lunes, 9 de octubre de 2017

Cómo ayudar a los hijos en la adaptación a la guardería



¿Estará mejor cuidado si se queda conmigo? ¿Cómo se relacionará con otros niños? ¿Lo pasará mal sin mí? ¿Estaré haciendo mal? Todas estas preguntas suceden en la mente de muchos padres. Pero la adaptación a la guardería no tiene por qué ser traumática y está en su mano facilitarles el paso hacia esta nueva etapa.

Sobre esta cuestión, que tan especialmente preocupa a los padres, nos resuelve las dudas Silvia Álava Sordo, psicóloga y directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes (España).

“Tenemos que pensar que el problema muchas veces es que los padres lo pasan casi peor que los niños”, apunta Silvia Álava.

Según nuestra entrevistada, debemos comprender que “el temor que podemos sentir es innato y lo tenemos que trabajar“. Asimismo, los padres tienen que ser conscientes “de que en muchos casos tienen que reincorporarse al trabajo y no es posible quedarse con ellos; no queda otra”.

En este sentido, la adaptación a la guardería deberá realizarse tanto para los hijos como para los propios padres. “Es bueno que vayan trabajando y madurando sobre esta cuestión desde el principio. Hay que partir de la pregunta: ¿queremos que nuestro hijo vaya a una guardería? ¿Cuáles son los puntos positivos? Y valorar las opciones”, comenta Silvia.

“Es importante que tengas presente que nadie va a querer a tu hijo tanto como tú (su madre o su padre), pero sí que sus cuidadores lo van a cuidar muy bien. No olvidemos que son profesionales“, matiza.

Así pues, resalta que llevar a los niños a la guardería es una muy buena opción para los niños. Adquirirán una mayor autonomía, sus padres podrán reincorporarse a sus trabajos y, además, los pequeños aprenderán muchísimas cosas: Desde socializar e interactuar con otros niños a estar muchísimo mejor preparados cuando vayan al colegio con tres años.



Aspectos a cuidar para una buena adaptación a la guardería

El proceso va a depender mucho de las características de cada niño. Hay que saber que no todos están preparados. “Hay niños a los que los pediatras recomiendan no llevar porque tienen un sistema inmunológico más débil y contraen muchos virus”, afirma la psicóloga.

No obstante, “a excepción de estos casos, la mayoría están preparados y pueden acudir sin problema y tener una correcta adaptación a la guardería o escuela infantil”, sostiene.

Es muy importante cómo llevamos a nuestro hijo. ¿Llegar a la guardería caminando o en brazos de mamá o papá? Dejar al pequeño a las puertas de la guardería con tristeza infinita “es algo que el niño va a percibir y que les hará echarse a llorar”.

“No nos damos cuenta, pero los bebés tienen una capacidad de observación impresionante y se dan cuenta de nuestras preocupaciones”, señala Silvia Álava.

Así pues, llevar al niño tan abrazado que el educador se lo “tenga que arrancar literalmente de los brazos”, va a ser negativo. Lo ideal es, si el niño ya anda, que llegue andando hasta el centro. Todo ello porque, como afirma Silvia Álava, “la cuestión es darle la máxima naturalizad y desdramatizar”.

Ligado a lo anterior, la experta insiste en que “no puede ser que el niño llegue dormido a la guardería y más tarde se despierte allí”. La sensación de abandono que puede experimentar al despertarse en un sitio completamente extraño estará asegurada.

Se trata de una práctica erróneamente utilizada por muchos padres pensando que es lo mejor para el niño. Según la psicóloga, “aunque dé mucha pena, debemos despertarle y explicarle, por muy pequeño que sea, que vamos a ir esa mañana a la escuela infantil o guardería, que va a estar con más niños, que se lo va a pasar muy bien, etc.”

Generalmente, cada centro posee unos sistemas de adaptación para ir poco a poco. “Hay que respetar los sistemas de adaptación y darles mínimo unos 15 días para ajustarse. Lo más probable es que a los cinco minutos los niños se lo estén pasando fenomenal”, explica la experta.

Por ello, añade: “Es muy importante hablar con los cuidadores sobre cómo pasa el niño el resto del día porque no es lo mismo un niño que se pasa llorando el día entero y que no es capaz de jugar con el resto de compañeros, que un niño que al poco de irse sus padres se le pasa el berrinche”.

