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sábado, 22 de abril de 2023

Hidroterapia para bebés, una tendencia para la estimulación psicomotora

 La terapia acuática e hidroterapia están orientadas a propiciar la estimulación temprana en los niños.  Hoy en día, existen lugares especializados para estas prácticas, que se pueden realizar desde que cae el cordón umbilical del bebé.

Cada vez más familias bolivianas buscan estimular y desarrollar las habilidades físicas y mentales de los bebés, es por ello que las actividades acuáticas se presentan como las mejores opciones para estos objetivos. Entre estas prácticas está la hidroterapia que se puede realizar desde que el menor llega al mundo, para potenciar las habilidades físicas y cognitivas, además de la relación afectiva del bebé con sus padres, reduce cólicos y fortalece la capacidad pulmonar.

La Dra. Melissa Chavez, directora del centro de estimulación acuática para bebés Baby Spa, afirma que actualmente la estimulación mediante la hidroterapia se ha convertido en una práctica necesaria para los bebés, por todos los beneficios que trae; forma niños más fuertes, inteligentes y seguros de sí mismos. Dentro de la terapia acuática existe también  la inmersión; una técnica muy segura y realizada por profesionales en donde se sumerge al bebé en agua tibia, preparando al menor para que tenga un alto dominio respiratorio y de reflejos.

“Los padres notan que los bebés pueden desarrollar sin dificultad las habilidades físicas como movimientos coordinados, equilibrio y fuerza que son necesarios para lograr el giro, sentado, gateo y caminar en una edad promedio, detalla la Dra. Chavez.

¿Qué se necesita para esta actividad?

Para lograr excelentes resultados con la hidroterapia se necesita principalmente pañales que sean aptos para este tipo de actividades, en este sentido, Huggies, marca líder en productos de higiene infantil, pone a disposición sus pañales Little Swimmers, que se adaptan de manera ideal a esta práctica, porque son diseñados para usarlos en el agua ya que no se inflan y no limita el movimiento de los bebés, además de ser cómodos y seguros.

“La infancia es una época preciosa e irrepetible que nuestros hijos merecen vivir plenamente. Los centros de estimulación acuática para los más pequeños son una innovadora tendencia que, en los últimos años, ha tenido un auge considerable en nuestro país y nosotros como compañía tenemos los productos adecuados para estas actividades”, comenta Claudia Zabala, Brand Manager de Huggies. Además, la ejecutiva menciona que la marca no solo acompaña el desarrollo de los bebés con los productos adecuados, sino también comparte conocimientos con los padres a través de su plataforma digital Más Abrazos.

“La estimulación en este tipo de centros no solo es recomendable cuando el bebé tenga dificultades en su desarrollo, en realidad, la estimulación adecuada es parte esencial en el desarrollo de los niños desde el nacimiento hasta que tienen las habilidades que influirán en la vida adulta”, finaliza Zabala.

Hidroterapia para bebés, una tendencia para la estimulación psicomotora


lunes, 2 de agosto de 2021

La lactancia materna: una conexión esencial que se reafirma en pandemia

 Cuando los sistemas de salud se ven limitados, como es el caso actual, a raíz de la crisis sanitaria, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) coinciden en que la lactancia materna y la interacción madre-bebé, toman aún más relevancia por los beneficios que tiene para prevenir infecciones, promover la salud y aportar al desarrollo. Inspirados por su misión de acompañar a la mujer desde el momento cero de su etapa maternal, Huggies se su suma al propósito de la Semana Mundial de la Lactancia, de contribuir a crear conciencia y estimular este acto que tanto aporta.

Cinco lecciones que deja el actual contexto respecto a la lactancia materna

1. La lactancia materna favorece la salud del bebé: por ejemplo, ayuda a una buena formación de los dientes; por otro lado, la leche materna se asocia a una mayor inteligencia del lactante. Además, reduce el riesgo de complicaciones respiratorias. (Ver aquí)

2. El bienestar de mamá también mejora: además de contribuir a reducir estados nerviosos como estrés o ansiedad, la lactancia materna disminuye el riesgo de cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, según la OMS.

3. Lactancia sin límites: tanto la mamá, como el hijo, pueden decidir cuándo es hora de cortar la lactancia materna. Otro beneficio es que la mujer puede extraerse leche y almacenarla en el refrigerador para que esté disponible incluso si ella no está presente cuando el bebé tiene hambre.

4. El COVID-19 no es razón para cortar la lactancia: la OMS ha indicado que, hasta ahora, no se ha identificado que el virus se transmita mediante la leche materna; por tanto, no es una amenaza que interrumpa la lactancia. Si una madre se contagia de coronavirus y no tiene complicaciones de salud, simplemente debe reforzar su higiene, lavado de manos más frecuente y uso de mascarilla. Además, un estudio realizado por la aplicación especializada LactApp y el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), ha identificado anticuerpos en la leche materna de mujeres vacunadas contra el COVID-19. (Ver aquí)

5. Las mamás que se vacunan pueden seguir dando de lactar: en enero de este año, la OMS indicó que las mujeres que amamantan sí pueden vacunarse y que no es necesario interrumpir la lactancia, una vez que se inmunizan. Coincide la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN), con que la inmunización de este grupo de la población es compatible y segura. 

Para Huggies es esencial acompañar a la mujer en su etapa maternal desde el momento en que ésta se entera que traerá un hijo al mundo y el acceso a información de calidad es la base de ello. Es así que la marca infantil ha creado la innovadora plataforma Más Abrazos, que ya está activa en Bolivia, como un espacio virtual que acompaña a la mujer en distintas etapas de su maternidad, y complementa las diferentes acciones que hace en favor de su comunidad de mamás. En este sitio web ellas pueden acceder a diferentes artículos, podcast e iniciativas dinámicas, como una calculadora de pañales, ayuda para armar un baby shower, novedades, consejos y tips con temáticas desde el embarazo, hasta los primeros años de vida del bebé.

“Finalmente podemos anunciar que Más Abrazos ya está disponible para seguir acompañando a nuestra comunidad boliviana de mamás. Queremos ser sus aliados en esta experiencia tan única y grandiosa que es ser mamá”, asegura Claudia Zabala, Brand Manager de Huggies en Bolivia.

Para acceder a Más Abrazos ingresar aquí: https://www.masabrazos.bo/ 

Para acceder a Huggies Bolivia ingresar aquí: https://www.huggies.bo/ 

martes, 6 de noviembre de 2018

Cria a tus hijos mentalmente fuertes

La fortaleza mental no se trata de actuar duro o reprimir las emociones. Tampoco se trata de ser cruel o mostrar una actitud desafiante.

En cambio, los niños mentalmente fuertes son resistentes y tienen el coraje y la confianza para alcanzar su máximo potencial.

Ayudar a los niños a desarrollar la fortaleza mental requiere un enfoque triple: enseñarles a reemplazar los pensamientos negativos con pensamientos más realistas, ayudándoles a aprender a controlar sus emociones para que no sean sus emociones quiénes los controlen y mostrándoles cómo tomar medidas positivas.

Hay muchas estrategias de crianza, técnicas de disciplina y herramientas de enseñanza que ayudan a los niños a desarrollar el músculo mental. Aquí presentamos 10 estrategias que ayudarán a tu hijo a desarrollar la fuerza que necesita para convertirse en un adulto mentalmente fuerte:

1. ENSEÑAR HABILIDADES ESPECÍFICAS

Con disciplina nos referimos a enseñar a tus hijos a hacerlo mejor la próxima vez, sin hacerles sufrir por sus errores. Usa consecuencias que enseñen habilidades específicas, como habilidades para resolver problemas, control de impulsos y autodisciplina. Estas habilidades ayudarán a tu hijo a aprender a comportarse productivamente, incluso cuando se enfrenta a la tentación, las circunstancias difíciles y los contratiempos.

2. DEJA QUE COMETA ERRORES

Enseña a tu hijo que los errores son parte del proceso de aprendizaje, de modo que no se sienta avergonzado por haber cometido un error.

3. ENSÉÑALE CÓMO DESARROLLAR AUTODISCURSOS SALUDABLES

Es difícil para los niños sentirse mentalmente fuertes cuando se les bombardea con humillaciones o cuando predicen resultados catastróficos. Enséñale a replantear pensamientos negativos para que pueda pensar de forma más realista. Desarrollar una perspectiva realista pero optimista puede ayudar a los niños a superar los tiempos y rendir al máximo.

4. ALIÉNTALO PARA ENFRENTAR LOS TEMORES

Si tu hijo evita algo aterrador, nunca obtendrá la confianza que necesita para sentirse cómodo.

Ya sea porque tu hijo tenga miedo a la oscuridad o porque le aterrorice conocer nuevas personas, ayúdale a enfrentar sus temores. Anímale, elogia sus esfuerzos y recompénsalo por ser valiente y aprenderá que es un niño capaz y que puede manejarse alejándose de su zona de confort.

