viernes, 28 de abril de 2017

Los Gen-Z toman la posta de los millennials


Den paso millennials. La generación Z, que se refiere a los jóvenes nacidos entre 1995 y el 2010 (esos que aprendieron a buscar un video en YouTube antes que a amarrarse los zapatos), está empezando a marcar la agenda de varias industrias por sus hábitos de consumo y a perfilar cómo serán los adultos del futuro cercano.

Mientras los más jóvenes acaban de dejar los pañales, los mayores terminan el colegio, o ya cursan estudios superiores, y toman decisiones que marcarán su vida.

Los Z son diferentes a la generación anterior (los millennials) y mucho más que la de sus padres, que crecieron en un entorno distinto. Estos son los ‘mandamientos’ que rigen su vida, según la revista Vogue.

Vivan los tutoriales
Son autodidactas y para ellos prácticamente no hay nada que no pueda resolverse sin un tutorial en YouTube. ¿Por qué ir a clases de guitarra si puedo ver un video en mi casa?

Multitasking
Crecieron haciendo varias cosas al mismo tiempo, y aunque eso reduce su capacidad de atención, pueden trabajar con varias pantallas a la vez mientras suben una foto a Instagram y ven una serie en televisión.

Ahora te escucho, ahora no
Su vida está interrumpida por notificaciones, por lo que su tiempo promedio de atención es menor a ocho segundos.

Antes muerto que tener un jefe
Los adolescentes actuales aspiran a tener un negocio propio y el vivir en un mundo tecnológico, los inspira a ser emprendedores y trabajar desde la comodidad de su casa.

Aquí y en la China
Crecieron conectados y el internet prácticamente está en su ADN. Según un estudio realizado por el Huffington Post, “los jóvenes de hoy tienen más cosas en común con otra persona de su edad de cualquier parte del mundo que con un adulto de su mismo país”.

Un emoji vale mil palabras
La Generación Z viene con un nuevo ‘abecedario’ y dicen todo con los íconos de las redes sociales.

jueves, 27 de abril de 2017

Maltrato infantil, 2 de cada 3 niños sufren algún tipo de violencia

l hogar, los centros educativos, las comunidades y las situaciones de emergencia humanitaria: estos son sólo algunos de los escenarios en donde, todos los días, miles de niños y niñas experimentan situaciones de maltrato en los países de América Latina y el Caribe. De acuerdo a datos de la Fiscalía General del Estado, en 2013 se tenía 500 casos de maltrato con lesiones graves en el país y 12 casos de infanticidio por año, cifra que se ha triplicado en 2016.

El maltrato infantil puede incluir violencia física, psicológica, y sexual, así como también negligencia o cuando el niño o niña es testigo de la violencia que se da en el ámbito doméstico.

Todos estos son escenarios en donde los niños y niñas deberían sentirse seguros. Esto y el hecho de que a menudo quienes ejercen ese maltrato son personas conocidas por ellos, dificultan su detección y denuncia, ya sea porque se esconde por vergüenza o porque se naturaliza como un hecho común.

Existen circunstancias que propician las situaciones de violencia hacia los niños y niñas. La pobreza, la cual es producto de multiplicidad de factores como ser la inestabilidad política, la guerra y la discriminación, suele ser una de ellas.

Actualmente existen 70 millones de niños y niñas en la región que viven en situación de pobreza, de los cuales dos de cada tres sufren regularmente violencia física o psicológica.

Otros datos regionales indican que dos de cada tres niños y niñas menores a 15 años experimenta algún tipo de disciplina violenta en el hogar, mientras que tres de cada 10 estudiantes adolescentes de entre 13 y 15 años son acosados regularmente en sus centros educativos, según un informe de Unicef titulado "Niños y niñas en América Latina y el Caribe. Panorama 2017".

Violencia sexual

A nivel nacional, cada día 16 niños, niñas y adolescentes sufren algún tipo de agresión sexual. Bolivia supera las cifras mundiales de violencia sexual infantil y adolescente. Según la Red de Protección a la Niñez y Adolescencia, el 8 por ciento de niños en el mundo sufre agresión sexual antes de cumplir 18 años, pero en Bolivia el porcentaje es de 23 por ciento.

Las secuelas son duras

Las consecuencias del maltrato infantil son preocupantes. Estudios científicos de todo el mundo evidencian secuelas a corto y largo plazo en los niños y niñas, dependiendo de la intensidad y el tiempo de duración de la situación de maltrato.

La mayoría presenta sentimientos de temor intenso, baja autoestima, dificultades para el relacionamiento con sus pares, y conductas agresivas o extremadamente pasivas.

Asimismo, un niño o niña víctima de la violencia tiene menor capacidad para aprender y alcanzar todo su potencial personal, así como también para hacer contribuciones positivas a la sociedad.

En el marco del Día Mundial contra el Maltrato Infantil, según un comunicado de prensa de Aldeas Infantiles SOS, Bolivia ratifica su compromiso con la Convención sobre los Derechos del Niño para poner fin a todas las formas de violencia contra las niñas, niños y adolescentes, y condena todas las formas de maltrato.

Agrega que éste es un problema urgente y, como sociedad, tenemos la responsabilidad de proteger a los niños y niñas de cualquier forma de maltrato. La visibilización de esta problemática es fundamental para su prevención y para ello es necesario un enfoque multisectorial.

También señala que poner fin al maltrato infantil es el compromiso que Aldeas Infantiles SOS Bolivia asume como organización, y lo hace asegurando ambientes protectores y de cuidado familiar, así como evita que los niños y niñas se separen de sus padres y hogares a causa de este y otros motivos.

martes, 25 de abril de 2017

Marthiña asegura que carga una “cruz”. Por tener el virus, fue discriminada, además perdió su empleo.

Delgada. Mide 1.76 de estatura. Su larga y gruesa trenza llama la atención cada vez que se la trae con su mano hacia su pecho. Marthiña así me llaman mis amigos, dice cuando se presenta y decide contar la “cruz” que carga desde hace dos años.

Era justo el mes de la primavera, septiembre, cuando comenta que sintió que el sol dejaba de irradiar su vida.

Fue precisamente un 22 de septiembre, un día después del Día del Amor y de la Primavera cuando descubrió que tenía el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

Desde aquel día, la vida de Marthiña, una beniana de 27 años que radica en Cochabamba, se vio complicada, porque no solo fue abandonada por su pareja, sino que aquel hombre al que amó la delató ante sus compañeros de trabajo que ella tenía VIH.

Aunque ella pensó que encontraría solidaridad en sus compañeros tras que se enteraran, “solo sentí desprecio y hasta miedo, porque algunos creían que con tan solo tocarme o tomar agua del mismo vaso contraerían el virus”.

Mientras recuerda cómo sus compañeros se distanciaban de ella y ya no la tomaban en cuenta para algunas actividades, sus ojos se llenan de lágrimas. También cree que uno de los motivos por el que fue echada de su trabajo, fue precisamente por tener el VIH.

“No me echaron de frente, simplemente la empresa donde creí que podía mostrar mi talento y desarrollarme profesionalmente decidió no renovar mi contrato, pese a que cuando entré había destacado mi currículum y prometido incorporarme luego de los tres meses de prueba”.

PAREJA ¿Cómo los compañeros de trabajo de Marthiña se enteraron de que ella tenía VIH?

La joven nunca creyó que nada menos que el hombre que amó y con el que vivió unos años la delataría. “No podía creer que Jaime buscaría a mis compañeros para decir que tengo VIH, pero lo hizo. Fue una cruel venganza”.

Mientras se seca las lágrimas, cuenta que jamás imaginó que tendría el virus. Es más, hasta ahora no sabe si fue Jaime quien le transmitió o una anterior pareja que tuvo cuando tenía 24 años.

“Jaime también tiene VIH y él me culpa, porque dice que yo le transmití. Luego de que me detectaron, se hizo la prueba y salió positiva. Por ahí él ya tenía y fue quien me transmitió y yo no lo sabía”.

¿Por qué te hiciste la prueba del VIH?

“Hay empresas que para contratarte te piden una serie de exámenes de laboratorio, y aunque no solicitaban una prueba de VIH, decidí hacerme”.

Tras conocer el resultado, Marthiña dejó pasar un tiempo para luego contarle a su pareja que tenía VIH.

“Yo no podía ocultarle tal situación, porque yo pienso que fue él que me transmitió. Le pregunté si él sabía que tenía el virus, pero él negó”.

Tras la confesión, Jaime no solo la gritó, sino que la golpeó y acusó de infidelidad. Casi de inmediato acudió a realizarse las pruebas y ellas confirmaron que él también tenía el VIH.

