Tu niño tiene espectro autismo, ¿qué características mostraba y cómo te diste cuenta?
Muchas veces, los papás no le damos la importancia que debemos al comportamiento de nuestros hijos. Mi niño aleteaba las manos, se alejaba del resto de sus amiguitos o primos y mantenía la mirada perdida hasta que mi cuñada lo descubrió a los tres años y medio. A mí no se me había ocurrido que estas actitudes no eran normales en un pequeño de esa edad. Franco tiene ahora cinco años y le diagnosticaron espectro autismo.
¿Encontraste la ayuda adecuada y necesaria para tratar a tu pequeño?
En la búsqueda de ayuda y en la investigación nos enteramos de que un método que ayuda bastante a niños con autismo es la equinoterapia (terapia con caballos), así que mi hijo acude al Club Hípico Los Sargentos constantemente. A este tipo de niños, el trepar, escalar y subir en un caballo tan alto los hace sentirse mejor.
¿En algún momento sentiste que querías rendirte?
No, nunca me rendí, pese a no encontrar lo que tanto buscaba. Cada vez que visitaba algún lugar, me decepcionaba al ver tanta falta de sensibilidad para con este tipo de problemas, incluso cuando pagué mensualmente 2.000 dólares para mejorar a mi pequeño, pero me estafaron porque nunca hubo resultados. Igual seguí indagando y buscando el tratamiento adecuado para él.
¿Qué puedes recomendar a los padres que tienen un niño con esas características?
Además de montar caballo, pueden inscribirlo a cursos donde les enseñen números y letras. Estos pequeños son muy inteligentes y pueden desenvolverse en ese campo sin problema. Mi hijo también acude al (instituto) Cumont, donde le enseñan con mucha paciencia a manejar los números de manera correcta para la edad que tiene. Algo que los papás no deben olvidar es acudir a lugares donde haya otros niños para que juntos aprendan a compartir y relacionarse.
¿El trato que recibe tu hijo en tu casa es especial?
Sí, aunque tratamos de hacerlo sentir como un niño sin problemas. Tengo otros dos hijos que me ayudan mucho en esto, al igual que mi esposo y toda la familia. Lo que sí, tenemos mucho cuidado en su alimentación porque estos pequeños no pueden consumir alimentos que contengan gluten (trigo) ni leche; entonces hay que comprar panes especiales y estar siempre controlando.
¿Si tuvieras la facilidad de comunicarte con autoridades de gobierno, cuál sería tu pedido?
En realidad ya lo intenté, envié un proyecto y cartas a los ministerios de Salud, de Trabajo y de la Presidencia para la construcción de un centro donde se trate el autismo y a fin de que nos apoyen en seminarios, pero no he tenido respuesta hasta el día de hoy, salvo de parte de Entel que nos auspició un evento.
¿Qué le sugieres a los padres que están pasando lo mismo que tú?
Que tengan mucha paciencia con sus hijos, que les den amor, que es lo que necesitan. No se avergüencen de ellos, ayúdenlos a socializar y si, como yo, no encuentran ayuda profesional, busquen alternativas como el llevarlos a montar a caballo, aprender números y letras, inscribirlos al colegio, kínder o guardería para que no se aíslen. Algo muy importante: concienticen a las personas hablándoles sobre la sensibilidad y la tolerancia.
¿Qué has logrado hasta hoy para ayudar a niños con este problema?
He reunido a más de 200 personas en la Plaza del Bicentenario para hablarles del tema y unirnos en esta lucha. Lamentablemente, en Bolivia ni siquiera hay laboratorios para hacer los exámenes y debemos enviarlos al exterior a costos muy elevados. Muchas personas no cuentan con los recursos económicos necesarios para hacerlo y se sienten con las manos atadas, sin poder ayudar a sus propios hijos que son tan vulnerables a todo.
En qué consiste
El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida. Daña la capacidad de la persona para comunicarse y relacionarse con otros.
1.300 niños autistas
El Ministerio de Salud tiene un registro de 1.300 pacientes con este síndrome en toda Bolivia. 400 de ellos viven en La Paz.
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