5. PERMITE QUE SE SIENTA INCÓMODO

Aunque puede ser tentador ayudar a un niño cada vez que tiene problemas, rescatarlo de la angustia le reforzará la idea de que es indefenso. Permite que tu hijo pierda, permite que se sienta aburrido e insiste en que sea responsable, incluso cuando no quiera. Con apoyo y orientación, las luchas pueden ayudar a tu hijo a desarrollar fortaleza mental.

6. CARÁCTER DE CONSTRUCCIÓN

Los niños necesitan una brújula moral fuerte a la hora de ayudarles a tomar decisiones saludables. Trabaja duro para inculcar tus valores en tu hijo. Crea oportunidades para que las lecciones de vida refuercen sus valores regularmente.

Por ejemplo, enfatiza en la importancia de la honestidad y la compasión, en lugar de ganar a toda costa. Los niños que entienden sus valores tienen más probabilidades de tomar decisiones saludables, incluso cuando otros pueden estar en desacuerdo con sus acciones.

7. HAZ DE LA GRATITUD UNA PRIORIDAD

La gratitud es un maravilloso remedio para la autocompasión y otros malos hábitos que pueden evitar que tu hijo sea mentalmente fuerte. Ayúdale a afirmar todo lo bueno en el mundo, para que incluso en sus peores días, vea que tiene mucho por qué sentirse agradecido. La gratitud puede aumentar el estado de ánimo y alentar la resolución proactiva de problemas.

8. AFIRMA LA RESPONSABILIDAD PERSONAL

Desarrollar fortaleza mental implica aceptar responsabilidad personal. Permite las explicaciones, pero no las excusas cuando tu hijo se equivoque o se comporte mal. Corrígele si trata de culpar a los demás por cómo piensa, siente o se comporta.

9. ENSEÑA HABILIDADES DE REGULACIÓN EMOCIONAL

No calmes a tu hijo cuando está enfadado ni le animes cada vez que está triste. En lugar de eso, enséñale a lidiar con emociones incómodas por sí mismo, para que no dependa de ti para regular su estado de ánimo. Los niños que comprenden sus sentimientos y saben cómo enfrentarlos están mejor preparados para hacer frente a los desafíos.

10. FUERZA MENTAL DEL MODELO DE ROL

Enseñar a tu hijo a ser mentalmente fuerte es la mejor manera de alentarlo a desarrollar fortaleza mental. Habla sobre tus metas personales y demuéstrale que está tomando medidas para fortalecerse. Haz que la superación personal y la fortaleza mental sean una prioridad en tu propia vida.

sábado, 8 de septiembre de 2018

¿PROBLEMAS CON SUS HIJOS? Quizá no les esté poniendo límites

Siente que ha perdido autoridad frente a sus hijos? Puede que sea su culpa. El psicólogo argentino Fernando Osorio, un especialista en este campo, dice que si nos les pone límites a sus hijos, podría lamentarlo todavía más en el futuro, si es que ese no es ya su caso.

El profesional, que ofreció en Sucre una conferencia gratuita con el patrocinio de La Casa del Adolescente de La Paz, dependiente de la Fundación Samuel Doria Medina, introduce el tema recordando que hay grandes dificultades en el trato con los adolescentes en este tiempo.

“Los maestros tienen la sensación de que han perdido autoridad, y los padres también. Y eso genera muchos conflictos”, enfatiza a ECOS.

Por eso mismo, Osorio considera que la sociedad debería volverse a hacer esta pregunta: ¿Qué rol cumplen los padres y los maestros, y cómo deben ejercerlo?


¿Cuestión de roles?


Los maestros no cuentan con las herramientas y recursos suficientes para tratar con los adolescentes o los niños de este tiempo, según sea el caso. “Eso genera que el maestro se sienta con mucha incertidumbre frente al aula y, en algunos casos, desarrolla conductas autoritarias”, observa el especialista.

Y en el contexto familiar, señala que “hay falta de autoridad”, los padres temen ponerles límites, frenar las conductas impulsivas de sus hijos. “Les cuesta decir que no”, observa Osorio. Los “chicos quieren hacer todo o quieren tener todos los objetos posibles; quieren hacer cualquier cosa, se sienten con derecho a hacer”.

Y a los padres les cuesta frenar esas conductas.

¿Cuestión de derechos?


En criterio del psicólogo argentino, que se ha especializado en clínica con niños y adolescentes, hay una gran promoción de los derechos individuales. “Los chicos hablan de sus derechos, pero no de que esos derechos se ejercen con obligaciones y responsabilidades. Ahí hay un problema (…), que se traduce dentro del contexto escolar”.

Es decir, “¿cuál es problema de que los hijos protesten?”, cuestiona Osorio. El problema “es que los padres no toleran que sus hijos protesten. Se ha naturalizado que un hijo puede hacer lo que quiera, y eso está mal”, reflexiona a continuación.

Si no se interviene a tiempo, los niveles problemáticos suben, ya no alcanzan los esfuerzos de los padres y tiene que venir el terapeuta.

En otra época, cuando un padre o una madre le “clavaba” la mirada a su hijo, este reconocía enseguida que lo que estaba haciendo en ese momento estaba mal. Casi no había diálogo, pero tenía algo muy importante: certeza. Es decir, había certeza sobre el rol que cumplían los padres, dice Osorio. “Ahora no se sabe exactamente qué rol cumplen en la familia”.

“En esta época te pueden decir: ‘¿quién eres tú?, no te hago caso’”, agrega el especialista.

Él concluye que “lo peor que le puede pasar a un hijo es tener la sensación de que no sabe con quién cuenta. Por un lado pide libertad, pero al mismo tiempo esa libertad lo angustia o lo preocupa. ¿Qué, yo puedo hacer cualquier cosa y nadie me va a decir nada?”.

Por eso, dice que es vital devolverles autoridad a los padres. Y para eso no necesariamente tienen que ser un ejemplo, sino un referente.

¿Cuestión de padres y madres?


A propósito, ¿qué tipo de padre o madre es usted? Hay padres que se desentienden y que confunden autoridad con autoritarismo y que maltratan a sus hijos, explica Osorio. Es decir, son “militaristas autoritarios”.

En cambio otros están tan “imbuidos de los derechos humanos que creen que cualquier cosa que quieran hacer con sus hijos, atenta contra sus derechos”. Pero, “eso es mentira”, rechaza el experto.

Por último, otros padres “resuelven todo con medicación, con llevarlos al médico o al psicólogo”. Y de esa forma se desentienden del problema. “Eso hay que cambiarlo. El camino a la resolución de ese problema está mucho más cerca de lo que pensamos”, enseña el profesional.


¿Qué es poner un límite?


Poner límites tiene que ver con visualizar un proyecto; es decir, con la clase de personas que los padres quieren que sean sus hijos. “Cada persona desarrolla su vida en relación a su propia historia”, afirma Osorio.

No se fija un límite solo para que conseguir que nuestros hijos nos hagan caso. “El límite no tiene que ver con los objetos”, con quitarles algo, un celular, por ejemplo, sino “con translimitarles un valor”. En otras palabras, con “frenar el impulso de la satisfacción inmediata”.

Si no lo hacemos, “transformamos a nuestros hijos en intolerantes”, algo que puede derivar en actitudes violentas u otras de tipo negativo.

Al ponerles límites les “estamos armando la cabeza”, insiste el experto. Por eso este asunto tiene que ver con el proyecto de vida de nuestros hijos.

De tolerancias e intolerancias

En ese sentido resulta clave “ayudarles a soportar la frustración”. Es lo que en psicología se llama ‘baja tolerancia a la frustración’. “Si nuestros hijos no aprenden a soportar la frustración, se transforman en personas intolerantes o violentas o desarrollan una conducta de introspección”.

Algo muy importante: la adolescencia es la segunda oportunidad para ratificar algo que hicimos bien o rectificar lo que hicimos mal en el pasado en la educación de nuestros hijos, dice Osorio. •

Los padres frente al “bullying”


Los adolescentes que practican el “bullying” (acoso escolar), generalmente, son personas que han desarrollado una conducta intolerante y de típico “matón”, según las investigaciones realizadas por el psicólogo entrevistado por ECOS. Son personas que, cuando eran pequeñas, tenían algún grado de intolerancia, una tendencia a “no reconocer la palabra de los adultos”.

En contrapartida, los adolescentes que no se defienden, que son acosados y sometidos, son personas que cuando eran pequeñas sentían “la necesidad de tener siempre la aprobación de sus padres”, ya sea con una mirada o algún gesto. Es decir, personas con baja autoestima. “Incorporan la idea de que para hacer algo hay que tener la aprobación del otro. Y para ser aceptado, tienen que someterse”.

Pero el “bullying” no solo tiene como protagonistas al “matón” y al “acosado”, por decirlo de un modo común. De hecho, el matón es generalmente el autor intelectual, el manipulador, el que arma la escena, explica Osorio.