“Pero su maldad llegó más lejos y contó mi drama a mis familiares, quienes también se alejaron y pocos fueron los que decidieron darme una mano para seguir adelante”.

Desde aquella vez, Marthiña dice que su vida no es la misma. A pesar de que sueña con ser madre y volver a amar, comenta que prefiere abstenerse para no volver a vivir el desprecio de un hombre.

“Tengo miedo que se enteren y huyan. Tener VIH es como tener un secreto que nadie debe enterarse, sino mueres en vida”.

Para tratar de aliviar esa “cruz”, dice que decidió cambiar de ciudad y dentro de poco anuncia que migrará a Santa Cruz.

Cree que allá será diferente, porque nadie sabrá su secreto para comenzar de nuevo.

“Desde que me despidieron he realizado trabajos temporales y he evitado por todos los medios que mis empleadores y compañeros de trabajo se enteren de que tengo ese mal. Hasta ahora he podido evitar vivir un similar episodio que el pasado. Sin embargo, temo que Jaime vuelva aparecer y me vuelva a delatar”.

Según Marthiña, su expareja habría migrado a España, “pero uno nunca sabe cuándo podría volver a atacarme porque cree que yo soy la culpable, la infiel, la traidora”.

Pese a la difícil situación que vive, asegura que desde que supo que en su cuerpo vive el virus no solo toma los antirretrovirales, sino que asumió todas las medidas de seguridad para no transmitir.

“No es fácil asumir que tienes el virus, así como tampoco adecuarse a todas las medidas, pero hay que hacerlo para seguir sobreviviendo en este mundo que es poco comprensible y solidario”.

Marthiña ahora sueña con comenzar de nuevo en Santa Cruz, donde ha tomado contacto con gente amiga e indica que ya tiene en puerta una posibilidad de trabajo.

“Debo seguir viviendo, luchando, pero guardando en secreto el VIH para no sufrir ni ser discriminada”.

Relaciones

Las mujeres con el VIH contraen principalmente en relaciones heterosexuales y, a menudo, dentro del matrimonio. Pese a ello, muchas veces son abandonadas.

1 Dato

Las mujeres constituyen aproximadamente la mitad de todas las personas con el VIH en el mundo.

Las mujeres sufren a menudo un efecto más agudo del VIH que los hombres, debido a una combinación de factores sociales, económicos y biológicos, según datos de la ONU.

María se casó y se embarazó después de saber su diagnóstico

En un solo día, María (nombre que protege su identidad) recibió las dos peores noticias de su vida. El fallecimiento de su prometido y el diagnóstico positivo del Virus de Inmunodeficiencia Humana.

Meses antes de contraer nupcias con su enamorado de más de un año que había llegado de trabajar de Argentina, todo cambió de manera repentina.

Ella y su pareja deambularon por atención médica y un diagnóstico a las afecciones y debilitamiento que tenía su prometido. Las altas temperaturas subían y bajaban, pero nadie sabía lo que tenía.

Pero ya era demasiado tarde, el virus estaba en una etapa muy avanzada y pasó a ser el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA).

Pero no fue hasta el día del fallecimiento, 30 de octubre del 2011, de su pareja que ella se enteró de la transmisión.

“Perdóname”, fueron las últimas palabras que María logró escuchar de su prometido antes de que este falleciera en su seguro médico.

Atemorizada por su vida, María solamente alcanzó a contarle a su hermana lo que pasaba. Hoy en día su diagnóstico es conocido por sus tres hermanos, los médicos y su pareja.

Como sucede en todos los casos, la reacción de María fue de rechazo. La depresión, el miedo a morir y muchas preguntas sobre el síndrome rondaron su mente. Pensaba que nunca más se enamoraría y que menos llegaría a ser esposa o madre.

Pasado un año, conoció a otra persona, un hombre que hoy es su pareja y padre de su hija.

María se había informado de los deberes y obligaciones que tenía como persona con VIH y le contó de su diagnóstico cuando eran enamorados.

Pero sin poner etiquetas y perjuicios, su pareja le dijo que quería pasar el resto de su vida con ella.

María estaba preparada para el rechazo cuando de manera contraria su novio le propuso matrimonio.

“Le dije que nunca podríamos tener relaciones sin condón, que no sabía cuánto iba a vivir y que tal vez nunca le daría un hijo- A pesar de eso, él se quería casar conmigo. Es el mejor regalo que me ha dado la vida”, cuenta entre lágrimas María.

Cerca a cumplir 30 años, María ya estaba casada y en ese tiempo era una de las primeras mujeres que buscó tratamiento.

Los primeros meses, después de conocer su diagnóstico, no tomó nada porque los fármacos no habían ingresado al país.

En menos de un año bajó de peso y se puso muy mal. “Pensé que iba a morir, pero recuperé”.

En 2002, cuando se enteró que una donación del Brasil llegaba a Bolivia, viajó hasta La Paz para recibir el tratamiento.

Cuenta que fue discriminada y que los médicos le indicaron que no tenía la suficiente carga viral como para recibir los fármacos.

Después de varias intervenciones, finalmente obtuvo la donación. Pero, sus viajes a La Paz para recibir el medicamento eran frecuentes.

Desde ese entonces María no ha dejado de tomar el tratamiento ni un solo día.

Nadie que la conozca y no sepa de su diagnóstico puede saber si tiene VIH o no porque es bastante saludable y no aparenta tener problemas. No se ha internado nunca por el síndrome porque toma su medicamento una vez por día.

“Inventé mi propio método de embarazo sin transmisión”

La determinación y dedicación de María por tratar su enfermedad han hecho que se convierta en una mujer ejemplo para todas las personas que viven con el VIH.

A un principio, para ella era difícil pensar en traer un hijo al mundo. Pero, se fue informando cada vez más de la enfermedad hasta que asimiló que sí podía ser madre si cumplía con una serie de requisitos.

Conversó del tema con su pareja y decidieron tener un hijo.

Confiesa que no tenía el dinero suficiente para pagar por un tratamiento de reproducción asistida para poder concebir al hijo y no transmitir el VIH a su pareja, así que inventó su propio método.

Cada vez que su pareja eyaculaba, lo hacía en una jeringa que luego era introducida en el cuerpo de María para lograr la concepción.

Después de varios intentos, la pareja lo consiguió. María quedó embarazada de una niña que hoy ya tiene cinco años.

Su embarazo fue como cualquier otro, sin complicaciones muy graves.

Pero, tuvo que cambiar su medicación para no afectar al bebé.

Su hija fue sometida a los exámenes que corresponden para identificar la carga viral y salió negativa. Después de tomar algunos medicamentos para su protección, hoy se encuentra totalmente saludable.

María y su familia llevan adelante una vida normal; ella dejó su trabajo en el magisterio para dedicarse totalmente a su familia.

Su rutina empieza cada día a las 5:00 de la mañana para preparar el almuerzo y llevar a su hija al kínder. Durante la mañana pasa clases y resuelve diligencias para luego recoger a su niña de la escuela y pasar luego por su esposo.

Su método para poder quedar embarazada ha sido difundido entre las mujeres que tienen VIH que le han pedido que las instruya para poder quedar embarazadas sin transmitir el virus a sus parejas.

El ejemplo de vida de esta mujer ha servido de inspiración para la película “Algo más que vivir”, producida por el Instituto del Desarrollo Humano.

9 de cada 10 familias tienen niños que sufren violencia en Bolivia



Cada 25 de abril se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil, una fecha en la que diversas instituciones hacen énfasis en sus labores a fin de concienciar a la colectividad sobre las consecuencias del maltrato en menores.

El fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef por sus siglas en inglés) señala que todo tipo de violencia hacia la niñez y adolescencia es evitable y se puede eliminar, pero que antes, es necesario cambiar nuestra cultura de la violencia, por una cultura del cuidado, buen trato y el respeto en el espacio familiar. Según datos que maneja esta entidad, en Bolivia, 9 de cada 10 familias admitieron vivir en medio de violencia.

“Si miramos el tema de la violencia vemos que de los datos de la encuesta de demografía y salud, nueve de cada diez familias admiten haber vivido en medio de violencia, y con niños y niñas que han crecido en medio de ella. Los entrevistados advierten que en sus hogares se ejerció violencia por diferentes razones”, expresó la representante de Unicef en el país, Sun-Ah Kim Suh, en una entrevista con EL DEBER realizada en la previa al Día del Niño.