Entre los beneficios de las escuelas infantiles destaca el trabajo de la correcta autonomía de los niños.

Una de las bondades resaltada por Silvia Álava es que los profesionales en el cuidado de los pequeños “saben perfectamente cuándo un niño está preparado para hacer control de esfínteres y cuándo lo está para quitarle el pañal, cuándo está preparado para comer solo, cuándo pueden darle cucharadas… o incluso los niños aprenden que después de jugar tienen que guardar todos los juguetes”.

De lo contrario, si un niño se queda en casa “tiene más posibilidades de que se lo hagan todo, ya que los padres se sienten encantados con ello”, advierte.

“Muchos padres creen que sus hijos son más pequeños de lo que en realidad son. Por lo que no se les está exigiendo ni permitiendo que adquieran una autonomía para la que sí están ya preparados”, señala Silvia Álava.



¿CUÁNDO SE DEBE DE ACUDIR A UN ESPECIALISTA?

En ocasiones, puede suceder que la adaptación a la guardería no marche como debiera. El niño ya debería hablar o hacer determinadas cosas que no está haciendo mientras que el resto de sus compañeros sí. En estas circunstancias, habrá que valorar detenidamente qué está sucediendo.

En estas edades, “tenemos que observar que el niño se está desarrollando correctamente y que está adquiriendo los principales hábitos”, sostiene Álava, quien añade que “pueden darse casos de niños que tienen un pequeño retraso madurativo en el desarrollo“.

No obstante, para tranquilidad de los padres, “cuando hay un retraso madurativo en el desarrollo lo detectan muy bien desde las guarderías“.

“Hay que respetar que cada niño hace las cosas a la edad a la que está preparado, pero cuando hay determinadas cosas que sí tendría que haber hecho a su edad y que no ha hecho, es bueno pararnos, evaluarlo muy bien y valorar si hay que remitirles a equipos de atención temprana”.

Es cierto que cada niño tiene sus tiempos, pero si se observa un desfase importante, deberá evaluarse para estimular al niño cuanto antes.

“El cerebro del niño, cuanto más plástico mejor. Los mejores años para estimularle son los primeros seis años de vida y de ellos, los más vitales son los dos primeros. Si no actuamos con ellos, sobre todo en esos dos primeros años de vida, cabrá la posibilidad de que luego vengan los problemas”, concluye la psicóloga.


Mamás dominantes, amores agobiantes



Toda mamá quiere, sin duda, lo mejor para sus hijos, pero a veces sucede que lo que ellas creen que es lo “mejor”, no necesariamente lo es. Ser mamá es una gran responsabilidad y por supuesto que todas comenten errores, pero es importante que se tenga en cuenta que existe una línea delgada entre la lucha por ser una madre equilibrada y razonable, y la de amar patológicamente, que es aquella que considera que sus hijos son su propiedad personal.

“Una madre dominante es la que tiene el control absoluto de sus hijos en extremo, es una madre que, al controlar y realizarles sus actividades, logra generar en ellos una dependencia patológica que conlleva sometimiento, inseguridad, ambivalencia y frustración”, dice la psicóloga Nancy Cristina Rubín de Celis Espinoza, de PsicoConsulting.

Estas mamás están psicológicamente enfermas y tarde o temprano dañarán, algunas de manera irremediable, a sus hijos, no sólo limitándolos en sus capacidades de maduración y de toma de decisiones, sino haciéndolos terriblemente dependientes.

Las madres posesivas impiden que sus hijos crezcan emocionalmente sanos. Cuidan de ellos excesivamente y hasta obsesivamente, volviéndolos débiles emocionalmente, entonces huyen ante cualquier dificultad o problema a los brazos de la mamá para que les solucione el problema.

“Estos hijos sufren tanta angustia que se sienten perdidos sin su mamá. Son madres que con el excesivo amor sobreprotector hacia sus hijos los convierte en tiranos con el resto de la sociedad”, dice la psicóloga.

Probablemente conoces a una mamá con estos rasgos, de hecho podría ser la tuya, la de alguna amiga, prima o de tu novio o esposo.

M consultó con la psicóloga Cristina Rubín de Celis para resolver algunas dudas sobre este tipo de mamá y así puedas evitar convertirte en una o si por el contrario tienes que lidiar con una suegra así, sepas como hacerlo.