También están los “colaboradores”. “Cada uno de estos personajes tiene una historia que tiene que ver con cómo los adultos responsables de su crianza manejaron estos temas; cómo enseñaron a que aprendan a soportar la frustración”, advierte el especialista.

Por eso se requieren padres mínimamente atentos para reconocer esas conductas. “Claramente, un padre o una madre tienen responsabilidad por omisión u otra cosa”, agrega.

En el mundo, no siempre uno puede conseguir todo lo que quiera; así es la vida. Por eso, finaliza Osorio, es importante que sus hijos aprendan a soportar la frustración.

En términos del psicólogo


¿Para qué frenar las conductas impulsivas de nuestros hijos? Para conseguir que el psiquismo del niño se constituya en el marco de la salud mental y no de la enfermedad.

Prohibir el despliegue de la impulsividad permite que se instale en el psiquismo del niño un estado de frustración sano y esperable.

Es necesario frustrar a los niños del logro de una satisfacción inmediata y desmedida, porque así aprenden a soportar el displacer con el que tendrán que lidiar a lo largo de su vida. En algunos casos, los prepara para tener que renunciar a ella; en otros, los ayuda a inhibirla completamente, e incluso a postergarla.

La frustración frena la omnipotencia infantil, que lleva al niño a la creencia de poder ser y tener todo lo que quiera.

Fuente: Psicólogo Fernando Osorio

“Las redes sociales son tan peligrosas como cuando los hijos empiezan a salir a la calle”

Fernando Osorio es psicólogo especializado en clínica con niños y adolescentes. Llegó a Sucre la semana pasada para ofrecer una conferencia, gracias al patrocinio de La Casa del Adolescente de La Paz, dependiente de la Fundación Samuel Doria Medina. ECOS le hizo las siguientes preguntas:

ECOS. ¿Cuánto influyen las redes sociales en la conducta de los adolescentes?

Fernando Osorio (FO). Las redes sociales y la tecnología moderna son una gran influencia al momento de sacar a los chicos mentalmente en los contextos en los que tienen que estar, por ejemplo, estudiar; es más fácil agarrar el teléfono y hacer cualquier otra cosa. Ese contexto social no tiene que ver solamente con la influencia de la tecnología; ese es un aspecto. Lo que verdaderamente ocurre es que los padres no entrenan a sus hijos para soportar un límite. Es decir que la computadora debe usarse una cantidad determinada de horas y en determinadas circunstancias (…).

La tecnología se metió en la casa. Las redes sociales se metieron en la casa. Los chicos ya no necesitan salir a la calle. La calle se metió dentro del hogar. Lo que hay que enseñarles a los padres es que las redes sociales son tan peligrosas como cuando los hijos empiezan a salir a la calle. Cuando empiezan a salir a la calle, empiezas a recomendarle cuidado: al cruzar la calle, que se abrigue, que no se junte con cualquiera, que no acepte cosas de extraños… Todas las recomendaciones que un padre o una madre la daría a un hijo cuando empieza a salir a la calle, son las mismas que debe darle en el caso de las redes sociales.

(La tecnología) genera una influencia en algunos casos negativa, pero no depende de la tecnología: depende de la norma, de la autoridad de los padres, de la confianza que un hijo tenga con los padres, de cómo se maneja ese vínculo, de tal manera que los hijos les hagan caso.

ECOS. ¿Cuándo debo preocuparme de que mi hijo adolescente actúe de manera extraña?

FO. Con los adolescentes es muy difícil, porque el adolescente clásico es una persona apasionada, inconstante, ciclotímica… cambia de estado de ánimo permanentemente. Lo que yo recomiendo a los padres es que tengan una mirada atenta y que hagan cierto seguimiento a esas situaciones. Los adolescentes tienen cambios bruscos de ánimo; entonces, hay que observar esos cambios, ver a qué patrón responden.

¿Es simplemente una alteración y con el correr de los días no pasa nada? Lo que los padres tienen que advertir es si ese cambio en el patrón de comportamiento se instala. Cuando pasan varias semanas y una manera de ser (en el adolescente) cambió violentamente y se instaló y permanece, ahí tenemos un problema; ya no es simplemente un adolescente rebelde o cuestionador, que es típico del adolescente. Cuando ves que hay un patrón de comportamiento que se empieza a repetirse y persiste en el tiempo (…), entonces ahí tienes que intervenir de otra manera: amorosamente, con contención, con guía, sentarlo y ver.

Hay poco diálogo entre padres e hijos. Los padres suelen sacarse, un poco, de encima los hijos. En el diálogo se descubre que a ese hijo le está pasando algo, aparece la confianza de ese hijo para contar algo. Un hijo que no confía en su papá o su mamá, difícilmente va a contarles algo de lo que les pasa. Por eso, eso se debe cambiar.

martes, 1 de mayo de 2018

Padres de familia aprenden a evitar violencia

En un trabajo coordinado entre la Unidad de Difusión y Capacitación en Seguridad Ciudadana de la Alcaldía y Aldeas Infantiles SOS, se capacitó a padres de familia para educar sin violencia a sus hijos.

La primera etapa de formación a esta población de adultos se denomina "Educación con Límites y sin Violencia" y tiene la finalidad de guiar a los padres en establecer límites, sanciones y corregir algunas conductas inadecuadas de los hijos, pero sin usar violencia.

Al respecto, la jefa de la Unidad de Difusión y Capacitación en Seguridad Ciudadana, Rosario Chuquimia, indicó que a fin de prevenir estas situaciones de violencia, se generan estos encuentros con los padres de familia en el sentido de poder brindar habilidades sociales y recursos que permitan a las familias no generar situaciones de fuerza.

"Para nosotros es importante abordar la prevención de violencia de cualquier índole, porque entendemos que hay situaciones de violencia sexual; violencia infantil, entre otros, lo que genera que las niñas, niños y adolescentes se puedan desviar a escenarios de consumo de bebidas alcohólicas a temprana edad, a consumo de drogas o incluso a situaciones de calle", aclaró Chuquimia.

Indicó que una educación con límites y sin violencia genera familias seguras. Por lo que las capacitaciones orientan a encontrar habilidades sociales a los padres y que a su vez puedan permitir mejor relacionamiento con sus hijos. (AMI)

sábado, 24 de marzo de 2018

Como padre mi pareja será...

a astrología no nos define como personas, pero nos muestra muchas características que son propias de cada signo y que dicen mucho de nosotros, pero ¿Qué tipo de padre será tu pareja según su signo?

ARIES

Los padres arianos quieren que sus niños sean exitosos en lo que hagan y, muchas veces, pueden presionarlos para hacer lo que ellos no fueron capaces de hacer. ¡Cuidado! Además son muy cuidadosos y protectores, sobre todo con las hijas. ¿Y qué padre no?

TAURO

Como no le gusta que lo presionen, el padre tauro tampoco presiona a sus hijos, pero sí los alienta hasta el final para que persigan sus sueños. Los taurinos como padres son generosos y responsables, solo que les cuesta un poco la disciplina. ¡Ayúdalo, mamá!

GÉMINIS

Los geminianos son muy trabajadores por lo que puede ser que papá no esté mucho en casa. Sin embargo, tratan de aprovechar cada momento con sus niños, son encantadores y comunicativos. De seguro lo pescas contándoles una historia de aventuras antes de ir a la cama. ¡Qué hermoso!

CÁNCER

Los de cáncer se llevan el premio al mejor papá del horóscopo. No tienen problema con dar una mano con los niños, darles de comer, ayudarlos con las tareas, y no les importa limpiar el desorden que dejan después de jugar. A veces pueden no tener tanto buen humor, pero su corazón de oro hace que dé todo por sus hijos. ¡Grande, Pa!

LEO

Los papás Leo sí que no tienen problemas para poner límites y demandar lo mejor de sus hijos, pero harán hasta lo imposible para que toda su familia tenga un hogar establecido y una vida feliz. Son extremadamente protectores y si de algo puedes estar segura, es que nunca traicionarán a su familia. Adorable, ¿no?

VIRGO

Si bien no son de demostrar el amor por sus hijos tan abiertamente, los papás virgo les mostrarán a sus hijos cuánto los aman al pasar tiempo con ellos y velar porque estén bien y felices. Su carácter perfeccionista hará que desee que sus hijos sean los mejores en todo lo que hacen.

LIBRA

Como no podía ser de otra manera, los papás del signo de la balanza son los representantes de la justicia en la familia. Nunca hará diferencia entre hermanos ni dudará en aplicar un castigo si es lo apropiado y correcto. Pero más allá de todo, ama a sus hijos como nadie.

ESCORPIO

Los hombres escorpio valoran mucho su masculinidad y poder, por eso no tendrán problemas para cumplir con su figura paterna protectora y disciplinaria. Son padres súper leales y siempre pondrán a su familia por sobre todas las cosas. ¿No es tierno?

