Y una vez que se familiarice con el agua, a los cuatro años el niño tendrá la condición física y motricidad suficientemente desarrollada para aprender a nadar. Y quién sabe, por ahí resulta un campeón.

Inflable

Si tu niño tiene menos de tres años y quieres aproximarlo al agua de forma recreativa, lo ideal sería que compres una piscina inflable, la llenes de agua a temperatura media y evites que se la trague. Así el contacto con el agua no será tan agresivo para el bebé.

Terapia

Si tu hijo necesita asistir a terapias en el agua por recomendación médica y no tienes la posibilidad de resolverlo en casa, asiste a las piscinas públicas, pero en días ordinarios para evitar que haya tanta gente. Trata de ser uno de los primeros y ofrécele un cuidado exhaustivo para evitar que se contamine.

Rinitis y otitis

Una vez que estés seguro de que no habrá contaminación, preocúpate de ponerle el salvavidas adecuado; para los más chiquitos lo mejor son los chalecos. Cuida además sus oídos y su nariz para evitar la otitis o rinitis alérgica, que se curan con gotas medicinales.

Fuente: Juan Enrique Wantig pediatra y Rubén Carpio oftalmólogo. Con datos de. http://www.elbebe.com/ocio-infantil/cuando-ensenar-nadar-ninos-pequenos


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