miércoles, 14 de septiembre de 2016

¿Es normal que un niño de dos años no hable?

Es normal que los padres, sobre todo los primerizos, tengan muchas dudas e inquietudes y que esto les lleve fácilmente a comparar constantemente si el comportamiento y desarrollo de su hijo es como el de los demás.

Es cierto que en todo hay unos estándares, pero estos suelen ser muy generales, por lo que no siempre podemos guiarnos únicamente por estos. Una de las dudas que suelen surgir más habitualmente está relacionada con el desarrollo del habla y del lenguaje.

Cuando un niño empieza a tener suficiente edad para hablar y no lo hace, los padres empiezan a preocuparse. Tener dudas sobre si es habitual que un niño pequeño no hable es bastante frecuente y, sobre todo, no estar seguro de si hay que preocuparse o no.

Desarrollo normal del habla y del lenguaje en los niños

Antes de alarmarse porqué nuestro hijo de 2 años apenas habla o no lo hace y el niño de al lado ya habla bastante bien, deberemos pararnos a pensar qué es, como una referencia, lo más habitual en el desarrollo del habla y del lenguaje de los niños:

Antes de cumplir 1 año: los bebés en esta edad solo hacen algún sonido, balbucean en un intento por imitar a los demás y comunicarse y así es como comienzan a expresarse de una forma algo más consciente que un llanto. Lo mejor es que en durante los meses antes del año nos fijemos en si nuestro hijo responde a los sonidos que oye en su entorno, es decir, si muestra síntomas de escucharlos y de que le llamen la atención.

Además, lo habitual es que solo balbucee y que diga alguna palabra muy fácil de pronunciar como "mama", aunque será solo como repetición de lo que le decimos y no porqué comprenda realmente su significado todavía. Normalmente, los bebés empiezan a pronunciar este tipo de palabras sencillas entre los 10 y los 13 meses de edad.

De 1 a 2 años de edad: los bebés ya empiezan a decir sus primeras palabras, repiten e imitan sonidos y palabras que oyen con frecuencia y se pasan el día balbuceando sílabas y letras sueltas. Ya pueden empezar a reconocer algunas palabras relacionadas con objetos cotidianos para ellos como "pelota", "biberón" o "chupete", y aunque algunas las dirán bien otras probablemente las pronunciarán de forma errónea solo diciendo algunas de las sílabas que identifican en las palabras.

Incluso es fácil que el bebé ya entienda cosas como "coge la pelota", es decir, frases que impliquen una sola actividad o movimiento. A partir del año y medio o los 18 meses, empiezan a avanzar más rápido en la cantidad de palabras que son capaces de reconocer y de decir, sobre los dos años ya identifican y utilizan al menos unas 50 palabras. A esta edad ya comienzan a combinar palabras para comunicarse, normalmente juntan solo dos palabras para decir algo por ejemplo decir su nombre y el nombre de un juguete suyo para hacernos saber que ese juguete le pertenece o que lo quiere en ese momento. Por lo tanto, los niños de 2 años ya reconocen palabras relacionadas con cosas comunes en su entorno y sabrán decirte qué imagen pertenece a un objeto y qué otra no además de entender frases que impliquen más de una petición, generalmente solo de 2 peticiones como por ejemplo "coge la pelota y pásamela".

De los 2 a los 3 años: si en la etapa anterior podía parecernos que nuestro hijo había avanzado mucho con el habla y la comunicación, en el periodo de los 2 a los 3 años veremos que sus avances son todavía mayores. Normalmente, la cantidad de palabras que reconoce y puede utilizar es ya muy amplia y puede hacer frases largas, con al menos 3 palabras.

A esta edad también comienzan a aprender conceptos como el tamaño de las cosas, los colores, las distancias, etc. Las indicaciones y peticiones que comprende ya son más complejas, frases como "guarda los juguetes dentro de la caja" las entenderá perfectamente. A partir de aquí el niño irá mejorando de forma progresiva la construcción de sus frases y el vocabulario que utiliza, entre otras cosas.

Cuándo preocuparse porqué un niño de 2 años no habla

Todo lo comentado hasta ahora se trata de el progreso que siguen la mayoría de niños de forma muy general, por lo tanto esto no significa que un niño que empieza mucho antes a hacer las cosas o que por lo contrario tarda mucho en empezar a hacerlas sea algo extraño.

