jueves, 5 de diciembre de 2013

¿Importa el tamaño de la vagina?



Cuando la calidad del sexo se relaciona con las medidas, se le suele cargar la responsabilidad al pene, por ser considerado el proporcionador del placer por excelencia. Sin embargo, ¿cuál es el papel que juega la vagina?

Las condiciones de esa parte de la anatomía de la mujer son importantes en las relaciones sexuales satisfactorias para ambos miembros de la pareja. No sólo se han creado mitos y leyendas falsas en torno al pene, la vagina también da de qué hablar. Una de esas ideas es que su tamaño varía como el del pene.

Según los estudios del ginecólogo William Masters y la trabajadora social Virginia Johnson, realizados en su libro La respuesta sexual humana (1966, EEUU), el tamaño promedio de la vagina es de entre 6 y 8 centímetros sin excitación, mientras que en mujeres estimuladas sexualmente las medidas aumentan de 10 a 11,5. Ésta también crece cuando la ocasión lo amerita. Esta dilatación es de tres o cuatro centímetros más de longitud cuando se introduce en ella el pene en el coito o durante un parto natural, donde crece aún más.

El sexólogo boliviano Winston Uzín explica que, anatómicamente, la vagina es una cavidad aplanada de adelante para atrás, su superficie es rugosa, lo que le permite adoptar una forma determinada de acuerdo con el contenido que tenga. “Por ejemplo, si se introduce un óvulo de dos centímetros de diámetro, se adapta sin problemas. Si, en cambio, se coloca un espéculo, se torna cónica, debido a la forma de este instrumento que se abre dentro de la profundidad vaginal correspondiente”.

Si hablamos de un coito, contendrá al pene erecto, con una longitud promedio de 15 a 17 centímetros y una circunferencia aproximada de 10 a 13 centímetros. De todos modos, la terapeuta Susana Cortez explica que lo más importante, en realidad, es que el órgano genital tenga firmeza y sus músculos estén tonificados, lo cual es posible con ejercicios. “La pared vaginal estimulará mejor al pene si hay mayor dominio muscular y la mujer tendrá a su vez más sensibilidad”.

Para resaltar la gran capacidad elástica de la vagina, Uzín añade: “En un parto llega a adoptar la circunferencia de un bebé de unos tres kilos, con una medida cefálica de más o menos 35 centímetros”.

Sin embargo, distingue que en el caso del parto influyen y ayudan en su apertura influjos hormonales como el estrógeno y la elastina, entre otros, los que permiten mayor distensibilidad. Esto no sucede en el caso de una mujer menopáusica, cuyas distensión se ve limitada por el descenso de la función hormonal.

Uzín menciona otras causas para su agrandamiento: están las lesiones de desgarro en el área muscular de la entrada vaginal (caída u horcajadas), violaciones, un parto intempestivo o un bebé grande, que pueden derivar en una introito (entrada) amplia que, aunque cicatrice en el futuro, no da satisfacción en un coito por quedar demasiado amplia para el pene, lo que no sucede si no sufre desgarro.

¿Y cómo tener los músculos de la vagina tonificados? “Una mujer que tiene una vida sexual más activa, literalmente ejercita la zona. Pero lejos del coito, puede hacer ejercicios de presión en el área controlando la expulsión de la orina”, aconseja Cortez.

Fu entes: Winston Uzín, sexólogo y Susana Cortez, terapeuta. Con datos de: El País y Wikipedia

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