jueves, 29 de enero de 2015
A mi hijo le gustan los Juegos ‘espiritistas’
Por curiosidad, por saborear “lo prohibido” o simplemente por diversión, adolescentes y jóvenes de todo el mundo han jugado, desde siempre, los denominados juegos espiritistas. Se cree que al hacerlo, un espíritu “responderá” a una serie de interrogantes, entre ellas y las más comunes: ¿aprobaré equis materia? y ¿corresponderá él o ella a mi amor?
Pues lo primero que hay que decir al respecto es que no existe nada que pruebe que los espíritus responden a estas dudas. Lo que sí puede pasar (y esto es comprobable científicamente) es que uno o varios de los participantes experimenten ciertas sensaciones durante el juego, pero no por efecto de un ente, sino porque el ambiente que los rodea, su estado de ánimo o su sensibilidad los condicione y, en consecuencia, aumente su vulnerabilidad.
Como padres hay dos caminos: 1) reflexionar con tus hijos —mejor no prohibir porque ello incrementará el afán de pasar por la experiencia— sobre los riesgos, y 2) reaccionar con racionalidad y sabiduría si te enteras de que ya probaron algún juego y que algo se salió de control.
¿Y qué es el espiritismo? La definición más simple establece que es una doctrina de quienes suponen que a través de un médium u otros modos se pueden comunicar con los espíritus de los muertos. Como se recordará, una veintena de estudiantes de entre 13 y 16 años de la unidad educativa Gabriel José Moreno de Pautiro (Santa Cruz) experimentó, en octubre de 2014, sudoración, taquicardia, pánico e incluso desmayos, luego de que otro grupo habría jugado a la Ouija y ofrecido el alma de 50 alumnos en ofrenda.
El hecho es que el incidente dejó más dudas que certezas. Ouija, San Cipriano, San Miguelito o Santa Catalina son algunos de los juegos espiritistas que algunos adolescentes y jóvenes suelen usar por curiosidad o para mostrar quién concentra más poder. La psicóloga Sonia Gottret dice que si bien es posible que tu hijo pase por esta experiencia, lo importante es que no se vuelva una rutina porque podría afectarle psicológicamente y dejar algún trauma. “En realidad hacen esto por curiosidad y (en el caso de los “guías”) porque quieren mostrar quién es el que más dominio tiene manipulando respuestas o haciendo creer al más débil que algún alma o espíritu lo está siguiendo o no lo perderá de vista desde el momento en que fue invocado”, explica Gottret.
Su colega Susana Jáuregui advierte que este tipo de prácticas es solo una forma más que tienen los adolescentes para reclamar atención. “Muchos chiquillos, por la edad en la que están, buscan llamar la atención de los adultos, puesto que se sienten aislados e inventan y creen haber sentido manifestaciones que en realidad no tienen explicación científica”.
Además, estos juegos resultan “atractivos” para algunos jóvenes porque es parte de su naturaleza desafiar a su entorno y probar la suerte. Sin embargo, ambas profesionales coinciden en que el interés que demuestren los adolescentes por vivir estas experiencias dependerá en gran parte de cómo fueron criados por sus padres, de la influencia y el peso que tenga en sus vidas la religión, de los miedos e inseguridades que hubieran desarrollado, o de la confianza, conocimiento y seguridad que les hubieran transmitido.
“Como curiosidad pasa, pero cuando la práctica empieza a cambiar su actitud o su personalidad se le debe poner un freno para no ir más lejos”, aconseja Gottret. “La idea es manejarlo con cautela y ver hasta dónde se puede llegar para que nadie salga lastimado, asustado o traumado”, complementa Jáuregui.
En los casos de los juegos citados líneas arriba, se supone que “el espíritu responde” a las preguntas con algún movimiento o algún sonido y a veces algunos de los participantes pueden jurar que vieron o sintieron algo. El psicólogo Óscar Urzagasti es tajante y claro al respecto: “son rituales en los que se manipula todo”.
¿Y cómo se explica que haya personas que experimenten ciertas sensaciones? Pues, primero —apunta Urzagasti— los adolescentes tienen una parte que sueña, que delira con tener una experiencia extrasensorial y con romper las normas, con hacer lo prohibido, eso los lleva a practicar este tipo de juegos. Y segundo, el ambiente tétrico, callado y oscuro en el que se encuentren hace que todo se sienta real.
Sucede entonces que “se sugestionan, generan estrés y éste, niveles de ansiedad que pueden alterar a alguna persona que tenga predisposición a la psicosis, abriéndose la posibilidad de sufrir una alucinación, incluso alguno de ellos podría delirar”, afirma el especialista, quien recuerda que de cada 100 personas entre 12 y 15 tienen la capacidad de experimentar una psicosis. El entorno inestable y agresivo también hace su parte.
Los profesionales coinciden en que lo importante es reflexionar con tu hijo sobre cualquier episodio de este tipo. Aconséjale que use la razón, que medite, que evalúe y se responda sí mismo si realmente es posible que algún “difunto se comunique” con él o si solo se dejó llevar por la excitación del momento y creyó ver y escuchar cosas que en realidad estaban solo en su mente.
La comunicación entre padres e hijos para desmitificar estos asuntos es vital para la salud física y emocional de los adolescentes, solo hay que saber escucharlos sin enojarse ni imponer castigos inútiles que no le harán entrar en razón.
Fuentes: Tatiana Jaúregui, Sonia Gottret y Óscar Urzagasti, psicólogos.
Claves para un rápido crecimiento
Para que el cuerpo tenga un excelente desarrollo con huesos fortificados es importante que desde pequeño reciba todas las vitaminas, proteínas y minerales necesarios, por lo que te aconsejamos seguir las recomendaciones de las nutricionistas Iris Suárez y Lucero Vargas, ya que hay alimentos que ayudan a crecer de estatura.
Proteínas. Suárez señaló que las proteínas de alto valor biológico se encuentran en carnes de res y de aves (pollo, pato, etc). Asimismo, los huevos enteros tienen un gran aporte de proteínas, "preferentemente cuando es consumido a la copa o hervido (evitar frituras)". Ambos alimentos aportan aminoácidos que tienen la función de estimular el funcionamiento de la hormona que permite el crecimiento.
Antioxidantes. Son micronutrientes que benefician la fortificación de los huesos eliminando las toxinas de la persona estresada, lo cual puede ser un impedimento para el crecimiento. "Estos antioxidantes se encuentran en las verduras y frutos rojos", explicó Lucero.
Vitaminas. El consumo de la vitamina C, A, B y D son las principales responsables de un correcto crecimiento. Los alimentos donde se acumulan son cítricos (naranja, toronja, acerola, limón, cayú), en frutas frescas, huevos y carnes.
Hierro. Se halla en las verduras de hojas verdes oscuras, en las carnes con preferencia la de res y legumbres (frejol, garbanzo, lenteja, soya, etc). Estas leguminosas siempre van acompañadas de cereales (quinua, avena, cebada, centeno, etc)
Calcio. Es uno de los alimentos clave para el desarrollo correcto de los huesos y está presente en la leche y sus derivados como el yogur, quesos, etc.
Fósforo. Es un componente esencial de huesos y dientes que "va de la mano con el calcio", señaló Iris. Está presente en todo tipo de pescado, "lo mejor es consumirlo en las sardinas cuando vienen enlatadas con los huesitos del esqueleto y mucho mejor si eligen los que vienen en su propio aceite para evitar conservantes". Este mineral también se encuentra en frutos secos (nueces, almendra, avellanas, castañas, etc.).
Recomendación. Toda persona debe practicar algún deporte y más aún si está en crecimiento porque los ejercicios combinados con los alimentos naturales activan las funciones del crecimiento óseo.
Proteínas. Suárez señaló que las proteínas de alto valor biológico se encuentran en carnes de res y de aves (pollo, pato, etc). Asimismo, los huevos enteros tienen un gran aporte de proteínas, "preferentemente cuando es consumido a la copa o hervido (evitar frituras)". Ambos alimentos aportan aminoácidos que tienen la función de estimular el funcionamiento de la hormona que permite el crecimiento.
Antioxidantes. Son micronutrientes que benefician la fortificación de los huesos eliminando las toxinas de la persona estresada, lo cual puede ser un impedimento para el crecimiento. "Estos antioxidantes se encuentran en las verduras y frutos rojos", explicó Lucero.
Vitaminas. El consumo de la vitamina C, A, B y D son las principales responsables de un correcto crecimiento. Los alimentos donde se acumulan son cítricos (naranja, toronja, acerola, limón, cayú), en frutas frescas, huevos y carnes.
Hierro. Se halla en las verduras de hojas verdes oscuras, en las carnes con preferencia la de res y legumbres (frejol, garbanzo, lenteja, soya, etc). Estas leguminosas siempre van acompañadas de cereales (quinua, avena, cebada, centeno, etc)
Calcio. Es uno de los alimentos clave para el desarrollo correcto de los huesos y está presente en la leche y sus derivados como el yogur, quesos, etc.
Fósforo. Es un componente esencial de huesos y dientes que "va de la mano con el calcio", señaló Iris. Está presente en todo tipo de pescado, "lo mejor es consumirlo en las sardinas cuando vienen enlatadas con los huesitos del esqueleto y mucho mejor si eligen los que vienen en su propio aceite para evitar conservantes". Este mineral también se encuentra en frutos secos (nueces, almendra, avellanas, castañas, etc.).
Recomendación. Toda persona debe practicar algún deporte y más aún si está en crecimiento porque los ejercicios combinados con los alimentos naturales activan las funciones del crecimiento óseo.
miércoles, 28 de enero de 2015
Cómo mejorar la autoestima de tus hijos
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Meryland, fomentar una buena autoestima en los niños mejora su desarrollo emocional y cognitivo. Esta investigación señala que durante la infancia se determina la personalidad y el bienestar integral en la vida adulta.
Consejos. Evita hacer comparaciones entre tus hijos, ya que siempre hay alguien que sale perdiendo. Este tipo de mensaje es muy negativo para la autoestima de un niño que siempre se sentirá a la sombra de uno de sus hermanos. Los gestos de afecto y caricias verbales proporcionan inmediatamente bienestar emocional en un niño. Dile que lo quieres, nunca des por sentado que lo sabe. Los juegos además de ser divertidos, son un excelente estímulo. Juega con tus hijos y realiza actividades que fortalezcan los vínculos familiares como andar en bicicleta o simplemente ver una película.
Consejos. Evita hacer comparaciones entre tus hijos, ya que siempre hay alguien que sale perdiendo. Este tipo de mensaje es muy negativo para la autoestima de un niño que siempre se sentirá a la sombra de uno de sus hermanos. Los gestos de afecto y caricias verbales proporcionan inmediatamente bienestar emocional en un niño. Dile que lo quieres, nunca des por sentado que lo sabe. Los juegos además de ser divertidos, son un excelente estímulo. Juega con tus hijos y realiza actividades que fortalezcan los vínculos familiares como andar en bicicleta o simplemente ver una película.
No me gusta el amigo de mi hijo'
Los progenitores siempre van a querer que los amigos que rodean a su hijo tengan buenos valores para evitar que influyan negativamente en el adolescente. Sin embargo, a veces existe algún amigo que tu hijo o hija adora pero tú no. Lee aquí lo que expertos explican sobre qué hacer cuando no lo soportas.
¿Por qué no te agrada? La psicopedagoga, Nadia Rocabado, mencionó que lo primero que deben hacer los padres es buscar los motivos. Si el muchacho es delincuente o drogadicto tienes que separar a tu hijo de ese adolescente. Por otro parte, indicó que si tiene mal genio, es mal hablado o induce a tu hijo en cosas que van en contra de su enseñanza, "esto puede ser más llevadero, porque en el mundo siempre van a ver personas con gustos e intereses diferentes". El adolescente tiene que aprender a relacionarse con todo tipo de persona y los padres tienen que tratar de tener una buena relación.
Invítalo a tu casa. Rocabado expresó que tienes que invitarlo a almorzar a casa, de esta manera conocerás cuáles son sus puntos de vista, cómo es su familia, puede que sea un muchacho solitario o que no tenga la guía de sus padres. La psicóloga Martha Farrel acotó que al invitarlo a tu casa, lo vas a conocer mejor e incluso puedes ayudarlo.
No prohibirle. Algunas veces los padres tratan de prohibir a su hijo ver a su amigo o amiga, pero lo único que van a conseguir es que su amistad se refuerce más. Si los progenitores los han instruido desde pequeños, en algún momento su hijo va a tomar una distancia de esa amistad, explicó Rocabado.
Nuevas amistades. La especialista aseveró que los padres pueden animar a sus hijos a tener nuevas amistades e incluso pueden sugerir, pero aclaró que la amistad es algo que se da por empatía, por intereses. "Esto no quiere decir que se va a apartar de sus antiguos amigos, es decisión de él o ella y se debe respetar", dijo Rocabado.
Recomendación. Farrel sostuvo que es importante que los padres se preparen y sean maduros, así podrán ayudar a sus hijos, "en la actualidad los progenitores ni siquiera han completado su vida madura, por eso no existe comprensión con sus hijos".
¿Por qué no te agrada? La psicopedagoga, Nadia Rocabado, mencionó que lo primero que deben hacer los padres es buscar los motivos. Si el muchacho es delincuente o drogadicto tienes que separar a tu hijo de ese adolescente. Por otro parte, indicó que si tiene mal genio, es mal hablado o induce a tu hijo en cosas que van en contra de su enseñanza, "esto puede ser más llevadero, porque en el mundo siempre van a ver personas con gustos e intereses diferentes". El adolescente tiene que aprender a relacionarse con todo tipo de persona y los padres tienen que tratar de tener una buena relación.
Invítalo a tu casa. Rocabado expresó que tienes que invitarlo a almorzar a casa, de esta manera conocerás cuáles son sus puntos de vista, cómo es su familia, puede que sea un muchacho solitario o que no tenga la guía de sus padres. La psicóloga Martha Farrel acotó que al invitarlo a tu casa, lo vas a conocer mejor e incluso puedes ayudarlo.
No prohibirle. Algunas veces los padres tratan de prohibir a su hijo ver a su amigo o amiga, pero lo único que van a conseguir es que su amistad se refuerce más. Si los progenitores los han instruido desde pequeños, en algún momento su hijo va a tomar una distancia de esa amistad, explicó Rocabado.
Nuevas amistades. La especialista aseveró que los padres pueden animar a sus hijos a tener nuevas amistades e incluso pueden sugerir, pero aclaró que la amistad es algo que se da por empatía, por intereses. "Esto no quiere decir que se va a apartar de sus antiguos amigos, es decisión de él o ella y se debe respetar", dijo Rocabado.
Recomendación. Farrel sostuvo que es importante que los padres se preparen y sean maduros, así podrán ayudar a sus hijos, "en la actualidad los progenitores ni siquiera han completado su vida madura, por eso no existe comprensión con sus hijos".
martes, 27 de enero de 2015
Tips para cortar el cabello de los niños en casa
¿Has intentado cortar el cabello de tu hijo alguna vez? Lo que parece ser una tarea sencilla, no lo es, en absoluto. Basta con sentar al pequeño en una silla, coger el peine y las tijeras para que todo se convierta en una misión imposible. ¡Qué dificultad! Continúa leyendo que aquí hay algunos tips para lograrlo.
¿Cómo hacerlo? Algunos niños de entre 1 y 3 años pueden portarse disciplinadamente en una peluquería, pero hay otros que ni poniéndolos en una silla con formato de coche, ni distrayéndolos con caramelos, se quedan quietos. Es así que la única solución es cortarles el cabello en casa. Esto se puede lograr con paciencia, valor y maña. Presenta la maquinilla o las tijeras a tu hijo para que ellos se familiaricen con estos aparatos. No desistas cuando el niño empieza a llorar o a gritar. Deja que llore. Cuando pare, entonces explícale qué es lo que vas a hacer. Búscale alguna distracción. Para cortar su cabello debes humedecerlo y luego desenredarlo. Corta de abajo hacia arriba y luego peina.
¿Cómo hacerlo? Algunos niños de entre 1 y 3 años pueden portarse disciplinadamente en una peluquería, pero hay otros que ni poniéndolos en una silla con formato de coche, ni distrayéndolos con caramelos, se quedan quietos. Es así que la única solución es cortarles el cabello en casa. Esto se puede lograr con paciencia, valor y maña. Presenta la maquinilla o las tijeras a tu hijo para que ellos se familiaricen con estos aparatos. No desistas cuando el niño empieza a llorar o a gritar. Deja que llore. Cuando pare, entonces explícale qué es lo que vas a hacer. Búscale alguna distracción. Para cortar su cabello debes humedecerlo y luego desenredarlo. Corta de abajo hacia arriba y luego peina.
Cómo cuidar el cabello de los pequeños
El cabello de los niños requiere de cuidados diferentes al de los adultos. Sigue leyendo, que expertos dan algunos consejos.
¿Cómo lavarlo? La estilista de Mispacio, Carmelita Viruez, indicó que a los niños de entre ocho y diez años de edad se les debe lavar el cabello de raíz a punta, con un champú bio, porque además de proteger su pelo no irrita los ojos. Asimismo expresó que tiene que ser lavado día por medio, debido al clima.
¡Enredado! La especialista mencionó que los cabellos lisos no se enredan con facilidad y si eso sucede se debe empezar desenredando las puntas, luego la raíz. Pero si el pelo es rizado se tiene que poner un bálsamo bio. Por otro lado, sostuvo que los niños hasta los dos años de edad no necesitan bálsamo, "con el champú es suficiente".
¿Cómo evitar a los piojos? La experta en cabello de "Sandra y Teo", Eli Balcázar, explicó un tratamiento casero: en una botella vacía se coloca un litro de alcohol y el contenido de un cigarrillo, todo esto se deja reposar por siete días, luego se aplica al cabello, después se lava con champú y se enjuaga.
¿Cómo lavarlo? La estilista de Mispacio, Carmelita Viruez, indicó que a los niños de entre ocho y diez años de edad se les debe lavar el cabello de raíz a punta, con un champú bio, porque además de proteger su pelo no irrita los ojos. Asimismo expresó que tiene que ser lavado día por medio, debido al clima.
¡Enredado! La especialista mencionó que los cabellos lisos no se enredan con facilidad y si eso sucede se debe empezar desenredando las puntas, luego la raíz. Pero si el pelo es rizado se tiene que poner un bálsamo bio. Por otro lado, sostuvo que los niños hasta los dos años de edad no necesitan bálsamo, "con el champú es suficiente".
¿Cómo evitar a los piojos? La experta en cabello de "Sandra y Teo", Eli Balcázar, explicó un tratamiento casero: en una botella vacía se coloca un litro de alcohol y el contenido de un cigarrillo, todo esto se deja reposar por siete días, luego se aplica al cabello, después se lava con champú y se enjuaga.
lunes, 26 de enero de 2015
Consejos para ayudar a desarrollar habilidades necesarias
Decide qué es importante. Probablemente, tu hijo no necesita tener todos los aspectos de su vida organizados, por eso, decidan juntos cuáles son las actividades que le causan más estrés y elaboren rutinas para tales actividades. ¿La rutina de la mañana siempre le causa estrés? Si es así, planifíquenla atentamente. ¿El entrenamiento de fútbol está volviendo loco a todo el mundo? Elaboren un plan para preparar el bolso del gimnasio.
Respeten la rutina. Una vez que elaboren los planes, asegúrense de seguirlos. Si bien habrá momentos en que se necesite flexibilidad, respetar la rutina ayudará a tu hijo a comprender cómo los planes contribuyen a que su vida transcurra sin inconvenientes. Hazle notar diciéndole cosas como: ¡Qué bien! ¡Llegamos al autobús sin problemas hoy, tu lista de la mañana dio buen resultado!”
Remarca los logros de tu hijo. Reconoce las veces en que tu hijo pudo mantenerse organizado y ayúdalo a resolver problemas cuando la rutina no le da resultado.
Respeten la rutina. Una vez que elaboren los planes, asegúrense de seguirlos. Si bien habrá momentos en que se necesite flexibilidad, respetar la rutina ayudará a tu hijo a comprender cómo los planes contribuyen a que su vida transcurra sin inconvenientes. Hazle notar diciéndole cosas como: ¡Qué bien! ¡Llegamos al autobús sin problemas hoy, tu lista de la mañana dio buen resultado!”
Remarca los logros de tu hijo. Reconoce las veces en que tu hijo pudo mantenerse organizado y ayúdalo a resolver problemas cuando la rutina no le da resultado.
jueves, 22 de enero de 2015
Deja que tu niño ande descalzo
“¡Que te pongas los zapatos!”, es el típico grito de muchas mamás, que a veces insistimos en que nuestros hijos utilicen calzados incluso cuando no caminan. Sin embargo, estudios y profesionales avalan la importancia de dejarlos descalzos para su desarrollo en diferentes aspectos.
“Caminar sin zapatos es importante para los niños, al menos en la casa, para que se vaya formando el arco del pie. Además mejora la estimulación que brinda el piso hacia los músculos del pie, hacia las articulaciones, un estímulo que les da la ubicación y la posición correcta del pie”, explica la neurofisioterapeuta Verónica Anzoátegui.
La formación correcta del arco evita, por un lado, el denominado pie plano —deformación caracterizada por la desaparición del arco del pie, por lo que la persona apoya toda la planta en el suelo al caminar con dolorosas consecuencias durante toda la vida—, y por otro lado repercute en que tanto la cadera como la columna vertebral se desarrollen en forma correcta.
Sobre el primer punto, el ortopedista David Martínez Flores precisa que los niños deberían caminar sin zapatos mínimamente hasta los dos años de edad; la razón es fisiológica: la formación del arco plantar se produce hasta los cuatro años. Ejercicios podálicos y el uso de plantilla son la mejor manera de corregir el pie plano, complementa el especialista.
Adicionalmente advierte de más problemas que pueden evitarse con esta sencilla práctica, entre otros el hecho de que un dedo se monte sobre otro o la mala alineación de éstos. El suelo firme ayuda a evitar estas malformaciones, dice el galeno.
“Para el buen desarrollo de los pies de los niños se recomiendan zapatos cómodos, no hay zapatos ortopédicos, pero deben ser planos (o sea sin taco). Para evitar el talo valgo (pies doblados hacia delante y arriba) deben ser de caña alta, añade.
Por su lado, Anzoátegui afirma que es recomendable que los niños caminen sobre diversos tipos de texturas, ya que con ello perciben varias sensaciones a través de su sistema nervioso central y experimentan una “gran vivencia corporal”.
El estudio Podología preventiva: niños descalzos igual a niños más inteligentes, de Isabel Gentil García, profesora de la Escuela Universitaria de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad Complutense de Madrid —citado en el portal creadess.org—, sostiene que los pies, como receptores, contribuyen a un mejor desarrollo de la inteligencia del bebé, así como su capacidad de diferenciar y discriminar cada vez más un mayor número de estímulos, ya que los pies de los niños tienen una sensibilidad mucho más fina que otras partes de su cuerpo y son receptores de todo el entorno.
Percepción
Los zapatos privan de información táctil y la percepción de la posición y movimiento de los pies en relación con el espacio.
Calcetines
De cero hasta que comienza a gatear no se recomienda ningún calzado, es suficiente tener puestos calcetines.
Músculos
Apoyar el pie descalzo en todo tipo de superficies, también irregulares, contribuye al desa- rrollo muscular.
Fotos: caminaressalud.blogspot.com y es.tendencias.yahoo.com Fuente: Verónica Anzoátegui (neurofisioterapeuta/ Calle 9 de Obrajes, Edif. El Zodiaco, subsuelo of. 4) David Martines Flores (Médico ortopédico, traumatólogo / Torre Ketal 1er. piso, calle 15 de Calacoto.), y el portal http://www.creadess.org
Mi esposo se quedó sin empleo
Cuando tu pareja se queda sin trabajo y la búsqueda de uno nuevo se alarga sin ningún resultado, es necesario que encuentres la forma de apoyarle sin hacerle sentir que se convirtió en una carga para la familia y que no sirve para nada.
Este tipo de soporte es especialmente importante si el afectado es el varón. “En Bolivia todavía vivimos en una sociedad machista en la cual la percepción general es que es responsabilidad del marido mantener a su familia, por lo que la pérdida del trabajo es castrante”, explica la psicóloga Alhena Alfaro.
Esta percepción no solo se limita a la imagen que el marido tiene de sí mismo, sino que también entra en juego la sociedad que, según la también psicóloga Lucrecia Pastor, ejerce una presión considerable sobre los varones, al recordarles los roles tradicionales que tiene su género al formar una familia.
“Hay que tener en cuenta que, incluso en el caso de renuncia, el quedarse sin trabajo no es algo para lo que alguien realmente se prepara. Siempre queda la esperanza de encontrar ‘algo rápido’ y cuando esto no se da, el impacto psicológico es muy fuerte”, agrega Pastor.
Manteniendo la paz
Ambas psicólogas advierten que no hay un escenario fijo para las reacciones de la pareja, ya que éstas dependen de muchos factores, entre los que destacan el “acuerdo” matrimonial al que ambos hubieran llegado, si la pérdida de trabajo fue prevista y consensuada, si la mujer tiene ingresos y la cantidad de ellos.
Sin embargo, hay acciones generales que ayudan a mantener la salud de la relación y de los miembros del matrimonio en estas circunstancias.En el caso del hombre, particularmente, Alfaro asegura que es importante que se sienta productivo y que la mujer no dé a entender que es una carga para ella o, peor aún, que es inútil y no aporta en nada.
La psicóloga indica que “si la persona ya está deprimida por su cesantía y encima le dan a entender que no ayuda en nada, eso puede derivar en una depresión profunda y generar tensiones entre la pareja que pueden llevar a la ruptura definitiva de la relación”.
O situaciones aún peores, dependiendo de la educación del varón. Si éste viene de un trasfondo machista, puede recurrir a la violencia intrafamiliar en un esfuerzo de “desquitarse” de la situación en su pareja, agrega Alfaro.
Es por ello que las expertas recomiendan la conversación y planificación constante. La esposa debe apoyar a su compañero, pero al mismo tiempo ambos deben tomar decisiones sobre la situación.
Pastor también advierte que el afectado tiene que poner mucho de su parte, no dependiendo exclusivamente del apoyo de su cónyuge. “No es solo decir ‘no tengo trabajo, estoy esperando respuesta, por lo que no hago nada’. Él tiene que mantenerse activo, ya sea moviéndose buscando un nuevo empleo, colaborando en las tareas de la casa y ayudando con los hijos”, expresa.
Para las especialistas es esencial que las acciones se definan en consenso y definiendo claramente cuáles son las líneas que la pareja seguirá en estos casos o en los que la mujer es la que soporta económicamente a la familia.
Si ésta es la situación de la familia, ya sea porque ella gana más y tiene un mejor trabajo o porque él hace actividades de poca remuneración, hay que tomar en cuenta que el varón puede ser un objeto de burla por parte de la sociedad machista, o de la familia de ella. Hay que conversar la situación y planificar las respuestas ante los curiosos de forma conjunta.
Planes
Las decisiones laborales deben, siempre, discutirse en pareja. Si uno de los cónyuges deja el trabajo voluntariamente sin previa discusión, eso crea fisuras en la relación.
Fotos: wordpress.com. Fuentes: psicólogas Lucrecia Pastor (70526156) y Alhena Alfaro (70674917).
Logra administrar medicinas a tu hijo
Los niños no entienden la necesidad de tomar medicamentos. Además, la mayoría de ellos tienen miedo a las medicinas y odian su sabor. Por lo tanto, los padres deben ser pacientes y conocer las maneras de administrar los remedios. No sirve reñirlo y castigarlo, ya que esto reforzará su rechazo.
Es fundamental explicarle que el medicamento lo va a ayudar a reducir su malestar. Debes reconfortarlo y hacerle sentir que lo apoyas. Asimismo, asegúrate que el menor no esté cansado y tenga el estómago lleno porque la fatiga y el hambre disminuyen su cooperación.
Toma en cuenta que es esencial suministrar remedios a tu hijo que hayan sido prescritos por un médico. No lo sanes con medicamentos para adultos, ya que le pueden provocar efectos secundarios nocivos y trabar su crecimiento. Para que el infante se cure, es indispensable brindarle un tratamiento eficaz y seguro.
Astucias PARA facilitar su proceso
LÍQUIDOS
Cuando el niño tiene que ingerir un medicamento líquido cuyo sabor es desagradable, puedes recurrir a diferentes estrategias para disimularlo. Ofrécele un chocolate, ya que su textura tapa las papilas de la lengua y disminuye el gusto del remedio. También puedes anestesiar ligeramente su boca, haciéndole chupar un hielo. Luego de la ingesta, dale una golosina con sabor a frutas o menta para que no tenga retornos acerbos durante el resto del día.
GOTAS
Para colocar gotas en los ojos de un pequeño, acuéstalo sobre su espalda. Abre su párpado con tu pulgar e índice y vierte el producto en la esquina interna de su ojo. Luego, aplica una compresa estéril para limpiar las eventuales lágrimas. En cuanto a las orejas, échalo de lado. Con una mano, mantén su oreja y con la otra, introduce las gotas en el conducto auditivo. Espera unos segundos antes de mover al niño para evitar que el líquido salga.
SUPOSITORIO
La eficacia de los supositorios es reconocida y extremadamente rápida. Sin embargo, la mayoría de los infantes son recalcitrantes a su uso. Para facilitar su administración, acuesta a tu hijo de espalda y levanta sus piernas. Distráelo con un juguete y avísale en el momento de introducir el medicamento. No olvides conservar el remedio en el refrigerador y mojarlo con un poco de agua para que penetre fácilmente.
COMPRIMIDOS
Suele ser muy complicado que un niño acepte ingerir un comprimido. Siéntalo y explícale que debe hacerlo rápido para que no sea desagradable. Ofrécele un vaso grande de agua o jugo de frutas. Es imprescindible evitar partir, moler o diluir el medicamento, ya que los ácidos contenidos en el estómago pueden reducir la eficacia del remedio. Además, el sabor puede ser aún más desagradable. No olvides que existen razones por las cuales los medicamentos son elaborados en comprimidos o cápsulas.
Es fundamental explicarle que el medicamento lo va a ayudar a reducir su malestar. Debes reconfortarlo y hacerle sentir que lo apoyas. Asimismo, asegúrate que el menor no esté cansado y tenga el estómago lleno porque la fatiga y el hambre disminuyen su cooperación.
Toma en cuenta que es esencial suministrar remedios a tu hijo que hayan sido prescritos por un médico. No lo sanes con medicamentos para adultos, ya que le pueden provocar efectos secundarios nocivos y trabar su crecimiento. Para que el infante se cure, es indispensable brindarle un tratamiento eficaz y seguro.
Astucias PARA facilitar su proceso
LÍQUIDOS
Cuando el niño tiene que ingerir un medicamento líquido cuyo sabor es desagradable, puedes recurrir a diferentes estrategias para disimularlo. Ofrécele un chocolate, ya que su textura tapa las papilas de la lengua y disminuye el gusto del remedio. También puedes anestesiar ligeramente su boca, haciéndole chupar un hielo. Luego de la ingesta, dale una golosina con sabor a frutas o menta para que no tenga retornos acerbos durante el resto del día.
GOTAS
Para colocar gotas en los ojos de un pequeño, acuéstalo sobre su espalda. Abre su párpado con tu pulgar e índice y vierte el producto en la esquina interna de su ojo. Luego, aplica una compresa estéril para limpiar las eventuales lágrimas. En cuanto a las orejas, échalo de lado. Con una mano, mantén su oreja y con la otra, introduce las gotas en el conducto auditivo. Espera unos segundos antes de mover al niño para evitar que el líquido salga.
SUPOSITORIO
La eficacia de los supositorios es reconocida y extremadamente rápida. Sin embargo, la mayoría de los infantes son recalcitrantes a su uso. Para facilitar su administración, acuesta a tu hijo de espalda y levanta sus piernas. Distráelo con un juguete y avísale en el momento de introducir el medicamento. No olvides conservar el remedio en el refrigerador y mojarlo con un poco de agua para que penetre fácilmente.
COMPRIMIDOS
Suele ser muy complicado que un niño acepte ingerir un comprimido. Siéntalo y explícale que debe hacerlo rápido para que no sea desagradable. Ofrécele un vaso grande de agua o jugo de frutas. Es imprescindible evitar partir, moler o diluir el medicamento, ya que los ácidos contenidos en el estómago pueden reducir la eficacia del remedio. Además, el sabor puede ser aún más desagradable. No olvides que existen razones por las cuales los medicamentos son elaborados en comprimidos o cápsulas.
Cómo crear hábitos positivos en los niños
Los padres creen, equivocadamente, que para crear hábitos en sus hijos, éstos deben tener 4 años como mínimo, sin considerar que su práctica comienza desde el nacimiento, primero con los tiempos de espera para su alimentación, que le enseñarán a ser tolerante y que no todo estará a su alcance de inmediato.
“Los bebés cuando nacen tienen baja tolerancia para esperar por algo, pero poco a poco se les debe enseñar a que esta situación será así. Si el infante llora por hambre debe haber transcurrido tres horas antes de volverlo a alimentar, espera que será productiva para el niño y la madre”, aseguró la psicóloga de Psinergia, Marynés Salazar.
A medida que el niño crece se premian sus conductas, primero porque ya sabrá que hay un tiempo de espera para comer. Luego cuando emita palabras sabrá que no todo se consigue con llanto, sino cuando comunique lo que desea. “Además si grita, debe aprender que no se pide de esa manera, sino hablando, así se genera hábitos en el lenguaje”. dijo.
HÁBITO
Para hablar del hábito en los niños hay que diferenciar que son conductas y valores. Las primeras son acciones percibidas por cada uno de nosotros como sentir, oler, tocar y escuchar. El segundo es tener la predisposición para actuar de forma determinada.
“Para que una niña o niño desarrolle un hábito es necesario unir conductas y valores, es decir, que aquellas acciones que se vayan aprendiendo sean consideradas como válidas y valorables para su vida, de manera que se conviertan en principios de vida. Entonces un hábito es una conducta reforzada”, expresó Salazar.
La especialista aseguró que muchos padres creen erróneamente que los hábitos, conductas y valores de sus hijos se deben enseñar cuando el niño ingresa al colegio; sin embargo, esta etapa ya es tardía para que el niño aprenda, pues a menor edad mejores serán los resultados.
“Hay errores que los padres cometen antes de que los niños cumplan tres años y no les ayudan a crear hábitos. Cuando el niño llora, de inmediato y para que se calle, le dan algo. Si hace una pataleta, para que no la haga se lo premia dándole algo que ha pedido. El niño crea el mal hábito de la pataleta y no así de la espera”, dijo la psicóloga.
Si alguna vez el niño dice una mala palabra y sonriendo le decimos que eso no se debe repetir, con el rostro se le estaría aprobando la acción y si se quiere corregir este hábito a los 3 años de edad se deberá fruncir el ceño en señal de desaprobación.
“Debemos valorar el desarrollo de los hábitos en nuestros hijos, primero ambos padres deben tener claro qué conductas positivas se desean transmitir y repetir una y otra vez, y con gusto. Los niños aprenden viendo lo que hacemos, no tanto así cuando les decimos. Si por ejemplo se valora la puntualidad y nuestros hijos ven que somos impuntuales entonces existiría una contradicción”, afirmó Salazar.