Es imperativo invertir desde la sociedad y el Estado en las acciones de sensibilización y prevención, fortaleciendo aún más la capacidad de respuestas institucionales eficientes, para garantizar la protección de todos los niños y niñas. Solo así se podrá transformar la forma cómo la familia, la comunidad y el Estado se relacionan con los niños y niñas, más allá de la tutela, a una relación de respeto por sus derechos.



viernes, 14 de abril de 2017

Hijos ‘perfectos’ pero tristes



Todos quieren ser perfectos, brillar en lo personal, intelectual, profesional, económico y hasta en lo estético. Pero, tantas exigencias alimentadas por la sociedad actual no solo presionan a los adultos, sino que se han tornado en un alto y pesado medidor para los niños, advierten especialistas en el tema.

Los pequeños también quieren ser los mejores, por lo menos y en una primera etapa, para sus padres. “Esas exigencias y el temor a no cumplirlas pueden generarles frustración, un efecto contrario a lo que buscan los padres. Por eso, hay que tener expectativas reales con ellos”, comenta el psicólogo Roberto Peña.

El terapeuta ejemplifica: si un padre critica al hijo por su apariencia física en vez de estimularlo y ayudarlo, mellará también la salud emocional del menor. O, si una madre sueña que su hija destaque tocando un instrumento o cantando, sin considerar que no tiene vocación, la experiencia puede tornarse en un infierno de frustración.

La psicóloga Lizette Gallegos identifica que ese deseo de perfección es de los padres, lo que conlleva a presionar a los hijos a realizarlos, a ser buenos y mejores, como si no lo fueran. A su vez, los niños buscan aprobación de sus progenitores, y ese afán puede hacerlos infinitamente infelices. “Puede generarles ansiedad y baja autoestima al saber que no cumplen con el ideal de sus padres”.

Los casos no son iguales. Peña dice que hay menores que siguen el modelo de sus padres en la búsqueda de sobresalir. “Quizá son los menos, pero hay niños que se esfuerzan y dan muestras de voluntad inquebrantable para lograr objetivos, lo cual es muy bueno. Lo que hay que tomar en cuenta es el equilibrio, porque si el triunfo se vuelve un vicio y no consiguen lo que anhelan, quedarán profundamente heridos y frustrados al punto de generar depresión en la edad adulta”.

Según los psicólogos, los niños que crecen con la idea de ser perfectos viven con miedo constante a cometer errores. “Acumulan ansiedad siendo imposible alcanzar la aprobación buscada, mensaje que se refuerza ahora no solo en casa sino fuera; en los medios y en la sociedad, de ahí las altas demandas laborales y de imagen que hay”, detalla Gallegos.

“Esa demanda hace que los padres deseen niños multifunción ‘para que sepan y puedan defenderse en la vida’. Pero, paradójicamente, esa presión aplastante los anula y daña”, recalca.

En ese círculo vicioso, hay una salida. Peña identifica el desarrollo firme y constante de la autoestima. “Para ello se debe identificar las habilidades y reforzarlas. También es saludable ponerles desafíos y mostrarles que la vida tiene variables y por no conseguir todo lo que se quiere no se acaba el mundo”. Y lo más importante, ratificar que él o ella sigue siendo tan valioso y amado como siempre, tal vez más por el esfuerzo puesto en llegar a las metas.

jueves, 13 de abril de 2017

¿Hijos? todavía

Hay quienes afirman que haber tenido hijos fue la mejor decisión del mundo, como hay otras que no incluyen la maternidad en ninguna etapa de sus vidas. Sin duda alguna, hoy en día se vive una época socio-económica, donde la mujer asume varios roles más allá de la maternidad, explica Fanny Parrado, psicóloga clínica y organizacional. Indica que, las nuevas generaciones son educadas para conseguir metas y propósitos. Lo más probable es que por ello muchas formen un plan de vida por sus proyecciones, metas personales o de pareja.

Paso a paso. Respecto a la presión que puede surgir en la sociedad por formar un hogar con hijos, la terapeuta indica que el ser humano se realiza de manera integral y el ser madre es un aspecto de posible realización, siempre y cuando esté en la proyección de vida personal, pareja, familia extensa, trabajo, profesión, entre otros.

Cuándo estás en una relación. Para el psicólogo Yohonny Ledezma, en una relación de pareja, dentro del proyecto de vida en común, lo ideal es tener hijos, porque esto permite evolucionar. Pero es una decisión que se toma bajo responsabilidad, compromiso y sobre todo amor. En caso de optar por no tener hijos, esto debe ser consensuado también en pareja.

Factores de riesgo. Es importante pensar y reflexionar sobre cada decisión que se toma, enfatiza la psicóloga, respecto a la decisión de optar por métodos radicales, más aún cuando ya han pasado los 30 o 40 años, cuando será más complicado, costoso o irreversible tener un hijo si se cambia de decisión.

Algo personal. Sobre el pensamiento de que no tener hijos afecta la relación, es totalmente falso, asegura Parrado. “Los hijos no son la razón de la pareja, es una elección consciente o inconsciente muy personal”, expresa. Ledezma también agrega que, la condición de ser madre es limitada, vale decir que mientras busca sus prioridades muchas veces es sorprendida por la menopausia, poniendo fin a dicha condición lo que podría desencadenar problemas psicosomáticos.

Estudio dice que solo el 50 por ciento de menores quiere volver a su casa

El 50 por ciento de los adolescentes que huyó de su casa y que hoy se encuentra en hogares de acogida, quiere volver con sus familias, mientras que el 25 por ciento desea formar la suya propia, y el otro 25 por ciento no piensa en volver a su casa, según un estudio elaborado y publicado por el Viceministerio de Seguridad Ciudadana y Unicef, en Cochabamba.

En cuanto a la falta de protección, el mayor problema de la calle tiene que ver en un 45 por ciento con la agresión de algunos policías, en un 34 por ciento con lidiar con las agresiones de sus propios amigos (as) y/o pares, y en un 16 por ciento con las agresiones de la población en general.

El consumo de drogas con 47 por ciento es el mayor de los problemas de salud que enfrentan los adolescentes que están en las calles, seguido de las heridas y dolores leves que sufren con 23 por ciento , y las diversas enfermedades que padecen como la tuberculosis, cirrosis y afecciones respiratorias que abarcan el 13 por ciento . Un 7 por ciento se ve afectado por el VIH y 3 por ciento por el aborto.

A nivel familiar, los adolescentes en situación de calle que formaron sus propias familias con otros adolescentes o mayores sufren relaciones violentas y transgresoras, porque son padres y madres adolescentes sin un proyecto de vida definido. Hay madres adolescentes que consumen drogas y alcohol y que han perdido a sus bebés, pero ellas no recuerdan si los regalaron o dónde los dejaron.

Su situación económica es también muy crítica. Los adolescentes que participaron en los grupos focales señalan que 70 por ciento de sus actividades económicas para sobrevivir está basada en el robo de objetos menores, un 20 por ciento se dedica a la explotación sexual comercial (sobre todo mujeres), y el 10 por ciento vende cosas y/o productos.

CASOS DE VIOLENCIA No es extraño que una de las principales causas para que niños y adolescentes huyan de sus casas sea la violencia intrafamiliar. De acuerdo con datos de la Defensoría del Pueblo, el 85 por ciento de los casos de delitos relacionados con violencia, maltrato físico y psicológico infantil ocurren en el entorno familiar. “Son el principal círculo donde se ejerce la vulneración de derechos de los niños”, dijo Hernán Rico Guzmán, responsable de la Delegación Especial del Defensor en materia de niñez y adolescencia.

Además de la violencia, otros factores obligan a los menores a escapar de sus hogares. Para Rico, los problemas socioeconómicos son los más importantes.

“Uno de los grandes problemas de la sociedad es el económico. Éste influye en que la mamá salga a trabajar, el papá salga a trabajar y entonces los niños o adolescentes empiezan a asumir responsabilidades que no les corresponden. Se generan problemas en las familias, familias disfuncionales, familias desintegradas que hace que estos niños y adolescentes tengan problemas y terminen en las calles”, explicó el delegado defensorial.

En el otro extremo, la falta de empleo de los papás también influye. Si el padre no tiene un empleo estable, con seguro de salud y jubilación, es obligado a migrar incluso fuera del país.

El divorcio y la violencia ponen a niños y adolescentes en las calles

La mayoría de los niños, niñas y adolescentes que huye de su casa en Cochabamba lo hizo por el divorcio de sus padres y por la violencia intrafamiliar en sus hogares, según un estudio del Viceministerio de Seguridad Ciudadana y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef por sus siglas en inglés).

Los menores, que se han visto obligados a escapar por estos dos factores, al igual que el resto, se enfrentan a otros peligros fuera de sus casas como la trata y tráfico, la drogadicción y la prostitución.