A veces, los niños son más observadores, cosa que les lleva a estar tiempo sin hacer algo y observando cómo lo hacen los demás hasta que se deciden a probar a hacerlos ellos mismos. Si tu hijo de 2 años no habla como los demás niños de su edad o si no dice nada en absoluto no tiene porqué pasar nada grave, pero tu tarea como padre o madre es averiguar si todo está bien en la salud de tu hijo.

Estos son algunos de los casos en los que hay que preocuparse cuando un niño de 2 años no habla y visitar pediatras y médicos especialistas:

Si además de no hablar tiene dificultades para tragar bien los alimentos.
Con un año de edad no utiliza gestos simples como señalar cosas en ningún momento.
Si con 18 meses o año y medio prefiere comunicarse con gestos a decir algunas palabras.
Si desde antes de los 2 años ya parecía que no respondía cuando se dirigían a él o cuando había sonidos llamativos cerca o bien, no imitaba ningún sonido o tenía dificultades para entender lo que le pedíamos en frases simples.
Si al escuchar lo poco que dice su hijo de dos años detecta que su voz, tanto el tono como la pronunciación, sueña extraña o nasal. Asimismo, si cuesta entenderle más de la cuenta para la edad que tiene.

Es recomendable que si observas estos comportamientos y síntomas en tu hijo, ya tenga 2 años o menos, empieces a ir al pediatra y a distintos especialistas en el trastorno del lenguaje.

Ellos le harán una evaluación completa con pruebas específicas para detectar qué cosas puede entender el niño y qué otras no, cuánto oye y cuánto habla, entre otras cosas. Así podrán determinar de dónde viene esa dificultad en el desarrollo del habla y del lenguaje de tu hijo y podrán ofreceros el tratamiento más adecuado.

Causas de los problemas en el desarrollo del habla

Las posibles causas de que un niño de 2 años no hable pueden ser diversas, puesto que los síntomas que se pueden observar nos pueden indicar problemas motores en el aparato fonador, por ejemplo en la lengua o en el paladar, o pueden deberse a problemas en el oído de distinta naturaleza, como por ejemplo una sordera o pérdida auditiva en distintos grados o puede ser que nuestro hijo tenga otitis crónica.

En otros casos, el hecho de que nuestro hijo no se comunique hablando puede tratarse de que haya algún problema del habla como la tartamudez infantil, disglosia, disartria o mutismo selectivo. Junto con otros muchos síntomas, el retraso en el habla y en el desarrollo de la comunicación en general, puede también deberse a distintos tipos de trastornos, como por ejemplo el autismo en sus distintos grados.

Los médicos podrán decirte exactamente cuál es el caso de tu hijo puesto que, como ya has podido leer, hay muchas posibilidades. Los especialistas te guiarán sobre qué se puede hacer en cualquiera de estas situaciones para mejorar el desarrollo de tu hijo.

Además, debemos pensar que lo más habitual, excepto en casos en los que el retraso del habla y el desarrollo del lenguaje es muy marcado y está acompañado de otros síntomas, es que el niño simplemente se tome más tiempo para empezar a hablar por ser más observador y, en estos casos, muchas veces nos sorprenden empezando a hablar bastante bien.

martes, 13 de septiembre de 2016

“Los padres sienten pudor al hablar de afectividad sexual con sus hijos”

Durante el año 2015, nueve de cada 10 mujeres que se planteaban abortar dieron a luz a sus hijos tras recibir la ayuda que cada caso requería, según datos de la última memoria de la Fundación Redmadre. Cifras que concretan que el año pasado atendieron a 11.323 madres, lo que supone un incremento de 1.273 mujeres ayudadas con respecto al año anterior.

Este incremento se debe, según asegura a ABC Amaya Azcona, directora general de fundación, a que cada vez las mujeres tienen mayor información a través de las redes sociales sobre las ayudas que se les presta para seguir adelante con su embarazo.

«Además, las solicitantes son más jóvenes. Aunque el grueso son chicas menores de 30 años (78%), a partir de los 16 ya nos demandan ayuda.El motivo es que cada vez empiezan antes a mantener relaciones íntimas. La información sexual que tienen al respecto es segada. No son conscientes de que practicar sexo, aunque utilicen métodos anticoceptivos (que no usan correctamente), puede tener como consecuencia la creación de una nueva vida, con todo lo que ello supone».