ETAPAS DE DESARROLLO
Los padres deberán estar bien informados sobre las etapas de desarrollo en las que se encuentren sus hijos para fortalecer sus conductas y valores positivos. Por ejemplo: si el niño está aprendiendo a hablar escuchará el tono de voz que utilizan sus padres para comunicarse con él o ella y lo más probable es que lo imiten.
“Cada etapa de su desarrollo será determinante para saber cómo será su relación con otras personas, de qué manera va a entender los derechos y deberes que tiene cada persona. Por esta razón los psicólogos conductistas dicen que al reforzar las conductas positivas que realicen los niños con una sonrisa, palabra o algún premio -que demuestre aprobación- se sentirán incentivados. Por el contrario, para corregir las conductas negativas se emplearán otras acciones como fruncir el seño, elevar el tono de voz o quitarles algo que ellos consideran valioso”, dijo la psicóloga.
La terapeuta aseguró que cuando nacemos tenemos el principio del placer, es decir, que todo lo que deseamos esté a nuestro alcance de inmediato, pero para vivir socialmente tenemos que ver el principio de la realidad, que significa comprender que no todo lo que se quiere estará a disposición de uno, que existen normas, reglas y leyes, porque de lo contario se corre el riesgo de crear personas que pueden llegar a delinquir con mucha facilidad.
HÁBITOS POSITIVOS
Algunos de los hábitos básicos que se deben desarrollar en los bebés o niños son la capacidad de escuchar, dialogar, poner orden en su entorno, la valoración del derecho de las personas. A partir de estos hábitos se pueden construir los demás.
“Se debe responder a cada etapa de desarrollo en el que se encuentra el niño o niña. Además de satisfacer una necesidad y al mismo tiempo tener un nivel de valoración, es decir, que los niños no hagan las cosas por hacer, sino que sepan por qué lo hacen y debe ser perdurable en el tiempo”, dijo Salazar.
Algunos hábitos negativos que se deben evitar son: el grito, la imposición, el abuso de poder, el aprovechamiento de la debilidad del otro, la comunicación agresiva, entre otros.
“Los humanos somos seres de hábitos y los vamos aprendiendo a través de los años. Sin embargo, cuando somos adultos tenemos la responsabilidad de crear hábitos cotidianos en los niños, desde que nacen hasta los cinco años.
Sin embargo, entre los cinco y once años se incluyen a los educadores que van a fortalecer estas conductas, ya en la pubertad y adolescencia estos hábitos están establecidos y simplemente se refuerzan”, explicó la psicóloga.
“Los bebés cuando nacen tienen baja tolerancia para esperar por algo, pero poco a poco se les debe enseñar a que esta situación será así. Si el infante llora por hambre debe haber transcurrido tres horas antes de volverlo a alimentar, espera que será productiva para el niño y la madre”, aseguró la psicóloga de Psinergia, Marynés Salazar.
A medida que el niño crece se premian sus conductas, primero porque ya sabrá que hay un tiempo de espera para comer. Luego cuando emita palabras sabrá que no todo se consigue con llanto, sino cuando comunique lo que desea. “Además si grita, debe aprender que no se pide de esa manera, sino hablando, así se genera hábitos en el lenguaje”. dijo.
HÁBITO
Para hablar del hábito en los niños hay que diferenciar que son conductas y valores. Las primeras son acciones percibidas por cada uno de nosotros como sentir, oler, tocar y escuchar. El segundo es tener la predisposición para actuar de forma determinada.
“Para que una niña o niño desarrolle un hábito es necesario unir conductas y valores, es decir, que aquellas acciones que se vayan aprendiendo sean consideradas como válidas y valorables para su vida, de manera que se conviertan en principios de vida. Entonces un hábito es una conducta reforzada”, expresó Salazar.
La especialista aseguró que muchos padres creen erróneamente que los hábitos, conductas y valores de sus hijos se deben enseñar cuando el niño ingresa al colegio; sin embargo, esta etapa ya es tardía para que el niño aprenda, pues a menor edad mejores serán los resultados.
“Hay errores que los padres cometen antes de que los niños cumplan tres años y no les ayudan a crear hábitos. Cuando el niño llora, de inmediato y para que se calle, le dan algo. Si hace una pataleta, para que no la haga se lo premia dándole algo que ha pedido. El niño crea el mal hábito de la pataleta y no así de la espera”, dijo la psicóloga.
Si alguna vez el niño dice una mala palabra y sonriendo le decimos que eso no se debe repetir, con el rostro se le estaría aprobando la acción y si se quiere corregir este hábito a los 3 años de edad se deberá fruncir el ceño en señal de desaprobación.
“Debemos valorar el desarrollo de los hábitos en nuestros hijos, primero ambos padres deben tener claro qué conductas positivas se desean transmitir y repetir una y otra vez, y con gusto. Los niños aprenden viendo lo que hacemos, no tanto así cuando les decimos. Si por ejemplo se valora la puntualidad y nuestros hijos ven que somos impuntuales entonces existiría una contradicción”, afirmó Salazar.
ETAPAS DE DESARROLLO
Los padres deberán estar bien informados sobre las etapas de desarrollo en las que se encuentren sus hijos para fortalecer sus conductas y valores positivos. Por ejemplo: si el niño está aprendiendo a hablar escuchará el tono de voz que utilizan sus padres para comunicarse con él o ella y lo más probable es que lo imiten.
“Cada etapa de su desarrollo será determinante para saber cómo será su relación con otras personas, de qué manera va a entender los derechos y deberes que tiene cada persona. Por esta razón los psicólogos conductistas dicen que al reforzar las conductas positivas que realicen los niños con una sonrisa, palabra o algún premio -que demuestre aprobación- se sentirán incentivados. Por el contrario, para corregir las conductas negativas se emplearán otras acciones como fruncir el seño, elevar el tono de voz o quitarles algo que ellos consideran valioso”, dijo la psicóloga.
La terapeuta aseguró que cuando nacemos tenemos el principio del placer, es decir, que todo lo que deseamos esté a nuestro alcance de inmediato, pero para vivir socialmente tenemos que ver el principio de la realidad, que significa comprender que no todo lo que se quiere estará a disposición de uno, que existen normas, reglas y leyes, porque de lo contario se corre el riesgo de crear personas que pueden llegar a delinquir con mucha facilidad.
HÁBITOS POSITIVOS
Algunos de los hábitos básicos que se deben desarrollar en los bebés o niños son la capacidad de escuchar, dialogar, poner orden en su entorno, la valoración del derecho de las personas. A partir de estos hábitos se pueden construir los demás.
“Se debe responder a cada etapa de desarrollo en el que se encuentra el niño o niña. Además de satisfacer una necesidad y al mismo tiempo tener un nivel de valoración, es decir, que los niños no hagan las cosas por hacer, sino que sepan por qué lo hacen y debe ser perdurable en el tiempo”, dijo Salazar.
Algunos hábitos negativos que se deben evitar son: el grito, la imposición, el abuso de poder, el aprovechamiento de la debilidad del otro, la comunicación agresiva, entre otros.
“Los humanos somos seres de hábitos y los vamos aprendiendo a través de los años. Sin embargo, cuando somos adultos tenemos la responsabilidad de crear hábitos cotidianos en los niños, desde que nacen hasta los cinco años.
Sin embargo, entre los cinco y once años se incluyen a los educadores que van a fortalecer estas conductas, ya en la pubertad y adolescencia estos hábitos están establecidos y simplemente se refuerzan”, explicó la psicóloga.
miércoles, 21 de enero de 2015
Consejos para que tu bebé no te deje sin pareja
Suele pasar que en los primeros meses de vida del bebé, éste ocupe gran parte de tu tiempo. Pasará noches sin dormir, deberás alimentarlo, ciudarlo, hacerlo dormir. Lo que seguramente hará que tu única preocupación sea su bienestar, además de estar sumamente cansada en los momentos en que él duerme. Es por esto que tu pareja puede comenzar a sentirse relegado de ese dúo que se ha formado y pase a sentir que ocupa un lugar secundario en tus sentimientos. Para que esto no llegue a convertirse en celos injustificados, es preciso que se tomen medidas para que puedan tener su espacio y ninguno de los dos sienta que su relación cambió rotundamente ante la llegada del bebé. El consejo primordial es fortalecer la comunicación. Deben tomarse media hora cada día una vez que el niño logró dormirse para hablar de sus sentimientos, de lo que les sucedió en el día o de lo que sienten hacia el otro a partir de la llegada del nuevo integrante de la familia.
lunes, 19 de enero de 2015
"Los padres que quieran hijos felices tendrán adultos esclavos de los demás"
Para el filósofo Gregorio Luri, buen conocedor del mundo educativo, y autor de «Mejor Educados» (Ariel), es mucho más sensato enseñar a nuestros hijos a superar las frustraciones inevitables que hacerles creer en la posibilidad de un mundo sin frustraciones. Luri, además, es especialmente crítico con aquellos que desean hijos felices. «Primero, yo creo que lo que hay que hacer es amar a la vida, no a la felicidad. Y no se puede amar a las dos al mismo tiempo. Porque la felicidad solo se puede conseguir jibarizando a la vida. Es decir, por medio de la idiocia. Además, no creo que existan los niños felices». Así lo asegura el ensayista navarro para quien la infancia no solo no es feliz, sino que suele ser una edad «terrible». «La vida es muy compleja. Otra cosa es que pueda haber momentos de gran alegría en la infancia. Pero también puede haberlos diez minutos antes de tu muerte», advierte. «Eso sí, teniendo también claro que no queremos hijos infelices y que lo contrario de la felicidad no es la infelicidad», matiza.
—A cualquier padre que se le pregunte responde que quiere un hijo feliz. Y es abrumadora la sobreoferta de obras de psicología y de noticias que indican el camino más corto para llegar a la felicidad.
—A esos padres les pediría que abrieran los ojos y que me dijeran qué ven. La vida es compleja, llena de incertidumbres, y con un sometimiento terrible al azar. Estoy empezando a pensar que hay un sector de educadores postmodernos que se han convertido en el aliado más fiel de la barbarie, que lo que hacen es ocultar la realidad y sustituirla por una ideología buenista, acaramelada, y de un mundo de «teletubbies». Personalmente, me resultan más atractivas la valentía y el coraje de afirmar la vida. Tenga usted un hijo feliz y tendrá un adulto esclavo, o de sus deseos irrealizados o de sus frustraciones, o de alguien que le va a mandar en el futuro. Personalmente, me resulta mucho más atractiva la valentía, el coraje de afirmar la vida. Algo que ha sido, por otra parte, la gran tradición occidental desde Homero hasta hace dos días: Querer a la vida a pesar de que esta es injusta, tacaña, austera. No querer a la vida porque encontramos la forma de diluirnos todos en un acaramelamiento que hasta me parece soez. Ahora la felicidad se entiende como un recorte de las aspiraciones.
—Tampoco queremos hijos infelices.
—En absoluto, eso sería de juzgado de guardia. Hay que tener claro que lo contrario de la felicidad no es la infelicidad, es la realidad. Hay que asumir la complejidad del mundo. Como seres humanos nuestro deber no es ser felices, es desarrollar nuestras capacidades más altas. Y la felicidad es una ideología que milita contra esto. ¿Por qué? Por la simpleza de nuestros teóricos, que nos llevan a una felicidad en cursivas. Procure que sus hijos no sean infelices, y después enséñeles la realidad, a sobrellevar sus frustraciones, a sobrellevar un no. Estamos creando niños muy frágiles y caprichosos, sin resistencia a la frustración, y además convencidos de que alguien tiene que garantizarles la felicidad. Y si alguien no se la garantiza, se encuentran ante una desgracia metafísica. Porque cuando nuestros hijos salgan al mercado, la sociedad no les va a medir por su grado de felicidad, sino por aquello que sepan hacer, que es exactamente lo que se le pide a las personas con las que nos relacionamos. Cuando vamos al dentista, no nos importa que sea feliz, sino que sea profesional en lo que hace. Si necesitamos un fontanero, querremos que sea eficiente, rápido, y a ser posible barato. Hombre, si es amable, mejor. Pero desde luego no vamos a valorar si es un fontanero feliz. Además, me parece muy sano que nuestras relaciones sociales, especialmente con los desconocidos, no estén mediadas más que por su profesionalidad, sin necesidad de estar pendientes de la emotividad.
—En su libro «Mejor educados» tiene un capítulo que reza: «Desconfíe del profesor que quiere hacer feliz a su hijo». ¿También de la escuela?
—De las que prometen «experiencias». Una escuela lo que tiene que ofrecer es la posibilidad de realizar trayectorias, no experiencias. Y en el caso concreto de los niños pobres, la posibilidad de cambiar de trayectoria, de liberarse, y de abrirse puertas. Si vuestros hijos van a una de esas escuelas en las que Bucay es el intelectual de referencia, competir está prohibido, cuando juegan, todos ganan y nadie pierde, y se considera más importante educar emocionalmente que enseñar álgebra, entonces, manteneos vigilantes. El mundo, sea lo que sea, no es un fruto de nuestro deseo. Y está muy bien que no sea así, porque si no cada uno tendríamos el nuestro. Y la realidad es aquello que un escritor catalán decía: «Ante la realidad, siempre se está en primera fila». Esto hay que saberlo. Y de todas formas, te llevas unos cuantos sopapos en la vida. Lo cierto es que hay que estar listo para eso. Pero... ¿para qué estamos preparando nosotros a nuestros hijos? Para ser felices, mientras las madres «tigre» chinas, por ejemplo, entrenan a sus hijos para que sean capaces de ir a cualquier universidad del mundo. Nos puede parecer que son demasiado estrictas, pero la realidad de los resultados de sus hijos nos obliga a no hacer demasiadas bromas con ellas, porque existe la posibilidad de que en el futuro sean los jefes de los nuestros. ¿Conclusión? Queramos hijos felices, que tendremos que ir con nuestro currículum de la felicidad a buscar trabajo en empresas chinas.
—En este sentido, usted aboga por las escuelas tradicionales, frente a otras modernidades pedagógicas. ¿Por qué?
—Mire, hay escuelas, tanto públicas como privadas, que ponen gran entusiasmo en dejar bien claro que no son tradicionales. Viven en la fantasía de que una escuela no puede ser buena si no ha roto con la tradición pedagógica. Quieren ser exclusivamente escuelas del siglo XXI. No es raro que se definan a sí mismas con fórmulas retóricas muy sofisticadas detrás de las cuales no hay ningún contenido claro. Pienso en la psicología positiva, la educación emocional, las inteligencias múltiples... etcétera. Frente a esto, están las escuelas tradicionales, llenas de imperfecciones sí, pero que acumulan una larga experiencia de ensayos y de errores que deberíamos tener en cuenta antes de jugarnos la educación de nuestros hijos a la única carta de nuestra ingenuidad. Es más, con frecuencia la pedagogía beata añade a su propuesta de hacer felices a los niños algo que parece más serio: «hacerlos mejores personas». ¿Pero se puede puede ser mejor persona sin conocimientos, sin capacidad para mantener la atención, sin competencias, sin hábitos? Piense usted en su propio mundo antes de responder a esta pregunta: ¿Se puede ser creativo sin tener conocimientos? ¿Y la memoria, es un estorbo para tener conocimientos?
—También asegura usted en su obra que la escuela perfecta no existe.
—Esto hay que tenerlo claro cuando se busca un centro educativo para los hijos. Cada escuela tiene sus puntos débiles. Y esto causa una cierta frustración a muchas familias, pero así son las cosas: no existen ni la familia ni la escuela perfecta. Lo que hay que pensar es en el clima intelectual de la familia y en los hábitos de trabajo que reinan en ella. Esos serán mejores indicadores del éxito o el fracaso escolar del niño que la escuela misma. Y, desde luego, el trabajo diario de los niños nos predice con más fiabilidad su futuro éxito que la cantidad que paguemos de cuota escolar.
—Los padres de ahora, ¿son demasiado flexibles con sus hijos?
—No, lo que están es perplejos. Y existen elementos objetivos para su perplejidad. En contra de lo que se dice de que los padres han dimitido, pienso que están más preocupados que nunca, quizá demasiado. En este sentido, soy partidario de reformular los derechos de los niños. El primero de todos sería que los hijos tienen derecho a tener unos padres tranquilos, que no estén continuamente preocupados, pendientes de qué tienen que hacer en el momento en que se encuentran sus hijos. Segundo, que tienen derecho a tener unos padres imperfectos. Porque así tienen relación con seres humanos. Voy a decir algo que me parece esencial: ser adulto, o hacerse adulto, es aprender a querer a los que te rodean a pesar de que estén llenos de faltas. La clave de todo esto de la felicidad es una ideología muy extraña que considera que la vida es un conjunto de problemas, cuya respuesta nos la puede dar no sé qué sabiduría, y en el momento en que tengamos respuesta a esa sabiduría seremos felices. Eso es un cuento chino.
—Es muy común alardear de felicidad a través de internet.
—No veo el porqué ir proclamando sentimientos por ahí, ni porqué estar contaminando a los demás de mi estado emotivo... Cada uno tiene sus propias preocupaciones. La gente es muy cansina alardeando de lo felices que son, y las redes sociales no ayudan, desde luego. Hay una historia clave y maravillosa de Herodoto en el segundo libro de su historia, que lo explicaría muy bien: Un día el rey Creso recibe a Solón de Atenas, un poeta, reformador, legislador y estadista ateniense, uno de los siete sabios de Grecia. Cuando llega a palacio, Creso le señala su tesoro y le pregunta ¿conoces a alguien más feliz que yo? y Solón de Atenas le responde:«Nadie puede considerarse feliz hasta el día de su muerte». Esta es la paradoja. Creso no entiende sus palabras hasta que los persas conquistan su reino, lo cogen prisionero, y lo ponen en una pira para prenderle fuego y que muera. Cuando va a morir comienza a llorar y le preguntan: ¿Qué te pasa? «Es que me estoy acordando de las palabras de Solón», responde. Porque ni puedes controlar la fortuna de verdad, ni tus estados de ánimo. Son los estados de ánimo los que te dominan a tí, y al que me diga que es capaz de programar el estado de ánimo que va a tener dentro de tres días a las cinco quince, yo me veo obligado a decirle que es un memo. Son los estados de ánimo los que se apoderan de nosotros. Por eso a veces no entendemos porque estamos de mal humor si tenemos una familia a la que queremos, un buen trabajo... Los estados de ánimo son un estado antropológico muy importante y muy serio, y no obedecen a una programación técnica.
