Quizá nunca imaginaste que tu hijo(a), a quien has dedicado tanto tiempo, te mienta, traicione tu confianza. Si estás pasando por esta situación ya te habrás dado cuenta de que perdonar significa mucho más que no hablar más del asunto, ya que lo que ha sucedido ha socavado la confianza que existía. Las primeras semanas luego de que el problema entre ustedes sale a la luz son las más difíciles, pero no hay que descorazonarse: la confianza entre una madre y su hijo o hija siempre tiene arreglo, con un poco de trabajo de ambas partes. Lo mejor es conversar francamente por qué y cómo se ha llegado a esta situación, aunque en un principio se sientan algo incómodos al hacerlo, pero no olvides que la falta de comunicación solo empeorará más las cosas. La idea no es buscar culpables, sino que tu hijo y quizá tú también aprendan ciertas lecciones de esta situación y fortalecer la relación entre ustedes: que aprenda que traicionar la confianza de una persona hiere sus sentimientos y que esto no es tan fácil de solucionar ni de olvidar. ¿Y si todo esto fracasa? Sé paciente y no dejes de poner límites a tu hijo de acuerdo con su edad.
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