Los cambios que se presentan en la vida de una persona al casarse son innumerables, sobre todo porque en el matrimonio se unen dos culturas totalmente diferentes, dos personas que han estado acostumbradas a llevar un estilo y ritmo de vida particular y a partir de ese momento tienen que compaginarlas sin que ninguno de los involucrados resulte afectado.
Un buen ejemplo en el que debe existir un acoplamiento, es el hecho de dormir juntos, que aunque es algo que puede ser muy romántico, si no se establecen reglas desde el principio, a la larga puede traer problemas a la hora de dormir. Antes de casarte, es probable que pienses que no te importa para nada si tu futuro ronca, patea o quita las cobijas toda la noche, pero antes de jurar que serás capaz de soportar lo que sea con tal de unirte al amor de tu vida, debes estar consciente que el hecho de dormir juntos y compartir la misma cama con alguien, requiere de cierto tiempo para acostumbrarse a ello, así como de ceder y aceptar algunas cosas, que te parezcan inaceptables en algún momento./nosotros2.com
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