—A cualquier padre que se le pregunte responde que quiere un hijo feliz. Y es abrumadora la sobreoferta de obras de psicología y de noticias que indican el camino más corto para llegar a la felicidad.
—A esos padres les pediría que abrieran los ojos y que me dijeran qué ven. La vida es compleja, llena de incertidumbres, y con un sometimiento terrible al azar. Estoy empezando a pensar que hay un sector de educadores postmodernos que se han convertido en el aliado más fiel de la barbarie, que lo que hacen es ocultar la realidad y sustituirla por una ideología buenista, acaramelada, y de un mundo de «teletubbies». Personalmente, me resultan más atractivas la valentía y el coraje de afirmar la vida. Tenga usted un hijo feliz y tendrá un adulto esclavo, o de sus deseos irrealizados o de sus frustraciones, o de alguien que le va a mandar en el futuro. Personalmente, me resulta mucho más atractiva la valentía, el coraje de afirmar la vida. Algo que ha sido, por otra parte, la gran tradición occidental desde Homero hasta hace dos días: Querer a la vida a pesar de que esta es injusta, tacaña, austera. No querer a la vida porque encontramos la forma de diluirnos todos en un acaramelamiento que hasta me parece soez. Ahora la felicidad se entiende como un recorte de las aspiraciones.
—Tampoco queremos hijos infelices.
—En absoluto, eso sería de juzgado de guardia. Hay que tener claro que lo contrario de la felicidad no es la infelicidad, es la realidad. Hay que asumir la complejidad del mundo. Como seres humanos nuestro deber no es ser felices, es desarrollar nuestras capacidades más altas. Y la felicidad es una ideología que milita contra esto. ¿Por qué? Por la simpleza de nuestros teóricos, que nos llevan a una felicidad en cursivas. Procure que sus hijos no sean infelices, y después enséñeles la realidad, a sobrellevar sus frustraciones, a sobrellevar un no. Estamos creando niños muy frágiles y caprichosos, sin resistencia a la frustración, y además convencidos de que alguien tiene que garantizarles la felicidad. Y si alguien no se la garantiza, se encuentran ante una desgracia metafísica. Porque cuando nuestros hijos salgan al mercado, la sociedad no les va a medir por su grado de felicidad, sino por aquello que sepan hacer, que es exactamente lo que se le pide a las personas con las que nos relacionamos. Cuando vamos al dentista, no nos importa que sea feliz, sino que sea profesional en lo que hace. Si necesitamos un fontanero, querremos que sea eficiente, rápido, y a ser posible barato. Hombre, si es amable, mejor. Pero desde luego no vamos a valorar si es un fontanero feliz. Además, me parece muy sano que nuestras relaciones sociales, especialmente con los desconocidos, no estén mediadas más que por su profesionalidad, sin necesidad de estar pendientes de la emotividad.
—En su libro «Mejor educados» tiene un capítulo que reza: «Desconfíe del profesor que quiere hacer feliz a su hijo». ¿También de la escuela?
—De las que prometen «experiencias». Una escuela lo que tiene que ofrecer es la posibilidad de realizar trayectorias, no experiencias. Y en el caso concreto de los niños pobres, la posibilidad de cambiar de trayectoria, de liberarse, y de abrirse puertas. Si vuestros hijos van a una de esas escuelas en las que Bucay es el intelectual de referencia, competir está prohibido, cuando juegan, todos ganan y nadie pierde, y se considera más importante educar emocionalmente que enseñar álgebra, entonces, manteneos vigilantes. El mundo, sea lo que sea, no es un fruto de nuestro deseo. Y está muy bien que no sea así, porque si no cada uno tendríamos el nuestro. Y la realidad es aquello que un escritor catalán decía: «Ante la realidad, siempre se está en primera fila». Esto hay que saberlo. Y de todas formas, te llevas unos cuantos sopapos en la vida. Lo cierto es que hay que estar listo para eso. Pero... ¿para qué estamos preparando nosotros a nuestros hijos? Para ser felices, mientras las madres «tigre» chinas, por ejemplo, entrenan a sus hijos para que sean capaces de ir a cualquier universidad del mundo. Nos puede parecer que son demasiado estrictas, pero la realidad de los resultados de sus hijos nos obliga a no hacer demasiadas bromas con ellas, porque existe la posibilidad de que en el futuro sean los jefes de los nuestros. ¿Conclusión? Queramos hijos felices, que tendremos que ir con nuestro currículum de la felicidad a buscar trabajo en empresas chinas.
—En este sentido, usted aboga por las escuelas tradicionales, frente a otras modernidades pedagógicas. ¿Por qué?
—Mire, hay escuelas, tanto públicas como privadas, que ponen gran entusiasmo en dejar bien claro que no son tradicionales. Viven en la fantasía de que una escuela no puede ser buena si no ha roto con la tradición pedagógica. Quieren ser exclusivamente escuelas del siglo XXI. No es raro que se definan a sí mismas con fórmulas retóricas muy sofisticadas detrás de las cuales no hay ningún contenido claro. Pienso en la psicología positiva, la educación emocional, las inteligencias múltiples... etcétera. Frente a esto, están las escuelas tradicionales, llenas de imperfecciones sí, pero que acumulan una larga experiencia de ensayos y de errores que deberíamos tener en cuenta antes de jugarnos la educación de nuestros hijos a la única carta de nuestra ingenuidad. Es más, con frecuencia la pedagogía beata añade a su propuesta de hacer felices a los niños algo que parece más serio: «hacerlos mejores personas». ¿Pero se puede puede ser mejor persona sin conocimientos, sin capacidad para mantener la atención, sin competencias, sin hábitos? Piense usted en su propio mundo antes de responder a esta pregunta: ¿Se puede ser creativo sin tener conocimientos? ¿Y la memoria, es un estorbo para tener conocimientos?
—También asegura usted en su obra que la escuela perfecta no existe.
—Esto hay que tenerlo claro cuando se busca un centro educativo para los hijos. Cada escuela tiene sus puntos débiles. Y esto causa una cierta frustración a muchas familias, pero así son las cosas: no existen ni la familia ni la escuela perfecta. Lo que hay que pensar es en el clima intelectual de la familia y en los hábitos de trabajo que reinan en ella. Esos serán mejores indicadores del éxito o el fracaso escolar del niño que la escuela misma. Y, desde luego, el trabajo diario de los niños nos predice con más fiabilidad su futuro éxito que la cantidad que paguemos de cuota escolar.
—Los padres de ahora, ¿son demasiado flexibles con sus hijos?
—No, lo que están es perplejos. Y existen elementos objetivos para su perplejidad. En contra de lo que se dice de que los padres han dimitido, pienso que están más preocupados que nunca, quizá demasiado. En este sentido, soy partidario de reformular los derechos de los niños. El primero de todos sería que los hijos tienen derecho a tener unos padres tranquilos, que no estén continuamente preocupados, pendientes de qué tienen que hacer en el momento en que se encuentran sus hijos. Segundo, que tienen derecho a tener unos padres imperfectos. Porque así tienen relación con seres humanos. Voy a decir algo que me parece esencial: ser adulto, o hacerse adulto, es aprender a querer a los que te rodean a pesar de que estén llenos de faltas. La clave de todo esto de la felicidad es una ideología muy extraña que considera que la vida es un conjunto de problemas, cuya respuesta nos la puede dar no sé qué sabiduría, y en el momento en que tengamos respuesta a esa sabiduría seremos felices. Eso es un cuento chino.
—Es muy común alardear de felicidad a través de internet.
—No veo el porqué ir proclamando sentimientos por ahí, ni porqué estar contaminando a los demás de mi estado emotivo... Cada uno tiene sus propias preocupaciones. La gente es muy cansina alardeando de lo felices que son, y las redes sociales no ayudan, desde luego. Hay una historia clave y maravillosa de Herodoto en el segundo libro de su historia, que lo explicaría muy bien: Un día el rey Creso recibe a Solón de Atenas, un poeta, reformador, legislador y estadista ateniense, uno de los siete sabios de Grecia. Cuando llega a palacio, Creso le señala su tesoro y le pregunta ¿conoces a alguien más feliz que yo? y Solón de Atenas le responde:«Nadie puede considerarse feliz hasta el día de su muerte». Esta es la paradoja. Creso no entiende sus palabras hasta que los persas conquistan su reino, lo cogen prisionero, y lo ponen en una pira para prenderle fuego y que muera. Cuando va a morir comienza a llorar y le preguntan: ¿Qué te pasa? «Es que me estoy acordando de las palabras de Solón», responde. Porque ni puedes controlar la fortuna de verdad, ni tus estados de ánimo. Son los estados de ánimo los que te dominan a tí, y al que me diga que es capaz de programar el estado de ánimo que va a tener dentro de tres días a las cinco quince, yo me veo obligado a decirle que es un memo. Son los estados de ánimo los que se apoderan de nosotros. Por eso a veces no entendemos porque estamos de mal humor si tenemos una familia a la que queremos, un buen trabajo... Los estados de ánimo son un estado antropológico muy importante y muy serio, y no obedecen a una programación técnica.
domingo, 18 de enero de 2015
Ventajas y desventajas de vivir en casa de tus suegros
¿Vives con tus suegros? ¿Tienes pensado en corto tiempo irte a vivir con ellos para ahorrar el dinero del alquiler? Antes de hacerlo, ten en cuenta cuáles son los pros y contras.
Lo positivo y negativo. Si tus suegros están dispuestos a ayudarte, seguramente no tendrán ningún problema en cuidar a los chicos, así tú y tu pareja podrán trabajar o salir alguna que otra noche. Puede ser que con el paso del tiempo, tú y tus suegros comiencen a demostrar que piensan de manera diferentes en cuanto a la educación y a la crianza de los niños. Esto puede desencadenar en peleas o trastornos en el seno intrafamiliar. Si tus suegros son adultos mayores, pueden sufrir caídas e incluso accidentes más serios. Vivir con ellos te dará la oportunidad de cuidarlos. Verás que tu pareja estará muy agradecida y ellos por su parte también.
Lo positivo y negativo. Si tus suegros están dispuestos a ayudarte, seguramente no tendrán ningún problema en cuidar a los chicos, así tú y tu pareja podrán trabajar o salir alguna que otra noche. Puede ser que con el paso del tiempo, tú y tus suegros comiencen a demostrar que piensan de manera diferentes en cuanto a la educación y a la crianza de los niños. Esto puede desencadenar en peleas o trastornos en el seno intrafamiliar. Si tus suegros son adultos mayores, pueden sufrir caídas e incluso accidentes más serios. Vivir con ellos te dará la oportunidad de cuidarlos. Verás que tu pareja estará muy agradecida y ellos por su parte también.
Se puede aumentar de peso con antibióticos
Que los antibióticos arrasan con la flora intestinal no es nuevo. Lo que sí es una novedad es lo que apuntan dos recientes investigaciones: que si se usan cuando eres bebé esa flora puede alterarse para siempre y se puede desarrollar obesidad de adulto.
Investigadores estadounidenses han estudiado qué ocurre cuando se dan precozmente dosis subterapéuticas (más bajas). Para ello, administraron vancomicina o penicilina a ratones durante siete semanas. Los medicados tuvieron un aumento del 10 al 15% en su grasa, incrementaron su densidad ósea y sufrieron una alteración de las hormonas relacionadas con el metabolismo. En el Reino Unido, tras analizar los datos de 11.532 niños y ver sus informes médicos desde el nacimiento hasta los 23 meses, un grupo de investigadores ha confirmado que el uso de antibióticos antes de los cinco meses podría estar detrás de un sobrepeso posterior. Esa relación no se observó, en cambio, cuando los antibióticos se dieron cuando el bebé tenía seis o más meses de vida./
Investigadores estadounidenses han estudiado qué ocurre cuando se dan precozmente dosis subterapéuticas (más bajas). Para ello, administraron vancomicina o penicilina a ratones durante siete semanas. Los medicados tuvieron un aumento del 10 al 15% en su grasa, incrementaron su densidad ósea y sufrieron una alteración de las hormonas relacionadas con el metabolismo. En el Reino Unido, tras analizar los datos de 11.532 niños y ver sus informes médicos desde el nacimiento hasta los 23 meses, un grupo de investigadores ha confirmado que el uso de antibióticos antes de los cinco meses podría estar detrás de un sobrepeso posterior. Esa relación no se observó, en cambio, cuando los antibióticos se dieron cuando el bebé tenía seis o más meses de vida./
Madres obsesionadas con sus hijos
Un nuevo estudio publicado en la revista "The Journal of Reproductive Medicine", reconoce que durante los primeros meses de la maternidad, las mujeres tienen más comportamientos obsesivos compulsivos que la población general.
En los tres pimeros meses de vida del bebé las madres suelen comportarse de un modo obsesivo compulsivo en determinados aspectos. Según los autores del estudio publicado en "The Journal of Reproductive Medicine", que son investigadores de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en el periodo posparto se altera la regulación de la serotonina (debido a los cambios hormonales propios de esta etapa), lo que podría ser la causa de que aumenten los síntomas obsesivos compulsivos.
Otras investigaciones apuntan al aumento de la oxitocina que se produce durante el embarazo y en la fase posterior que podría afectar el incremento de actividad en el hipotálamo-pituitaria-corteza adrenal
En los tres pimeros meses de vida del bebé las madres suelen comportarse de un modo obsesivo compulsivo en determinados aspectos. Según los autores del estudio publicado en "The Journal of Reproductive Medicine", que son investigadores de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en el periodo posparto se altera la regulación de la serotonina (debido a los cambios hormonales propios de esta etapa), lo que podría ser la causa de que aumenten los síntomas obsesivos compulsivos.
Otras investigaciones apuntan al aumento de la oxitocina que se produce durante el embarazo y en la fase posterior que podría afectar el incremento de actividad en el hipotálamo-pituitaria-corteza adrenal
¿Cómo acabar con los berrinches?
Si no sabes qué hacer cuando un niño se tira al piso haciendo berrinches justamente en lugares públicos y crees que ya perdiste las riendas, El Sol brinda algunos tips para controlar esta mala conducta, ya que los psicólogos Óscar Urzagasti y Tusnelda Flores señalan las mejores maneras para cortar o evitar ese comportamiento.
Situación. El propósito de la rabieta es conseguir lo que el niño quiere y si los padres no controlan esa actitud, entonces se vuelve un instrumento poderoso. "La rabieta en sí no es el problema, sino cuando se convierte en un círculo vicioso", indicó Óscar.
No reforzar la rabieta. "Los seres humanos estamos condicionados a responder al llanto de un niño, pero tenemos que identificar cuando se trata de un llanto de verdad o llanto por "mañudo" porque si se le da importancia a su rabieta el hijo se acostumbra a conseguir atención mediante su llanto", acotó el psicólogo. Para evitar la situación, el padre tiene que ser firme, rígido y congruente, al decir No tiene que ser No, porque si lo mal acostumbra puede llevar a graves problemas.
No darle atención. Por su parte, Tusnelda indicó que los padres tienen que minimizar la situación, primero viendo que no corren ningún peligro y alejarse de ellos (a una distancia prudente) para no prestarles atención, entonces el pequeño se dará cuenta de que con berrinches no gana nada.
Hablarle. Otra técnica, es tomar al niño de los brazos cerca de los hombros, mirarlo fijamente a la cara y decirle en un tono suave que no le va a dar lo que quiere por tal razón. Pero eso no solo una vez, sino de manera reiterada para que tenga el efecto y cortar esa conducta no apropiada.
Manera preventiva. Mantener el control de los padres, para que cuando salgan a la calle el niño no siempre se acostumbre a llegar con juguete nuevo. Sobre todo, esto pasa cuando uno de los padres no vive con él y quiere llenar ese vacío comprándole cosas de la calle.
Súper importante. Para que todo funcione bien, Tusnelda aconseja que el papá y la mamá tienen que manejar las mismas normas para que no sea uno solo quien eduque y el otro mal eduque. "Aunque al principio cuesta un poco, ambos tienen que ser muy firmes".
viernes, 16 de enero de 2015
Un bastón a la medida puede evitar futuras caídas
A la hora de necesitar un apoyo para caminar o después de una lesión, no se trata de usar cualquier bastón. De acuerdo con la Sociedad Geriátrica de Estados Unidos, es de vital importancia conseguir un bastón ajustado al cuerpo y las necesidades de uso de cada persona.
Recomendaciones. Revisar la punta: es indispensable que la punta sea de caucho para aumentar la fricción. Revisarla con frecuencia y reemplazarla cuando se gaste la trama.
Conseguir un mango. Buscar uno que sea cómodo de sostener: una persona que tenga artritis o algún padecimiento que afecte sus dedos y manos podría necesitar un mango especial. Ajustarlo a su cuerpo. De pie, el codo debe estar a un ángulo de 30 grados cuando se sostiene el bastón junto a la pierna.
Cuando el brazo está al lado, la parte superior del bastón debe quedar paralela a su muñeca.
Recomendaciones. Revisar la punta: es indispensable que la punta sea de caucho para aumentar la fricción. Revisarla con frecuencia y reemplazarla cuando se gaste la trama.
Conseguir un mango. Buscar uno que sea cómodo de sostener: una persona que tenga artritis o algún padecimiento que afecte sus dedos y manos podría necesitar un mango especial. Ajustarlo a su cuerpo. De pie, el codo debe estar a un ángulo de 30 grados cuando se sostiene el bastón junto a la pierna.
