Hoy eliminaré de mi agenda dos días: ayer y mañana.
Ayer fue para aprender y mañana será la consecuencia de lo que hoy pueda realizar.
Hoy me enfrentaré a la vida con la convicción de que este día jamás volverá.
Hoy es la última oportunidad que tengo de vivir intensamente, pues nadie me asegura que mañana volveré a amanecer.
Hoy tendré la audacia de no dejar pasar ninguna oportunidad. Mi única alternativa es la de triunfar.
Hoy invertiré mi recurso más importante: mi tiempo, en la obra más trascendental: mi vida.
Cada minuto lo realizaré apasionadamente para hacer de hoy un día diferente y único en mi vida.
Hoy desafiaré cada obstáculo que se me presenta, lo haré con fe de que venceré. (Recibido por Internet)
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