SAGITARIO

Los sagitario son los padres más divertidos del zodíaco; su actitud aniñada y divertida hará que siempre esté dispuesto a jugar y divertirse con los niños. Puede que a veces estos padres no logren acercarse mucho a sus hijos cuando son pequeños, pero los compensarán en otra etapa de la vida, ¡tranquila!

CAPRICORNIO

Este papá es la ley y el orden en persona; son súper tradicionalistas y esperan que sus hijos se comporten de forma apropiada y sean ordenados siempre, pero siempre. Lo bueno es que son padres que no solo sabrán ayudarte con la disciplina, sino también a crear buenos hábitos y a recompensar las cosas que los niños hacen bien. ¡Muy buen compañero!

ACUARIO

¡Llegó el padre que siempre tiene la última palabra! Los acuarianos son muy buenos padres, no son aburridos y siempre buscan compartir tiempo de calidad con sus hijos. Son algo más que estrictos pero aman con el corazón.

PISCIS

No son los más expresivos del zodíaco, todo lo contrario, pero los papás piscis animan a sus hijos a ser felices, tener amigos y disfrutar la vida. Son devotos a su familia y logran crear lazos profundos con los hijos y, como son emocionales y no tienen problema en demostrarlo, siempre les dirán a sus hijos cuán importantes son para ellos. ¡Maravilloso!

Seguro encontraste coincidencias en algunas características de tu pareja con las tuyas. De todas maneras, ahora ya sabes cómo será él en el rol paternal.

domingo, 11 de febrero de 2018

Cómo ser un 'digipadre' y cuidar a los hijos en Internet



En el Día Mundial del Internet Seguro, que se celebra este 6 de febrero, la compañía especializada en detección de amenazas informáticas ESET comparte consejos para hacer de esa 'red de redes' un lugar confiable para navegar.

A través de su sitio web Digipadres brinda información para facilitar y acompañar a los adultos en la compleja tarea de ser padre en la era digital y proteger a los más chicos sin necesidad de ser un experto en tecnología.

Estos son sus recomendaciones para tomar muy en cuenta:



1.- Familiarizarse con Internet y con tecnologías relacionadas

Si bien no hay que ser un experto en tecnología, es importante saber de qué se está hablando para comprender las herramientas y los sitios web más populares entre los niños y para estar al tanto de los riesgos. Leer sobre las señales de abuso online, aprender sobre las amenazas que afectan a los 'gamers' o familiarizarse con las redes sociales, dan una gran ayuda.



2. Introducir la tecnología y la seguridad online lo más temprano posible

Mientras se haga de una manera controlada, pueden sentirse seguros de las cosas que sus hijos ven y hacen online. Si bien no se recomienda darles desde muy pequeño acceso inmediato e ilimitado al mundo cibernético, se puede lograr una introducción gentil y guiada, motivándolos a probar cosas nuevas, a hacer preguntas y a tener un diálogo constructivo.





3. No dejar de hablar sobre las redes sociales y la privacidad

Es esencial mantener las conversaciones sobre las redes sociales siempre activas. Enfocarse en el rol centralizado de esas redes (para mantener el contacto, compartir y aprender), pero también abordar los peligros asociados, tales como la 'sextorsión'.

Además, es importante explicarles por qué compartir la información personal debe limitarse en las redes sociales, ya que esos datos se pueden copiar fácilmente y seguir compartiéndose, incluso después de que el usuario eliminó el post original.



4. Asegurarse de que todos los dispositivos móviles estén seguros y protegidos

De los smartphones a las tabletas, los equipos portátiles a las computadoras de escritorio y los televisores inteligentes a las consolas de juegos conectadas a Internet, hay disponibles una gran variedad de dispositivos portátiles con acceso a la web.

Una manera de supervisar la actividad online de sus hijos, incluso cuando están fuera de casa, es el uso de aplicaciones móviles de control parental. Padres e hijos pueden ponerse de acuerdo en la configuración más apropiada para ellos. Esto no solo los hace más responsables sino que también permite sentirse cómodo con las libertades que se da




sábado, 3 de febrero de 2018

Enseña a tus hijos para evitar el abuso sexual

utilizado para la estimulación sexual de su agresor (adulto conocido o desconocido). Implica que el menor no da su consentimiento ni puede darlo. Esta interrelación abusiva puede ocurrir con o sin contacto sexual incluyendo los manoseos, entre otros”, explica la psicóloga.

El abuso sexual infantil es una de las peores formas de violencia. Sus víctimas sufren un daño irreparable en su integridad física, psíquica y moral. Y se dividen en tres:

Primero.- El abuso sexual simple sucede cuando un niño es sometido a contactos sexuales, manoseos o tocamientos en zonas íntimas con fines sexuales. Y por lo general se produce en situaciones de violencia, amenaza o abuso de poder que se comete en contra de menores de 13 años.

Segundo.- El abuso sexual gravemente ultrajante sucede cuando la situación de abuso explicada con anterioridad resulta por su duración o debido a las circunstancias de su realización (tiempo, modo, lugar u otro factor) especialmente humillante y denigrante para la víctima. Por ejemplo, que haya sucedido en público o en la familia.

Tercero.- El abuso sexual agravado por el acceso carnal que ocurre cuando existe penetración por cualquier vía vaginal, anal o bucal, incluso cuando se haya introducido objetos u otras partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías.

CÓMO DETECTAR CASOS

Montaño asegura que los casos de abuso sexual infantil, por lo general, ocurren en el núcleo familiar y que son pocos los que suceden en ambientes externos. Lo importante es estar atentos a los cambios de conducta en las víctimas:

- Quieren estar solas.

- Se aíslan.

- Tienen alteraciones en el sueño.

- Hay alteraciones en la alimentación.

- Conducta agresiva.

- Rechazo al contacto físico, incluso abrazos de sus padres.

Montaño asegura que tanto niños como niñas no están libres de este tipo de abuso por parte de adultos que aprovechando su condición de poder manipulan a los pequeños para obtener un beneficio de ellos.

DENUNCIA

Si los padres, tutores o educadores se dan cuenta de que un niño o niña ha sufrido un abuso sexual debe denunciarlo de inmediato a las instancias respectivas para que se procese al agresor y se brinde protección al menor.

“En caso de una violación se debe proceder a realizar la denuncia en la que se incluirá un examen médico forense que lo acompañe como prueba del delito. A diferencia del manoseo que es un poco más difícil de probar, porque por lo general ocurre sin testigos”, asegura Montaño.

PREVENCIÓN

La prevención es sumamente importante y ésta debe comenzar con la educación sexual en los niños, hablarles de las partes de su cuerpo, de cómo deben cuidarlo, que nadie debe tocar por ningún motivo sus zonas íntimas, ni quitarse la ropa por alguna razón delante de desconocidos.

“Enseñarles a reconocer las caricias unas que son agradables, aquellas que provienen de los padres como besos o abrazos, diferentes de otras desagradables, en particular de desconocidos, aquellas que les incomodan y que los hacen sentir mal, pues su propio cuerpito lo rechaza de inmediato”, recomienda la Psicóloga

A continuación algunos consejos útiles en estos casos:

Enseñar a los niños los nombres de las partes íntimas del cuerpo.

Aclarar que el agresor sexual puede ser un familiar o un desconocido.

Tienen derecho a decir No cuando no desean ser tocados.

Enseñe a los niños a cuidar sus partes íntimas.

Enseñe a diferenciar entre los buenos secretos y los que no lo son.

Enseñe al niño a ser independiente y que no necesite de otro adulto en ausencia de usted.

lunes, 22 de enero de 2018

¿Tirano con la mamá? se porta mal solo conmigo

Peor con las mamás. Estudios revelan que los hijos se comportan peor con las mamás, esto se debe a que el olor y las feromonas de las mamás modifican su conducta. Es importante que ambos progenitores sepan que la instauración de límites es un proceso que lleva tiempo y requiere paciencia y fortaleza para no terminar cediendo a los caprichos; de lo contrario estarán criando pequeños tiranos.




Agustina apenas tiene cinco años, pero arma berrinches a su madre como si fuese una adolescente rebelde. No obedece a las órdenes que le da, cuando van al supermercado llora si no le compra lo que quiere y la hora de comer se convierte en una tortura.

Muchas veces Carolina, la mamá, ha tenido temor de dejar a su niña con sus abuelos o tíos, porque piensa que se comportará de la misma manera, pero al recogerla le dicen que su comportamiento fue espectacular. Ahí viene la pregunta: ¿Por qué se porta mal solo con ella?
Estudios revelan que no es una idea de las mamás que los hijos se portan peor solo con ellas. Investigadores del departamento de Sicología de la Universidad de Washington estudiaron a 500 familias, observando a los hijos en los momentos en que pedían ayuda, gritaban, lloraban, intentaban golpear, se negaban a caminar o hablar y actuaban de manera indiferente ante una orden.
La investigación reveló que los niños se comportan hasta un 800% peor ante la presencia de su madre y en niños menores de 10 años, la probabilidad se duplica a 1.600%.

