jueves, 28 de noviembre de 2013

Bañarse juntos

Quieres tener un momento de intimidad con tu pareja de una forma diferente que no significa tener sexo, pero sí estar desnudos, pues bañarse juntos es un buen recurso para fortalecer es amor y confianza que ambos se tienen. Dos sicólogas y una sexóloga coinciden que una ducha de dos es una oportunidad para conocer más al otro y desprenderse de ciertos temores o vergüenzas.

Seguridad. Para las profesionales antes de llegar a este paso íntimo, se recomienda que él o ella se sientan seguros de sí mismos y de que esa persona es la ideal para pasar ese mágico momento.

"No es que le pidas ir a la ducha a una pareja que recién estas conociendo, porque aquí no se está hablando de sexo sino de confianza, lazos que te unen con esa persona", aclaró la sicológa Mirtha Llanos.

Sin 'estorbos'. Para la sexóloga Carolina Rivero, la ducha en pareja es como dormir juntos desnudos y sin hacer el amor. Sin celulares, sin hijos, sin televisor, están ahí los dos solos en esos minutos que pueden ser eternos si le dan la atención debida.

"Por donde se lo vea es un acto de confianza, de decir aquí estoy mírame así soy. Yo recomiendo a mis pacientes momentos de entrega piel con piel sin el acto sexual y obvio sin que nadie los molestes. Por ejemplo yo les digo vayan a la cama duerman desnudos, pero no hagan el amor, el contacto es otro. Por eso lo ideal es que la pareja tenga su propia habitación", enfatizó la profesional.

Confianza vs sexo. Las tres profesionales recomiendan no caer siempre en el acto sexual porque se hace una relación que se basa solamente en eso, en sexo. Indican que esta terapia de la ducha se convierte en un ejercicio de confianza, porque bastan 10 minutos bajo el agua y que uno jabone al otro para que se recuerden, se mimen y demuestren ese afecto íntimo que no pueden hacerlo frente a todos.

Código de confianza. Para Rivero la pareja recupera o arma su código de confianza, porque no es lo mismo bañar a un hijo que bañar a su esposo o esposa. "Esto debe ser algo natural de todos los días porque no siempre se tienen las ganas de tener sexo entonces para mantenerse conectados está la ducha, no hay eso de que yo me baño primero y vos después. Es un código que no tiene traducción verbal", enfatizó la sexóloga.

Comunicación. Si es la primera vez que decides bañarte con tu pareja, antes debes conversarlo y saber qué quieres tú y que quiere él o ella.

Paciencia. No siempre a la primera vez te aceptará, es un proceso que merece mucha tolerancia y consideración entre ambos.

Privado. Lo ideal es que los padres tengan en su habitación su baño privado, así se podrá adecuar el ambiente con velas o incienso.

Intercambio. Tú puedes lavarle el cabello a él y luego él a ti, lo mismo con el jabón, destaca lo hermosa o guapo que es tu pareja al desnudo. No te acomplejes si tienes lolas chicas o grandes, o pompis chatas o gordas. Recuerda que en la intimidad solamente tu pareja te está viendo y si está contigo y te ama es porque te acepta tal cual. Lleguen a un acuerdo; claro, todo menos dejar de bañarse juntos.

1 comentario:

  1. No existe una frecuencia ideal para tener relaciones sexuales. “La que marque la edad y las ganas de cada pareja. Desde un orgasmo o más al día, hasta dos o tres al año, pueden ser suficientes si la persona así lo considera”, señala Casado.

    La edad en que el hombre es más potente, y consigue el máximo de orgasmos, viene a estar entre los 15 y los 25 años. En cambio, la plenitud de vida Sexologa en mujeres se acrecienta entre los 35 y los 50 años.

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