Nuestra manera de hablar tiene mucho que ver con lo que pasa en nuestra vida, con los estados de ánimo que experimentamos y con los resultados que vamos obteniendo, sean estos positivos o bien negativos.
Las personas de negativo hablar no se dan cuenta o no quieren darse cuenta de la relación que existe entre nuestro hablar y las circunstancias y resultados de nuestra vida.
El hablar de las personas positivas es muy diferente del hablar de las personas negativas. El hablar de las personas negativas se caracteriza por la agresividad contenida, por la mala voluntad expresada inconscientemente, por un sentimiento de odio oculto o encubierto y por el tipo de palabras que se emplean,aparte de todos los gestos y actitudes que suelen acompañar a una comunicación negativa.
Lo que las personas de negativo hablar ignoran es el hecho de que los sentimientos y las emociones negativas producen un desorden en el funcionamiento corporal y de esa manera, tarde o temprano se desencadena ese desequilibrio como un mal funcionamiento del organismo y si no se detiene la comunicación negativa que es como un autoenvenenamiento, llega a producir males irreversibles.
El hablar positivo es inofensivo y utiliza otro tipo de palabras que se enfocan en las cualidades humanas en lugar de los defectos personales.
Las palabras son como leyes personales que producen circunstancias, según la naturaleza de las mismas; las palabras cargadas de odio, de crítica y de maldad deliberada producen serios daños en las relaciones de las personas, en sus estados de ánimo, en sus resultados y en su forma de vivir la vida; se puede cambiar esta situación cuando utilizamos la “gramática transformacional”, a través de la cual aprendemos a anotar todas las palabras que consideramos negativas para analizarlas y ver la posibilidad de sustituirlas por palabras que expresen positividad y actitud amorosa hacia los demás.
Son muchos los hogares que se van separando y dividiendo por causa de la negatividad personal, de la envidia encubierta y del trato torpe y desconsiderado, en el que las personas no se dan cuenta de que una vez que han destruido una relación es casi imposible volver a reconstruirla. Es por eso que debemos aprender a cuidar la relación y a respetar a las personas que Dios ha puesto nuestro mundo, porque si se pierde una relación, se pierde una bendición en la vida.
Ahora que sabemos que las palabras son como leyes personales, comencemos a utilizar palabras y frases positivas como “éxito”, “aprendizaje exitoso”, “sinceridad”, “perseverancia”, “inofensividad a toda prueba”, “amor real hacia los demás”, “respeto a nuestros seres queridos”, “responsabilidad de lo que pensamos”, “buena voluntad”, “actitud mental positiva” y cualquier otra palabra, frase u oración que represente una buena intención y un buen uso que vayamos a darle al poder creador de nuestra mente.
Cualquier palabra que se escriba cien veces llegará a convertirse en una especie de ley personal y usted lo puede comprobar, los resultados de la positividad son siempre gratos y sorprendentes. *Afirmación para escribir cincuenta veces:”Paz-Prosperidad”.
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