lunes, 23 de septiembre de 2013

Nueva temporada Primavera, ¿la estación del amor?

Metas primaverales

CONSEJOS PRÁCTICOS

Queremos vernos mejor y los días soleados estimulan nuestros sentidos y nos vuelven más positivas. Es el momento en que estamos más motivados.

Si confías en que el amor tocará a tu puerta, ¡así será!

La primavera ejerce un poder muy especial en todas las personas. La influencia de la naturaleza es indudable: comienzan a florecer las plantas, cambian los colores de lo que nos rodea y, como todo lo externo repercute en nuestro interior, esto estimula nuestro deseo de alcanzar la plenitud emocional.

Y, si estás sola, esto implica la posibilidad de encontrar una pareja.

Venimos de un período de aletargamiento. El frío nos da pocas ganas de salir a la calle, el usar tanta cantidad de ropa y esas comidas pesadas y calientes incitan a esta reclusión.

Con la llegada de esta estación llega el momento de poner fin al período de hibernación y hay más disposición y esperanzas para conocer a ese alguien especial.

Sin lugar a dudas, es la época del año en que las personas están más motivadas. Se quieren ver mejor: si no hacen ejercicio físico durante el año, seguro que ya están pensando en buscar un gimnasio o un parque para volver a ponernos en forma.

También es el momento en que comenzar a planear seriamente alguna dieta y la vestimenta cambia y lógicamente estamos ansiosos de atraer más miradas.

¿Por qué “la primavera”

altera la sangre”?

En este sentido, muchos psicólogos y sociólogos coinciden en señalar que la primavera no sólo trae nuevas relaciones de pareja, euforia, alegría e incluso las conocidas como alergias primaverales.

Debido al aumento de la radiación solar y los cambios que se producen en la propia meteorología en sí, éstos provocan un efecto en nuestro organismo que se traduce en la afectación de producción de ciertas hormonas, como ocurre con la melatonina, la cual afecta en las emociones, el apetito, las frecuencias del sueño y la sexualidad, por citar sólo algunas de ellas.

Como indicó hace algún tiempo el médico Daniel Cardinali, experto en ritmos biológicos, la especie humana tiene un calendario biológico que va variando con las estaciones del año, el cual funciona con estímulos hormonales.

Dado que en primavera existe un número menor de horas nocturnas, varía la producción de melatonina, lo que conlleva cambios en las respuestas tanto físicas como emocionales de la propia persona.

Se conoce que en primavera aumentan las relaciones sexuales, principalmente porque otra hormona, la feromona, también se ve afectada por el aumento de las horas de luz.

Además, como demostró en su momento el doctor Szent-Gyorgyi (descubridor de la vitamina C), diversas funciones fisiológicas como el estrés, el buen o mal humor, y la fertilidad están relacionadas con la cantidad de luz solar que recibimos.

Principalmente por estas cuestiones también muchos historiadores afirman que, por ello, muchos pueblos antiguos daban una importancia sumamente especial a esta estación del año.

Al producirse estos cambios hormonales, la persona por regla general tiende a sentirse más alegre y extrovertida, y sus relaciones pueden llegar a cambiar de manera positiva.

Con todo, se observa que en primavera si algo hay característico son los cambios que requieren una adaptación por nuestra parte.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario