domingo, 8 de septiembre de 2013

Por Qué mi hijo no lee bien

SI BIEN UTILIZAMOS LOS OJOS PARA LEER, EN REALIDAD LAS DESTREZAS DE LECTURA DEPENDEN, EN GRAN MEDIDA, DEL OÍDO | ANTE PROBLEMAS DE LECTURA, ESCRITURA Y COMPRENSIÓN, ENTRE OTROS, ES IMPORTANTE UN DIAGNÓSTICO ACERTADO, ASÍ EL NIÑO RECIBIRÁ LA TERAPIA ADECUADA.

Suele ser común que en los primeros años escolares se les informe a muchos padres de familia que su hijo tiene problema de lectura y por ende de comprensión. Ante esta situación, los padres generalmente buscan ayuda fuera del colegio, ya sea con tutorías particulares o terapias educativas, entre otros. Sin embargo, los profesores y el sistema educativo en general deberían plantearse y analizar profundamente esta situación y así encontrar una solución a este problema que se da con frecuencia en las aulas.

Jorge Sanjinés, músico terapeuta y consultor del Método TOMATIS y fundador del Centro que lleva el mismo nombre en Cochabamba, asegura que cuando se piensa en la destreza de la lectura siempre se la asocia con los ojos, sin embargo, la misma depende más de los oídos que de los ojos.

¿POR QUÉ NO LEE BIEN?

Porque los oídos no lo dejan, es allí donde radica el mal. "Definitivamente leemos con los oídos” afirma Sanjinés

A los 15 años Lorena fue diagnosticada con Dislexia. Desde Kínder fue obvia su dificultad la cual persistía pese a todos los esfuerzos de su familia. Lo primero que se evaluó fue su vista para determinar si había un problema de visión, pero ésta era normal. Lorena recibió terapia educativa, tutorías y horas interminables de práctica en el hogar, sin embargo la dificultad aún continuaba hasta que se descubrió el verdadero problema: los oídos.

“Dentro del oído se encuentran los sistemas que son la base para el aprendizaje de la lectura: el coclear y el vestibular. El coclear es el encargado del procesamiento del lenguaje. De acuerdo a últimas investigaciones sobre la dislexia, ésta se describe como un problema con el procesamiento del lenguaje”, dice Sanjinés.

La dificultad más grande en dislexia es la conceptualización auditiva de los fonemas y de la conciencia de los mismos. Los fonemas son los sonidos del habla que nos permiten distinguir unas palabras de otras en nuestro idioma.

El disléxico no distingue los patrones de sonidos o fonemas en las palabras y sus cambios, sino que por el contrario los percibe como algo amorfo sin elementos de duración o de frecuencia de sonidos. Si el niño no está consciente de los sonidos en las palabras y los cambios de patrones de los mismos, entonces se presentan las dificultades en decodificar y en asociar los sonidos con las letras.

“El contar sílabas, unir fonemas para formar palabras, separar palabras en sus fonemas, rima y secuencia, son destrezas asociadas con la conciencia fonológica y problemas típicos de la dislexia”, dice el especialista.

¿Y QUÉ CON LOS OJOS?

Los movimientos de los ojos durante la lectura son controlados por el sistema vestibular (que está en el oído) que también controla el tono muscular del cuerpo, incluyendo el de la mano para agarrar el lápiz y escribir.

Aunque existe evidencia de un elemento hereditario en la dislexia, la otitis media o infecciones de oído recurrentes que privan al oído de estímulos auditivos así como el exceso de estímulos visuales a los que se exponen los niños desde temprana edad y la poca exposición a estímulos auditivos (música, leerles cuentos, conversar con ellos, etc.) pueden ser causantes de muchos de los problemas de dislexia o problemas de aprendizaje que se presentan en edad escolar.

“La vida sedentaria de nuestros niños sentados frente al televisor por horas o con un juego electrónico en la mano los está privando de un estímulo necesario a nivel pre-escolar y elemental: el del movimiento, el cual activa el sistema vestibular”, asegura Sanjinés.
Ambos sistemas, el lingüístico (cocleo-central) y el vestibular, sufren de una deficiencia de estímulos en la mayoría de nuestros niños. Mientras esto siga ocurriendo, los problemas para aprender a leer y a escribir serán como una plaga arrasando en las escuelas.

CONCIENCIA FONOLÓGICA

La conciencia fonológica es la capacidad de detectar el que las oraciones se componen de palabras que a su vez se componen de sílabas y de sonidos. También, implica el poder cambiar una secuencia de sonidos que constituyen una palabra para formar otra. La conciencia fonológica es, además, el poder discriminar si un sonido es diferente de otro. La lectura depende de que estas destrezas se desarrollen al máximo por lo que para el primer grado esta área debería ser de completo dominio del niño.

ALGUNOS EJERCICIOS DE CONCIENCIA FONOLÓGICA:

1 Identificar el sonido inicial y final de una palabra.

2 Identificar si los sonidos son iguales o diferentes

3 Identificar las palabras que riman

4 Contar las sílabas en palabras y las palabras en la oración

5 Manipular los sonidos dentro de una palabra: “Si a la palabra mamá le quitas el primer sonido, m, ¿qué diría?”

6 Síntesis y segmentación de sílabas: “Dime los dos sonidos que escuchas en la palabra Sí” “Une los sonidos N – O y dime qué palabra diría”

Según Sanjinés, estas son algunas de las muchas tareas, todas auditivas, que se pueden realizar en el salón de clases para fortalecer las destrezas de conciencia fonológica y es que asegurarse que los niños dominen las destrezas auditivas antes de comenzar con las letras evitaría la agonía de constantes terapias y tutorías. Sin embargo, algunos niños presentan dificultad con estas destrezas y por ende con la lectura. Ello se debe generalmente a un desorden de procesamiento auditivo que no les permite desarrollar en forma adecuada ninguna destreza de naturaleza auditiva. Además de las dificultades con la conciencia fonológica y la lectura, tienen dificultad en la atención, concentración, memoria, y comprensión auditiva.

Para estos niños, las terapias educativas o de habla y lenguaje son ineludibles, precedidas obviamente por un programa de estimulación auditiva como el Método Tomatis que alrededor del mundo está dando excelentes resultados.

MÉTODO TOMATIS Y LA LECTO-ESCRITURA

El Método Tomatis estimula los dos sistemas más importantes para el aprendizaje de la lecto – escritura: el vestibular y el coclear.

Como ya se mencionó, ambos están en el oído y son generalmente responsables de las dificultades en la lectura en los salones de clases, tanto en las destrezas académicas, como con la atención, comprensión, destrezas visuales, motor fino y memoria, entre otros.

En el caso de Lorena se comenzó con un programa intensivo de estimulación auditiva, conceptualización auditiva y conciencia fonológica. En un semestre logró lo que no había logrado en siete años de duro esfuerzo: leer. Aunque aún le resta camino por recorrer porque todavía a alcanzó el nivel esperado, ella se siente optimista y segura de que algún día logrará el sueño de ser abogada.

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