Cuando el brazo está al lado, la parte superior del bastón debe quedar paralela a su muñeca.
jueves, 15 de enero de 2015
Cuidado: ¡hormonas en el aula!
Si antes te preocupaba que no mejoren las notas de tu hija o que tu retoño se pelee mucho en clases, debes prepararte para la llegada de la pubertad, que generará cambios psicológicos y físicos en tu hijo que pueden hacerle más complicada la etapa colegial.
Ahora se fijarán en la niña más linda de la clase, o en el deportista más guapo de la escuela. Y quizá, por seguir a estos prospectos o salir entre amigos, incumplan con algunos horarios, tareas, se comporten más distraídos e incluso cambien su forma de ser contigo.
Una primera clave es la prevención. “Desde antes se deben poner reglas claras y se tiene que entablar una buena relación con nuestros hijos, intentando tener una comunicación fluida y asertiva con ellos antes de que sean adolescentes”, sugiere la psicóloga Pilar Manríquez.
Una segunda clave es la toma de conciencia de que los hijos van adquiriendo su propia personalidad e independencia. Muchos de ellos la encuentran contradiciendo y cuestionando a sus padres. “No es por malcriados, sino por diferenciarse de sus padres y de su forma de pensar. Esto no tiene que generar castigos”, agrega la psicóloga. “Además, las reglas de comportamiento deben ser claras y coherentes, de tal forma que, según su discernimiento sobre lo bueno y lo malo, el adolescente pueda decidir qué camino seguir”.
La tercera clave es recordar que fuiste adolescente. Recuerda cómo te sentías en clases, según tus características: ¿Sentías soledad? ¿Te molestaban por el tamaño de tu busto o por el cambio de tu voz? ¿Te distrajo algún enamoramiento o necesitabas encajar con algún grupo? “Todo esto te ayudará a entender qué tipo de vivencia atraviesa tu hijo. Para detectarlo, lo único que sirve es escuchar lo que dice y, sobre todo, observar lo que hace: mira si deja de comer porque siente que engorda mucho o si no quiere cambiarse de ropa porque hay incomodidad con su cuerpo”, recomienda el psicólogo Carlos Vargas.
Eso sí, no importa cuán revueltas estén sus hormonas, haz que respete la autoridad del maestro y aparece solo cuando el problema realmente no pueda ser solucionado por tu hijo, recomienda el psicólogo Marcelo Pacheco. “Ganarás su confianza con tu ejemplo y coherencia al momento de comportarse, de aplicar recompensas y castigos y de administrar el capital emocional”.
Fuente: Pilar Manríquez, psicóloga. (joapilar@hotmail.com, 73262228). Marcelo Pacheco, psicólogo (70536240) y Carlos Vargas, psicólogo.
Relaciones padres e hijos en situaciones complicadas
La paternidad es una etapa en la cual los vínculos pueden ser difíciles en ciertos momentos debido a las circunstancias vividas en el núcleo familiar. Es necesario apoyar a los pequeños para limitar consecuencias psicológicas y emocionales.
CONSECUENCIAs de la sEPARACIÓN PARENTAL
La separación de los padres afecta a sus hijos, ya que existe una alteración de la homeostasis familiar, es decir, el equilibrio dentro de la familia. Sin embargo, las reacciones de los niños varían según su edad. También dependen de la repartición de los roles con los papás y la presencia del conflicto dentro de la pareja.
PSICOLOGÍA
Los pequeños que provienen de una familia separada suelen ser más perturbados y agresivos. Estos problemas de carácter son mayormente intensos cuando existen muchos conflictos entre los padres. Por otro lado, los menores pueden considerarse responsables de la separación de sus papás y sentir culpabilidad o vergüenza. De esta manera, se recomienda realizar una terapia familiar para aminorar las consecuencias psicológicas en el futuro. Asimismo, la pareja debe intentar separarse en buenos términos y evitar las discusiones.
ESCUELA
Al contrario de lo comúnmente pensado, los niños que tienen padres separados no presentan mayores dificultades escolares que sus compañeros. Sin embargo, algunos pequeños sufren trastornos comportamentales en la escuela como agresividad, irritabilidad, problemas de concentración o impaciencia, mientras que otros quieren escaparse de las tensiones vividas en casa para comportarse como alumnos ejemplares. En estos dos casos, es necesario proveer al menor un apoyo psicológico para que pueda seguir su escolarización de manera adecuada.
RELACIÓN
CONYUGAL
Algunos padres tienen una relación agresiva entre ellos en el momento de la separación, la cual influye sobre el comportamiento del niño. Toma en cuenta que si los papás tienen conflictos perpetuos, el pequeño presenta mayores probabilidades de adoptar conductas violentas, huir de la casa y sufrir problemas sociales con su entorno. La pareja debe pensar en el bienestar de su hijo e intentar separarse sin peleas. También es esencial que no incluya al menor en sus discusiones. Asimismo, se deben respetar los roles de cada uno de los padres y explicar al niño que la separación no es causada por él.
MUDANZA
El bienestar emocional del niño puede ser perturbado por una eventual mudanza. Para el pequeño, la separación entre sus padres suele ser muy difícil de aceptar. Si además tiene que alejarse de sus amigos y vivir en una nueva casa, puede tener muchas dificultades para encontrar su lugar en esta vida tan diferente. Por lo tanto, los padres deben tratar de no efectuar muchos cambios al mismo tiempo y siempre conversar con su hijo para mantenerlo al tanto de lo que está pasando. También pueden recurrir a un profesional como ser un psicólogo, por ejemplo.
CONSEJOS PARA LOS CASOS MONOPARENTALES
Estos últimos años, se ha incrementado la cantidad de familias monoparentales en las cuales es difícil encontrar un equilibrio emocional, financiero y afectivo para que el niño crezca de manera óptima.
UNA FIGURA PARENTAL
El niño necesita dos modelos parentales para formarse, ya que cada uno de los padres tiene una relación diferente con su hijo y un impacto singular. Sin embargo, algunas familias deben funcionar con un solo papá o mamá. Se recomienda hablar con el pequeño de la persona ausente sin criticarla. También se sugiere evitar tener un vínculo demasiado fusionista, ya que el menor requiere una autoridad para poder desarrollarse. No debes dudar en pedir consejos a tu entorno o a un profesional.
DINeRO
Uno de los principales problemas de las familias monoparentales son los aportes financieros. Además de criar a su hijo, el padre o madre debe enfrentarse a numerosos gastos y tiene que encontrar soluciones para estar presente con el menor y lograr trabajar al mismo tiempo. Se recomienda intentar ahorrar dinero, efectuar una programación de la semana, preparar la comida y congelarla para reducir las cuentas. También puedes pedir sugerencias a un abogado para conocer tus derechos y acudir a tu entorno con el fin de recibir ayuda. Es de suma importancia que los pequeños no sufran de las tensiones que ocasiona este estilo de vida.
FALLECIMIENTO
En caso de fallecimiento del padre o de la madre, es primordial hablar con el pequeño y contestar a sus preguntas. No dudes en mostrarle fotos si es que lo pide. Los niños que viven en una familia monoparental debido a la muerte de su papá o mamá suelen ser más frágiles y pueden presentar problemas comportamentales y escolares. Si notas que tienes dificultades para criar a tu hijo, debes pedir la ayuda de un profesional y empezar una terapia con el menor. También es esencial que aproveches de tu entorno para no sentirte solo.
SENTIMIENTOS
Generalmente, los niños que provienen de familias monoparentales no son más frágiles que otros pequeños. Pero suelen sentir tristeza, culpabilidad, confusión, ansiedad y a veces ira. Por esta razón, es necesario que el padre o la madre se comunique con su hijo para que se pueda expresar. No dudes en jugar con él o acudir a un psicólogo para recibir asistencia, particularmente cuando se aísla y busca mayor autonomía.
Para leer en profundidad
FAMILIAS RECOMPUESTAS
Las familias recompuestas consisten en aquellas que nacen de la unión de dos personas, las cuales aportan a la relación hijos de anteriores parejas. Luego de una separación, muchos hombres y mujeres aspiran a recomponer una familia, pero no es fácil para concretizarla, ya que diversas dificultades aparecen hasta obtener nuevamente equilibrio y armonía.
En primer lugar, se debe destacar que los niños quieren recibir amor de sus dos padres biológicos, a pesar de que no comparten su vida con uno de ellos. Por lo tanto, es común que no acepten iniciar una relación con el nuevo cónyuge para no traicionar a su papá o mamá. Además, pueden imaginarse que si se llevan bien con su padrastro o madrastra, esto significa que quieren menos a su padre o madre ausente. Para protegerse de esta situación, el pequeño suele desarrollar estrategias para rechazar al nuevo integrante de la familia, las cuales incluyen agresividad e indiferencia.
Por otro lado, existen problemas para conciliar la educación de los niños en la familia recompuesta, ya que es común observar un trato desigual hacia los diferentes hijos. De esta manera, puede ser necesario acudir a un profesional y realizar terapias familiares. Esto permite limitar los conflictos y las consecuencias psicológicas sobre los menores, las cuales pueden manifestarse en la casa, pero también en la escuela.
El lugar del niño en la pareja y familia
//
Gabriela Villarroel
Psicoanalista
Posgrado en Psicoanálisis en el Instituto Clínico
de Buenos Aires (ICdeBA)
Investigación y Docencia en Autismo y Psicosis
Infantil en Buenos Aires - Argentina
Para poder llegar a determinar el lugar del niño dentro de la pareja y familia, es importante mencionar que lo que consolida al núcleo familiar es el deseo y el cuidado de un hijo. Por lo tanto, cuando los padres se separan o uno de ellos no está presente, solo por mencionar algunos ejemplos, se generan muchas dudas sobre el efecto que esto puede traer para los hijos.
Es así que uno puede preguntarse si existe la posibilidad que la madre cumpla las funciones paternas cuando el padre no está presente y viceversa. Asimismo, ciertas personas tienen dudas sobre cómo opera el papá en su papel cuando no vive con sus hijos o no logra aportar a su mantenimiento. Obviamente, estas interrogantes pueden multiplicarse.
Para despejar dichas preguntas, es de suma importancia aclarar que tanto el padre como la madre son lugares que cumplen ciertas funciones. Esto quiere decir que no se trata solamente de que satisfagan las necesidades del niño, sino que ocupar el papel de mamá implica acoger a su hijo en un “deseo no anónimo” y por ende particularizado. Asimismo, el que atiende el puesto de papá debe articular la ley con el deseo, es decir que la búsqueda de satisfacción esté encausada y regulada. De esta manera, los que se apropian de brindar estas funciones no deben ser obligatoriamente los padres biológicos, pero tienen que ser ejecutadas para que el menor posea un lugar de sujeto en la familia.
Considerar el lugar del niño dentro de la relación conyugal es justamente que sea un sujeto más allá de la pareja y que las problemáticas de los cónyuges no se mezclen con las del pequeño. Muchas veces sucede que los padres resaltan sus propios enojos y necesidades en nombre del menor. También pueden considerar que si no fueron una buena pareja para sus hijos, no podrán asumir la función de papá o mamá sin tomar en cuenta que quién reconoce a una persona en dichos lugares es el niño. Por ejemplo, atribuir a la abuela en la función materna y no a la madre biológica puede observarse en el discurso del infante.
El Psicoanálisis de Orientación Lacaniana le da al menor un espacio de escucha que permite el despliegue de su subjetividad, lo que lo separa de las problemáticas familiares y contribuye a construir su “fórmula”, es decir, su saber hacer con la familia que le tocó, las coordenadas sociales, culturales, así como las presencias y ausencias.
Contactos: Calle Teodomiro
Beltrán entre Av. Papa Paulo y Fray Domingo de Sto. Tomás -
Edificio Castellón, Planta Baja.
Telf: 72273826
E-mail: v_c_gaby@hotmail.com
CONSECUENCIAs de la sEPARACIÓN PARENTAL
La separación de los padres afecta a sus hijos, ya que existe una alteración de la homeostasis familiar, es decir, el equilibrio dentro de la familia. Sin embargo, las reacciones de los niños varían según su edad. También dependen de la repartición de los roles con los papás y la presencia del conflicto dentro de la pareja.
PSICOLOGÍA
Los pequeños que provienen de una familia separada suelen ser más perturbados y agresivos. Estos problemas de carácter son mayormente intensos cuando existen muchos conflictos entre los padres. Por otro lado, los menores pueden considerarse responsables de la separación de sus papás y sentir culpabilidad o vergüenza. De esta manera, se recomienda realizar una terapia familiar para aminorar las consecuencias psicológicas en el futuro. Asimismo, la pareja debe intentar separarse en buenos términos y evitar las discusiones.
ESCUELA
Al contrario de lo comúnmente pensado, los niños que tienen padres separados no presentan mayores dificultades escolares que sus compañeros. Sin embargo, algunos pequeños sufren trastornos comportamentales en la escuela como agresividad, irritabilidad, problemas de concentración o impaciencia, mientras que otros quieren escaparse de las tensiones vividas en casa para comportarse como alumnos ejemplares. En estos dos casos, es necesario proveer al menor un apoyo psicológico para que pueda seguir su escolarización de manera adecuada.
RELACIÓN
CONYUGAL
Algunos padres tienen una relación agresiva entre ellos en el momento de la separación, la cual influye sobre el comportamiento del niño. Toma en cuenta que si los papás tienen conflictos perpetuos, el pequeño presenta mayores probabilidades de adoptar conductas violentas, huir de la casa y sufrir problemas sociales con su entorno. La pareja debe pensar en el bienestar de su hijo e intentar separarse sin peleas. También es esencial que no incluya al menor en sus discusiones. Asimismo, se deben respetar los roles de cada uno de los padres y explicar al niño que la separación no es causada por él.
MUDANZA
El bienestar emocional del niño puede ser perturbado por una eventual mudanza. Para el pequeño, la separación entre sus padres suele ser muy difícil de aceptar. Si además tiene que alejarse de sus amigos y vivir en una nueva casa, puede tener muchas dificultades para encontrar su lugar en esta vida tan diferente. Por lo tanto, los padres deben tratar de no efectuar muchos cambios al mismo tiempo y siempre conversar con su hijo para mantenerlo al tanto de lo que está pasando. También pueden recurrir a un profesional como ser un psicólogo, por ejemplo.
CONSEJOS PARA LOS CASOS MONOPARENTALES
Estos últimos años, se ha incrementado la cantidad de familias monoparentales en las cuales es difícil encontrar un equilibrio emocional, financiero y afectivo para que el niño crezca de manera óptima.
UNA FIGURA PARENTAL
El niño necesita dos modelos parentales para formarse, ya que cada uno de los padres tiene una relación diferente con su hijo y un impacto singular. Sin embargo, algunas familias deben funcionar con un solo papá o mamá. Se recomienda hablar con el pequeño de la persona ausente sin criticarla. También se sugiere evitar tener un vínculo demasiado fusionista, ya que el menor requiere una autoridad para poder desarrollarse. No debes dudar en pedir consejos a tu entorno o a un profesional.
DINeRO
Uno de los principales problemas de las familias monoparentales son los aportes financieros. Además de criar a su hijo, el padre o madre debe enfrentarse a numerosos gastos y tiene que encontrar soluciones para estar presente con el menor y lograr trabajar al mismo tiempo. Se recomienda intentar ahorrar dinero, efectuar una programación de la semana, preparar la comida y congelarla para reducir las cuentas. También puedes pedir sugerencias a un abogado para conocer tus derechos y acudir a tu entorno con el fin de recibir ayuda. Es de suma importancia que los pequeños no sufran de las tensiones que ocasiona este estilo de vida.
FALLECIMIENTO
En caso de fallecimiento del padre o de la madre, es primordial hablar con el pequeño y contestar a sus preguntas. No dudes en mostrarle fotos si es que lo pide. Los niños que viven en una familia monoparental debido a la muerte de su papá o mamá suelen ser más frágiles y pueden presentar problemas comportamentales y escolares. Si notas que tienes dificultades para criar a tu hijo, debes pedir la ayuda de un profesional y empezar una terapia con el menor. También es esencial que aproveches de tu entorno para no sentirte solo.
SENTIMIENTOS
Generalmente, los niños que provienen de familias monoparentales no son más frágiles que otros pequeños. Pero suelen sentir tristeza, culpabilidad, confusión, ansiedad y a veces ira. Por esta razón, es necesario que el padre o la madre se comunique con su hijo para que se pueda expresar. No dudes en jugar con él o acudir a un psicólogo para recibir asistencia, particularmente cuando se aísla y busca mayor autonomía.
Para leer en profundidad
FAMILIAS RECOMPUESTAS
Las familias recompuestas consisten en aquellas que nacen de la unión de dos personas, las cuales aportan a la relación hijos de anteriores parejas. Luego de una separación, muchos hombres y mujeres aspiran a recomponer una familia, pero no es fácil para concretizarla, ya que diversas dificultades aparecen hasta obtener nuevamente equilibrio y armonía.
En primer lugar, se debe destacar que los niños quieren recibir amor de sus dos padres biológicos, a pesar de que no comparten su vida con uno de ellos. Por lo tanto, es común que no acepten iniciar una relación con el nuevo cónyuge para no traicionar a su papá o mamá. Además, pueden imaginarse que si se llevan bien con su padrastro o madrastra, esto significa que quieren menos a su padre o madre ausente. Para protegerse de esta situación, el pequeño suele desarrollar estrategias para rechazar al nuevo integrante de la familia, las cuales incluyen agresividad e indiferencia.
Por otro lado, existen problemas para conciliar la educación de los niños en la familia recompuesta, ya que es común observar un trato desigual hacia los diferentes hijos. De esta manera, puede ser necesario acudir a un profesional y realizar terapias familiares. Esto permite limitar los conflictos y las consecuencias psicológicas sobre los menores, las cuales pueden manifestarse en la casa, pero también en la escuela.
