* Ante cualquier situación estresante hacernos la pregunta ¿Qué hay de bueno o qué podría haber de bueno? ¿Qué puedo hacer para remediar la situación, pasándola bien mientras tanto?
* Estar siempre agradecidos por lo bueno y también por lo malo que nos toca vivir, porque de cualquier manera se convertirá en una enseñanza.
* Perdonar en lugar de angustiarse o guardar rencor por algo que alguien nos hizo o dijo.
* La preocupación y la culpa son sentimientos negativos e inútiles. La culpa pertenece al pasado, la preocupación al futuro y la felicidad al momento presente.
* Si me siento infeliz conmigo mismo seré desgraciado toda mi vida, por lo tanto debo aprender a amarme a mí mismo, ¿cómo puedo pretender que alguien me ame si no me amo yo mismo? El amor propio es el desencadenante para que todo lo demás esté bien en la vida, no se trata de egocentrismo, sino de amarse a uno mismo, cuidarse y cuidar su salud física, mental y emocional.
* Uno debe tener el valor de salir de las situaciones que le agobian, no dejarse estar y seguir sufriendo, debemos salir de la depresión que nos inmoviliza y hacer un esfuerzo por liberarnos de odios y rencores, dejar atrás lo que nos hace daño.
* Es importante trazarnos metas, de esa manera sabremos a dónde queremos ir y no sentiremos frustración cuando algo no nos salga bien, además obtendremos una razón para vivir y dejaremos de tener pensamientos fatalistas.
* Nadie sufre por mi amargura, sólo yo. Los errores y los fallos son lecciones de vida, perdónate a ti mismo y a los demás.
* Sin fe no hay felicidad duradera. Debemos tener fe y confiar en que hay un Dios que nos ayudará en los momentos más difíciles, pues nunca nos dará más de lo que podemos soportar.
* Algunos proverbios aconsejan: Si te caes siete veces, levántate ocho. La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón? Proverbios chinos.
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