Se pudo evidenciar que niños de ocho meses de edad podían estar jugando felices y de repente, al entrar su mamá en la habitación, empezaban a llorar, a liberar su rabia y a demandar su inmediata atención. Esto sucedió en el 99,9% de los niños, pues el 0.1 restante fue un niño con dificultad de visión, que al oír la voz de su madre empezó a tirar cosas y a pedir comida a pesar de haber comido.

Según K.P. Leibowitz, autor del estudio y profesor de Matrimonio y Sicología familiar, esto tiene una sencilla explicación: El olor y feromonas de las mamás modifican el comportamiento del hijo. Actualmente el doctor está trabajando en un aerosol que podrá enmascarar las feromonas ayudando a que el niño tenga un mejor comportamiento.

No obstante, agrega Leibowitz, no todo se debe a las feromonas, o a la falta o exceso de tiempo. “Tampoco significa que tu hijo sea malcriado o te falte autoridad; otra razón por la que el niño se comporta así en cuanto te ve, es porque representas su zona de confort. Cuando está a tu lado sabe que puede descargar sus emociones y problemas, pues es consciente de que no hay nadie mejor que tú para hacerlo sentir bien”, explica el investigador.

Acerca de los berrinches la sicóloga Paula Benedict dice que sobre todo en niños pequeños prima el principio de placer y un punto de vista egocéntrico, quienes se van educando y gobernando en la medida que ellos crecen y se socializan.

“Lo que sucede es que no siempre los padres tienen el tiempo o el conocimiento de que la instauración de límites es un proceso que lleva tiempo y requiere paciencia, así como fortaleza para no ceder a sus caprichos. Los límites firmes y gentiles, de a poco, construyen la capacidad de postergación en lugar de la demanda y satisfacción inmediata. Lamentablemente muchos padres consideran más cómodo y rápido satisfacer para que el niño deje de molestar. Es ahí donde se van formando los pequeños tiranos”, asegura.

Demandan atención
Según la sicóloga Ana Calvo, el mal comportamiento infantil es una manera torpe de llamar la atención de sus progenitores y, para estar con el objeto de amor, exteriorizan su ansiedad con impulsos descontrolados.
Explica que los hijos, sobre todo en edades muy tempranas, no quieren fastidiar a propósito. Llorar, patalear o gritar, no es otra cosa que una llamada de atención hacia sus padres. “Necesitan de todo el cariño y afecto que les podamos dar, incluso cuando les damos mucho, ellos necesitan más”, manifiesta.
El problema, señala Aída del Río, autora del libro ¿Conoces los sentimientos de tus hijos?, es que en ocasiones se deja de lado el aspecto afectivo, el interés que se pone en ellos y, por increíble que parezca, los chicos también valoran cuando se les marcan los límites y se establecen reglas a seguir, por lo que si no perciben atención de sus padres, su manera de responder es con el mal comportamiento.
La sicóloga Tiba Araujo, asesora de parejas y familia, acota que el problema es que las madres vemos la mala conducta como si fuera algo en contra de nosotras, como si el niño nos estuviera castigando, cuando en realidad él se está comunicando. “Habla con acciones porque todavía no sabe hacerlo con palabras”, remarca.

Relación madre e hijo
Paula afirma que con mayor frecuencia los hijos se portan peor con las mamás que con los papás, debido a que la relación con la madre es más estrecha y sin límites durante la gestación y los primeros dos años de vida.

“Suele pasar que la relación simbiótica madre e hijo se prolongue más allá de lo normal por diversas situaciones. Entonces el niño, o niña, demoran en asimilar y responder a la realidad de acuerdo a su etapa evolutiva. La relación de llanto y de inmediata satisfacción, al igual que sucede en la lactancia; se reproduce con las diversas demandas y caprichos del niño mayor”, argumenta la sicoterapeuta.

Supuestamente, agrega Paula el padre es el que ayuda al desprendimiento madre-hijo al tiempo que promueve la instalación del principio de realidad. En esos términos el padre sería menos permisivo y aportaría a la socialización de sus hijos; si no lo hiciera podría caer en los mismos excesos de la permisividad y sobreprotección.

Para la sicóloga familiar Claudia Tórrez la intensidad de los berrinches está directamente relacionada en cómo es la relación con la figura de apego con la mamá, el papá o de quien esté a su cuidado y el manejo de esta persona tiene directa relación en cómo se desencadene el berrinche o la duración del mismo.

Expresa que esa es la manera que tiene el niño de comunicar su frustración y es en esta situación donde los padres deben ser capaces de contener a los niños para que puedan manifestar su frustración de una manera adecuada y no siempre armando tremendos berrinches.

¿Mamás permisivas?
Ana resalta que los bebés y los niños comparten el sentimiento de supervivencia con sus progenitoras junto con un vínculo emocional muy fuerte por lo que si no están bien serán las madres las que más les ayuden a encontrar el bienestar. A los padres, aunque también existe un vínculo fuerte, los asocian más al juego, que a la supervivencia.

Las madres suelen estar más pendiente de sus hijos, por lo que ellos se sienten más cómodos expresando sus sentimientos más internos y fuertes. Por ello, acota, si tu hijo actúa de este modo para llamar tu atención, es una señal de que está muy seguro a tu lado.

Indica que los hijos buscan consuelo las mamás, porque en ellas encuentran ese abrazo cuando tienen una pesadilla, ese beso cuando se han caído o esas palabras de aliento cuando no han conseguido sus objetivos. En cambio en sus padres buscan diversión, juegos, expediciones, experiencias o consejos.

“Generalmente las madres somos esa protección que nuestros hijos asocian de forma innata con la supervivencia”, remarca.

En criterio de Paula puede ser que uno sea más permisiva que el padre. No obstante, cuando existen diferencias de criterio o contradicciones en el hogar, se crea un vacío de autoridad que es propicio para que los hijos impongan sus deseos sin considerar conveniencia o posibilidades de ser satisfechos.

Respira y mantén la calma
Claudia señala que a veces no funciona nada porque no existe una barita mágica, pero para sobrellevar esta etapa de los hijos, los padres y en especial las madres sugiere lo siguiente:

Hay que respirar profundo y mantener la calma, si les pegan o les gritan están poniéndote en la misma actitud que ellos, no resolverán nada, pero sí se empeorarán las cosas.

No utilicen por norma el NO. Es bueno darles opciones. Decir no a la primera es represión, plantéense si de verdad hay que negar al niño lo que pide o es por pura comodidad suya.

Cuando les pida o les enseñe algo demuestren suficiente interés, miren lo que les está mostrando y díganle: ¡Qué hermoso que está! ¡Me encanta!

Negocien y hagan acuerdos con ellos. Dínganle: Ahora es tiempo de jugar, pero después tienes que hacer esto o aquello.
Si van al supermercado, de compras o a una tienda de juguetes tienen que ser conscientes de que el niño está acercándose a una confrontación: puede querer todo lo que vea en la tienda. En la medida de lo posible eviten esas confrontaciones.

Si ven que va a empezar a llorar, lo ideal es cambiarle la jugada y hacerlo reír, pueden hacer sonidos imitándolos, corran de un lado a otro o imiten a algún animal. Usen su imaginación.

Si están en un lugar público, lo ideal es hablar con ellos a su nivel y mirándole a los ojos, explicarles el porqué de las cosas, es importante que hagan conexión con él en lugar de gritarle.

Si el niño es más grande y se puede comunicar, permítanle llorar, que exprese su frustración. Díganle algo que les ablande el corazón como: “Te extrañé. Quieres que juguemos. Te amo ya te lo había dicho?”.

Es posible, señala Claudia, que con este consejo, provoquen más lágrimas, pero también expresará lo que tiene guardado y el motivo de su molestia. “Le permitirán expresar lo que tiene dentro, se sentirá escuchado y así creará una conexión con sus papás”, concluye la terapeuta familiar.





sábado, 20 de enero de 2018

5 claves para manejar los berrinches de niños de 2 a 6 años

Los berrinches son manifestaciones de los niños al sentir frustración, ira, miedo o tristeza. Las conductas típicas de tu hijo cuando hace una rabieta son gritar, llorar, patear, tirarse al suelo o incluso darse golpes a sí mismo.

Tu pequeño suele recurrir a este tipo de conductas para llamar tu atención, protestar por algo que le quitaste o escapar de una situación que no le agrada.

La psicóloga Zulme Lomelli Pérez ofrece en su blog Psicóloga S.O.S una serie de claves para manejar el mal comportamiento de los niños de 2 a 6 años. ¡Síguelas!

1. En tu tarea por enseñar disciplina con amor observa a tu niño para identificar en primera instancia la causa posible del porqué del berrinche: frustración, algo que se le quitó, ira, hambre, sueño o si más bien solo es manipulación.