Sobre este tema el delegado especial de la niñez y adolescencia de la Defensoría del Pueblo, Hernán Rico Guzmán, dijo que en Cochabamba existe una población de 2.200 menores de 18 años en centros de acogida y bajo la tutela del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges).

A esta cifra se debe sumar la población de menores en situación de calle, que llegan a 450.

El informe del Viceministerio de Seguridad Ciudadana y Unicef alerta sobre la urgencia de tomar acciones inmediatas para evitar un escenario de incremento de mortalidad de esta población vulnerable.

El mismo documento, elaborado a partir de grupos focales con niños y adolescentes y representantes de instituciones que trabajan con la temática, las principales causas para que los menores abandonen sus hogares y vayan a la calle, son fundamentalmente por tres tipos de problemas: familiares, un 31 por ciento , educativos, un 24 por ciento , y sociales un 13 por ciento .

Específicamente y por orden de importancia, los niños y adolescentes entrevistados, entre 14 y 18 años, reconocen que las situaciones más frecuentes que los impulsa a dejar sus hogares son: el divorcio de sus padres, el consumo de drogas, la violencia física, el abuso sexual en casa, el abandono, los problemas con los padrastros y la influencia de los malos amigos.

En el entorno familiar, las principales causas identificadas son la violencia intrafamiliar, según el 26 por ciento de los consultados, seguida del abandono familiar, 16 por ciento , abuso sexual y alcoholismo, 13 por ciento , y por último la desintegración familiar, 10 por ciento .

“Los papás abusan a sus hijas y las mamás no saben”, es uno de los testimonios recogidos entre mujeres de edades comprendidas entre 14 y 20 años que sufrieron la situación de calle.

Los problemas educativos son también factores que obligan a los niños y adolescentes a abandonar a sus familias y hogares.

Según el diagnóstico, los factores expulsores a nivel de la educación tienen que ver en un 50 por ciento con la deserción escolar y en un 25 por ciento con el fracaso escolar y los insuficientes programas y metodologías que emplean los profesores en el aula. Así lo manifestaron los adolescentes que participaron en los grupos focales dirigidos por Unicef en Cochabamba.

La deserción escolar se da por diferentes causas como la falta de recursos económicos en la familia, lo que tiene como consecuencia que los niños y adolescentes abandonen sus estudios y tengan que trabajar en las calles desde temprana edad.

El fracaso escolar ocurre cuando los menores pierden el año y tienen temor al castigo de los padres, lo que ocasiona que huyan de sus hogares y comience su contacto con la calle.

El estudio añade que también pasa que a los chicos no les gusta estudiar y creen que es aburrido, lo que hace que su rendimiento escolar sea bajo que, a su vez, es motivo para que los tilden de “burros”. Por esa razón, dejan la escuela y comienzan a tener contacto con el mundo de las calles.

Testimonios

“Los papás abusan a sus hijas y las mamás no saben”, es uno de los testimonios recogidos en la investigación entre mujeres.

Causas



La investigación del caso, promovida por el Viceministerio de Seguridad Ciudadana y Unicef también menciona 10 causas por las cuales las personas menores de 18 años determinaron alejarse de sus hogares.

Violencia intrafamiliar

Se da cuando uno o varios de los miembros de la familia recurren a la violencia como una forma de educar, corregir y sentar la autoridad.

Abandono familiar Situación que se presenta principalmente por motivos de trabajo y/o por padres que se dedican al consumo de bebidas alcohólicas o drogas.

Mala comunicación

Cuando los niños y adolescentes no gozan de una adecuada y fluida comunicación con sus padres, se sienten incomprendidos y no queridos.

Desintegración familiar

Surge principalmente cuando alguno o ambos padres se ven obligados a dejar la familia ya sea por un divorcio o por un viaje al exterior en busca de

oportunidades de trabajo.

Padres ausentes

Otro factor muy fuerte se da cuando ambos padres trabajan, ocasionando que el cuidado de los hijos recaiga en ellos mismos y que no exista ningún control de parte de sus progenitores.

Crisis de modelos

Cuando los hijos no identifican un modelo a seguir que les brinde seguridad, por lo que buscan esa referencia fuera de sus casas.

Migración

Un factor que acelera la salida a la calle porque, generalmente, los hijos menores son enviados a la ciudad a vivir con parientes o solos.

Abuso sexual

Es uno de los motivos más frecuentes de expulsión de las niñas y adolescentes a las calles. Habitualmente el abuso y la violencia sexual vienen acompañadas de violencia física y psicológica.

Muerte de padres

Casi siempre quedan al cuidado de familiares, quienes muchas veces los explotan y maltratan, abusos por los cuales aceleran su salida a la calle en Cochabamba.

Padrastros y madrastras

Se dan cuando existe una relación violenta entre los padrastros o madrastras, los que terminan expulsando a los niños y adolescentes a las calles de la ciudad.

Los cambios en la adolescencia

Los padres deben ser conscientes de que la adolescencia comprende cambios físicos y psicológicos en sus hijos, que es el paso de la niñez a la adultez no siempre es sencillo y que en este camino tendrán muchas dudas que los llevarán a tener crisis de identidad, antes de convertirse en un adulto responsable de sus actos.

Femenina conversó al respecto con la especialista en atención integral al adolescente Claudia Salazar, quien hizo referencia a la adolescencia y las diferentes etapas por las que se atraviesa según las distintas edades, antes de llegar a la edad adulta.

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la adolescencia en tres etapas: temprana, media y tardía. De los 10 a 13 años de edad hablamos de adolescencia temprana, de 14 a 16 años la media y de 17 a 19 años la tardía, cada una con sus características propias”, afirma Salazar.

Según la especialista, la adolescencia temprana comprende los cursos de sexto de primaria, primero y segundo de secundaria. En esta etapa, el interés por los estudios y otras actividades en conjunto son similares, el destacarse en algún deporte y comenzar a fijarse en la apariencia personal comienza a cobrar importancia.

“Cada grupo etario tiene diferentes problemas, por tanto la adolescencia debe ser abordada desde un punto de vista biopsicosocial que incluye salud, psicología y los factores sociales. Si bien la parte de salud, por lo general, no presenta mayor dificultad, es el proceso de transición en el que surgen dificultades y no precisamente para el adolescente, sino para sus papás que no saben cómo afrontarla”, explica Salazar.

“Las mamás en ocasiones quieren que los papás sean una buena madre, en lugar de que ejerzan el rol que les corresponde, el trato de padre e hijo o madre e hija es totalmente distinto y esta se constituye en una de las principales dificultades que ambos padres deben comprender y solucionar con madurez”, asegura la especialista.

REBELDÍA

Como se ha mencionado anteriormente, la adolescencia es una etapa de transición en la que aflora la rebeldía de los jóvenes y esto debe ser tomado como algo positivo en el crecimiento personal, pero siempre y cuando sea canalizado con un propósito específico.

“Hay que comprender esta rebeldía y saberla guiar. Si un adolescente quiere ser rebelde que ésta lo conduzca a desarrollar un aspecto positivo en su vida. Considerando que la guía no debe ser opresiva (castigo), sino dialogada, manejando los límites que es lo más importante en esta etapa”, agrega Salazar.

La profesional asegura que el poner límites significa explicar al adolescente hasta dónde puede llegar sin que se ocasione una lesión a si mismo o a una tercera persona. Dentro de estos límites también está el enseñar a ser responsable de sus actos, en un marco de amor y respeto.

“Por ejemplo: el horario de llegada al hogar para los niños menores de 6 años debe ser 8 de la noche y de los mayores de una hora después. En el caso de los padres ellos también deben tener sus límites. Si se organiza una cena familiar a las 21 horas y el padre llega a las 23 horas no es correcto. En todo caso si existe algún percance deberá anunciarlo y pedir que continúen sin él”, dice Salazar.

No se puede exigir el cumplimiento de los límites en los adolescentes sin tener los padres los suyos, ni pedir que los jóvenes no beban cuando son ellos los que cada fin de semana los recogen de las cantinas a sus progenitores en estado inconveniente.

“De los 10 a 13 años es una etapa de relativa tranquilidad, porque en esas edades comienzan a desarrollarse las características biológicas que marcan la diferencia significativa en el cuerpo de la mujer y el varón, descubren un poco más de la sexualidad, no existen grandes problemas de salud, en el campo psicológico existe baja autoestima, en particular si se ponen etiquetas como gorda o gordo”, acota la especialista.

De los 13 a los 15 años de edad es cuando comienza la mayor rebeldía y con ella los problemas psicosociales como el consumo de alcohol en las fiestas. Es una etapa muy frágil en el aspecto sexual porque aumenta la atracción por el sexo opuesto.