¿Cuán dañino es para un hijo (a) el tener una madre dominante?

Es totalmente perjudicial, ya que la dependencia físico-psicoafectiva de la madre al hijo, lo somete a vivir con inseguridad de sus acciones, a no actuar con criterio propio o incluso a no surgir o salir adelante como persona adulta porque siempre esperará que su mamá piense y realice sus actividades. Además de que esta inseguridad no sólo provocará angustia en él, sino conformismo “mi mamá ya lo hará por mí”, ante cualquier burla o amenaza su inseguridad les lleva a ser autoritarios, agresivos, mostrando que tiene la razón cuando no la tienen (porque la mamá los convirtió en tiranos), de sus equivocaciones nunca son culpables, la culpa siempre es de los demás o de las circunstancias. Estos hijos serán personas dependientes. Muchas veces buscan a otra “madre dominante” en su pareja.

¿Qué características tiene un hijo o hija de mamá dominante?

La “madre castradora”, sobreprotege, induce, domina, cuida, guía, orienta, suple, dirige, invade, ante esto, el hijo o la hija pierde sus “alas” para volar y debe mantenerse permanentemente atado al nido.

Es el pago por el cuidado y ellas lo hacen prevalecer, es la extorsión afectiva llevada a su máxima expresión, además del sentimiento de culpabilidad, ella me da tanto debo pagarlo, ella se quedó sola por mí, entonces debo cuidarla o quedarme a su lado y la pareja que escoja tiene que quererme con ella.

Son hijos que incluso en la adultez se muestran flemáticos, sumisos, con cierta inutilidad, ya que no realizan nada solos. Se convierten ante los ojos de los demás en niños grandes, sin metas, incluso sin la capacidad de tomar decisiones.

¿Cómo poner límites a estas mamás si toda una vida se creció así?

Se debe hablar con la mamá, con respeto, en un lugar neutral, siendo asertivos:

1. Confrontarla. Hablar de lo que molesta, usando declaraciones que contengan la palabra “yo” durante la conversación, ser amable, aprender a defender nuestra posición, parecer ceder un poco con palabras como “entiendo tu posición”.

2. Modificar tu pensamiento. Tú tienes el control y no tu mamá. Soy adulto, no niño. No aceptes sobornos como regalos, dinero, bienes, cuando se trate de buscar independencia, es preferible parecer orgulloso que seguir dominado.

3. Toma sus comentarios como un consejo, no como una ley. No aceptes sus comentarios como órdenes si no como sugerencias, no ataques, si estas a la defensiva no avanzarás, ya que generarás de nuevo manipulaciones y sentimientos de culpabilidad.

4. Utiliza comunicación asertiva.

¿Cómo afecta a la vida de casados un hijo (a) que viene de mamá dominante?

Afecta en gran magnitud, ya que hay intromisión de la “madre castrante”, en el matrimonio, logra incluso que la pareja se decepcione de su cónyuge, porque no dará seguridad ni estabilidad una persona inseguridad y dominada, a la nueva familia, tomando en cuenta que es complicado engranar con la pareja y sus costumbres, peor si se debe incluir a un miembro de la familia extensa como es la suegra con sus normas y reglas rígidas e impositivas.

Generalmente, si no asisten a terapia psicológica, después de muchos malestares, incomodidades, peleas, terminan en separación y/o divorcio.

¿Cómo evitar convertirse en una mamá dominante?

Cortar el círculo de madres dominantes, ya que las que somos madres dominantes fuimos hijas dominadas, y asumimos ese rol por lo que anteriormente vivimos.

Debemos dar el rol a cada miembro de la familia, al esposo como padre y autoridad y nosotras como madres llenas de amor sano equilibrado, dejando que nuestros hijos piensen y realicen sus actividades por si solos, guiándolos y apoyándolos hacia su autonomía. /



¿CÓMO IDENTIFICAR A UNA MAMÁ DOMINANTE?

• Una madre sobreprotectora y controladora, los hijos tiene que hacer lo que ella dice.

• Una madre que carece de vida propia, es una madre asfixiante, toda su vida está hecha entorno a sus hijos, incluso de las amistades de sus hijos. Cabe recalcar, que este fenómeno se da especialmente entre madres que por una razón u otra tienen que criar hijos solas. Madres solteras, viudas o divorciadas. No obstante, el fenómeno se da también en mujeres casadas y con pareja estable, pero en situación de que incluso el esposo es sometido o dominado por la esposa.