2. Llévalo a un lugar seguro en el que se pueda desahogar. Abrázalo, cárgalo y sácalo del sitio donde inició la rabieta. A esta técnica se le conoce como "tiempo fuera". Hazle entender que estará ahí hasta el momento que se sienta más tranquilo.

3. Háblale mientras se desahoga. Esta es una manera de educar en valores pues le transmites que entiendes su molestia, pero que solo le prestarás atención cuando se calme. Esto ayuda a los niños a distinguir sus sensaciones y emociones durante y después del berrinche. En su momento, él o ella aprenderán a expresarse cuando sientan frustración.

4. Apenas notes que su estado es de calma, felicítalo. Aprovecha para describirle la sensación de bienestar que tiene en ese instante. Dile: "estabas muy bravo y te sentías mal, ahora estás tranquilo, te sientes mejor, ¿verdad? Ya todo pasó".

5. La disciplina con amor incluye mantener la calma a la hora de hablarle, de lo contrario, todos, incluidos niños y padres, entrarán en una lucha de poder. Los más pequeños recurren a todo tipo de rabieta para llamar la atención de quienes lo rodean.

Háblale con voz suave y muéstrale a tu hijo que no vas a permitir que su comportamiento te afecte. Te mantendrás relajada. Si tú gritas, él grita.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

La purpurina es muy peligrosa para los niños

La purpurina (o brillantina) es un producto de venta libre y está presente en nuestro día a día, y sobre todo, en el de nuestros pequeños. Se utiliza para maquillajes, disfraces, cotillón y también para hacer manualidades, siendo un artículo muy habitual en casas con niños, colegios y guarderías. Y por cierto, muy difícil de limpiar.

Los científicos piden que se prohíba la purpurina, por ser un grave problema para el medio ambiente, ya que al ser microplásticos de menos de cinco milímetros, estos atraviesan los sistemas de filtración del agua llegando al mar y afectando a la población de peces. Pero el riesgo no es solo medioambiental, sino que también es un grave peligro para la salud nuestros hijos que pueden inhalarla accidentalmente.

La purpurina contiene componentes metálicos muy tóxicos, entre ellos plomo, cobre, zinc, aluminio y estaño. Al ser aspirada, estas micropartículas pueden penetrar en los glóbulos rojos causando una neumonitis química, una irritación de los pulmones causada por la inhalación de sustancias tóxicas.

Al aspirarla, entra por la vía respiratoria, llega al pulmón y genera una reacción inflamatoria que impide que los alveolos realicen el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Esto puede causar insuficiencia respiratoria en pocos minutos y provocar un cuadro de asfixia.

La purpurina contiene sustancias muy irritantes que pueden desencadenar un cuadro de vómitos, diarrea y dolor abdominal.

Si entra en contacto con los ojos puede causar desde una irritación o conjuntivitis hasta daños más graves como úlceras de la córnea. Hay purpurinas aptas para uso cosmético, pero en personas sensibles puede provocar lesiones como irritación y ampollas. Si las micropartículas penetran en la piel a través de una pequeña herida, podrían absorberse los componentes tóxicos por vía cutánea.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Cómo saber si tu hijo es feliz

Para todo padre y madre uno de los mayores deseos es que sus hijos sean felices, la felicidad no es solo algo que puedes darle a un niño como un regalo, sino enseñarle, fomentando la gratitud, la amabilidad, el trabajo en equipo, la comunicación, la integridad y hacer actividades en familia.

Los niños demasiado mimados, ya sea porque se les den demasiados juguetes o muy sobreprotegidos, son más propensos a ser adolescentes inseguros. Los mejores indicadores de felicidad futura son internos, debemos ayudar a los niños a desarrollar recursos internos que puedan utilizar a lo largo de sus vidas. He aquí algunas sugerencias importantes.

1.- APRENDE A CONOCER SUS EMOCIONES

Un niño feliz sonríe, juega, es curioso, muestra interés en otros niños y no necesita estimulación constante. En cambio, cuando no se siente feliz es retraído, callado, no habla, no se involucra espontáneamente con otros niños, no juega, no hace preguntas, no ríe ni sonríe y habla muy poco. La timidez no es lo mismo que la tristeza, entonces se debe aprender a descifrar que señales presenta un niño. Los padres constantemente deben estar alertas para ver si se dan cambios significativos en su conducta que pudieran sugerir por algún problema que requiere su atención.

El enojo es angustia excesiva, cuando tu hijo golpea a su hermano o avienta sus juguetes, eso significa que está angustiado más allá de su nivel de tolerancia.

2.- LA DIVERSIÓN ENTRE PADRES E HIJOS

Cuando los niños se divierten con sus padres crean una niñez conectada, darás el mejor paso para garantizar que tu hijo sea feliz. El juego genera alegría, pero también es la forma en que tu hijo desarrolla habilidades esenciales para su futura felicidad.

3.- CONTRIBUYE A PERFECCIONAR SUS TALENTOS

Las personas felices son a menudo aquellas que dominan una habilidad. En todo su crecimiento observarás diferentes habilidades como ser; deporte, danza, canto aprender a tocar un instrumento u otras habilidades. Aprenderá de sus errores, aprenderá a ser persistente, disciplinado y luego experimentará la dicha de tener éxito debido a sus propios esfuerzos.

4.- CULTIVA HÁBITOS SANOS EN TU HIJO

Los niños pequeños hacen ejercicio de forma innata, darle a tu hijo tiempo de sobra para corretear en los parques, patios, esto lo ayudará con sus estados de ánimo. Inculca que tenga orden: Algunos niños se adaptan fácilmente a distintos horarios y circunstancias, la mayoría de ellos disfrutan y son más felices con un horario establecido que les permite saber qué va a suceder. Realizar diferentes tareas en casa de acuerdo con sus edades como poner la mesa, ordenar sus juguetes; fomentará una relación más íntegra en la familia.

5.- DEJA QUE TRATE DE RESOLVER SUS PROBLEMAS

Algunos padres piensan que sus niños son felices resolviendo todos sus problemas, los niños se equivocan y aprenden de ello, incluso mientras más difíciles o frustrantes sean las situaciones, les ayuda a obtener fuerza interior que conduce a la felicidad. No significa que los niños no deban pedir ayuda si la necesitan, pero su fundamental papel es ayudarlos a que encuentren una solución ellos mismos, no proporcionárselas. Si tu pequeño desarrolla un sentido de independencia y confianza, eso puede llevarlo a tener buena autoestima y ser más feliz.

6.- PERMÍTELE ESTAR TRISTE O ENOJADO

Los niños necesitan saber que a veces es normal sentirse triste, es parte de la vida. Necesitamos dejarlos experimentar sus sentimientos, incluyendo la tristeza.

Puedes alentar a tu hijo a dar nombre a sus sentimientos y a expresarlos verbalmente. Los niños pequeños comprenden rápidamente las palabras que tienen que ver con su estado emocional, como “contento” o “enojado”. Cuando pueden expresar con palabras sus emociones, adquieren una nueva capacidad de reconocer y regular sus sentimientos.

7.- ESCUCHA A TU HIJO

Es esencial tener el canal de comunicación abierto con tu hijo es fundamental para comprender su humor, preguntar: ¿hay algo que quisieras contarme? ¿Algo te molesta?” y después déjalo hablar, si no quiere hacerlo, pregúntale al día siguiente.

La mayoría del tiempo, los niños están tristes o molestos por algo que causa estrés en el ambiente en el que desarrollan: una discusión con un amigo, un problema con un hermano o una tensión en casa. Si los síntomas de tristeza en tu hijo persisten y notas comportamientos como falta de ganas de ir a la escuela o guardería, preocupaciones excesivas de que mamá o papá mueran, que finja estar enfermo, dificultades para comer o dormir, consulta con un médico y también un terapeuta.

8.- ENSÉÑALE A COMPARTIR Y A PENSAR EN LOS DEMÁS

Conforme tu hijo pequeño va creciendo puedes enseñarle la importancia y satisfacción que existe en ayudar a otros. Algunos estudios muestran que las personas que se interesan por su alrededor tienden a sentirse menos deprimidos.

9.- SÉ UN MODELO DE CONDUCTA

Los padres pueden pasar su temperamento a sus hijos, no necesariamente a través de los genes, sino a través del propio comportamiento y forma de educarlos. Para bien o para mal, los niños perciben el humor de sus padres. Incluso los bebés pequeños imitan el estilo emocional de sus papás, lo cual de hecho activa vías neurales específicas. Cuando sonríes, tu hijo sonríe y su cerebro se “prepara” para sonreír. Los padres tienen dificultades, problemas y deben aprender a controlar sus expresiones, si se encuentran deprimidos a menudo no son buenos para proporcionar disciplina y orden de manera constante, ni divertirse con ellos, entonces deben buscar ayuda.