“Los adolescentes comienzan a preocuparse por su aspecto físico ya que surgen los primeros enamoramientos, el deseo sexual aumenta, es una etapa de mucho cuidado, porque hay que saber guiar y no prohibir. Hablar de los cambios que tendrá su cuerpo y de las sensaciones que sentirá, y cuándo debe frenar ciertas situaciones que pueden conducirlos a algo no se deseado”, enfatiza la especialista.

martes, 11 de abril de 2017

Lecturas sutiles Envejecer es inevitable


El paso del tiempo es inevitable, no se puede escapar de las manecillas del reloj biológico, se envejece con el tiempo, uno mismo no percibe los cambios que se van produciendo lenta o rápidamente en el cuerpo, de manera que sorprende ver que el otro igualmente envejece.

Que desafío vivir envejeciendo día a día, en permanente cambio, como única constante, para todos por igual.

El envejecer hace que muchos se angustien, sientan ansiedad, miedo, temor, inseguridad, influenciados porque la sociedad actual da excesivo valor a la juventud, por encima de la experiencia.

El mercado ofrece innumerables métodos para prolongar la juventud, costosos tratamientos, modernos y no tan modernos, con resultados que producen frustración, son solo paliativos, no logran detener el envejecimiento, el tiempo sigue avanzando a pesar de cualquier esfuerzo realizado.

Sucede que el envejecimiento se da en el plano físico y psicológico, la pulsión que es esa energía de vida, fuerza motora que impulsa, que nunca se detiene, no reconoce edad o condición física, no negocia, empuja a la satisfacción, produce molestia e molestias al cuerpo, que al no poder satisfacerla, puede expresarse como enfermedades, depresión y otros tipo de síntomas.

Al decir que la pulsión no envejece, no modifica su fuerza, empuja sin parar, es necesario e ideal lograr encontrar la manera de canalizarla, realizando nuevas actividades, que sean una vía para descargar tensión acumulada, mediante actividades familiares, lúdicas, lectura, pintura, ejercicio físico, meditación, música, que incidan en la prevención de un mayor deterioro de funciones físicas y mentales.

La sexualidad es un aspecto que también se relaciona con la vejez, se da por supuesto, que al envejecer el deseo sexual se apaga, sin embargo la pulsión no sufre semejante transformación, lo pulsional se mantiene en constante empuje a la satisfacción, situación que incomoda al anciano, que puede tener un deterioro corporal y no responder físicamente.

Existen grandes miedos en la vejez, por una parte el miedo que se relaciona con la propia muerte, ya no pensar en la muerte como algo ajeno que le sucede a los demás, esta vez se presenta como algo real, que le toca a uno.

Otro miedo se relaciona con la enfermedad, miedo a perder capacidades que pueden cambiar la calidad de vida de uno mismo.

Miedo a la soledad, estar sin personas que den contención y afecto, disponer de demasiado tiempo libre.

Es importante considerar que después de la jubilación, esta no signifique el cese total de actividades, al contrario, el seguir realizando las cosas que apasionan, que gustan y se disfrutan, que producen satisfacción, permitirá que lo inevitable sea más aceptable.

NOTA: Para cualquier consulta o comentario sobre la columna, contactarse con Claudia Méndez Del Carpio al correo claudiamen@hotmail.com Visítanos en Facebook: LECTURAS SUTILES

lunes, 10 de abril de 2017

Comer ante una pantalla, uno de los hábitos insanos de los niños



Ordenadores, tabletas y, sobre todo, los teléfonos móviles están desplazando poco a poco a la televisión en su popular papel de canguro. Con demasiada frecuencia, los padres dejan a los niños frente a las pantallas para que no molesten y parecemos no advertir los posibles efectos negativos que un tiempo excesivo en ese mundo digital o una falta de control de los contenidos pueden tener en nuestros hijos. “Las nuevas tecnologías no son malas per se; todo depende del uso que se haga de ellas. Los problemas surgen cuando abusamos o las empleamos mal”, señala la psicóloga Silvia Álava al portal Muy Saludable.

“El cerebro se desarrolla de manera crucial durante los primeros años. El niño necesita explorar el mundo a su alrededor e interactuar con los que le rodean para poder desplegar sus habilidades cognitivas, lingüísticas, motoras y sociales-emocionales. Desde luego, aprenderá mejor si se relaciona con las personas y no con dispositivos electrónicos”, explica la autora del libro

“Queremos que crezcan felices”, en el que aborda la actual sobreexposición de niños y adolescentes a ordenadores, tabletas y móviles.

Posibles efectos negativos

El uso excesivo de este tipo de aparatos puede tener consecuencias indeseables sobre la conducta, la salud y el rendimiento escolar de los menores. “La naturaleza sedentaria de la mayoría de las actividades digitales puede provocar un aumento de peso en niños y adolescentes, a lo que se suma que estos pueden encontrar en la comida alta en grasas y azúcares una solución rápida para no despegarse de la pantalla”, cuenta Álava.

Además, pueden sufrir alteraciones del sueño por emplear de forma exagerada los dispositivos electrónicos o por hacerlo antes de irse a dormir. El rendimiento escolar también puede verse afectado cuando el tiempo dedicado al entretenimiento interfiere con la lectura y el estudio. Asimismo, a medida que los menores se comunican cada vez más de forma virtual y menos cara a cara, comienzan a sentirse solos y deprimidos.

“Quienes ven mucha violencia simulada, como por ejemplo en los videojuegos, pueden ser más propensos a desarrollar conductas agresivas y a no mostrar empatía”. También pueden darse consecuencias físicas: dolor en los dedos y muñecas, fatiga ocular en los ojos y dolor de cuello y espalda por la inclinación sobre móviles, tabletas y ordenadores.

Siguiendo las últimas recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (AAP), Álava considera que “antes de que cumplan dos años, los niños no se deben exponer a las pantallas. Después, el consumo puede aumentar a media hora al día, hasta llegar a un máximo de una hora diaria a los cinco años. En la adolescencia, la exposición nunca debe superar las dos horas al día”.

El contenido debe ser de alta calidad y, en el caso de los más pequeños, han de verlo en compañía de sus padres para entender lo que se les está mostrando. Existen programas que sí pueden ser beneficiosos para el desarrollo del niño, de modo que son los progenitores los que deben determinar cuáles y durante cuánto tiempo se visionan.

Los niños deberían dedicar su tiempo a “estar al aire libre, leer, a sus aficiones y a usar su imaginación en el juego libre. En definitiva, han de tener tiempo para ser niños”, subraya Álava.

Zonas y horas libres de pantallas

La psicóloga sugiere, también en consonancia con la AAP, que en cada hogar se asignen horarios libres de contenido mediático, como la hora de comer o mientras los menores están haciendo otras actividades (si están dibujando, jugando, etc., apagar la televisión de fondo).

“No deben estar expuestos a la televisión y a las nuevas tecnologías una hora antes de irse a la cama”, afirma tajante Álava. “Y nada de pantallas dentro de la habitación”, añade.

Los padres deben predicar con el ejemplo. “De nada sirve decirle al niño que no coja el móvil cuando tú no paras de whatsappear”, apunta Álava. Padres a los que la autora de "Queremos que crezcan felices" insta a que no dilaten en el tiempo la adopción de planes para controlar la exposición de sus hijos a las pantallas. Y explica el motivo.

“En el desarrollo del niño, existen lo que se llaman ‘periodos óptimos’, que son claves para que se produzcan determinados aprendizajes o avances. Si debido al abuso de la televisión, los móviles, los ordenadores o las tabletas, el niño no recibe la estimulación adecuada, puede que no adquiera esas destrezas. Y a veces, aunque se tomen medidas y se recuperen de alguna forma, ya nada es lo mismo”.



DIEZ CLAVES PARA MEJORAR

Una de las conclusiones del V Estudio CinfaSalud sobre “Percepción y hábitos de salud de las familias españolas sobre nutrición infantil”, avalado por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), ofrece estas recomendaciones para mejorar los hábitos de vida de los niños, especialmente los alimenticios.

(La metodología ha consistido en un cuestionario dirigido a 3.000 españoles con hijos entre 6 y 12 años).

Recupera en casa la dieta mediterránea. Aceite de oliva, pescado, legumbres y cereales (pan, pasta y arroz), lácteos, huevos, frutas, verduras, yogur y frutos secos. El agua será siempre su mejor complemento.

Comer cinco veces al día. Un desayuno completo, almuerzo de media mañana, comida, merienda y cena a una hora temprana. Se asegura que el menor consuma los nutrientes necesarios y se evita el picoteo entre horas.

