jueves, 16 de julio de 2015

Mi hijo miente ¿cómo evitarlo?



Si tu hijo miente constantemente puede ser una señal de que algo malo está ocurriendo en su entorno. Debes tomar esta conducta del pequeño con mucha seriedad, porque a la larga puede volverse un hábito.

Muchas veces estas faltas a la verdad denotan que algo que le aflige le sucede a la familia, como que hay violencia o se vive en un clima de tensión, y los chicos canalizan estos problemas mintiendo. Es como un estrés encubierto. Es posible que muchas veces el pequeño emplee el embuste para captar la atención del adulto porque se siente desatendido, dice la psicóloga infantil Pilar Manrríquez.

Este fenómeno se presenta también porque no ha habido franqueza en la familia. “Comienza cuando el papá le dice: ‘confía en mí, yo no te voy a castigar’, pero cuando el niño le toma la palabra y le dice la verdad sobre algo ‘malo’, su progenitor lo castiga. De esta manera, la figura paterna ha roto la confianza que se le tenía y el pequeño empieza a incurrir en las mentiras”, explica el psicólogo Juan José Vargas.

Los engaños surgen además para deslindarse de responsabilidades de sus actos, por ejemplo, cuando rompen algo y culpan a la mascota. Lo hacen para no generar un castigo o no mellar su imagen ante sus padres.

Si el niño miente mucho puede indicar un exceso de temor a las reacciones de los padres o que se aplican demasiadas normas que invaden espacios que deberían ser menos reprimidos.

Manrríquez aconseja detectar qué es lo que está pasando en la familia y cuál es el problema en el entorno del niño para solucionarlo, ya que cuando no se atiende a tiempo, la mentira puede llevar a grandes problemas e incluso empujar a la delincuencia.

Cuando hay mentiras debe haber un castigo, no necesariamente físico. Hay que enseñarle al chico que se trata de algo malo, peor a lo que quiere ocultar, y no se debe fomentar ese tipo de actitudes, haciéndole ver que su embuste tendrá una consecuencia. “Lo más importante es no recurrir a la amenaza que no se cumplirá, pues es otra forma de mentir y daríamos un mensaje contradictorio. Además se debe evitar que el menor vea cómo la mentira es usada por los adultos para obtener beneficios”, dice Vargas.

Manrríquez recomienda enseñar al niño el valor de la verdad con apoyo y afecto, demostrarle que por más grave que sea la realidad cualquier problema puede solucionarse y que siempre debe asumir la responsabilidad de sus actos. La falsedad solo le causará mayores problemas.

No reirse

Aunque la mentira parezca graciosa, los pequeños no deben apreciar ningún tipo de aprobación ante un embuste.

Confianza

Se debe reforzar la autoconfianza del niño para evitar que mienta con el fin de buscar la aprobación de sus compañeros o de los adultos.

Consecuencia

Hay que incidir en el efecto que su embuste tiene sobre los demás y las consecuencias que ha podido provocar.

Fuente: Pilar Manrríquez (Psicóloga infantil / joapilar@hotmail.com) Juan José Vargas (Psicólogo / jota2psycho@gmail.com) y el portal www.consumer.es.

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