Sufrimiento emocional
Amaya Azcona insiste en que son los padres, y no tanto los colegios, «los que deben ofrecer a los jóvenes la educación afectivo sexual según sus propios valores, cultura... Los hijos deben conocer de primera mano esta información para ser conscientes de la repercusión de mantener relaciones sexuales. No hay que olvidar —apunta— que si una joven se queda embarazada y su pareja deja de ser tal al enterarse de la noticia, el sentimiento de soledad y de incertidumbre en el futuro produce un sufrimiento emocional muy grande».

En principio, los padres —según añade Azcona— no deben tener complejo a la hora de hablar de este asunto. «Deben informarse de los métodos anticonceptivos para explicárselos y lo que supone un embarazo a una edad temprana. En este asunto no suelen tener tapujos. El mayor pudor de los padres —concluye— lo sienten al hablar de afectividad sexual con sus hijos, algo que deben aprender a transmitir».

Cuando los padres no tratan este tema en casa, los hijos buscan información fuera del hogar, información que puede ser sesgada, errónea y llevar a la confusión. Según RedMadre cada vez son más las mujeres que recurren a ellos en busca de apoyo y asesoramiento a través de la web y de las redes sociales. En concreto han atendido más de 1.500 mensajes referentes a embarazos imprevistos a través del número de WhatsApp 24 horas.

«Estos datos reflejan que la mujer necesita sentirse acompañada y apoyada durante su embarazo y contar con la ayuda económica (material) necesaria para los primeros meses de vida de su hijo hasta que pueda adquirirlos por sí misma —apunta Azcona—. El desamparo de su entorno cercano y de las instituciones públicas es lo que las aboca a la dramática situación del aborto, avalando así, una vez más, que cuando a una mujer se le ayuda, continua con su embarazo».

sábado, 10 de septiembre de 2016

Cinco claves para entenderte con tu hijo adolescente

"No me escucha" y "No me hace caso" son dos de las frases más frecuentes de los padres de adolescentes sobre sus hijos. La tercera sería "no le entiendo". Pero conseguir que tu hijo adolescente te entienda es posible, incluso es fácil igual que lo es que tú le entiendas a él o ella. Aunque en un primer momento te parezca una idea increíble, lo cierto es que la comunicación con los adolescentes puede ser muy sencilla. Lo único necesario es tener en cuenta una serie de conceptos. Y también, elaborar una estrategia.

NO SON EXTRATERRESTRES

Los adolescentes no son extraterrestres, aunque haya veces que sus padres los vean como tales. Son seres humanos pasando por un momento complicado de su existencia, el tránsito entre la infancia y la edad adulta. Ese periodo tiene algunas características, como los cambios repentinos de humor, que a veces complican la relación con ellos. Pero esa no debe ser una razón para que los padres se den por vencidos.

No sólo eso, durante la adolescencia, chicas y chicos necesitan la presencia de sus padres, sus consejos, su opinión y su guía. Para conseguir ocupar ese importante papel en las vidas de sus hijos, los padres deben lograr que la comunicación con los adolescentes sea clara.

Si eso se consigue, la relación con el adolescente se vuelve mucho más fácil. Y una buena relación con sus padres también logrará que la autoestima, la responsabilidad y el desarrollo de la personalidad de chicas y chicos sean mucho más sanos.



Claves para mantener una buena comunicación:

1.- Escucha a tu hijo. Algunos padres se quejan de que sus hijos no escuchan. Para saber qué es lo que está pasando lo primero que deberían hacer es preguntarse si a su vez ellos están escuchando a sus hijos. Escuchar lo que piensan ayudará mucho a los padres a saber cómo son sus hijos, si pasan por un momento bueno o malo, si necesitan más apoyo emocional o cualquier otro tipo de ayuda. Escucharlos sirve para entenderlos y entenderlos es fundamental para que la comunicación entre ambos sea clara.

2.- "Haz lo que digo no lo que hago", no sirve. Si nos empeñamos en que los hijos hagan lo contrario de lo que nosotros hacemos estamos enviándoles mensajes contradictorios. Ser un ejemplo para ellos facilita mucho las cosas.

3.- Charlar con frecuencia con ellos. Pasar tiempo con los hijos adolescentes es también muy necesario para que la comunicación con ellos mejore. Dedicarles tiempo y hablar con ellos aunque sea de cosas sin importancia: deportes, moda, películas o cualquier cosa banal sirve para reforzar los lazos y genera confianza mutua.