El lugar del niño en la pareja y familia
//
Gabriela Villarroel
Psicoanalista
Posgrado en Psicoanálisis en el Instituto Clínico
de Buenos Aires (ICdeBA)
Investigación y Docencia en Autismo y Psicosis
Infantil en Buenos Aires - Argentina
Para poder llegar a determinar el lugar del niño dentro de la pareja y familia, es importante mencionar que lo que consolida al núcleo familiar es el deseo y el cuidado de un hijo. Por lo tanto, cuando los padres se separan o uno de ellos no está presente, solo por mencionar algunos ejemplos, se generan muchas dudas sobre el efecto que esto puede traer para los hijos.
Es así que uno puede preguntarse si existe la posibilidad que la madre cumpla las funciones paternas cuando el padre no está presente y viceversa. Asimismo, ciertas personas tienen dudas sobre cómo opera el papá en su papel cuando no vive con sus hijos o no logra aportar a su mantenimiento. Obviamente, estas interrogantes pueden multiplicarse.
Para despejar dichas preguntas, es de suma importancia aclarar que tanto el padre como la madre son lugares que cumplen ciertas funciones. Esto quiere decir que no se trata solamente de que satisfagan las necesidades del niño, sino que ocupar el papel de mamá implica acoger a su hijo en un “deseo no anónimo” y por ende particularizado. Asimismo, el que atiende el puesto de papá debe articular la ley con el deseo, es decir que la búsqueda de satisfacción esté encausada y regulada. De esta manera, los que se apropian de brindar estas funciones no deben ser obligatoriamente los padres biológicos, pero tienen que ser ejecutadas para que el menor posea un lugar de sujeto en la familia.
Considerar el lugar del niño dentro de la relación conyugal es justamente que sea un sujeto más allá de la pareja y que las problemáticas de los cónyuges no se mezclen con las del pequeño. Muchas veces sucede que los padres resaltan sus propios enojos y necesidades en nombre del menor. También pueden considerar que si no fueron una buena pareja para sus hijos, no podrán asumir la función de papá o mamá sin tomar en cuenta que quién reconoce a una persona en dichos lugares es el niño. Por ejemplo, atribuir a la abuela en la función materna y no a la madre biológica puede observarse en el discurso del infante.
El Psicoanálisis de Orientación Lacaniana le da al menor un espacio de escucha que permite el despliegue de su subjetividad, lo que lo separa de las problemáticas familiares y contribuye a construir su “fórmula”, es decir, su saber hacer con la familia que le tocó, las coordenadas sociales, culturales, así como las presencias y ausencias.
Contactos: Calle Teodomiro
Beltrán entre Av. Papa Paulo y Fray Domingo de Sto. Tomás -
Edificio Castellón, Planta Baja.
Telf: 72273826
E-mail: v_c_gaby@hotmail.com
miércoles, 14 de enero de 2015
Niños con propósitos trazarse metas los motivará
Los niños también pueden fijarse metas, para ello los padres deben convertirse en orientadores para incentivarlos a plantear sus objetivos.
“Las metas permiten organizar nuestros intereses de acuerdo a las preferencias y habilidades personales, permiten establecer periodos concretos de avance, tiempos de realización y estrategias a seguir”, afirma la sicóloga Ingrid Saavedra.
El poder transmitir a tus hijos este aprendizaje es un gran regalo que podés hacerles, ya que aprenderán como organizar su vida, a reconocer sus propias estrategias, modos de avance y por supuesto, alcanzar éxitos. Empezá con metas a corto plazo.
“Los educandos deben tener una actitud favorable hacia el estudio, ver en ello algo divertido y emocionante; este objetivo se logra con mayor énfasis en la etapa preescolar, donde se deben promover las metas para prepararlos para el futuro”, indica la educadora Marilyn Perin, directora del kinder Hamaquitas
“Las metas permiten organizar nuestros intereses de acuerdo a las preferencias y habilidades personales, permiten establecer periodos concretos de avance, tiempos de realización y estrategias a seguir”, afirma la sicóloga Ingrid Saavedra.
El poder transmitir a tus hijos este aprendizaje es un gran regalo que podés hacerles, ya que aprenderán como organizar su vida, a reconocer sus propias estrategias, modos de avance y por supuesto, alcanzar éxitos. Empezá con metas a corto plazo.
“Los educandos deben tener una actitud favorable hacia el estudio, ver en ello algo divertido y emocionante; este objetivo se logra con mayor énfasis en la etapa preescolar, donde se deben promover las metas para prepararlos para el futuro”, indica la educadora Marilyn Perin, directora del kinder Hamaquitas
Adolescente, su opinión es importante
Hoy en día es cada vez más común ver que parejas separadas comparten la tenencia de sus hijos. En muchos casos existen acuerdos y una convivencia pacífica, pero en otros, son los mismos "retoños" los que buscan a uno de sus progenitores porque se sienten más "libres" e independientes que con el otro sin importar si tienen la tutela legal, más aún si éste está en la etapa de la adolescencia.
Cuando se quieren ir de la casa. La psicóloga Ana María Perrucci indicó que primero se debe ver cuáles son los motivos por los que el adolescente quiere irse de casa. "Tal vez es por chantaje, porque no le suplen sus necesidades o porque su mamá o papá tiene otra pareja y al hijo no le agrada", apuntó.
¿Qué hacer? La psicóloga Nadia Rocabado mencionó que lo más recomendable es buscar una persona que haga de mediadora y sea neutral en el asunto. Así se podrá conocer si esto es lo que realmente quiere el adolescente o está actuando de manera impulsiva.
No lo retenga. Rocabado explicó con un ejemplo que si el adolescente se quiere ir de casa con su papá o su mamá, porque tuvo una pelea con el que vive, lo que pasará es que esta historia se va a invertir y el adolescente va a volver. Por ello sostuvo que "ambos padres no deben caer en esa manipulación, más bien deben explicarle que existen problemas, estos se deben resolver y no huir". Para Rocabado así se evita, que en el futuro, ese hijo o hija sea una persona inmadura que no sepa afrontar las relaciones interpersonales con sus pares.
Acuerdo mutuo. Rocabado aseveró que sería lo ideal que ambos padres se sienten a conversar sobre sus hijos; aunque estén separados siguen siendo papá y mamá del adolescente. "Un mínimo acuerdo es un avance para no caer en chantajes ni manipulaciones del adolescente".
¿Quién pone límites al adolescente? A decir de Rocabado, quien tiene la tutela. La otra parte debe acatarlas, pero si el padre no está de acuerdo en algo, ambos tienen que hablar y llegar a un consenso.
Cuando se quieren ir de la casa. La psicóloga Ana María Perrucci indicó que primero se debe ver cuáles son los motivos por los que el adolescente quiere irse de casa. "Tal vez es por chantaje, porque no le suplen sus necesidades o porque su mamá o papá tiene otra pareja y al hijo no le agrada", apuntó.
¿Qué hacer? La psicóloga Nadia Rocabado mencionó que lo más recomendable es buscar una persona que haga de mediadora y sea neutral en el asunto. Así se podrá conocer si esto es lo que realmente quiere el adolescente o está actuando de manera impulsiva.
No lo retenga. Rocabado explicó con un ejemplo que si el adolescente se quiere ir de casa con su papá o su mamá, porque tuvo una pelea con el que vive, lo que pasará es que esta historia se va a invertir y el adolescente va a volver. Por ello sostuvo que "ambos padres no deben caer en esa manipulación, más bien deben explicarle que existen problemas, estos se deben resolver y no huir". Para Rocabado así se evita, que en el futuro, ese hijo o hija sea una persona inmadura que no sepa afrontar las relaciones interpersonales con sus pares.
Acuerdo mutuo. Rocabado aseveró que sería lo ideal que ambos padres se sienten a conversar sobre sus hijos; aunque estén separados siguen siendo papá y mamá del adolescente. "Un mínimo acuerdo es un avance para no caer en chantajes ni manipulaciones del adolescente".
¿Quién pone límites al adolescente? A decir de Rocabado, quien tiene la tutela. La otra parte debe acatarlas, pero si el padre no está de acuerdo en algo, ambos tienen que hablar y llegar a un consenso.
martes, 13 de enero de 2015
Niños vegetarianos: ¿Sí o no? Descubre si es saludable
Un tema difícil de decidir, es el de considerar si lo niños deben o no ser vegetarianos. Lo cierto es que los niños no saben lo que es ser vegetariano y si cambian su alimentación es porque sus padres lo quieren. Por eso es bueno que reflexionen sobre si es bueno o no, para la salud de sus hijos alimentarlos sólo con frutas y verduras.
Hubo un caso especialmente polémico hace un tiempo, sobre unos padres que sólo alimentaron a su bebé con una dieta vegetariana. Este caso levantó algunas voces que consideraban que ese niño no desarrollaría sus capacidades cognitivas, como otro niño que se alimentara con todo. El modo de comer vegetariano se basa en una amplia variedad de alimentos que sacian, están deliciosos y son sanos. Los vegetarianos evitan las carnes, los pescados y las aves.
Sí que es cierto que, actualmente, se abusa de la carne en la alimentación y esto no es bueno para los niños. Se recomienda tomar 2 o 3 veces carne a la semana, otras 2 o 3 pescado y acompañarlo todo siempre con verduras, frutas y 1 o 2 días de legumbres. Debemos acostumbrar desde pequeños a nuestros niños a llevar una dieta sana y equilibrada para que gocen de buena salud. Probablemente es mucho más sano para un niño una dieta vegetariana en la que haya huevos y lácteos y muchas raciones de verduras y frutas y poca de carne y pescado.
Al parecer, los vegetarianos poseen niveles de colesterol muy inferiores a los que comen carne, y la enfermedad cardíaca es poco frecuente entre éstos. También poseen una presión sanguínea más baja, menos riesgo de padecer diabetes y menos riesgo de padecer cáncer. En definitiva, lo mejor será preguntarle a un médico especialista, antes de tomar una decisión que pueda perjudicar el futuro de nuestros hijos.
Hubo un caso especialmente polémico hace un tiempo, sobre unos padres que sólo alimentaron a su bebé con una dieta vegetariana. Este caso levantó algunas voces que consideraban que ese niño no desarrollaría sus capacidades cognitivas, como otro niño que se alimentara con todo. El modo de comer vegetariano se basa en una amplia variedad de alimentos que sacian, están deliciosos y son sanos. Los vegetarianos evitan las carnes, los pescados y las aves.
Sí que es cierto que, actualmente, se abusa de la carne en la alimentación y esto no es bueno para los niños. Se recomienda tomar 2 o 3 veces carne a la semana, otras 2 o 3 pescado y acompañarlo todo siempre con verduras, frutas y 1 o 2 días de legumbres. Debemos acostumbrar desde pequeños a nuestros niños a llevar una dieta sana y equilibrada para que gocen de buena salud. Probablemente es mucho más sano para un niño una dieta vegetariana en la que haya huevos y lácteos y muchas raciones de verduras y frutas y poca de carne y pescado.
Al parecer, los vegetarianos poseen niveles de colesterol muy inferiores a los que comen carne, y la enfermedad cardíaca es poco frecuente entre éstos. También poseen una presión sanguínea más baja, menos riesgo de padecer diabetes y menos riesgo de padecer cáncer. En definitiva, lo mejor será preguntarle a un médico especialista, antes de tomar una decisión que pueda perjudicar el futuro de nuestros hijos.
lunes, 12 de enero de 2015
La carne cruda puede ser por demás de peligrosa para tu hijo.
Entre las enfermedades más comunes que atacan a los pequeños está el resfrío y el dolor estomacal. Éste último a causa de diversos factores, exceso de comida, contaminación, faltar al horario y hasta ingesta de carne casi cruda, que se conoce con el nombre de síndrome urémico hemolítico.
Qué es. El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) se contrae, en la mayoría de los casos, por el consumo de carne mal cocida portadora de una bateria, la Escherichia Coli. Afecta, sobre todo, a los niños entre 6 meses y 5 años. Provoca insuficiencia renal, anemia y alteraciones neurológicas.
¿Qué lo causa? Algo tan sencillo como la correcta cocción de una hamburguesa puede determinar la diferencia entre un niño sano y otro con problemas renales graves. Esto es así porque a los 70 grados centígrados la bacteria que produce la toxina shiga (STEC) se destruye, evitando el contagio del Síndrome Urémico Hemolítico. El riesgo aparece cuando la carne no está cocida en toda su superficie y en el interior, esto es muy común en las comidas que llevan carne picada. Cuando la cocción se realiza en forma rápida, no homogénea, la bacteria que produce esta enfermedad no se destruye.
no solo la carne de res. Si bien la carne vacuna resulta la principal fuente de contagio, el consumo de lácteos y jugos de fruta no pasteurizados o de verduras y agua contaminada (que hayan estado en contacto con las heces de los animales), también puede desencadenar la enfermedad.
Síntomas. Siempre que un niño menor de cinco años presente un cuadro de diarrea es necesario consultar al pediatra, dado el riesgo de deshidratación. Si, además, es mucosa o mucosanguinolenta puede que se esté en presencia de un caso de Síndrome Urémico Hemolítico.
Cuidado. También se presenta con vómitos, palidez y es notable la disminución de la cantidad de orina: esto puede ocurrir por deshidratación a consecuencia de la diarrea o porque existe una afectación del riñón, producto de la misma enfermedad. En la primera semana, el paciente presenta signos de debilidad e irritabilidad. Además, se torna pálido y anémico, dado que los glóbulos rojos atraviesan un proceso de destrucción.
Qué es. El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) se contrae, en la mayoría de los casos, por el consumo de carne mal cocida portadora de una bateria, la Escherichia Coli. Afecta, sobre todo, a los niños entre 6 meses y 5 años. Provoca insuficiencia renal, anemia y alteraciones neurológicas.
¿Qué lo causa? Algo tan sencillo como la correcta cocción de una hamburguesa puede determinar la diferencia entre un niño sano y otro con problemas renales graves. Esto es así porque a los 70 grados centígrados la bacteria que produce la toxina shiga (STEC) se destruye, evitando el contagio del Síndrome Urémico Hemolítico. El riesgo aparece cuando la carne no está cocida en toda su superficie y en el interior, esto es muy común en las comidas que llevan carne picada. Cuando la cocción se realiza en forma rápida, no homogénea, la bacteria que produce esta enfermedad no se destruye.
no solo la carne de res. Si bien la carne vacuna resulta la principal fuente de contagio, el consumo de lácteos y jugos de fruta no pasteurizados o de verduras y agua contaminada (que hayan estado en contacto con las heces de los animales), también puede desencadenar la enfermedad.
Síntomas. Siempre que un niño menor de cinco años presente un cuadro de diarrea es necesario consultar al pediatra, dado el riesgo de deshidratación. Si, además, es mucosa o mucosanguinolenta puede que se esté en presencia de un caso de Síndrome Urémico Hemolítico.
Cuidado. También se presenta con vómitos, palidez y es notable la disminución de la cantidad de orina: esto puede ocurrir por deshidratación a consecuencia de la diarrea o porque existe una afectación del riñón, producto de la misma enfermedad. En la primera semana, el paciente presenta signos de debilidad e irritabilidad. Además, se torna pálido y anémico, dado que los glóbulos rojos atraviesan un proceso de destrucción.
domingo, 11 de enero de 2015
Miedos en los niños
EL MIEDO FORMA PARTE DEL CICLO EVOLUTIVO NORMAL DE LOS NIÑOS | EL APOYO DE LOS PADRES ES FUNDAMENTAL. JAMÁS SE DEBE MINIMIZAR O BURLARSE DE LAS EMOCIONES QUE SIENTE EL PEQUEÑO POR MUY INSIGNIFICANTES QUE SEAN. CUANDO UN TEMOR ES INTENSO, SE DEBE ACUDIR CON UN ESPECIALISTA.
"Mi hijo de 8 años siente mucho miedo por las noches. Cualquier ruido que escucha, por insignificante que sea, le provoca mucha angustia. Debo acostarme con él todas las noches hasta que concilie el sueño, pero casi la mayoría de las veces se vuelve a despertar y me busca aterrado”, cuenta María mamá de Alejandro. Ella considera que es necesario buscar ayuda pero su esposo y el resto de su familia, le dicen que pronto se le pasará y que debe “aprender a ser hombrecito”
Si bien algunos temores son comunes en la niñez, cuando una madre o ambos padres son testigos de que su retoño está sufriendo mucho, es necesario buscar ayuda y romper con ciertos clichés que solo hacen más daño.
Los miedos en esta primera etapa de la vida, por lo general están relacionados a la oscuridad, a algunas personas, fantasmas, monstruos, animales, insectos o a situaciones vividas o imaginarias que las perciben como una amenaza. El miedo a la oscuridad es casi permanente en la niñez desde los 2 hasta los 9 años, por lo inesperado y por lo imaginario; el miedo a quedarse solos hasta los 7 u 8 años; el miedo a la muerte de los seres queridos comienza a los 4 o 5 aproximadamente.
“El miedo en el transcurso de la niñez, va teniendo sus representaciones específicas en función a la edad y al desarrollo psiconeurológico, ya que van desapareciendo algunos y apareciendo otros nuevos. Pueden aparecer sin razones aparente, están sujetos a un ciclo evolutivo y suelen desaparecer con el transcurso del tiempo conforme evolucionan las características cognitivas, sociales, madurativas o emocionales”, dice la psicóloga Cristina Rubín de Celis.
Lo fundamental con relación a este tema es que los padres tomen en serio el miedo que siente su hijo ya que aunque éste no tenga fundamento, para ellos son reales. La actitud debe ir más bien por el camino de la compresión y hacerles sentir que están ahí para protegerlo. Por ningún motivo los padres o hermanos deben reírse o burlarse, y peor aún utilizar adjetivos como “cobarde” “miedoso” o “maricón”.
