Mientras el Tribunal Supremo de los Estados Unidos adopta una decisión definitiva sobre la legalidad del matrimonio gay, los científicos Jimi Adams, de la Universidad de Colorado, y Ryan Light, de la Universidad de Oregón, han publicado un estudio en la revista “Social Science Research” que concluye que la orientación sexual de los padres no tiene un impacto negativo sobre la conducta de sus hijos.
Como recoge el portal de noticias científicas, “Sciencie alert”, ambos investigadores estudiaron cientos de análisis de otros colegas sobre el tema buscando alguna evidencia que permitiera apuntar algún tipo de impacto negativo en los hijos de parejas gay respecto de los de parejas heterosexuales. Lo que afirman haberse encontrado ambos investigadores es que tras analizar 19.000 estudios científicos realizados entre 1977 y 2013 no se han hallado “diferencias” entre los niños que crecieron en el seno de parejas gay y los que no.
Lo que sí detectaron ambos científicos es que a partir del análisis de los modelos desarrollados en los trabajos referenciados (1977-2013), los investigadores descubrieron un cambio de las actitudes científicas respecto de la paternidad del mismo sexo durante el periodo mencionado.
En declaraciones a Reuters, Ryan Light, destaca que existía desacuerdo dentro de la comunidad científica respecto a la paternidad en parejas del mismo sexo durante la década de los años 80, algo que disminuyó de forma muy relevante los siguientes 10 años y que, en los primeros años de este siglo, se transformó en un amplio consenso entre los científicos respecto a la inexistencia de impactos sociales o educativos negativos sobre los hijos de las pa-rejas homosexuales.
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