• Una madre manipuladora, chantajista, que llora, monitorea todo, amenaza, que pide compasión con tal de que sus hijos hagan su voluntad y que incluso las nueras o yernos hagan lo que ella dice (suegra “castrante”). Prohíbe la expresión de sentimientos que supongan algo distinto a lo que ella considera bueno, en ese sentido, es emocionalmente invasiva al “dirigir” la respuesta emocional de sus hijos por el camino que ella supone y decide que es correcto. Busca la forma que sus hijos la necesiten. Para que eso se logre sus hijos tienen que de alguna forma estar indefensos o tienen que ser protegidos, incluso son inductivas a situaciones, como me soñé que estabas mal, ¿te está tratando bien tu esposo (a)?, estas bien?, quieres que te acompañe al médico? Lo que busca es protegerlos y cuidarlos, en otras palabras, dejarlos en situación permanente de dependencia. Ante cualquier indicio de “rebeldía” a lo que ella quiere hacer, es para ella motivo, de creer que son malagradecidos y el sentimiento de culpabilidad que genera en los hijos le permite a ésta madre retornar al dominio.

• Una madre crítica del entorno, de las personas, pero permisiva con sus hijos. Lo que los demás hacen está mal, pero lo que sus hijos hacen o dicen, aunque sea incorrecto jamás será incorrecto para ella, genera en los hijos dependencia a la aceptación de la madre al ver la incondicionalidad y ese amor desmedido que no es recibido por el resto y esa comparación de la aceptación y rechazo tenderá a que siempre busquen la compañía materna.

• Una madre que no acepta que sus hijos crezcan, que sean adultos independientes, no deja que hagan su propia vida, se entromete y quiere dominar incluso a los nietos.

domingo, 8 de octubre de 2017

El adolescente de hoy

PRESENTACIÓN

Los adolescentes de hoy son muy diferentes a los de hace 50 años, la vertiginosa sucesión de cambios en la ciencia, los medios sociales, la conducta, las costumbres es tan rápida que día a día los padres y madres, se sienten más desconcertados por sus propios hijos; ello tiende a provocar su alejamiento y disminuir el mutuo conocimiento.

Al mitigarse las relaciones familiares, los hijos se vuelven reacios a aceptar los consejos de los padres, muchas veces los mismos padres les dejan a sus hijos librados a su propia suerte, de tal manera que se ven obligados a madurar a fuerza de porrazos.

Hay que evitar pues la mutua defraudación, un adolescente que se siente defraudado por los padres o maestras (os) pueden sufrir traumas profundos muy difíciles de curar. Pero la cuestión no es echarle continuamente la culpa a los adolescentes, debemos ver ante todo cómo nos comportamos nosotros para con ellos.

Algunos adolescentes de hoy asumen conductas inadecuadas frente a la desintegración familiar, influencia de amistades, baja autoestima, los padres y madres deben pensar en cada decisión para no tener efecto negativo en la conducta del adolescente.



LOS ADOLESCENTES DE HOY

El adolescente de hoy, requiere ser fortalecido con estrategias en la toma de decisiones ante los males sociales, consumo de bebidas alcohólicas y drogas, pandillas, delincuencia juvenil, violencia escolar, para prevenir y evitar que se conviertan en seres sin futuro.

El adolescente de hoy, requiere que conozcan sus gustos e inquietudes, y ante todo conocer sus problemas y conflictos para apoyarlos oportunamente y pertinentemente.

El adolescente de hoy, en una encuesta de anteriores gestiones pedía a sus maestras y maestros:

• Que comparta sus preocupaciones

• Que estimulen sus trabajos

• Que sean justos en el ejercicio de su autoridad

• Que generen el respeto mutuo excluyendo el miedo

• Que sean honestos y auto críticos

• Que entiendan que su materia no es la única

• Que respeten la divergencia de opiniones

• Que sean coherentes entre lo que dicen y lo que hacen

• Que no vulneren sus derechos

El adolescente de hoy, en el encuentro de Presidentes de Centros de Estudiantes y tomando en cuenta el Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo, sueñan con tener el modelo de maestro