4.- Escoger bien las batallas. Una máxima en la relación con los adolescentes, y en general en la vida, podría ser que es imposible conseguir todo lo que se quiere. Por eso es importante seleccionar muy bien lo que queremos de nuestros hijos adolescentes. Elegir cuidadosamente aquellas batallas que queremos librar con ellos. Si estamos continuamente corrigiéndolos o exigiéndoles cambios en su actitud, no vamos a conseguir nada. Sin embargo, si focalizamos en cosas realmente importantes es mucho más seguro que podremos lograr victorias. Por ejemplo, puede que su forma de vestir no nos guste, pero seguro que es más importante que sea disciplinado. Dejemos entonces que vista como quiera pero centrémonos en que aprenda disciplina.

5.- Escribe lo que quieres. Cuando llega el momento de tener conversaciones importantes con los adolescentes es imprescindible que los padres tengan muy claro qué es lo que quieren conseguir con esa conversación y cuáles son sus argumentos para defenderlo. Para reforzar las ideas muchas veces es muy útil escribirlo antes, eso sirve para ordenar mejor lo que se va a discutir. Incluso a veces es bueno que cuando les pedimos algo concreto a los hijos adolescentes, se lo demos por escrito, así también ellos lo pueden recordar cuando lo necesiten.

Y en la relación diaria con los adolescentes es siempre importante mantener la calma, por ellos y también por nosotros.

martes, 6 de septiembre de 2016

Niños bolivianos cuestan Bs 2.300 en la frontera



"Una niña, un niño o un adolescente boliviano se vende ni bien cruza la frontera a 5.300 pesos argentinos, es decir, unos 2.300 pesos bolivianos", aseguró Jorge Oporto Ordoñez, ex Defensor Departamental de Potosí, en declaraciones al diario El Tribuno y que fue tomado este martes como parte de un reportaje difundido por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA).

Ordoñez hace referencia al punto fronterizo de La Quiaca, la ciudad jujeña que limita con Villazón en Potosí (Bolivia). Este lugar es el epicentro de lo que se presume es un sistema de trata y tráfico de personas.

Por allí, en el paso a Villazón, transitan, en forma irregular, unos 900 menores de edad por día. A sólo medio kilómetro del paso internacional, hay una calle, sin controles, por donde también se puede traspasar la frontera.

El exdefensor del Pueblo añadió que por informes se explica que “durante 2010 pasaron por la frontera 25 mil niños y jóvenes, de los cuales, solo retornaron 7 mil al país".

La cifra es escalofriante si se toma en cuenta que en este tiempo, unos 18 mil niños y niñas bolivianos podrían estar trabajando en campos y talleres clandestinos en la Argentina, mientras que otros podrían haber tenido como destino la explotación sexual.


Con cifras de la ONG Esclavitud Cero cuenta, a partir de denuncias recibidas, que niñas bolivianas de 12 a 13 años son ofrecidas para todo servicio en la Argentina, a 2500 dólares al año. “Se pagan 1.250 dólares al ser entregadas y 1.250 dólares al cumplirse el año de trabajo. Las niñas trabajan sin horarios, no se les permite salir, viven en pésimas condiciones y también son abusadas sexualmente.

“Es delicado investigar la trata, porque tiene células criminales itinerantes que fluctúan empleando los mismos recursos para cometer varios delitos. Todos se manejan en un mismo plano, de manera que no hay líderes ni referentes. La mayoría son clanes”, confía un gendarme quiaqueño que pide e insiste por su anonimato.

Papa Francisco

“Solo hay 153 personas condenadas por trata en la Argentina. Muy poco, teniendo en cuenta que América Latina, después de Asia, es el principal lugar de explotación y trata de personas en el mundo”, aseguró el papa Francisco en el último coloquio de Roma contra el crimen organizado, del que participó.

En otros puntos fronterizos

“En los últimos meses, se vio mucho tráfico ilegal de personas de nacionalidad china, que llegan al puerto de Perú, en barco, luego por tierra hasta Bolivia y hay gestores que les cobran por pasarlos a la Argentina y llevarlos hasta Buenos Aires”, añadió el funcionario.

Hay expedientes en la Justicia: el precio por llevar un ciudadano chino indocumentada desde Villazón, pasando por La Quiaca, hacia Plaza Miserere, en el barrio de Once, Capital Federal, se estima en 70 mil pesos por persona, unos 32.600 bolivianos.

La Ley Nacional de Migraciones establece que si un extranjero ingresa irregularmente a la Argentina, el Estado tiene la facultad de sacarlo y enviarlo nuevamente al país desde el que ingresó.

