A poco más de un mes para concluir la primavera, estación considerada la del amor y la amistad el calor aumenta y comienza a darle calidez a la buena actitud de las personas que en tan agradable estado de ánimo se permiten dar o recibir expresiones de afecto. Un abrazo, el caminar de la mano y un beso se tornan en actos de espontaneidad colectiva.
Así lo sintió Emilia que sólo por algunos minutos, escapando de su horario de trabajo, se había encontrado con su pareja justo en las afueras del colegio Rosa Arce ubicado en la calle Corrado de la ciudad.
Una pareja de personas relativamente adultas, digamos cuarentones, profesionales, serios y después de ocho años de convivencia aún enamorados, se encontraban en una calle en un día feliz cualquiera para darse unos besos.
Eran más bien picos (besos cortos que se dan con la boca cerrada que son más bien afectuosos) pues además estaban conversando, así lo aclara Emilia, en ello una mujer algo corpulenta y de mal tono en la voz reprimió el acto calificándolo de inadecuado e incluso obsceno por estar frente a una unidad educativa, donde circulan menores de edad.
“Estoy convencida que pese a que la señora se veía corpulenta y tenía voz grave era mucho menor que nosotros por lo que me sorprendió esa actitud conservadora y puritana a algo que parecía muy tierno además, por otra parte sé por experiencia que los niños ven en televisión cosas que asustan y hasta ofenden más que un tierno beso”, comenta Emilia.
Besos en vía pública
Motivados con esta historia es que indagamos un poco más sobre el tema de los besos en vía pública y cómo los percibe la población, para muchos no es más que una expresión de afecto por lo que no representan problemas, “es preferible ver besos que borrachos”, dijo una de las encuestadas.
Para otros, sin embargo, resulta incómodo el llegar a ese tipo de manifestación tan personal e íntima en plena calle y a vista de todo el mundo porque además no faltan los comentarios soeces de alguno que otro transeúnte; motivo por el cual algunos prefieren no correr el riesgo.
Los estudiantes de colegio en edad de enamoramiento suelen ser los que más recurren a los besos apasionados y a estar muy cerquita uno del otro ubicándose en cualquiera de las diferentes arterias de circulación de la ciudad.
Hablando en cifras no mayores a la decena, para hacerlo fácil, ocho personas consideran que no es ofensivo, una que no es adecuado por lo que es mejor evitarlo y otra que asegura que en efecto está fuera de lugar y no debería hacerse en vía pública.
Sin embargo, la vergüenza a manifestar este tipo de afecto a vista de quien quiera apreciarlo resulta el indicador generalizado, al menos entre las parejas de más edad (35 a 40 años); en tanto los enamorados adolescentes no lo piensan demasiado y se dan el gusto sin pesares ni complejos.
“Si lo analizan bien no se suele ver a parejas maduras besándose por la calle, lo que es una pena porque qué mejor muestra de afecto”, asegura Esther Miranda Gómez, profesora jubilada mejor conocida como “la profe Mechita”.
Lo que se dice
Hay quienes consideran que el beso es peligroso ante el tema de las enfermedades transmisibles, así lo expone una madre de familia del colegio San Bernardo que fue reprendida por algunas progenitoras que le indicaron que no era apropiado despedir con pico a su hijo pues por vía bucal se transmiten muchos virus.
Investigando al respecto consultamos a la doctora Giovanna Cari, quien indicó que sobre los besos se dice mucho incluso que adelgazan, “si bien es cierto que de boca a boca se pasa miles de bacterias, éstas suelen ser inofensivas ya que la saliva además contiene sustancias altamente desinfectantes”, aclaró.
Para la psicóloga Margot Zubieta, besarse propone una actividad física además promueve la salud mental porque entre otras cosas estimula la autoestima. “El beso también disminuye el estrés, la tensión y la ansiedad, provoca un estado de bienestar en general”, explica.
Libertad para besar
Lo que resultó, sin embargo, más impactante sobre este tema y lo que nos lleva a pensar que existe una resistencia al beso en Tarija es el testimonio de Eunice Tárraga, miembro del Colectivo TLGB de Tarija (Trans, lesbianas, gays y Bisexuales) una joven muy emprendedora que fue además la coordinadora del foro realizado hace unos meses en Tarija sobre los derechos de las diversidades sexuales.
Cuenta que al estar con su pareja tomadas de las manos la gente las insulta y en una ocasión dándose un beso una señora que conducía su automóvil detuvo el vehículo dándose ese trabajo para insultarlas por ser lesbianas.
Esto suele ser un tema muy frecuente por lo que muchos prefieren no provocar el escarnio social evitando las muestras de efecto u otras de tipo romántico en las calles o vías públicas de Tarija.
“La sociedad tiene que ir cambiando su forma de pensar, la discriminación se suele dar por el hecho que no se conoce lo que es diversidad sexual, existe una mala información sobre lo que es lo trans que es nacer en el cuerpo equivocado y lo que es la homosexualidad que es amar a una persona del mismo sexo”, explicó la joven integrante del Colectivo TLGB de Tarija.
El beso es político
El beso además puede ser un interesante recurso político. El 6 de diciembre se promueve mediante redes sociales dentro del marco del día de los derechos humanos, la realización del Día del Chapetón o beso colectivo en la ciudad de La Paz, convocándose a parejas, lesbianas, trans, gays, heterosexuales, bisexuales, jóvenes y adultos, a unirse a esta acción colectiva para visibilizar los amores diversos en el país.
Los interesados estarían sumándose a este movimiento adjuntando fotografías en el Facebook: Únete al chape colectivo, libertades para amar y sentir. Este movimiento busca a través del beso protestar contra la discriminación haciendo prevalecer su derecho a realizar muestras públicas de amor, así lo explicó el presidente del Colectivo TLGB Nacional, David Aruquipa.
El representante del Colectivo TLGB de Tarija, Joel Vela, aseguró que si bien en Tarija no se está hablando de una idea tal se estaría pensando realizar una campaña para diciembre para recibir el Año Nuevo besando al ser amado.
La idea estaría tomando forma pues toca en Tarija afrontar problemas de discriminación y falta de conocimiento en base a los estereotipos que se anteponen a personas con diferente opción sexual, por lo que no se descarta además usar el beso como alternativa para dar un mensaje a la población.
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