sábado, 19 de octubre de 2019

La importancia de la Alimentación Complementaria para el desarrollo del bebé

A partir del sexto mes de vida, los niños y niñas necesitan mayores nutrientes que los que aporta por sí sola la leche materna. De esta manera se fortalece su crecimiento y se previenen enfermedades a corto, mediano y largo plazo.
La Alimentación Complementaria (AC) de los niños a corta edad es muy importante, porque ayuda a proveerles de los nutrientes necesarios para fortificar su cuerpo en una etapa clave para su desarrollo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) este proceso que comienza cuando la leche materna ya no es capaz de cubrir las necesidades nutricionales del niño por sí sola, por lo que necesita alimentos y líquidos que la acompañen.
Una correcta alimentación en este periodo que se sitúa entre los 6 y 24 meses de edad es crucial y tiene una serie de beneficios. El primero y más importante es que favorece al desarrollo y crecimiento del bebé ya que el consumo de hierro, zinc, selenio y vitamina D es muy importante para fortalecer los sistemas nervioso, cerebral, digestivo y muscular. Otro beneficio es que permite que el niño conozca los diferentes sabores, colores, texturas y temperaturas de la comida. Además, ayuda a prevenir alergias, obesidad, desnutrición, hipertensión arterial y síndrome metabólico en el niño.

¿Cuándo iniciar la AC de los bebés?

La OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) coinciden en que la transición de la lactancia exclusivamente materna hacia la alimentación complementaria, debería darse a partir del sexto mes y mantenerse hasta el año y medio o dos. Según los expertos, esta fase es determinante ya que es cuando mayor malnutrición se ha identificado en los menores de 5 años de todo el mundo, a causa de una alimentación deficiente.
¿Por qué es importante esperar hasta esta edad? Porque es cuando el organismo alcanza la maduración necesaria en su sistema nervioso, renal, gastrointestinal e inmune. La principal señal que indica que un bebé está preparado para la AC es su destreza psicomotora, es decir, cuando, por ejemplo, es capaz de mantenerse sentado por sí solo, sostener los alimentos con las manos, llevarlos a la boca, masticar y tragar sin problemas. Entre otros indicadores, se encuentran el interés activo por la comida y la ausencia de extrusión (expulsión de sólidos con la lengua).
Si la AC se implementa antes del cuarto mes en los niños, se corren ciertos riesgos como la posibilidad de que se atraganten, sufran gastroenteritis aguda, infecciones respiratorias y que a largo plazo desarrollen obesidad o diabetes. Por otro lado, si la introducción de alimentos se retrasa más allá del séptimo mes, el niño o niña tiende a sufrir carencias nutricionales de zinc o hierro, el riesgo de alergias e intolerancias aumenta, se complica la aceptación de nuevas texturas y sabores, y crece la posibilidad de alteraciones en las habilidades motoras orales.
Una introducción muy precoz de la Alimentación Complementaria puede conllevar riesgos a corto y largo plazo. Si no hay disponibilidad de leche materna antes de los 6 meses, se deberá utilizar únicamente fórmula de inicio (etapa 1) como sucédaneo. En etapas posteriores, debe pasarse a fórmulas tipo 2, 3 siempre y cuando sean adecuadas y estén preparadas siguiendo las recomendaciones de un especialista.

¿Qué alimentos se recomiendan introducir en la dieta del bebé?

Para lograr el crecimiento óptimo del niño, es importante que la consistencia de los alimentos se incremente de manera gradual. A partir de los seis meses, los bebés van desarrollando la capacidad de masticar y procesar los alimentos por lo que no se debe temer a la introducción de alimentos espesos o sólidos. De esta forma, es más fácil darles mayor suministro de kilocalorías (Kcal) e incluir en su dieta una variedad de ingredientes ricos en nutrientes.
La higiene es muy importante en esta etapa. Los utensilios para preparar la comida y alimentar al bebé deben ser exhaustivamente lavados, al igual que las manos tanto del adulto como del niño. En especial, si este último manipulará y comerá los alimentos con las manos.