En resumen, para que un niño sea feliz no necesita tener un juguete caro. Lo esencial es que los padres le dediquen tiempo, jueguen con él, participen en sus actividades, les dejen tener amigos. Es aconsejable sorprenderlo con un detalle inesperado, regalarle constantes besos y abrazos, apoyarle en cada fracaso, ser comunicativos y escucharlos todo el tiempo. Tener a un niño o niña feliz debe ser el propósito no solo de los padres, sino también de los profesores y de toda la sociedad.

martes, 12 de septiembre de 2017

Consejos para evitar que los niños se lesionen en casa

En la capital cruceña suceden de forma frecuente accidentes que causan lesiones y hasta decesos de menores de edad, como dos casos registrados en agosto. Médicos del Hospital de Niños Mario Ortiz enseñan cómo cuidarlos

El 11 de septiembre se celebra el Día Mundial de los Primeros Auxilios y organismos internacionales, como la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja, sugieren que estos conocimientos se impartan en todos los países del mundo porque marcan la diferencia entre la vida y la muerte.
Es más, se piensa que los padres de familia deben dominar técnicas de auxilio primario para estar prestos en casos de que sus seres queridos, especialmente bebés, niños y adolescentes, fueran víctimas de percances, incluso fatales, en el hogar.

En agosto, en la capital cruceña, en un intervalo de cinco días, se registraron dos muertes de niños por imprudencia de sus respectivas madres. El primer caso ocurrió en el barrio San Francisco, zona de Los Lotes, donde una niña de un año y medio se ahogó al caer de cabeza dentro de un balde con agua próximo a un grifo.

La progenitora no se percató de la desgracia y pensó que la pequeña se había extraviado. Cuando retornó a su casa, luego de avisar a la Policía sobre su desaparición, halló a la criatura sin vida en el recipiente.

El otro suceso tuvo lugar en un barrio del Plan Tres Mil, donde una madre salió a trabajar por la noche a una rocola y dejó a su bebé de meses en su cuarto, a cargo de una vecina. La mujer retornó a descansar a las 5:00 y notó que el lactante estaba envuelto en una colcha y no se movía. Al no responder a ningún estímulo, lo llevó al hospital municipal Los Pocitos, donde comprobaron que falleció de asfixia por sofocación.

Lecciones prácticas
Otro caso reciente tiene que ver con la explosión de gas licuado en la cocina de una vivienda, en la que siete personas resultaron quemadas, entre ellas un niño de dos años, una adolescente, de 15 años y una joven de 24 años, que murió ayer.

Todos estos percances son evitables, manifestaron Arminda Morón, jefa del departamento de Neonatología, y el médico pediatra Luis Carlos Bernachi, del
Hospital de Niños Mario Ortiz, quienes dieron seis consejos: no se debe echar al lactante directamente después de mamar; ponerlo en posición semierecta para evitar el reflujo; la cuna debe tener un colchón duro sin cabeceras; cuando hay niños que ya caminan hay que cubrir los enchufes eléctricos; revisar periódicamente las conexiones de gas licuado y no darles de tomar o bañarlos con manzanilla y anís, porque son tóxicos.

La doctora Morón explicó que en su unidad las madres reciben capacitación en lactancia materna y la manera de posicionar al recién nacido. “Si preparamos a las madres desde el momento del nacimiento del bebé, vamos a evitar estos problemas que a veces tienen desenlaces fatales.

Antiguamente se recomendaba colocar a los recién nacidos de cúbito ventral (de barriga), después de lactar, pero se ha visto que hacen movimientos y pueden obstruirse las vías aéreas. Ahora se recomienda que los niños deben estar de cúbito dorsal, con la cabeza lateralizada (de lado)”, manifestó Morón.

Luis Carlos Bernachi dijo que uno de cada 900 bebés saludables muere repentinamente en la cuna. Muchas veces no se establecen las causas y se las registra como síndrome de muerte infantil súbita. No obstante, Bernachi recomienda hacer dormir al lactante en un colchón duro, porque un colchón blando puede complicar la respiración. La cuna no debe tener almohada, pues se les puede caer en la cara.

Luego de dar de lactar a una criatura, no hay que acostarla inmediatamente; debe estar en una posición semierecta, para que pueda eliminar gases y para que el contenido gástrico pueda vaciarse, pues si no lo hace el bebé puede vomitar y ahogarse con su propio vómito.

A decir de Bernachi, el reflujo gastroesofágico es otra causa de ahogamiento y muchas veces no se manifiesta con vómito y no siempre se diagnostica. Cuando los niños comienzan a caminar, hay que extremar cuidados con los enchufes eléctricos y con las fugas de gas licuado.

Manzanilla y anís son tóxicos

Bernachi recomendó con énfasis no dar de tomar manzanilla ni anís a los niños, porque estas infusiones les producen intoxicación que incluso les puede provocar la muerte.

“Hay que remarcarlo, la manzanilla y el anís son hierbas tóxicas que no se deben dar a los niños. La manzanilla produce un efecto vasoconstrictor y en un organismo en desarrollo puede causar una distensión abdominal y hasta una perforación gástrica. Es costumbre dar manzanilla. Hace poco hubo un caso de un bebé al que la abuela le daba leche y le alternaba manzanilla en biberón. Dicho paciente llegó a tener daños neurológicos”, aseguró Bernachi.




viernes, 8 de septiembre de 2017

Javier Urra: “Sí, es posible conseguir que los hijos sean obedientes”


Javier Urra ha publicado recientemente su último libro “Primeros auxilios emocionales para niños y adolescentes”. Asegura que sus páginas muestran una realidad muy práctica de lo que necesitan saber los padres para educar a sus hijos. “El libro puede ser criticado, pero lo que no puedo aceptar es que se diga que los niños vienen sin una guía para padres. Lo he escrito porque he estado muchos años en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia, he sido defensor del menor y he trabajado con padres e hijos. En todo este tiempo me he dado cuenta de que pediatras, psicólogos, psiquiatras... solemos decir lo que hay que hacer a los padres, pero siempre de forma genérica. Ahora no hay excusas de no saber educar porque es un libro muy práctico”.

—¿Por qué hoy hacen falta guías si las generaciones de padres de antes no las necesitaron?

Hace años los niños se morían de polio, de tuberculosis, de problemas respiratorios... Eran los asuntos que preocupaban, mientras que los temas emocionales no se estudiaban ni se tenían en cuenta. Cuando los problemas físicos desaparecen en gran medida y aumenta la esperanza de vida, nos percatamos de que el 20% de los niños tienen problemas psicopatológicos; es decir, uno de cada cinco menores de 18 años. Se habla mucho de TDAH, pero a las consultas llegan niños obsesivos compulsivos, con problemas de trastornos de personalidad, que agreden a sus padres, con pensamientos psicóticos...

—¿Cuál es el motivo principal de estos problemas psicopatológicos?

Se ha acortado el tiempo de la infancia. Hay niños de 13 años que toman cinco copas en una hora y tienen comas etílicos —el año pasado 5.000 casos—. Vivimos en una sociedad estresante y eso a los niños les afecta mucho: sufren separaciones mal llevadas sus progenitores, están sobrecargados de tareas extraescolares, no tienen tiempo para jugar...

Antes educaban los padres, ahora los padres, la escuela, los medios de comunicación y las redes sociales. Las nuevas tecnologías influyen en ellos porque les permiten acceder a páginas que fomentan la anorexia, la violencia, el sexo sin límites... Y quieren emularlo. Sin embargo, les crea un vacío existencial. Yo he preguntado a jóvenes “¿te merece la pena vivir?”, y me miraban sin saber qué responder muy bien. Si no les importa su vida, qué les va a importar la de los demás. En sus vidas falta que aprendan lo que significa el “tú”, el ponerse en el lugar del otro. Hay que ayudarles a ponerse en el lugar del otro y descubran realidades distintas a las suyas. Los padres, por ejemplo, deberían llevarles a un hospital y mostrarles que allí hay niños ingresados niños, menores que van a morir, para que se den cuenta de lo que tienen en la vida y lo afortunados que son.

—¿No se les protege demasiado como para mostrarles esa dura realidad?

Los niños no conocen la muerte, el sufrimiento. Creen que el abuelito “se ha dormido”. La vida hay que mostrarla como es. Hay que llevarles a ver al abuelo con demencia que dice cosas sin sentido, que huele mal por su incontinencia, pero que quiere a su nieto y al que hay que querer. Que le de un beso. Es la verdadera vacuna para convertirle en un ser sensible, afectivo, cariñoso. No hay que ocultarle que la vida es un conflicto –para vivir en pareja, con uno mismo, con los hijos, con el compañero de trabajo...–. Si se le ofrece este tipo de educación, los problemas de psicopatía, de insensibilidad, de falta de empatía desaparecerán.

—¿Se trata correctamente a los niños que sufren depresión?

No exactamente. En el 60% de casos no se tratan. La depresión cursa en los niños de manera sorpresiva para los adultos. Normalmente, cuando una persona se deprime no tiene fuerza, esta triste, se levanta tarde... Pero un niño depresivo puede confundirse con un niño ansioso, nervioso, que corre. Los padres no saben identificarlo. El adulto sabe que las cosas van mal pero que mañana será otro día, relativiza, sabe que hay herramientas para mejorar su situación. El niño, sin embargo, se suicida para mejorar las cosas, teóricamente.