Pero si un abogado presenta una causa al instante, se abre un proceso administrativo obligatorio que demora unos 180 días hábiles -que se termina estirando en unos dos años, por trabas burocráticas-, en los que el Estado argentino debe hacerse cargo del costo de alojamiento y comida del migrante irregular, hasta que se decida su deportación. Es decir, viven dos años con fondos públicos.

Existen expedientes judiciales que dan cuenta de que son siempre los mismos abogados los que presentan esta acción. Se presume que existe una red armada, organizada, que repite el accionar sistemáticamente.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Consejos para hablar de SEXO con los hijos


Muchos papás se preguntan cómo hablar con sus hijos de sexo o cómo darles una adecuada educación sexual cuando, por lo general, ni ellos mismos la han recibido. Pero aunque puede resultar complicado abordar este tema, es necesario y se debe encontrar la forma de hacerlo. Otro aspecto fundamental con relación a este tema es el estar informados de los nuevos escenarios que han surgido con las nuevas tecnologías.

Debes saber que tarde o temprano, tus hijos empezarán a hacer preguntas sobre sexo y si no lo hacen llegará un momento en qué tú debes hablar de ello. Sin embargo, a veces, suele suceder que cuándo ellos abordan el tema te toman por sorpresa y te sientes abrumado por la vergüenza y lo único que haces es zafar rápidamente del tema. Bueno si eso te ha sucedido, tendrás que encontrar una forma de sacar nuevamente el tema y hablarlo. Por eso, es importante prepararse para hablar de educación sexual con naturalidad, afectividad y asertividad. Si estás cohibido, cortado o avergonzado, tus hijos lo notarán.



La sexualidad y la era digital

Con las redes sociales y las nuevas tecnologías de comunicación, han surgido nuevos escenarios relacionados al tema sexual. De hecho, en el último tiempo se escuchan muchas historias de jovencitas que enviaron fotos a sus chicos y luego éstas se han hecho virales, y las consecuencias son, por supuesto, terribles.

Hasta menos de una década, una “prueba de amor” pasaba por otros asuntos, pero hoy en día parece que va por intercambiar una selfie, un video o fotos de contenido sexual, lo que se conoce como sexting. Y es que los jóvenes de hoy comparten fotos, sin medir las consecuencias y cuando éstas se hace virales, no se dan cuenta que se trata de información personal que incluso puede terminar en las páginas webs pornográficas o son usadas por personas inescrupulosas.

En medio de todo este contexto, si hablar de sexo para algunos padres era ya complicado, hablar del sexting lo es mucho más.

El portal crónica.com, brinda algunas recomendaciones para que los padres puedan guiar en este sentido a sus hijos y a que tomen conciencia de los verdaderos peligros.

• Cuidado con lo que comparten: Hay que hablar a los hijos sobre lo bueno y lo malo de compartir fotografías a través de redes sociales u otras aplicaciones.

• No bromees con las fotitos. A veces los jóvenes comparten fotos para atraer la atención de otra persona y no se dan cuenta que se exponen a que esas imágenes lleguen a manos de personas inescrupulosas y las consecuencias pueden ser muy graves.

• Evita comentar si se hizo público. Si un contenido íntimo se ha hecho público, evita comentarlo en redes sociales e ignora todos los comentarios que se hagan sobre él. Evitarás atraer la atención de más gente.



Consejos para hablar de sexo

El Deber en su artículo 3 consejos para hablar de sexo con los hijos brinda pautas básicas y útiles para abordar este tema con los hijos.



CONSEJO 1: Hablar de sexo según la edad que tengan: mientras van creciendo tienden a realizar una serie de preguntas, que los padres deben contestar con la verdad, para satisfacer la curiosidad del menor.



CONSEJO 2: Llamar cada parte del cuerpo por su nombre: es decir que los niños deben saber los nombres de sus genitales por lo que en realidad se llaman y no por apodos que algunos padres suelen usar.



CONSEJO 3: Habla de sexo en más de una oportunidad: Es importante darle al menor dosis pequeñas de información, para que sepa que es un tema normal y no tendrá vergüenza cuando quiera hablar del tema con sus padres.



Por su parte, La Vanguardia en su artículo ¿Cómo hablar de sexo con los hijos?, plantea si ¿Delegar la educación sexual a la escuela y/o reducirla a la gestión de la genitalidad, vía el porno, es la única manera de abordar la sexualidad con nuestros hijos?

Y pues obviamente que hay otras vías posibles que requieren, eso sí, de la implicación de los padres para abordar el tema. Para ello ofrece cinco consejos útiles que pueden ayudar.