ALIMENTO
APORTE
Carne
Buena fuente de proteína y de aminoácidos esenciales: hierro, zinc y ácido araquidónico. Los nutrientes están más concentrados en la carne magra que en la grasa.
Cereales
Buena fuente de fibra, energía, proteínas de origen vegetal, minerales, ácidos grasos esenciales y vitaminas. Se recomienda ingesta diaria.
Frutas, verduras y hortalizas
Proporcionan vitaminas, minerales, almidón y fibra. Son una fuente muy importante de vitamina C y B6. Se recomienda la ingesta diaria, en forma variada.
Legumbres
Enriquece el valor biológico proteico de las verduras.
Frutos secos
Buena fuente de energía, proteínas vegetales y lípidos cardiosaludables. Cuidar que estén machacados y evitar la ingesta del fruto entero hasta los 3 o 4 años por el peligro de atragantamiento.
Alimentos vegetarianos
Por sí solos, no cubren los requerimientos de hierro y zinc de un niño de 6 a 23 meses de edad. Es necesario añadir alimentos de origen animal que contengan suficiente hierro y zinc.
Sal
Se recomienda no añadir sal a los alimentos y evitar productos muy salados como vegetales en conserva, pastillas de caldo y sopas en polvo. Una ingesta excesiva de sodio en la infancia puede programar el desarrollo de una presión arterial elevada en etapas posteriores, especialmente en niños genéticamente predispuestos.
Aceite
Se recomienda cuidar el contenido en grasas. Es preferible el uso de aceite de oliva.
Azúcar
No se recomienda añadir azúcar a las comidas, puesto que contribuye a la aparición de caries y a padecer obesidad.
Miel
No se recomienda hasta antes del año. Puede contener esporas de Clostridium botulinum, un bacilo que unido al déficit de ácido gástrico del lactante, facilita el desarrollo de botulismo. 
Leche de vaca
La Sociedad Europea para Gastroenterología Pediátrica (ESPGHAN), recomienda introducir la leche de vaca y sus derivados después del año de edad, pero no como bebida ni comida principal. Esta debe ser entera no descremada, ni semidescremada.




miércoles, 16 de octubre de 2019

LACTAGRADO. Una innovadora iniciativa para promover la lactancia materna exclusiva.

A través del programa "Un Abrazo Para Cada Bebé" de Huggies®,
Kimberly-Clark apoya a UNICEF en el fomento de la lactancia materna

Motivados por la misión de dar a los bebés el mejor comienzo en la vida, Kimberly-Clark y su línea de pañales Huggies®, apoyan el programa “Hospital Amigo de la Madre y del Niño” impulsado por Unicef. Se trata de un movimiento mundial que promueve la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad como un medio esencial para lograr un desarrollo y crecimiento óptimo.
En el marco de esa labor, ambas instituciones acompañaron a la Caja Petrolera de Santa Cruz, en la celebración del “Lactagrado”, una ceremonia de graduación en la que se reconoció a un grupo de 70 bebés y mamás por haber cumplido satisfactoriamente los seis meses de lactancia materna exclusiva.
Unicef lleva adelante esta particular e innovadora iniciativa desde 2017 con el objetivo de visibilizar la vital importancia de este proceso alimenticio en la niñez. Este año Kimberly-Clark decidió sumarse al proyecto como parte del programa global ´Un Abrazo Para Cada Bebé’ que impulsa Huggies®.
“Este lactagrado es muy significativo porque refleja el trabajo que estamos haciendo para mejorar la vida de millones de bebés a través de distintas acciones y nuestra alianza con Unicef es una de ellas”, explica Laura Perdomo, gerente General de Kimberly-Clark Bolivia. “Creemos que todo niño tiene derecho a crecer en un ambiente sano, seguro y feliz. Por eso, el programa de Huggies garantiza que madres e hijos tengan acceso a la atención e información que necesitan”.
La Caja Petrolera de Santa Cruz, catalogada como un “Hospital Amigo de la Madre y del Niño” en Bolivia, fue la sede del segundo lactagrado del año. Para hacer efectivo el proyecto y llegar a la graduación, tanto el centro médico como los colaboradores cumplen once pasos que aseguran una lactancia materna feliz y exitosa.
Entre esos requisitos están que todos los hospitales “amigos” deben tener una política escrita sobre la lactancia y capacitar a su personal, instruir a las embarazadas sobre los beneficios de la leche materna y cómo amamantar; hacer efectivo el contacto inmediato de la madre con su hijo las primeras 24 horas de vida, facilitar alojamiento en ese periodo, prohibir la distribución gratuita de sucedáneos en el hospital, no dar biberones ni chupones, entre otros.
A ello se suma que la Caja Petrolera realiza charlas periódicas informativas para madres, padres y personal de salud. Además, fomenta la formación de grupos de apoyo entre las familias para que se pongan en contacto entre sí cuando salgan del hospital.
“Más allá de lo lúdico y lo sentimental, los lactagrados coronan un arduo trabajo de concientización y compromiso que desarrollamos durante meses para promover algo tan importante como la lactancia materna”, asegura Marcelo Ber, Jefe de Alianzas y Movilización de Recursos de UNICEF. “Desde 2017, más de 400 bebés y sus madres se graduaron. Así estamos logrando que cada vez más familias entiendan la importancia y los beneficios nutricionales e inmunológicos de esta forma de alimentación”.
Por medio del programa global “Un Abrazo Para Cada Bebé” de Huggies®, Kimberly-Clark consolidó una alianza con Unicef, que durante los próximos tres años trabajará en diferentes programas de Desarrollo de la Primera Infancia (ECD) para mejorar la vida de casi dos millones de bebés, niñas y niños en 16 países de América Latina y el Caribe