La pirámide alimentaria como guía. Se trata de un instrumento que recomienda las raciones de los alimentos y su frecuencia. Explícasela a los niños y diseñen juntos menús que cumplan los criterios que marca la pirámide.

Evitar alimentos que engordan y no alimentan. El consumo de fritos, bollería, dulces y snacks debe constituir una excepción, pues contienen excesivos azúcares, grasas saturadas, sal y energía, además de no aportar apenas micronutrientes. Lo mismo sucede con la comida rápida: no la conviertas en un rito semanal.

Comer en familia. Organiza los horarios para poder comer juntos al menos una vez al día y aprovecha ese momento de reunión para comunicarte con ellos. Hay que predicar con el ejemplo en la mesa.

Aparca el móvil y la televisión. La atención de niños y progenitores debe centrarse en la comida y en quienes se sientan a la mesa. Los dispositivos tecnológicos interrumpen o anulan la conversación familiar.

Llévatelos de compras. Pídeles ayuda para elaborar la lista y, una vez en el supermercado, que se hagan cargo de una parte. Enseña a los niños a interpretar las etiquetas y comenta con ellos los valores nutricionales de los productos.

Prepara los alimentos de maneras diversas y pídeles que cocinen contigo. Alternar asados, hervidos, a la plancha, guisados o incluso crudos en gazpachos y ensaladas garantizará que la comida se convierta en uno de los hábitos más estimulantes. Enséñales algunas técnicas culinarias sencillas o divertidas y pídeles que te ayuden a decorar los platos.

Ponles en movimiento. Anima a tus hijos a realizar ejercicio, pero también a reducir el número de horas que pasan frente a la televisión y los videojuegos. Sobre todo, aliéntales a llevar unos hábitos de vida activa, en la que caminen, paseen o suban escaleras de manera cotidiana.

Asegúrate de que duermen más de diez horas. Las sociedades científicas recomiendan que los escolares de entre 6 y 12 años duerman más de diez horas como una herramienta más contra el sobrepeso.

Los beneficios del vínculo entre niños y mascotas

Los beneficios que aporta una mascota a los niños son varios. En general, la compañía de un animal mejora la calidad de vida de todo ser humano, aumenta la longevidad, preserva el equilibrio físico y mental, facilita la recreación, reduce el estrés y disminuye el índice de depresión en general.

Pero en los niños juega un rol aún más importante, porque también contribuye en el desarrollo educativo y social, ya que los obliga a asumir responsabilidades, aumenta su autoestima y, en la mayoría de los casos, mejora la integración de la familia.

Además, los animales fomentan la responsabilidad y el respeto a los demás, desarrollan la capacidad de cuidar de alguien y también provocan sentimientos de competencia y seguridad, dos sentidos a desarrollar en el ciclo de la vida para conseguir un correcto equilibrio emocional del niño.

Podemos adaptar las responsabilidades de los niños en función de su edad. Los más pequeños pueden encargarse a diario que los animales tengan agua limpia, darles su comida, cepillarlos y lavarlos. A medida que sean más mayores pueden ayudar también en sus paseos y asumir otras responsabilidades.

Está demostrado que las personas que en la niñez tuvieron contacto con una mascota encuentran menos dificultades para mantener una relación interpersonal positiva que otras personas. La relación con las mascotas ejerce pues de estabilizador de la experiencia y de la conducta infantil, contribuye a fomentar la alegría y a eliminar la tristeza y las sensaciones de amenaza. Asimismo, en el trato con los animales aprendemos muchas cosas de manera natural y sin constantes explicaciones, pero con una elevada motivación.

Además, para uno de cada dos niños (46%) el animal es percibido como la principal fuente de apoyo emocional después de los padres. Los lazos afectivos con el animal de compañía ayudan a superar la sensación de miedo o tristeza.

El primer estudio de la Fundación Affinity sobre el vínculo animal nos brinda otro dato interesante sobre sus beneficios, y es que el 50% de los niños asocia al perro o gato con un "compañero de actividades y juegos" e incluso ocho de cada diez niños de entre 9 y 12 años prefieren jugar con su mascota antes que con videojuegos.

viernes, 7 de abril de 2017

Cómo ayudar a tu hijo con las tareas escolares



Las tareas escolares tienen beneficios para los niños, siempre y cuando no se conviertan en un instrumento de tortura o castigo, por ello es fundamental que tanto educadores como papás utilicen las estrategias adecuadas. Por tanto, lo ideal es que las tareas asignadas por el profesor sean entendidas ya que en realidad deberían ser un repaso de lo avanzado para que el estudiante refuerce lo aprendido en clases. Asimismo es fundamental que en el hogar se haga una rutina de estudios empática y divertida. Así a medida que crecen entenderán la relación entre esfuerzo, disfrute, dedicación y resultados. Para lograr esto se debe tener en cuenta muchos aspectos. Consultamos con Ximena Bello, con más de 20 años de experiencia en el ámbito educativo y con una Docencia para enseñanza de inglés como segundo idioma para niños y adultos. La especialista que actualmente trabaja en Tic Tac Afterschool, señala 10 puntos importantes que te servirán de guía para ayudar acertadamente a tus hijos.

Las tareas deben ser bien manejadas. Esto es: significativas, con tiempos prudentes de acuerdo a los niveles, cautivadoras y que refuercen lo ya aprendido en clase. Este tipo de tareas son de mucho beneficio para el estudiante. Pensemos siempre en calidad más que cantidad a la hora de planear tareas.

Como todos los hábitos que formamos, estos requieren constancia, tiempo y disciplina. Es aquí donde los padres juegan un papel importantísimo a la hora de formar en sus hijos el hábito de hacer la tarea.

“La mamá que por lo general es la que se encarga de las tareas debe poner una hora fija del día y preparar un lugar tranquilo y agradable donde sus niños puedan cada día sentarse a hacer sus deberes escolares. Se debe ser firme en esto, no se puede esperar que un niño que creció con inconstancia, se convierta en un adolescente disciplinado”, dice Ximena Bello.

Ten en cuenta que los hábitos forman en ellos carácter y esto debe ser el enfoque del padre, pues al hacer los deberes escolares estamos ayudando a nuestros hijos a formar un hábito de estudio que los ayudará el resto de sus vidas.

Es importante que los chicos tengan tiempo para practicar deportes y también tiempo libre. “Si vemos que la tarea no permite a los niños practicar ningún deporte o jugar en libertad, debemos primero asegurarnos si es la tarea demasiado larga o es el niño a quien le está tomando demasiado tiempo en hacerla. En caso de que la tarea asignada es la que sobrepasa el tiempo prudente, recomiendo acercarse al maestro y hablar con él”, explica Bello.

Se empieza desde la primera experiencia de un niño con la tarea. “Los padres juegan un papel importante en esto. Un comentario negativo respecto a la tarea, un padre apurado o cansado o muy controlador pondrá presión negativa y esto ocasionará que los niños rechacen esta responsabilidad desde temprana edad”, explica Ximena Bello.

Sí por el contrario el padre hace de la tarea una experiencia placentera y divertida, las tareas no serán una tortura. Recordemos siempre que los hijos durante sus primeros años aprenden a ver a través de nuestros ojos. Si como papás vemos latarea como una tortura, eso les transmitimos a nuestros hijos, sí la vemos como un tiempo en el que podemos aprender más de lo que nuestros hijos hacen en el colegio y disfrutamos de este tiempo, los niños crecerán disfrutando también.

Las tareas deben ser planeadas para que los estudiantes las hagan solos. El papel que un padre desempeña varía de acuerdo a la edad. En los primeros años es importante pasar esos minutos con tu niño y motivarlo, por tanto te aconsejamos que estés ahí para sus dudas; mientras más crecen debemos trabajar en que sean más independientes, seguir de cerca y supervisarlos.

“Ya en secundaria los padres solo están en caso de que alguna duda surja. Recordemos que no solo se crea un hábito de estudio sino se fomenta la independencia”, dice la experta.

Hablar con los maestros con respeto y confianza. Uno de los pros de las tareas es exactamente este; desarrollar una comunicación de colegio a casa fluida y respetuosa.

Hay varios estudios y mucha controversia al respecto. Si la tarea es la adecuada en tiempo y contenido, ayuda mucho. Si por el contrario es solo para mantenerlos ocupados y nada significativa y encima tediosa y larga, solo ocasiona falta de interés.

“Tenemos niños y padres cansados que ya no juegan, conversan y disfrutan de estar juntos”, dice la experta.

De acuerdo a estudios existe la regla de los 10 minutos. Primero de primaria empiezan con 10 minutos por día. Y se va aumentando el tiempo en jóvenes de secundaria hasta un máximo de 2 horas. En los casos de los estudiantes de secundaria debería haber una organización entre todos los maestros para que ninguno interfiera con la tarea asignada por el otro.