—¿Qué se puede hacer para reducir esta cifra? ¿De quién depende: de la familia, de la sociedad...?

Fundamentalmente de la sociedad. Hay que entender que hay cosas que están bien y otras mal, que hay gente corrupta, sin moral... Hay que ser moral, enseñar a los niños los dilemas. Plantearle a los adolescentes, por ejemplo, las dificultades de un embarazo no deseado, preguntarles qué ha-rían si tuvieran un bebé con un Síndrome de Down...

—¿Hace falta que los padres hablen más con sus hijos?

Los padres hablan más actualmente con los hijos que los de las generaciones anteriores. Hay que fomentar aún más esa conversación y decir a los hijos que nosotros fuimos adolescente y tuvimos problemas, pero también responsabilidades. La familia no es una democracia. Es un lugar donde mandan los adultos que son los encargados de transmitir los valores transcendentes de la vida. Hay muchas formas de hacerlo. ¿Como? Con pequeños gestos cada día. Ejemplos: dándole el fin de semana cuatro euros y sugerirle si quiere dar una parte del dinero a los más necesitados –porque aunque no lo haga, ya se le ha creado la disyuntiva de pensar en la solidaridad–; haciendo que dé un beso a la abuela demente a la que se le cae la baba... para que sea consciente del cuidado a los mayores...

—Pero no siempre obedecen a lo que les dicen los padres. ¿Ha habido una pérdida de autoridad?

La autoridad se ha diluido en general, no solo la de los padres. La misma Policía está preocupada porque los jóvenes les insultan por la ca-lle, sin motivo alguno. ¡Y ellos son la autoridad! O jueces que le dicen a un joven que tiene que ir a un internado y le contesta “¿por qué, porque lo digas tú?”. Ha habido una dejación porque incluso muchos docentes han querido establecer una relación cercana a sus alumnos, como si fueran amigos, y no lo son. Es un error. Y en la familia pasa igual, pero no hay que perder los roles. Uno es el padre y otro el hijo.

—¿Cómo se puede cambiar esta situación?

Habrá que enseñarles a mirar cómo trato yo a los abuelos, que aprecien el respeto, que no les grito... Los niños se rigen por lo que ven que hacen sus padres y la mayoría de la gente es sana. Deben darse cuenta, además, que las normas las ponemos nosotros, y que si no les gusta, se siente. El mundo es un juego de poder y en ese equilibrio deben aprender. Tienen que ver que ellos no pueden imponerse y que si no obedecen deben irse castigados a su habitación, aunque se enfaden. Los choques, chulerías o empujoncitos no se pueden consentir de ninguna manera ni aunque sean pequeños porque después tendrá 26 años y el empujón será peligroso. Si no se cortan este tipo de situaciones, el niño se acostumbra a repetir este tipo de actos y a no obedecer. No puede ser, debe obedecer a la primera. Y si se le castiga, que lo cumpla siempre. Hay que hacerles saber que se le educa así por que se le quiere y porque son las reglas de una convivencia feliz.

—Entonces, ¿es posible cambiar a los hijos para que sean obedientes?

Sí, se puede. Los padres deben invertir en educación sobre todo en los primeros años porque posteriormente los problemas se hacen más difíciles y los hábitos se instauran de forma que resulta cada vez más complicado cambiar. Si no saben muy bien cómo hacerlo en algún momento, los padres deben hablar con los abuelos o, en su caso, con los especialistas, pero que no piensen “ya cambiará”.

Laura Peraita

FUENTE. ABC

martes, 1 de agosto de 2017

Cuidados del niño en invierno



Las enfermedades respiratorias, los procesos gripales y catarrales son las patologías más frecuentes que tratan los pediatras en las consultas cuando llega el invierno. Para abordar este tema, es necesario saber por qué enferman más los niños en esta temporada, conocer las enfermedades más comunes, cómo prevenirlas y los errores típicos que cometen los padres.



¿POR QUÉ LOS NIÑOS ENFERMAN MÁS EN INVIERNO?

“No es el frío por sí mismo el que nos enferma, pero sí propicia a que los virus se reproduzcan más rápidamente”, explica a M de Mujer el pediatra Moisés Ismael.

El especialista ejemplifica también una de las situaciones más comunes: “como hace frío, tendemos a mantener a nuestros niños mayor tiempo dentro de casa, usualmente en ambientes cerrados. Al estar conviviendo varias personas en una habitación cerrada, es mucho más probable que pasen los virus de una persona a otra a través de gotas de saliva al hablar, estornudar o al toser”.

Ismael expone que en invierno, nuestro sistema de defensas es menos efectivo: los cilios, que son las pequeñas vellosidades que tenemos en la nariz, tienden a moverse menos y son menos efectivos en filtrar el aire que respiramos. “Los niños pequeños son particularmente susceptibles a enfermarse en invierno porque su sistema inmune es inmaduro, con menor capacidad para defenderse. Además sus vías aéreas son muy pequeñas, tienen más glándulas secretoras por centímetro cuadrado y esto hace que generen mayor cantidad de secreciones, lo cual los hace más susceptibles a desarrollar problemas obstructivos o neumonías”, indica.



LAS ENFERMEDADES MÁS FRECUENTES Y CÓMO PREVENIRLAS

Ismael señala que las enfermedades más comunes son principalmente las de vías respiratorias como la gripe, faringitis, amigdalitis, bronquitis, neumonía, otitis y bronquiolitis.

Para prevenirlas, el especialista recomienda:

• Lavado frecuente de manos, sobre todo si limpiamos la nariz de nuestros pequeños, antes de tocar diferentes objetos, después de estar en contacto con mucha gente en la calle o en el trabajo (evitar la propagación del virus a través de las manos).

• Ventilar la habitación periódicamente abriendo ventanas, permitiendo que circule el aire (aunque haga frío).

• Utilizar productos de limpieza para evitar que los diferentes objetos en la habitación permanezcan contaminados por los agentes infecciosos.

Desde el portal EFE Salud recomiendan otros cuidados como:

• Evitar los cambios bruscos de temperatura y mantener la casa templada: no utilizar la calefacción a tope, sino permitir al organismo que utilice sus propios mecanismos reguladores de adaptación al frío.

• Mantener la casa con un adecuado nivel de humedad, el ambiente seco agrava las enfermedades respiratorias.

• Abrigar lo justo: evitar tanto el exceso de abrigo en ambientes calefaccionados como la falta de abrigo en la intemperie. Cubrir boca y nariz al salir a la calle o a espacios libres.

• Dentro de lo posible, mantener al niño alejado de personas enfermas.

• Evitar que comparta utensilios con otros niños como vasos, platos, cubiertos, toallas y por supuesto chupetes.

• Incluir en la dieta infantil frutas y verduras, especialmente alimentos ricos en vitamina A y C.

• Otra medida preventiva es la vacuna contra la gripe. Se recomienda solo a los pequeños que padecen ciertas enfermedades crónicas, a partir del sexto mes de vida. /



LOS ERRORES MÁS COMUNES DE CUIDADO EN TEMPORADAS FRÍAS

Muchas veces los padres caen en el error pensando que más bien están realizando un acierto. El pediatra Moisés Ismael señala y explica cuáles son los más comunes:

Uno de los principales errores es mantener a nuestros pequeños en habitaciones cerradas, usualmente conviviendo con varias personas (algo que se denomina hacinamiento). Al no ventilar las habitaciones, se facilita la propagación de los virus, además de la aparición de otros organismos como hongos y bacterias.

Evitar el contacto con el agua, no lavando o bañando a nuestros pequeños: muy común el dicho “nadie se muere de frío” lo cual hace que vayan propagando el virus por toda la habitación, propiciando el contagio al tocar otras personas los objetos contaminados (libros, ropa, juguetes, manijas de las puertas, teléfonos, etc. El contagio no solo es a través del aire, sino también por objetos contaminados.

La automedicación. No ir a la farmacia y pedir al dependiente que nos venda un medicamento para el resfrío. Sobre todo no dar antibióticos sin haber visitado al pediatra de su confianza. Recomienda no seguir consejos de la amiga, del vecino, de la prima sobre qué le hace bien a su niño.

Enviar al niño enfermo a la escuela, solo están contribuyendo a propagar el agente infeccioso entre los compañeros de clase.



MOISÉS ISMAEL

“Los niños pequeños son particularmente susceptibles a enfermarse en invierno, porque su sistema inmune es inmaduro, con menor capacidad para defenderse”.

“El contagio no solo es a través del aire, sino también por objetos contaminados”.

El Dr. Moisés Ismael Cuzmar es pediatra y cirujano pediatra. Trabaja en el Centro Clinimed (Cochabamba).

moises.ismael@gmail.com



Con datos de EFE Salud