jueves, 14 de noviembre de 2013

Cómo prevenir la violencia sexual infantil

Diariamente se escucha en los medios de comunicación casos de violencia sexual infantil, que consternan a la población. Sin embargo, habría que preguntarse qué estamos haciendo como padres para evitarlo. Por este motivo, es importante prevenir estos hechos a partir del diálogo con los hijos sobre estos temas, que son difíciles de tratar y muy sensibles para todos.

Estudios realizados indican que las agresiones sexuales son muy frecuentes, más de los que se conoce, y que la mayoría de ellos suceden en el hogar y que los agresores son personas conocidas, llámese hermano, primo, tío, padres, padrastros, abuelos, amigos de la familia, profesores u otros.

El tema de violencia sexual no debe ser abordado como algo aislado, sino dentro de un contexto natural para que el niño pueda estar atento a algunas señales que note, como una regla de seguridad familiar junto a otras recomendaciones como el cruzar la calle o el no hablar con desconocidos.

CONSEJOS

1.- Brindar al hijo mucho afecto, expresarle lo mucho que se lo quiere, a pesar de que a veces cause algún enojo. Con esto evitarán que ellos busquen afecto en otras personas, quienes lo único que persiguen es lastimarlos.

2.- Crear un ambiente de confianza entre hijos y padres, escuchando y comprendiendo para que el hijo no tenga necesidad de ocultar algo que le cause daño y pueda pedir ayuda oportuna.

3.- Fortalecer la autoestima del hijo, felicitando por los pequeños y grandes logros obtenidos.

4.- Hablar de sexualidad sin sentirse incómodo, saber cómo hacerlo buscando ayuda de un profesional.

5.- Enseñar a su hijo que su cuerpo es privado y que nadie tiene derecho a verlo o tocarlo en forma que le cause vergüenza e incomodidad. Explicarle por qué algunas partes del cuerpo deben llevar ropa como la zona genital, así como algunas actividades que se hacen a solas como el ir al baño o vestirse.

6.- Enseñar al hijo a diferenciar entre caricias que causan sensaciones agradables de las desagradables. Las primeras hacen que el niño se sienta seguro, feliz y cómodo con un abrazo o beso en la frente. Las segundas que causan incomodidad, vergüenza, asco, dolor y extrañas haciendo que el corazón palpite rápido, temblor y ganas de vomitar, lo que ocurre cuando alguien toca la zona genital u otras partes de su cuerpo.

7.- Hablarles sobre la diferencia entre guardar secretos buenos y malos, por ejemplo uno bueno es cuando se realiza una fiesta sorpresa a diferencia de uno malo que es cuando se calla por causa de un daño, tristeza o temor. Si alguien realiza toques indebidos en las zonas privadas, el niño debe avisar a la persona en quien confía para evitar que vuelva a suceder.

8.- Enseñarle qué es un engaño o amenaza, porque existen personas que utilizan estos recursos para conseguir lo que quieren diciendo: “si tú dices algo sobre lo que pasó entre nosotros, mataré a tus padres”, “si tú dices algo, te lastimare”, “si tú dices algo nadie te va a creer, porque eres una tonta y no vales nada”, etc. La víctima no debe prestar atención a estas palabras y recurrir de inmediato a una persona de confianza.

9.- Enseñar la diferencia entre un regalo y un soborno. El primero se lo realiza sin pedir nada a cambio y el segundo solicita al niño algo a cambio. Los regalos son buenos, pero no los sobornos.

10.- Diferenciar dónde termina el respeto y la obediencia a las personas adultas, que no siempre se debe hacer caso a todo si esto involucra algo que ofenda la integridad del niño, como toques deshonestos en su cuerpo.

11.- Enseñar a decir que no, gritar, correr y pedir ayuda en casos de peligro. Acompañar con una lista de posibles lugares dónde acudir.

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