“Recordemos que la tarea es como un medicamento... si tomamos muy poco, no hay ningún resultado, si tomamos demasiado, nos hace daño”, asegura.

Nadie conoce mejor a un niño que su madre. Si tenemos un niño inseguro que necesita ayuda constante o afirmación, nuestro papel no está siendo de ayuda. Si nuestro niño es independiente, seguro y está motivado estamos ayudándolo. Si hacemos nosotras la tarea y corregimos constantemente, borramos, arrancamos hojas, etc., no estamos siendo de ayuda.

“Pensemos siempre en no crear frustración ni expectativas irreales. Todo es cuestión de madurez y nuestro papel es acompañarlos y guiarlos, no resolverles todo”, dice Bello.

El papel del padre es primero, ser padres. Esto es formar un carácter de integridad, de disciplina, de empatía, de honestidad, de compasión en nuestros hijos. Si les enseñamos a resolver los problemas con “copy paste” entonces no esperemos que resuelvan sus conflictos con honestidad e integridad.

Si no se pudo hacer una tarea, lo recomendable, dice la especialista, es acercarse al maestro al día siguiente y con sinceridad explicarle que no entendió la tarea asignada, pedir una explicación y un nuevo plazo para entregarla.

“Entonces estamos enseñando honestidad e inculcando la independencia más una enseñanza practica para resolver un conflicto. No lo resuelvo yo como padre, si no animo a mi hijo a hacerlo con honestidad. Esto más que entregar la tarea a tiempo, será lo que defina el carácter de ese niño”, concluye Bello.



“Si la tarea es la adecuada en tiempo y contenido, ayuda mucho. Si por el contrario es solo para mantenerlos ocupados y nada significativa y encima tediosa y larga, solo ocasiona falta de interés”, dice Ximena Bello del Tic tac Afterschool, con más de 20 años de experiencia en el ámbito educativo y con una Docencia para enseñanza de inglés como segundo idioma para niños y adultos.



RECUERDA

• Incentivar a tu niño a realizar sus tareas sin necesidad de regaños, amenazas o castigos.

• Proporciona un lugar agradable, tranquilo y con buena iluminación.

• Evitar todo tipo de distracciones, tv, vídeos juegos o el ir y venir de personas.

• Deben estar descansados, no tener hambre ni malestar.

• Poner a disposición los materiales necesarios a utilizar, borrador, lápices, creyones, saca punta entre otros.

• Establecer un tiempo fijo cada día para la realización de tareas, debes crearle la rutina.

• En el caso de que tu niño no tenga tareas asignadas algunos de los días, aprovecha ese tiempo para reforzar algún tema, leer un cuento, armar rompecabezas o realizar dibujos.

• No permitas que tu hijo deje las tareas para última hora.

jueves, 6 de abril de 2017

Método japonés contra la pereza infantil

A la mayoría de los niños les resulta difícil cumplir con sus obligaciones, sobre todo cuando se trata de tareas que no les gustan como hacer la cama o recoger su habitación. En estos casos, la pereza se adueña de ellos y a veces hay que insistirles mucho para que cumplan con sus obligaciones. Sin embargo, este escenario tan común en muchos hogares podría tener una solución definitiva si los padres recurren a la regla del minuto, inspirada en el método Kaizen, cuyo origen es japonés.

¿QUÉ ES EL MÉTODO KAIZEN?

Este método, creado por Masaaki Imai, se inspira en la palabra japonesa Kaizen, que deriva de la conjugación de dos vocablos, “kai”, que significa cambio o acción de enmendar, y “zen”, que se traduce como bueno, beneficioso o sabiduría.

Este método, que puede comprenderse también como una filosofía, se centra en la idea de que el motor impulsor de todo logro, ya sea pequeño o grande, es la persistencia, la constancia y el esfuerzo, cualidades que pueden desarrollarse a través de la instauración de un sistema de hábitos saludables. Según sus fundamentos, la única forma de lograr las metas personales es combatiendo la pereza y poniendo manos a la obra ya que solo dando pequeños pasos se llega al final del camino. De hecho, su principio fundamental puede resumirse en una frase: “Hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy”.

Si aplicamos la filosofía Kaizen a la educación infantil, obtenemos lo que se conoce como la “regla del minuto”. Básicamente, consiste en ejecutar determinada actividad cada día a la misma hora, pero solo durante un minuto. Al inicio, 60 segundos puede parecer muy poco tiempo, pero lo cierto es que es el tiempo mínimo que se necesita para comenzar a instaurar un hábito sin que la pereza siente casa, sobre todo cuando se trata de niños. De hecho, al repetir a diario la misma actividad durante un minuto, los pequeños se irán acostumbrando y al cabo de pocas semanas ya formarán parte de su rutina cotidiana.

¿POR QUÉ LA REGLA DEL MINUTO ES TAN EFICAZ PARA COMBATIR LA PEREZA INFANTIL?

La clave de la efectividad de esta técnica basada en el método japonés Kaizen radica en la gradualidad y la continuidad. Cuando los niños tienen que dedicarle demasiado tiempo a las tareas que no les gustan, estas se vuelven más tediosas e insoportables. Sin embargo, si saben que tan solo deben dedicarles un minuto se mostrarán menos reticentes ya que, a fin de cuentas, es muy poco tiempo.

De esta forma, poco a poco, se irán adaptando a hacer esas cosas que tanto ‘odiaban’.Además, si les elogias por los resultados cada vez que terminen la tarea, seguramente se sentirán satisfechos consigo mismos, lo cual sumará una dosis adicional de motivación.

Una vez que los pequeños se sientan motivados y hayan convertido esa tarea en un hábito, podrás incrementar el tiempo que le dedican a la misma, primero 2 minutos, luego a 3 y así sucesivamente hasta que puedan completar la actividad.

¿CUÁNDO APLICAR EL MÉTODO KAIZEN EN CASA?

El método japonés Kaizen puede aplicarse en todas las esferas de la vida infantil y no solo para la instauración de las rutinas. De hecho, se puede aplicar en el ámbito académico, para motivar a los niños a esforzarse y lograr mejores calificaciones, o para promover hábitos más saludables como la práctica de ejercicio físico o el hábito de la lectura. La idea es que los niños comprendan que lo más importante es avanzar un poco cada día, aunque se trate de pasos pequeños y los resultados no sean perfectos porque solo en la perseverancia germina el progreso.

Semana Santa en familia Vladimir García

Queda apenas una semana para que comience la Semana Santa. Unas vacaciones que este año están tardando un poco más en llegar, ya que en el pasado 2016, llegaron tres semanas antes. Empezando el jueves 13 de abril hasta el 16, Domingo de Resurrección.

Sin duda, es una fecha que esperan muchas familias que están totalmente sumergidas en la dura rutina diaria. Entonces un viaje nos ofrece la posibilidad de desconectarnos del diario ambiente de la ciudad, y sobre todo, mirar a la vida con otra perspectiva.

Por esta razón, cada día crecen los amantes del turismo que apuestan por aprovechar la Semana Santa apostando por pasar un tiempo de calidad en familia, incluso puede ser sin teléfonos móviles. Principalmente, se viaja con la finalidad de relajarnos, acumular vivencias, e incluso para conocernos mejor a nosotros mismos, y como no, a las personas de nuestro alrededor.

Respecto a opciones para nuestro viaje hay muchísimas: montañas, el lago Titicaca, pueblos con encanto, y por supuesto, multitud de sitios para explorar. Por otro lado, el propio transporte puede ser una aventura en sí misma, ya que podemos elegir entre el casi eficiente avión, nuestro coche de toda la vida, o si deseamos tener una nueva experiencia, una autocaravana. Y es que dicen, que no hay nada como llevarse la casa a todos lados. Una opción para aquellos viajeros que necesiten una mayor libertad y unos horarios más flexibles.

PLANIFICA

Del mismo modo, sería aconsejable organizar nuestro viaje con el mayor tiempo posible y así evitar situaciones estresantes. Igualmente, no estaría de más preguntar a todos los miembros de la familia por sus necesidades y preferencias para este viaje familiar. No sirve de nada llevarnos a toda la familia a un camping y que sólo te guste a ti. Por otra parte, sabemos que es muy difícil que todo el mundo esté de acuerdo, así que finalmente alguien tendrá que ceder, ya que al fin y al cabo, no podemos olvidar que lo realmente importante es pasar un tiempo agradable con nuestros seres queridos.