• La sexualidad no se enseña, se vive y se experimenta, aunque si hay conocimientos que sí se pueden transmitir en la escuela, en la familia o en otros lugares (centros de salud, internet) como cuestiones informativas (reproductivas, fisiológicas) o de prevención (enfermedades, embarazos precoces).

• La sexualidad nunca va sola, habita los cuerpos púberes que, por su novedad, inquietan y perturban a los adolescentes más de lo que pensamos. Esos cuerpos se les presentan como misterios hablantes, les “dicen” cosas (afectos raros, sensaciones cambiantes) para las que muchas veces no tienen respuestas y sólo les queda manipularlos como pueden: tunearlos, adelgazarlos, muscularlos, cortarlos, tatuarlos. Es allí donde debemos estar cerca de ellos, acompañarlos no delante, sino al lado suyo.

• Esperan de nosotros soluciones más que discursos morales y allí radica nuestra verdadera autoridad. No hay que esperar las preguntas directas, normalmente no las harán, hay que aprovechar momentos determinados.

¿Qué mamá o papá no pasó por eso? ¿Cómo lo hizo? ¿Qué le funcionó y qué no? Dar testimonio de eso a los hijos desde su saber y experiencia, limitados pero basados en su vivencia personal, les sirve más que recitarles el decálogo del buen sexo (por cierto, inexistente).

• No hay que esperar sus preguntas directas. Normalmente no las harán. Hay que coger al vuelo la ocasión: una escena televisiva compartida, un comentario que sueltan al pasar a propósito de un amigo/a que tiene dificultades amorosas, la confesión fugaz de una aventura sentimental. Cualquiera de estas ocasiones es propicia para dar nuestra opinión confiando en que serás escuchado y un día hará efecto.

Preguntas frecuentes

Según el diario Democracia algunas preguntas son frecuentes y comunes que los niños las hagan a sus padres y brindan algunas sugerencias de respuestas, que pueden servirte de orientación:



¿Por qué soy distinto a mi hermanita? A partir de los dos años y, en algunos casos hasta antes, los niños y niñas notarán sus diferencias al descubrir sus propios cuerpos. En este caso, es recomendable decirle que un niño es distinto de una niña igual que los hombres son distintos de las mujeres. Para un niño pequeño, esta respuesta es suficiente.



¿De donde nací yo? Esta es una pregunta que suelen hacer los niños a partir de los cuatro años de edad. Los niños saben que las frutas vienen del mercado, que las galletas vienen del supermercado, y los juguetes de las tiendas, y por eso quieren saber de dónde han venido. En este caso, limítate a decir que él vino de los papás.



¿Por qué los niños hacen pis de pie y las niñas sentadas? Es lo mismo que preguntar por qué los niños cambian el pañal por los calzoncillos y las niñas por las braguitas o por qué los niños tienen pene y las niñas no. Explica el concepto de la diferencia, que los niños y las niñas son distintos físicamente y que también se diferencian en la forma de vestir. Para los niños es fácil hacer pis de pie debido a la forma de su pene. En cambio, las niñas como no tienen pene, están más cómodas sentadas.



¿Cómo salí de dentro de tu barriga? Dependiendo de la edad que tenga el niño, la respuesta debe ser dada de una forma más o menos clara. Si el niño es muy pequeño, limítate a decir que él salió de la barriga y nada más. Pero si con eso el niño no se siente satisfecho y notas que puede entender porque ya es un poco mayor, dile que él salió por uno de los tres agujeritos que tienen las mujeres. Uno es para salir la caquita, el otro para orinar, y el otro para salir el bebé. Con eso, seguramente, el niño se sentirá satisfecho y no te preguntará nada más. Más importante qué responder a tu hijo cuando surjan las preguntas sobre la sexualidad, es la actitud que tendrás al contestarlas. El tono de la voz, la seguridad en las informaciones, el hecho de estar o no tranquila, es captado por el niño en forma de información.



Un reciente informe de la ONU nos da un dato contundente: los chicos de 12 a 17 años son el grupo que más porno consume en la red. La pornografía se configura así cada vez más como la verdadera iniciación sexual del siglo XXI.

Lecturas sutiles Orden y caos en el desarrollo psicomotriz

El desarrollo psicomotriz del ser humano es un proceso que se da al mismo tiempo desde el alumbramiento; tanto la dimensión cognitiva como en la motriz, ambas se desarrollan a la vez, esto sin dejar de lado la parte emocional.