“Es necesario comprender que el miedo es una emoción natural o “normal” que todos atravesamos ante una situación nueva o frente a ciertos estímulos reales o imaginarios.
Es una emoción necesaria y adaptativa, que mediante el aprendizaje y evolución se logra enfrentarla o a superarla, haciendo que el niño sienta confianza y valentía, mientras no enfrente situaciones que sean riesgosas para su salud o bienestar físico o psicológico”, dice la psicóloga, que a tiempo explica que ante ciertos temores como por ejemplo el miedo a los resbalines, por el vértigo que genera en el niño, los padres pueden ayudar a su hijo a superar este temor.
Se puede lograr que el pequeño se adapte a un juego infantil y socialice esta superación con otros de sus pares. Las investigaciones sobre este tema han dado como resultado que las niñas suelen presentar más miedos y de mayor intensidad que los niños, por varias hipótesis ya sea biológicas como psicosociales. En la biológica según la cual los varones estarían mejor dotados para el ataque y la defensa mostrando menos conductas temerosas al ser constitucionalmente más fuertes. Y en la psicosocial que se permite a las niñas demostrar sus afectos o temores de forma más espontánea (mediante llanto, gritos, quejas), que los varones.
¿CÓMO AYUDARLOS?
La psicóloga comparte algunos consejos para que los padres puedan ayudar adecuadamente cuando su pequeño siente temor.
Lo primero es conversar con él mostrándole seguridad, conteniendo al niño, demostrando que se lo entiende, pero que es necesario que también escuche las razones por las que no debe tener miedo a dormir solo. Se debe escuchar a qué específicamente tiene miedo, observar el grado de temor, para luego poder utilizar diferentes alternativas.
En el caso de que el niño demuestre mucho temor, es recomendable que uno de los padres se acueste con él hasta que se duerma, especificando un número de veces únicamente.
Utilizar hasta los 4 años, algún juguete con el perfume de la mamá o del papá, para que acompañe al niño a dormir.
Premiar al niño las primeras veces que duerme solo con felicitaciones públicas (delante de la familia o amigos), halagos a la valentía y al crecimiento que tiene, esto reforzará positivamente que el niño pueda superar miedos.
Controlar que tipo de programas televisivos observa y no permitir que vea películas o programas que generen angustia o temor.
Estar atentos a las charlas que tiene con otros niños, ya que a veces hablan de películas de terror o situaciones traumáticas que han sufrido o que han escuchado y que terminan por generar curiosidad, temor y angustia.
No sobreprotegerlos, esto reforzará la inseguridad en el niño. Tampoco actuar de una forma intolerante, más bien se debe tener mucha paciencia, ya que todos atravesamos estas etapas en diferente magnitud.
No es aconsejable que duerman con la luz prendida, ya que no podrán conciliar bien el sueño y descansar a plenitud porque la luz activa las neuronas de vigilia, por lo tanto interfiere con la actividad cerebral y la calidad del sueño. Sobre este tema se realizaron varios estudios científicos donde analizaron que: (llegar a la fase REM) las ondas cerebrales, el ritmo cardíaco, la respiración y la actividad muscular es afectada en personas que duermen con luz encendida. Por tanto podrían utilizarse los “espanta cucus”, que son unas lámparas pequeñas con luz tenue en el velador y que pueden ser programadas para estar solo unos minutos encendidas, por lo tanto automáticamente se apagan, para no perjudicar un buen descanso.
ERRORES FRECUENTES
Muchas veces el miedo es trasmitido genéticamente o por el discurso familiar. Se puede observar que la base de muchos comportamientos son aprendidos por la observación de modelos de “aprendizaje por modelado” (especialmente a través de los padres o allegados). Los padres miedosos podrían ser inintencionadamente, a través de su comportamiento y sus emociones, inductores de instaurar diferentes miedos en sus hijos “Padres miedosos transmitirán a sus hijos inseguridad y miedos”; padres “nerviosos” inducirán a que su pequeño sea inseguro, temeroso y ansioso.
No es bueno que el niño sea inducido a sentir miedo, los padres deben enseñar a los hijos a prever situaciones de peligro, por ejemplo: no te acerques a perros desconocidos porque pueden ser peligrosos. Es un discurso educativo, no generador de miedo como por ejemplo: “los perros muerden a los niños… ¡no te acerques!, A mí me mordieron a tu edad”.
“Los padres deben fortalecer el autoestima de los niños brindándoles confianza, seguridad, optimismo y no inseguridad, desconfianza y negatividad infundiéndoles miedo o temor a situaciones, personas, u objetos y peor aún utilizar adjetivos calificativos negativos que solo dañaran la seguridad del pequeño. Enseñarles a ser precavidos, a cuidar sus vidas y a superar cualquier situación adversa generará adultos con autoestima alta y personas competentes”, dice la especialista.
Otro error frecuente es que los padres confunden el miedo con el respeto. A veces se utiliza los “chantajes”…si no me haces caso te voy a pegar con cinturón y no sabes cómo duele!. En este tipo de casos el niño aprenderá a tener más temor al dolor que ganas de obedecer al padre o madre que amenaza, y terminará por no distinguir qué es respeto y qué es miedo”, asegura Rubín de Celis.
MIEDOS MÁS PROFUNDOS
Se puede distinguir un miedo más profundo, cuando se ve afectado o interrumpido el desarrollo bio-psicoevolutivo del niño. Por ejemplo si ya controlaba esfínteres y por miedo deja de hacerlo, o si presenta otros síntomas como que le sudan las manos, tartamudea, se come las uñas, se lleva todo a la boca por el grado de ansiedad que tiene o cuando su sueño se ve afectado, llora frecuentemente, grita, necesita andar y estar acompañado de alguien en todo momento, son conductas y comportamientos que dan la pauta de que el niño está atravesando por un grado excesivo de miedo.
Es importante acudir a un especialista cuando el niño refleje en su comportamiento cotidiano cambios que interfieran con su desenvolvimiento habitual y cuando éste también genere preocupación a las personas que lo rodean. El especialista analizará si se trata de miedos inherentes al desarrollo evolutivo o por el contrario se trata de un problema que es preciso tratar para evitar futuros problemas, concluye la psicóloga.
"Mi hijo de 8 años siente mucho miedo por las noches. Cualquier ruido que escucha, por insignificante que sea, le provoca mucha angustia. Debo acostarme con él todas las noches hasta que concilie el sueño, pero casi la mayoría de las veces se vuelve a despertar y me busca aterrado”, cuenta María mamá de Alejandro. Ella considera que es necesario buscar ayuda pero su esposo y el resto de su familia, le dicen que pronto se le pasará y que debe “aprender a ser hombrecito”
Si bien algunos temores son comunes en la niñez, cuando una madre o ambos padres son testigos de que su retoño está sufriendo mucho, es necesario buscar ayuda y romper con ciertos clichés que solo hacen más daño.
Los miedos en esta primera etapa de la vida, por lo general están relacionados a la oscuridad, a algunas personas, fantasmas, monstruos, animales, insectos o a situaciones vividas o imaginarias que las perciben como una amenaza. El miedo a la oscuridad es casi permanente en la niñez desde los 2 hasta los 9 años, por lo inesperado y por lo imaginario; el miedo a quedarse solos hasta los 7 u 8 años; el miedo a la muerte de los seres queridos comienza a los 4 o 5 aproximadamente.
“El miedo en el transcurso de la niñez, va teniendo sus representaciones específicas en función a la edad y al desarrollo psiconeurológico, ya que van desapareciendo algunos y apareciendo otros nuevos. Pueden aparecer sin razones aparente, están sujetos a un ciclo evolutivo y suelen desaparecer con el transcurso del tiempo conforme evolucionan las características cognitivas, sociales, madurativas o emocionales”, dice la psicóloga Cristina Rubín de Celis.
Lo fundamental con relación a este tema es que los padres tomen en serio el miedo que siente su hijo ya que aunque éste no tenga fundamento, para ellos son reales. La actitud debe ir más bien por el camino de la compresión y hacerles sentir que están ahí para protegerlo. Por ningún motivo los padres o hermanos deben reírse o burlarse, y peor aún utilizar adjetivos como “cobarde” “miedoso” o “maricón”.
“Es necesario comprender que el miedo es una emoción natural o “normal” que todos atravesamos ante una situación nueva o frente a ciertos estímulos reales o imaginarios.
Es una emoción necesaria y adaptativa, que mediante el aprendizaje y evolución se logra enfrentarla o a superarla, haciendo que el niño sienta confianza y valentía, mientras no enfrente situaciones que sean riesgosas para su salud o bienestar físico o psicológico”, dice la psicóloga, que a tiempo explica que ante ciertos temores como por ejemplo el miedo a los resbalines, por el vértigo que genera en el niño, los padres pueden ayudar a su hijo a superar este temor.
Se puede lograr que el pequeño se adapte a un juego infantil y socialice esta superación con otros de sus pares. Las investigaciones sobre este tema han dado como resultado que las niñas suelen presentar más miedos y de mayor intensidad que los niños, por varias hipótesis ya sea biológicas como psicosociales. En la biológica según la cual los varones estarían mejor dotados para el ataque y la defensa mostrando menos conductas temerosas al ser constitucionalmente más fuertes. Y en la psicosocial que se permite a las niñas demostrar sus afectos o temores de forma más espontánea (mediante llanto, gritos, quejas), que los varones.
¿CÓMO AYUDARLOS?
La psicóloga comparte algunos consejos para que los padres puedan ayudar adecuadamente cuando su pequeño siente temor.
Lo primero es conversar con él mostrándole seguridad, conteniendo al niño, demostrando que se lo entiende, pero que es necesario que también escuche las razones por las que no debe tener miedo a dormir solo. Se debe escuchar a qué específicamente tiene miedo, observar el grado de temor, para luego poder utilizar diferentes alternativas.
En el caso de que el niño demuestre mucho temor, es recomendable que uno de los padres se acueste con él hasta que se duerma, especificando un número de veces únicamente.
Utilizar hasta los 4 años, algún juguete con el perfume de la mamá o del papá, para que acompañe al niño a dormir.
Premiar al niño las primeras veces que duerme solo con felicitaciones públicas (delante de la familia o amigos), halagos a la valentía y al crecimiento que tiene, esto reforzará positivamente que el niño pueda superar miedos.
Controlar que tipo de programas televisivos observa y no permitir que vea películas o programas que generen angustia o temor.
Estar atentos a las charlas que tiene con otros niños, ya que a veces hablan de películas de terror o situaciones traumáticas que han sufrido o que han escuchado y que terminan por generar curiosidad, temor y angustia.
No sobreprotegerlos, esto reforzará la inseguridad en el niño. Tampoco actuar de una forma intolerante, más bien se debe tener mucha paciencia, ya que todos atravesamos estas etapas en diferente magnitud.
No es aconsejable que duerman con la luz prendida, ya que no podrán conciliar bien el sueño y descansar a plenitud porque la luz activa las neuronas de vigilia, por lo tanto interfiere con la actividad cerebral y la calidad del sueño. Sobre este tema se realizaron varios estudios científicos donde analizaron que: (llegar a la fase REM) las ondas cerebrales, el ritmo cardíaco, la respiración y la actividad muscular es afectada en personas que duermen con luz encendida. Por tanto podrían utilizarse los “espanta cucus”, que son unas lámparas pequeñas con luz tenue en el velador y que pueden ser programadas para estar solo unos minutos encendidas, por lo tanto automáticamente se apagan, para no perjudicar un buen descanso.
ERRORES FRECUENTES
Muchas veces el miedo es trasmitido genéticamente o por el discurso familiar. Se puede observar que la base de muchos comportamientos son aprendidos por la observación de modelos de “aprendizaje por modelado” (especialmente a través de los padres o allegados). Los padres miedosos podrían ser inintencionadamente, a través de su comportamiento y sus emociones, inductores de instaurar diferentes miedos en sus hijos “Padres miedosos transmitirán a sus hijos inseguridad y miedos”; padres “nerviosos” inducirán a que su pequeño sea inseguro, temeroso y ansioso.
No es bueno que el niño sea inducido a sentir miedo, los padres deben enseñar a los hijos a prever situaciones de peligro, por ejemplo: no te acerques a perros desconocidos porque pueden ser peligrosos. Es un discurso educativo, no generador de miedo como por ejemplo: “los perros muerden a los niños… ¡no te acerques!, A mí me mordieron a tu edad”.
“Los padres deben fortalecer el autoestima de los niños brindándoles confianza, seguridad, optimismo y no inseguridad, desconfianza y negatividad infundiéndoles miedo o temor a situaciones, personas, u objetos y peor aún utilizar adjetivos calificativos negativos que solo dañaran la seguridad del pequeño. Enseñarles a ser precavidos, a cuidar sus vidas y a superar cualquier situación adversa generará adultos con autoestima alta y personas competentes”, dice la especialista.
Otro error frecuente es que los padres confunden el miedo con el respeto. A veces se utiliza los “chantajes”…si no me haces caso te voy a pegar con cinturón y no sabes cómo duele!. En este tipo de casos el niño aprenderá a tener más temor al dolor que ganas de obedecer al padre o madre que amenaza, y terminará por no distinguir qué es respeto y qué es miedo”, asegura Rubín de Celis.
MIEDOS MÁS PROFUNDOS
Se puede distinguir un miedo más profundo, cuando se ve afectado o interrumpido el desarrollo bio-psicoevolutivo del niño. Por ejemplo si ya controlaba esfínteres y por miedo deja de hacerlo, o si presenta otros síntomas como que le sudan las manos, tartamudea, se come las uñas, se lleva todo a la boca por el grado de ansiedad que tiene o cuando su sueño se ve afectado, llora frecuentemente, grita, necesita andar y estar acompañado de alguien en todo momento, son conductas y comportamientos que dan la pauta de que el niño está atravesando por un grado excesivo de miedo.
Es importante acudir a un especialista cuando el niño refleje en su comportamiento cotidiano cambios que interfieran con su desenvolvimiento habitual y cuando éste también genere preocupación a las personas que lo rodean. El especialista analizará si se trata de miedos inherentes al desarrollo evolutivo o por el contrario se trata de un problema que es preciso tratar para evitar futuros problemas, concluye la psicóloga.
sábado, 10 de enero de 2015
Tecnología y comunicación familiar
A medida que pasan los años vemos cómo todo va cambiando y modernizando, en todo este crecimiento se ve inmiscuido los avances tecnológicos que hoy en día son necesarios y a la vez facilitan toda actividad de acuerdo a la necesidad de la gente.
La actualización tecnológica llega a la vida de las personas en forma obligada de un momento a otro, aunque uno no quiera aprender algo nuevo llega un instante en el que se ve inmiscuido con la nueva forma de vida, entre los avances tecnológicos podemos encontrar varios elementos si los mencionamos, entre los muchos podemos destacar el internet y celulares.
Sin darnos cuenta toda la dinámica familiar está marcada por dispositivos de última generación, la tecnología se convierte en un miembro más de la familia que contribuye a muchos ámbitos como el ocio, compras, viajes, de entretenimiento, buscar amistades, etc.
La tecnología en la familia y la influencia que ésta tiene es notable en especial en la comunicación familiar, si estos avances no son controlados de forma correcta afectarán sin duda de manera negativa, pero si se usan del modo más certero favorecerá positivamente.
El celular e internet se vuelven indispensables en las familias, sin estos no se encuentra manera de comunicarnos o de encontrar algún entretenimiento, es notable destacar que el entretenimiento es en forma individual ya que cada integrante de la familia puede encontrar la mera de distraerse con internet y ya no con la familia.
En una familia la mayoría de los integrantes cuenta con un celular y en algunos casos con un celular de última generación, ríen, gozan, se entretienen pero no lo comunican al resto de su familia, por lo tanto la comunicación ya no es la misma, si retrocedemos unos años atrás no todos podían acceder al internet ni tampoco a los celulares, por lo tanto en horarios de almuerzo o encuentros familiares había una comunicación más plena y placentera.
Hoy en día incluso algunos adolescentes no almuerzan tranquilos si no están con su celular, no solo ellos sino también todos los integrantes de la familia, si alguien habla o entabla conversación se ven interrumpidos por el celular y se corta la comunicación familiar.
La tecnología ayuda a conectarse con mayor facilidad y trae muchas ventajas, pero para que no afecte en forma negativa se pueden establecer ciertas normas para que esta no interfiera en la relación familiar, así como pedir que en horarios de almuerzo se procure dejar el celular o priorizar un momento familiar por ejemplo.
A la familia, en particular, le facilita integrar y compatibilizar los aspectos laborales, domésticos, de las relaciones y hasta del tiempo individual, de esa manera, la incorporación de la tecnología, especialmente de internet, les significa ahorro de tiempo, de dinero y de esfuerzo.
Los niños en el mundo interactúan cada vez menos con sus familias y pasan cada vez más tiempo en sus habitaciones viendo la televisión, conectados a Internet y jugando en la computadora, muchos de los niños de hoy parecen estar experimentando ahora un gran aislamiento de la vida familiar.
Es importante mantener una buena comunicación en la familia, si las relaciones familiares son buenas y la comunicación es óptima entonces los artefactos tecnológicos no serán un obstáculo, sin embargo si la comunicación en la familia es mala la tecnología puede distanciar a los integrantes de la familia, porque suele favorecer el aislamiento y el individualismo.
La actualización tecnológica llega a la vida de las personas en forma obligada de un momento a otro, aunque uno no quiera aprender algo nuevo llega un instante en el que se ve inmiscuido con la nueva forma de vida, entre los avances tecnológicos podemos encontrar varios elementos si los mencionamos, entre los muchos podemos destacar el internet y celulares.