• Que tenga compromiso

• Que controle el uso del celular

• Que sea dinámico

• Que tenga seriedad cuando sea necesario

• Que tenga iniciativa

• Que tenga una mente abierta

• Que sean maestros comprensivos con los estudiantes

• Que sean maestros comunicativos con los estudiantes

• Que sean maestros estrictos en el momento que sea necesario

• Que sean maestros que no exageren en tareas

• Que sean maestros más dinámicos y actualizados

• Que sean más responsables

• Que utilicen métodos creativos de enseñanza

• Que sean maestros que incentiven las habilidades de los estudiantes

• Que comprendan el concepto de autoevaluación

• Que fortalezcan lazos familiares

• Que hagan prevalecer el derecho de los estudiantes

• Que se comuniquen con los padres y madres de familia

• Que nos enseñen educación sexual

• Que realicen acciones de prevención

• Que realicen más control sobre los estudiantes

• Que tengan mejor preparación

Los adolescentes de hoy, que piden a sus padres y madres de familia

• Que les dediquen más tiempo

• Que se comuniquen con ellos

• Que compartan actividades del establecimiento

• Que respeten sus gustos

• Que no ejerzan violencia contra ellos para imponer su autoridad

• Que no peleen delante ellos

• Que no se desautoricen entre ellos

• Que pongan reglas en el hogar y sean ellos quienes den ejemplo para su cumplimiento

• Que sean ejemplo en el ejercicio de autoridad

• Que conozcan y acepten a sus amistades

• Que dialoguen con ellos

• Que sean justos

• Que no desintegren la familia

• Que compartan sus problemas y conflictos

• Que sean sus amigos

• Que estimulen sus trabajos

Consideremos estos aspectos que piden y sueñan los adolescentes de hoy, porque no olvidemos que todos y todas las autoridades educativas, municipales, instituciones, la comunidad educativa y población en general, estamos obligados constitucionalmente a compartir la corresponsabilidad con la educación y aportar con la formación integral de los adolescentes.

En la actualidad "necesitamos formar adolescentes capaces de creer y crear", porque "la educación del adolescente de hoy es imposible que sea efectiva sin ser afectiva", para hacer frente a "los males sociales que convierten la vida de los adolescentes en una primavera sin flores, en un cielo sin estrellas".

domingo, 1 de octubre de 2017

Padres adoptivos observan falta de promoción para la adopción

La Asociación de Padres Adoptivos de Oruro, considera lamentable la falta de promoción de la adopción por parte de las entidades públicas nacionales, departamentales y municipales, pues debido a esa carencia se coarta a niñas, niños y adolescentes la posibilidad de ser parte de una familia.

"Lamentablemente en todo el país no existen políticas que realmente promocionen la adopción, hace falta mucho, tenemos en teoría muchas leyes y protocolos de adopción, pero todavía vivimos en ese encierro, con ese tabú tan grande del tema de la adopción, sin pensar en que estamos coartando a niñas, niños y adolescentes de gozar una vida en familia", expresó la secretaria de coordinación de la Asociación de Padres Adoptivos de Oruro, Sonia Medina.

Otro de los problemas que esa entidad ha identificado es la burocracia que existiría en las instituciones que tienen que ver con el proceso de adopción, pues debido a la tardanza en los trámites muchos solicitantes desisten en sus ganas de adoptar.

"La burocracia es otra dificultad en instituciones que están a cargo como son defensorías de la niñez, que ahora tienen el 90% de responsabilidad de hacer el trámite, facilitar y promocionar la adopción e investigar y dar agilidad a los papeles que liberen al niño de los padres biológicos que los han abandonado, para que éstos estén prestos a la adopción", dijo Medina.

La preferencia de los solicitantes, en una mayoría de los casos, es de niños de cero hasta tres años, por temas de adaptabilidad, pero la tardanza en algunos casos evita que los acogidos sean adoptados a la edad mencionada.

La asociación alberga a 96 familias adoptivas en Oruro, quienes realizan actividades para fortalecer las capacidades y roles, tanto de los padres como de los hijos.

"En este grupo nosotros podemos charlar sobre algunos temas que tenemos como padres adoptivos, experiencias que adquirimos con nuestros hijos, ya que no los hemos gestado nosotros, para que podamos crear lazos de amor y respeto, a medida que los hijos van creciendo recién vamos viendo algunas cuestiones que debemos ir mejorando", finalizó.