Los factores genéticos (de uno mismo) y ambientales (del contexto), aceleran este proceso de forma natural. Estas tres dimensiones; cognitiva, motriz y emocional, se ven afectadas cuando se presenta una disfunción, se denomina así alguna alteración en las funciones del niño, que puede ser producto de una parálisis cerebral, autismo, síndrome de Down u otros.

Cuando un niño presenta una disfunción cognitiva y/o motriz, su desarrollo psicomotriz será un caos, existirá un permanente desequilibrio, su proceso estará desproporcionado, lo que conlleva a una adaptabilidad desorganizada del niño hacia sí mismo y en su contexto. Si a ello le adjuntamos intervenciones de causa y efecto, la mejoría será tardía.

Para poder intervenir en una disfunción se debe aplicar medios terapéuticos y preventivos que presenten un enfoque holístico, complejo, dialéctico de orden sistémico.

Holístico, porque se debe considerar a todo ser humano como un todo y no como la mera suma de las partes entre cuerpo y mente. Complejo, porque toda persona es portadora de dimensiones universales y particulares.

Es decir que podemos encontrar a un sujeto con el mismo tipo de disfunción, el mismo diagnóstico (lo común en lo general), pero la forma en cómo responde en su saber – hacer – sentir, representará su singularidad. Dialéctico, por su relación e interacción entre la mente y cuerpo (cognitivo – motriz), entre las habilidades y limitaciones, que son parte de todo ser humano y que actúan de forma complementaria en ese ser.

El orden sistémico corresponde a una integración y relación de todas las partes o elementos que constituyen nuestro cuerpo y nuestra mente, y que conforman ese todo.

Si podemos aplicar estos enfoques en nuestras intervenciones, lograríamos un objetivo significativo en un niño con disfunción; autonomía funcional.

Este objetivo, se puede lograr si estimulamos tanto la dimensión cognitiva como la motriz; por ejemplo podemos intervenir con los procesos cognitivos, la psicomotricidad, la integración sensorial y el desarrollo motriz. Con los procesos cognitivos a través de la percepción, atención, memoria, lenguaje, pensamiento e inteligencia.

De la psicomotricidad el esquema corporal, lateralidad, control postural y equilibrio, orientación espacial y temporal, el ritmo, la función tónica, la relajación y respiración, y la coordinación.

De la integración sensorial los sistemas propioceptivos, vestibulares y táctiles. Y del desarrollo motriz las habilidades que constituyen esta: línea media, control de la cabeza, rolido, arrastre, sentares, gateo y la marcha. Al integrar y relacionar estos elementos, se está implementando un modelo intervención acorde a las necesidades complejas de un niño con disfunción.

NOTA: Para cualquier consulta o comentario sobre la columna, contactarse con Claudia Méndez del Carpio al correo claudiamen@hotmail.com

sábado, 3 de septiembre de 2016

Edad de la experiencia y sabiduría


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No todos tienen el privilegio de ostentar la experiencia y la sabiduría como parte de su descripción, solo aquellos que tienen la bendición de haber llegado a la edad adulta, saben y conocen el camino que tuvieron que recorrer. Desde luego deben sentirse orgullosos por toda la experiencia que lograron reunir a lo largo de toda una vida.

Conforme fue pasando el tiempo, se dieron distintos nombres para distinguir a las personas que llegaron a esta edad: persona mayor, adulto mayor, adultos de la tercera edad, etc. siendo el primer apelativo el más gentil.

Existen sociedades en las que ser una persona adulta mayor es sinónimo de respeto e incluso es objeto de veneración, es el caso de Japón, donde el tercer lunes del mes de septiembre se celebra el Keiro No Hi (Día del respeto a los adultos mayores). Ese día se pretende honrar a los ancianos japoneses y sensibilizar a la población, sobre todo a los jóvenes, sobre la importancia de la experiencia de estas personas que han servido a la sociedad durante muchos años.

Esta veneración no suele ser muy habitual en los países occidentales, por el contrario, existe un cierto rechazo hacia la tercera edad, en tanto que en sociedades de los países orientales tienen a las personas de esta edad como pilar fundamental de la sociedad.

En la India uno de los puntos principales en los libros de cultura son el respeto a unos y a otros, especialmente a los mayores ya que son quienes llevan más vida por detrás, por lo tanto cuentan con más experiencia y conocimiento, en consecuencia la opinión y aprobación de los mayores en la cultura india son indispensables.