Sin darnos cuenta toda la dinámica familiar está marcada por dispositivos de última generación, la tecnología se convierte en un miembro más de la familia que contribuye a muchos ámbitos como el ocio, compras, viajes, de entretenimiento, buscar amistades, etc.
La tecnología en la familia y la influencia que ésta tiene es notable en especial en la comunicación familiar, si estos avances no son controlados de forma correcta afectarán sin duda de manera negativa, pero si se usan del modo más certero favorecerá positivamente.
El celular e internet se vuelven indispensables en las familias, sin estos no se encuentra manera de comunicarnos o de encontrar algún entretenimiento, es notable destacar que el entretenimiento es en forma individual ya que cada integrante de la familia puede encontrar la mera de distraerse con internet y ya no con la familia.
En una familia la mayoría de los integrantes cuenta con un celular y en algunos casos con un celular de última generación, ríen, gozan, se entretienen pero no lo comunican al resto de su familia, por lo tanto la comunicación ya no es la misma, si retrocedemos unos años atrás no todos podían acceder al internet ni tampoco a los celulares, por lo tanto en horarios de almuerzo o encuentros familiares había una comunicación más plena y placentera.
Hoy en día incluso algunos adolescentes no almuerzan tranquilos si no están con su celular, no solo ellos sino también todos los integrantes de la familia, si alguien habla o entabla conversación se ven interrumpidos por el celular y se corta la comunicación familiar.
La tecnología ayuda a conectarse con mayor facilidad y trae muchas ventajas, pero para que no afecte en forma negativa se pueden establecer ciertas normas para que esta no interfiera en la relación familiar, así como pedir que en horarios de almuerzo se procure dejar el celular o priorizar un momento familiar por ejemplo.
A la familia, en particular, le facilita integrar y compatibilizar los aspectos laborales, domésticos, de las relaciones y hasta del tiempo individual, de esa manera, la incorporación de la tecnología, especialmente de internet, les significa ahorro de tiempo, de dinero y de esfuerzo.
Los niños en el mundo interactúan cada vez menos con sus familias y pasan cada vez más tiempo en sus habitaciones viendo la televisión, conectados a Internet y jugando en la computadora, muchos de los niños de hoy parecen estar experimentando ahora un gran aislamiento de la vida familiar.
Es importante mantener una buena comunicación en la familia, si las relaciones familiares son buenas y la comunicación es óptima entonces los artefactos tecnológicos no serán un obstáculo, sin embargo si la comunicación en la familia es mala la tecnología puede distanciar a los integrantes de la familia, porque suele favorecer el aislamiento y el individualismo.
viernes, 9 de enero de 2015
En 3 años no se aplicó la norma “Hijo bebido y padre multado”
“Hijo menor bebido o embriagado, padres y tutores multados”, es la ordenanza municipal 060/2011 que hace tres años no se aplica en la ciudad de Tarija, debido a la falta de albergues para trasladar a los menores de edad.
La normativa sanciona con multas de 500 y 1.500 bolivianos y trabajos comunitarios a aquellos padres cuyos hijos menores sean encontrados bajo influencia alcohólica.
La concejal proyectista, Carmen Rosa Patiño, explicó que la ordenanza tiene como objetivo frenar el consumo excesivo de alcohol en menores de edad. Asegura que el principal problema es la falta de ambientes para llevar a los menores, los cuales deben ser construidos por la Alcaldía Municipal en concurrencia con la Gobernación.
Aseguró que la norma tiene otras sanciones que no pueden ser aplicadas mientras no exista el compromiso de las autoridades ejecutivas. El albergue donde vayan a ser llevados los menores, debe contar con espacios de descanso, una psicóloga y personal para la atención del hijo y del padre o tutor.
“Lamentablemente no se está aplicando y ya hice minutas de comunicación al respecto, pero aquí debe jugar un rol importante la misma Defensoría de la Niñez y Adolescencia que debe presionar para la construcción de los ambientes—manifestó Patiño--. Si bien se hace una batida, nosotros tenemos que tener el lugar para llevarlos y sino, que se podría hacer”.
La norma en actual vigencia no solo sancionará a los padres cuando sus progenitores estén ebrios, sino, cuando estos causen destrozos a bienes públicos, parques y plazas de la capital. La multa a ser ejecutada será la misma, además de un trabajo comunitario.
“Cada vez los niños o menores están mas propensos a hacer cosas fuera de lugar, y claro, las multas que vayan a recaudarse deben ir a una cuenta de la misma Defensoría. Ese dinero recaudado debe ser invertido en el mantenimiento de los albergues—explicó--. Además de contar con un profesional que no solo orientará al menor, además al papá o la mamá que esté a cargo del muchacho o muchacha”.
Batidas de la Guardia
Aunque la norma en vigencia no está siendo aplicada, desde la Guardia Municipal vienen desarrollando batidas esporádicas en diferentes zonas de la ciudad. En los recorridos realizados hasta el cierre de la gestión 2014, se logró encontrar al menos 22 menores de edad consumiendo bebidas alcohólicas.
Todos fueron llevados a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, una vez allí convocaron a sus padres para entregarles al menor que estaba cometiendo una infracción, pero se desconoce que haya existido alguna sanción o multa.
“Por nuestra parte, estamos cumpliendo en controlar, es así que en algunas zonas como plazas, parques y otros sectores que patrullamos de forma permanente, hemos logrado detectar a menores bebiendo—indicó el mayor Edson Rojas, comandante de la Guardia Municipal--. Lo que procede es llevarlos a la Defensoría y convocar a sus padres para darles a conocer lo ocurrido. La verdad desconozco si está habiendo o no la aplicación de la norma que entiendo debe hasta crearse una cuenta fiscal”.
Añadió que los menores sorprendidos embriagándose, están en las edades de 12, 14 y 16 años, y concurren generalmente a las canchas deportivas del complejo García Agreda, entre otros lugares que están siendo vigilados en la actualidad.
Desde la Policía Boliviana se viene cumpliendo el mismo trabajo, especialmente por el grupo de la Patrulla de Acción Ciudadana (PAC) y por Radio Patrilla 110, que proceden a llevar a los menores a dependencias de la institución y luego a convocar a sus padres.
El Intraid atiende por mes más de 500 consultas
El Instituto de Prevención, Tratamiento, Rehabilitación e Investigación de Drogodependencias y Salud Mental (Intraid) atiende cerca de 500 consultadas mensuales. Cerca del 20 por ciento están relacionadas a menores con edades comprendidas entre los 10 y 18 años. Las terapias que reciben son por el bajo rendimiento escolar, hiperactividad, además de un alto consumo de alcohol y de sustancias controladas. Aseguran que la falta de control de los padres está haciendo que los hijos se descarríen.
Cosas nuevas después de los 50 años de edad
La menopausia es un punto crítico en la vida que marca el inicio de la edad madura y la sociedad refuerza la percepción negativa de esta etapa. Esto tiene numerosas implicaciones para una mujer próxima a llegar a este momento. Sin embargo, a medida que avanzaban las investigaciones encontraron que las mujeres de 50 de hoy viven este momento con entusiasmo, energía y mayor libertad que generaciones anteriores. Los especialistas a cargo del estudio han denominado a esta etapa de vida "Maduritud", la etapa de transición de estas mujeres en la que se juntan la experiencia que les da la madurez con la energía de la juventud. Si bien son conscientes de las limitaciones propias de la edad (incluso para algunas llegar a esta etapa implica atravesar momentos de confusión y crisis antes de descubrir esta nueva etapa), la gran mayoría coincide con que este nuevo ciclo en sus vidas tiene mucho por ofrecer, lo cual se manifiesta en una mentalidad optimista y llena de planes./
Adulto mayor. Si desea hacerlo, debe expresar sentimientos y emociones por esa persona que ya no está.
Sobrellevar la pérdida del compañero de toda la vida podría ser uno de los retos más difíciles de enfrentar, sigue leyendo que expertos explican qué pueden hacer las personas de la tercera edad cuando la pareja ya no está.
Hablar con otros. La psicóloga Anna María Perrucci mencionó que si el adulto mayor desea hablar de su compañero que falleció es bueno y saludable; por el contrario, el no hablar puede traer problemas. "Hablar de recuerdos positivos de esa persona que se fue, ayuda a superar el sentimiento de soledad".
Aceptar los hechos. Perrucci explicó que es saludable expresar los sentimientos, pero sin caer en lo exagerado. Es decir, no darse al llanto incontrolable. "La persona que tiene una emoción y no la expresa, si no lo canaliza, puede convertirse en una enfermedad", apuntó.
Compañía. "Es recomendable buscar a aquellas personas que hayan pasado por la misma situación. Eso le demostrará al anciano que no es el único que atraviesa o atravesará por este hecho", remarcó Perrucci.
¿Quién lo asimila mejor? El geriatra Ernesto Melgar indicó que las mujeres soportan mejor la viudez que los hombres, debido a que los últimos no están acostumbrados a vivir solos. "Los varones dependen mucho más de la pareja, cosa que no sucede con las damas", señaló Melgar. Agregó que cuando la pareja es joven, la pérdida es más difícil de manejar; en cambio para las parejas en la tercera edad es más fácil, porque ellos ya se van haciendo a la idea de que se van a ir e incluso paulatinamente se van preparando.
Importante. Cuando el adulto mayor pierde a su esposa o esposo, las personas más cercanas a ellos sean hijos, nietos, yernos, nueras y amistades, deben estar con ellos, atenderlos, darles compañía y distracción, siempre y cuando el adulto mayor esté bien de salud.
Hablar con otros. La psicóloga Anna María Perrucci mencionó que si el adulto mayor desea hablar de su compañero que falleció es bueno y saludable; por el contrario, el no hablar puede traer problemas. "Hablar de recuerdos positivos de esa persona que se fue, ayuda a superar el sentimiento de soledad".
Aceptar los hechos. Perrucci explicó que es saludable expresar los sentimientos, pero sin caer en lo exagerado. Es decir, no darse al llanto incontrolable. "La persona que tiene una emoción y no la expresa, si no lo canaliza, puede convertirse en una enfermedad", apuntó.
Compañía. "Es recomendable buscar a aquellas personas que hayan pasado por la misma situación. Eso le demostrará al anciano que no es el único que atraviesa o atravesará por este hecho", remarcó Perrucci.
¿Quién lo asimila mejor? El geriatra Ernesto Melgar indicó que las mujeres soportan mejor la viudez que los hombres, debido a que los últimos no están acostumbrados a vivir solos. "Los varones dependen mucho más de la pareja, cosa que no sucede con las damas", señaló Melgar. Agregó que cuando la pareja es joven, la pérdida es más difícil de manejar; en cambio para las parejas en la tercera edad es más fácil, porque ellos ya se van haciendo a la idea de que se van a ir e incluso paulatinamente se van preparando.
Importante. Cuando el adulto mayor pierde a su esposa o esposo, las personas más cercanas a ellos sean hijos, nietos, yernos, nueras y amistades, deben estar con ellos, atenderlos, darles compañía y distracción, siempre y cuando el adulto mayor esté bien de salud.
jueves, 8 de enero de 2015
La silla para pensar
Se la llama silla para pensar y se utiliza en escuelas y en algunos hogares cuando se cree que el niño tuvo una conducta inadecuada. Consiste en invitar al pequeño a reflexionar en la silla por unos minutos, tantos como años tenga el niño, en los que debe estar solo revisando su conducta. En todo caso, especialistas advierten que el abuso de esta técnica podría resultar contraproducente.
Luego de que pasen esos minutos se debe invitar al pequeño a regresar con el grupo y se le pide que dé un abrazo a quien o quienes hayan resultado afectados por su conducta en señal de disculpa.
Se trata de una técnica efectiva que ayuda a aplacar rabietas y es muy útil para combatir la violencia. La psicóloga Vanessa García explica que este método sirve para que padres y tutores definan claramente los límites, normas y reglas del hogar y el aula ya que cualquier comportamiento tiene una consecuencia.
“El aspecto negativo es que a la larga puede ser que el niño asocie que el estar pensando solo o el encontrarse con sus propias reflexiones es una consecuencia negativa de un mal comportamiento”, apunta.
En muchos casos, cuando se utiliza esta técnica repetidas veces y se la convierte en un hábito de castigo, deja de tener efecto porque el niño busca protegerse de esa sensación de sentirse apartado en una silla y crea una barrera de insensibilidad, volviéndose rebelde, manifiesta por su parte la psicóloga Claudia Peredo.
“Es muy importante ser empático con el niño y entender cómo se siente cuando lo mandan a la silla. Lo más probable es que se sienta apartado, aislado, frustrado y enojado, porque ha reaccionado a una situación que no ha sido capaz de resolver. Al estar obligado a pensar sigue enojado y en algunos casos, más que antes”, dice.
El apartarlo del grupo y llevarlo a una silla para que piense, impide que haya diálogo y pueda sentirse catalogado como una mala persona.
Existen más técnicas con asientos que resultan beneficiosas. “La de la silla vacía es muy útil en terapia, se la utiliza cuando una situación ha sido traumática, cuando se tiene un asunto inconcluso con alguien que en ese momento no está disponible por alguna razón y cuando se necesita proyectar en la silla vacía un aspecto de su propia personalidad para que la persona pueda comprenderse mejor a sí misma”, ejemplifica Peredo.
La psicóloga afirma que los efectos en estos casos pueden ser beneficiosos incluso en adultos, pero que esta técnica debe ser llevada a cabo con la ayuda de un profesional para poder canalizar las emociones y resolver los conflictos.
Escucha
Las rabietas conllevan frustración. Explícale con palabras simples que esa no es la mejor manera de reaccionar.
Ofrece
Proponle una alternativa a lo que le molesta, pero sin imponérsela. Transmítele de forma calmada que entiendes su enfado.
Refuerza
Ejemplifica lo malo de su actuar para que aprenda a autorregularse y manejar esas situaciones.
Fuente: Vanesa García Viruz y Claudia Peredo (psicólogas)
miércoles, 7 de enero de 2015
Crianza de los nietos el rol de los abuelos: pros y contras del cuidado
Con la incorporación de la mujer al trabajo, el cuidado de los nietos por parte de las abuelos es un gran acto de amor, pero si los hijos y los abuelos no han esclarecido los roles y los límites de cada uno, los nietos pueden pagar la factura.
Y en otros casos, hasta se puede abusar de la ayuda y salud de los abuelos. La sicóloga Viviana Aguilera, especialista en familia, reflexiona y nos habla sobre el tema.
La crianza
Para Aguilera, las abuelas que cuidan gran parte del tiempo a los nietos no están dentro de una relación saludable.
“Las abuelas ya criaron hijos con todo lo que implica (higiene, alimentación, límites, obligaciones escolares, etc.) y con los nietos pueden colaborar, pero no suplantar a los padres.
Esto se debe a que no pueden poner límites a los nietos gracias a su gran amor de abuelas, pero también por el cansancio de la edad no los educan, los malcrían y les dan lo que les piden. Los niños crecen con poca tolerancia a la frustración.
Esto significa que no han aprendido a esperar, les causa enojo cualquier problema y en la edad adulta, ante cualquier dificultad, se desmotivan de sus metas”.
Opina que, por motivo laboral, es mejor que los progenitores recurran a una guardería o la ayuda de una hermana o cuñada que sí pueden poner reglas a los chicos si viven en la misma casa; en todo caso, tanto la hija adulta como la abuela o suegra deben poner en claro la función que cumple cada una.
Por un lado, las abuelas (os) deben respetar las normas de los padres con respecto a sus hijos y los abuelos no deben dejarles todo cocido y asado a los hijos adultos. Si los padres pueden pagar una niñera que ayude a los abuelos con los niños, mejor.
El tiempo de los abuelos
“Los hijos no deben abusar de los abuelos ya que el cuidado de los nietos implica esfuerzo y dejar actividades de ocio. Hoy en día muchas abuelas de 50 o 60 años quieren disfrutar también de esta etapa de la vida”, dijo Aguilera. También hace notar que los abuelos que crían a los nietos corren el riesgo de adueñarse de estos por sentir que tienen una segunda oportunidad de hacer lo que no pudieron con los hijos”
Y en otros casos, hasta se puede abusar de la ayuda y salud de los abuelos. La sicóloga Viviana Aguilera, especialista en familia, reflexiona y nos habla sobre el tema.
La crianza
Para Aguilera, las abuelas que cuidan gran parte del tiempo a los nietos no están dentro de una relación saludable.
“Las abuelas ya criaron hijos con todo lo que implica (higiene, alimentación, límites, obligaciones escolares, etc.) y con los nietos pueden colaborar, pero no suplantar a los padres.
Esto se debe a que no pueden poner límites a los nietos gracias a su gran amor de abuelas, pero también por el cansancio de la edad no los educan, los malcrían y les dan lo que les piden. Los niños crecen con poca tolerancia a la frustración.
Esto significa que no han aprendido a esperar, les causa enojo cualquier problema y en la edad adulta, ante cualquier dificultad, se desmotivan de sus metas”.
Opina que, por motivo laboral, es mejor que los progenitores recurran a una guardería o la ayuda de una hermana o cuñada que sí pueden poner reglas a los chicos si viven en la misma casa; en todo caso, tanto la hija adulta como la abuela o suegra deben poner en claro la función que cumple cada una.
Por un lado, las abuelas (os) deben respetar las normas de los padres con respecto a sus hijos y los abuelos no deben dejarles todo cocido y asado a los hijos adultos. Si los padres pueden pagar una niñera que ayude a los abuelos con los niños, mejor.
El tiempo de los abuelos
“Los hijos no deben abusar de los abuelos ya que el cuidado de los nietos implica esfuerzo y dejar actividades de ocio. Hoy en día muchas abuelas de 50 o 60 años quieren disfrutar también de esta etapa de la vida”, dijo Aguilera. También hace notar que los abuelos que crían a los nietos corren el riesgo de adueñarse de estos por sentir que tienen una segunda oportunidad de hacer lo que no pudieron con los hijos”
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