Por último, si decides viajar en coche no te olvides de ponerlo a punto antes de emprender tu ruta. Lo ideal es visitar el taller de confianza y hacer una revisión completa para saber cómo van los neumáticos, el nivel del aceite, o la suspensión. Si no dispones del tiempo necesario, también puedes probar a descargarte alguna aplicación especializada que te ayude a terminar de darle la seguridad necesaria a tu vehículo en estas merecidas y esperadas vacaciones.

2. PRESUPUESTO

Tener muy claro cuál es tu presupuesto es fundamental para que tu viaje fluya sin problema alguno. Realiza una lista de ingresos y gastos donde especifiques los momentos importantes del viaje con su gasto correspondiente y siempre deja dinero extra para posibles eventualidades.

3. ¿QUÉ LLEVAR?

Es imprescindible que lleves elementos para el cuidado de tus hijos como: productos de higiene, ropa, y medicamentos, pero no sobrecargues tus maletas ya que puede dificultar el desplazamiento en el viaje.

5. ¡A DIVERTIRSE!

Algunas actividades pueden entretener a tus hijos, lleva pasabocas, películas, o inventa juegos para que pasen un rato agradable y el viaje sea más cómodo para ti y tus hijos.

Abuelos que sustituyen a los padres

Por diferentes motivos observamos hoy en día la ausencia del padre, por lo tanto la representación paterna la adquieren los abuelos.

El abuelo a lo largo del tiempo genera experiencias, es el pilar fundamental de la familia, a él acuden lo hijos, nietos ya que siempre está predispuesto a escuchar, apoyar de cualquier forma.

También es cierto que en esta etapa, los abuelos sienten muchos deseos de descansar ya que cumplieron diferentes ciclos en sus vidas, pero en muchos casos asumen la ausencia del padre de sus hijas. Cuando un nieto llega a sus vidas, los abuelos están ansiosos y felices por hacerse cargo de los pequeños. En este sentido muchos de los abuelos pueden tomarlo como una segunda oportunidad fantástica de la vida, de pararse de otra manera frente a la crianza de un niño, corrigiendo los errores que se cometieron cuando tuvieron sus propios hijos y aprendiendo a disfrutar desde su rol de abuelos.

Es importante señalar que si la educación del niño no es manejada de manera adecuada, el abuelo podría quitar la autoridad a la figura materna causando conflictos.

Es esencial el apoyo y orientación en todo el transcurso del desarrollo del niño y es bueno conocer las ventajas y desventajas de esta situación.

VENTAJAS

1) El niño formará recuerdos muy significativos con su abuelo, que tal vez otros niños no lo tendrían.

2) Disfrutará tiempo y calidad con su abuelo, ya que tendrá un poco más de tiempo para compartir con su nieto.

DESVENTAJAS

a) El niño crecerá con dudas, y preguntará sobre su padre biológico.

b) Puede llegar a dudar de sí mismo como persona, creyendo que no fue un niño bueno para tener el amor o tiempo de su padre u otros pensamientos, generando bajo autoestima.

c) En muchas circunstancias los abuelos no tienen autoridad, porque creen que como no tienen a sus padres biológicos necesitan de mucha más comprensión y son suaves dejando pasar algunas rabietas y otras conductas de los niños. Estas actitudes genera confusiones al niño, ya que los roles de abuelo son diferentes a los del padre.

d) Muchos de los abuelos son consentidores por naturaleza, es allí que existen diferencias con la madre.

Abuelo y madre, ambos deben tener en cuenta que no son rivales, los niños no deben confundir o sentir diferencias de quien lo quiere más, ni con quién se portan mejor o comen mejor. Se trata de dar la mejor educación y, sobre todo, el abuelo deberá ser un buen apoyo para la madre.

Los abuelos desean que sus nuetos crezcan lo más saludables posibles desde el punto de vista emocional. Para que sea así, nada mejor que inculcar a los niños que vean a su madre como figura de autoridad, como personas valiosas y respetables que aunque no puedan estar todo el tiempo por sus responsabilidades de trabajo los aman y desean su bienestar.

Promover la comunicación entre madre e hijo siempre, así también es importante que los abuelos digan no a su hija y puedan darse su propio espacio de atender otros compromisos.

Ante todo, es recomendable que las madres hablen con sus hijos, mientras vayan preguntando y creciendo cuenten la verdad de la ausencia de sus padres biológicos, ya que si no lo hacen crecen con muchas inseguridades, que posteriormente desencadena en ciertos conflictos.

El rol del abuelo en ausencia del padre es muy importante, pero no se debe olvidar que la madre es quien debe tomar la responsabilidad de educación, ponerse de acuerdo en todas las reglas, fijar horarios, tareas y limites que se desean fomentar a los niños para facilitar la convivencia y los criterios que se deben aplicar.

Es importante valorar el esfuerzo y contribución del abuelo que sustituye al padre, admitir que no pueden realizar algunas tareas como antes y manifestarse mutuamente afecto y respeto. Si los niños ven que la madre respeta al abuelo, aprenderá también a respetar a su madre.

miércoles, 5 de abril de 2017

Enséñale a tu niño a manejar sus emociones



La educación escolar del niño es una de las preocupaciones de los padres, pero se olvidan de un aspecto imprescindible: su educación emocional, esa que lo llevará a la inteligencia emocional y al crecimiento integral.

La educación emocional es la formación y el desarrollo de la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones.

Así “acceder y/o generar sentimientos (...), comprender la emoción y regularla”, dice Aracely Alvarado, neuropsicóloga infantil con especialidad en Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), quien impartió un taller de inteligencia emocional para niños de entre 6 y 10 años en Neurogym, en la ciudad de La Paz.

La inteligencia emocional se refiere a un pensador con un corazón que percibe, comprende y maneja relaciones sociales de forma asertiva, agrega Alvarado en una entrevista con mía.

La inteligencia emocional, según el autor del libro con el mismo nombre, Daniel Goleman, “es la capacidad de tomar conciencia de las emociones; por lo tanto, si uno es consciente de ellas también podrá manejarlas y comprender las de los demás”, parafrasea la psicóloga boliviana Eliana Aguilar.

De ahí la importancia de enseñarles a los niños a desarrollarla, a fin de que no solo aprendan cómo relacionarse afectivamente con otras personas, sino a manejar sus emociones, evitando futuros problemas en esta área, dice el psicólogo Juan José Vargas.

Por otra parte, ese conocimiento les permite un sano relacionamiento con su entorno y el desarrollo de su potencial. Además, les ayuda a identificar emociones y medir cómo está la persona frente a lo que le ocurre, cómo lo percibe y cómo establece una respuesta a lo que le sucede. “Conocer las emociones y aprender a gestionarlas marca la diferencia entre reaccionar y responder”, dice el psicólogo.

Ante lo valioso de este conocimiento, surge la pregunta inmediata de cómo enseñarle esto a un niño. Primero, haciendo que desde muy pequeño sea empático con todos los seres vivos, sobre todo con los animales y las plantas, enfatiza Vargas.

Seguidamente, hacerle ver el dolor de los demás y explicarle sobre los derechos ajenos, con conceptos acordes a su edad, mejor si es con ejemplos y experiencias, pero que no lo dañen ni física ni emocionalmente.

Otro paso importante es ayudarle a comprender sus propias emociones, por ejemplo a través de dibujos como caritas felices, tristes o enojadas. Es importante que el niño exprese su pena o enojo sin que los padres le digan ‘no llores’ o ‘no te enojes’. “Estas emociones son pasajeras y deben ser expresadas sin que generen un conflicto. Los padres no deben asustarse frente a estas emociones llamadas negativas, lo recomendable es respetarlas”.

La mejor manera de enseñarle inteligencia emocional, según Alvarado, es a través del reconocimiento de lo que le pasa, así personaliza la emoción y se hace cargo de ella: ‘estoy triste’, ‘me siento contento’, ‘tengo miedo’. “El niño debe aceptar lo que le pasa sin reprimir, rechazar, juzgar o castigarse por ello”.

Actualmente existen muchas técnicas y deben ser elegidas dependiendo de las características de cada menor, apunta la psicóloga. “Hay técnicas de respiración, relajación y mindfulness (concentración de la atención y la conciencia), gracias a la cual sabrán controlar la ansiedad o el estrés”.Adelante. Es mejor que desde ya empieces a enseñarle a tu niño a reconocer y a manejar sus emociones. De adulto te lo agradecerá.

Fuentes: Aracely Alvarado (neuropsicóloga infantil / araalvarado26@gmail.com), Juan José Vargas (psicólogo / jota2psycho@gmail.com), Eliana Aguilar (psicóloga / eliana.aguilar.aguilar@gmail.com)