En la China sucede lo propio, y está cimentada en el pensamiento chino. Confucio decía: “Si uno no demuestra respeto hacia los ancianos, ¿en qué se diferencia de los animales?”

Decir “Tercera Edad”, me resulta algo excluyente con sabor a discriminación, aunque muy en el fondo se pretenda dar un lugar especial a las personas que cumplen 60 años. Da a pensar que para esas personas se hubiera creado un mundo aparte, hablamos de personas que en su gran mayoría son jubiladas, quienes luego de haber brindado lo mejor de su juventud son descartadas a causa de la edad.

Es por esta razón que muchas personas que cumplen este ciclo y se jubilan, dejan pasar los días sin motivación alguna esperando el final, estas personas sienten estar excluidas y separadas de la sociedad en la que pusieron toda su vida para que nuestros días sean mejores como sociedad.

A estas personas dedico las primeras líneas de este artículo, pues tienen el privilegio de estar en una etapa en la que se les considera personas sabias, personas con experiencia y de quienes podemos aprender muchas cosas.

Me atrevo a sugerir algunas actividades en las que pueden compartir sus conocimientos y seguir aportando a la sociedad, enseñando a los niños, jóvenes y por qué no, asesorando y/o aconsejando a las personas adultas. Asimismo, tanto las damas como los caballeros pueden realizar trabajos de voluntariado, escribir sus memorias, artículos, formar parte de instituciones cívicas, ONG´s, e incluso pueden seguir estudiando.

De acuerdo con sus aptitudes, las mujeres pueden enseñar manualidades, repostería, pintura etc., en fin son muchas las opciones que pueden encontrar si se lo proponen, de esta manera no tendrán tiempo para pensamientos negativos sin más que esperar en esta vida, lo cual es un error, basta repasar las páginas de la historia e incluso de la actualidad, donde encontramos a muchas personas que se destacaron y se destacan en el mundo cultural, político, intelectual, profesional etc. más allá de sus 60 años, hombres y mujeres que son y fueron presidentes de estado, grandes escritores, profesionales, intelectuales, deportistas, actores y actrices.

Como siempre, las buenas maneras y costumbres son parte importante en nuestra vida, más aun cuando se tiene el orgullo de llevar encima algunos años de experiencia, ahora es cuando debemos dar el ejemplo a las nuevas generaciones a través de nuestros actos cotidianos, para ello, van algunos consejos que no se deben descuidar jamás.

Cuidar la apariencia personal, lo cual implica la higiene, mantener el cabello limpio y siempre bien peinado, la ropa limpia, bien planchada, sin costuras abiertas, zapatos limpios, pañuelos impecables, manos y uñas cuidadas etc. En el caso de las damas no descuidar el maquillaje que deberá ser discreto resaltando la belleza natural del rostro.

El comportamiento dentro y fuera de casa, debe ser un despliegue de su buena educación, utilizando siempre las palabras más gentiles y apropiadas para cada ocasión. Evitando ser imperativos, por suponer que por la edad nos merecemos todo, este es un error en el que cae la mayor parte de las personas.

Mantenerse siempre bien informado tanto en el ámbito nacional como en el internacional, sea en política o en temas culturales, deportivos, religiosos, puesto que una persona bien informada es una persona culta y nunca quedara rezagada en la conversación que sostengan otras personas.

En la mesa el comportamiento deberá ser impecable, comer con delicadeza, sin producir ruidos molestos al masticar o beber, no mostrar ansiedad por tomar el mejor trozo, nunca remojar el pan en algún líquido bajo la excusa de su dureza, utilizar la servilleta apropiadamente, recordando que solo se utiliza para limpiar ligeramente la comisura de los labios. Si le corresponde presidir la mesa debe hacerlo con elegancia dando ejemplo a los demás en especial a los más jóvenes, no conversar elevando demasiado la voz, pedir por favor y agradecer cuando corresponda.

Las mismas recomendaciones si asiste a lugares públicos, ir siempre bien vestidos, mostrando la excelente educación de la que goza.

Llegar a la edad adulta, de ninguna manera significa perder la dignidad, para ello siempre se debe mostrar nuestra educación y cultura con un buen manejo de la etiqueta que jamás debe faltar, llegar a la edad adulta significa ingresar a un nuevo mundo, con nuevas oportunidades de gozar la vida, sin presiones ni obligaciones que nos quiten el placer de practicar lo que más nos agrade incluyendo las actividades sociales.