sábado, 10 de diciembre de 2016
Las amigas que llegan después de los 20s
Cuando éramos niñas, nuestra vida giraba entorno al afán por encajar y encontrar esa mejor amiga del alma, esa hermana gemela a la que amabas y odiabas a partes iguales. Juntas compartían la infancia y los juegos en el patio del colegio; esas amigas con las que, más tarde, jugaste a pintarte a escondidas de tu madre y a acortarte la falda del uniforme.
También recuerdas a las amigas que hiciste en la secundaria, y más tarde, en la universidad. Con ellas salías hasta las mil, lloraban por esos chicos malos que no merecían la pena, se alegraban por sus logros y metas cumplidas; bebían hasta el agua de los floreros. Aunque varias se hayan quedado por el camino, son tus amigas. Las amigas ‘de siempre’, las que forman el núcleo duro de personas importantes de tu vida. Con las que creciste y compartes recuerdos únicos.
Pero en esta edición queremos hablar de las amigas que llegan a una edad más madura, que entran en tu vida en un momento inesperado y de la manera más natural; amigas con las que compartes aficiones, intereses y con las que encuentras un significado distinto a la palabra amistad.
1 Las amigas que llegan con tu pareja
En algún momento de la vida entran las parejas y con ellos, el circulo de amigos de tu pareja y entre ellos muchas veces descubres que hay gente muy buena onda con la que tienes muchas cosas en común.
La primera vez que quedas con ellas es… raro. Estás como desubicada porque, hasta el momento, todos los encuentros habían sido con mucha gente de por medio y tienes la sensación de estar metiéndote en el terreno de tu pareja pero, pasada la incomodidad inicial, todo fluye. Y, aunque te parezca extraño, a veces tu pareja se convierte en ex pero estas amistades continúan.
2 Las amigas que llegan con la familia
Tal vez tu hermana haya sido tu mejor amiga desde tiempos inmemoriales. Pero, a veces, descubres su existencia y adquieres complicidad con ella muchos años más tarde, cuando ha pasado de ser ‘esa enana’ a conversar contigo como una amiga más. Por otro lado, es posible también que tengas los mejores suegros y cuñadas del mundo, pero también es posible que no.
Pero lo que sucede es que luego de muchas comidas con una familia que para ti es más política que familia, cuando tu cuñado lleva por primera vez a su novia sientes un alivia y piensas: “¡Por fin alguien que me va a entender!”. Porque, hasta ahora, nadie se solidarizaba contigo cuando le contabas las rarezas de los padres de tu chico. Es posible que tengas cero química con tu cuñada, pero cuando surge la chispa… ¡es genial!
3 Las amigas que llegan con las aficiones
Aunque es posible que con los años no tengas mucho tiempo para realizar eso que cuando eras pequeña llamabas actividades extraescolares y ahora llamas aficiones, siempre hay hueco para hacer algo que te permita desestresarte (en realidad, es necesario). Y, muchas veces, la amistad surge de la manera más imprevisible: cuando estás en el vestidor del gimnasio a punto de ducharte y te has dejado el champú o en clase de ballet, yoga o cocina a la que te apuntaste. Los gustos comunes unen, y mucho.
4 Las amigas que llegan con el cole (de los niños)
Cuando llegas a ser madre pasas mucho tiempo en el cole de tus hijos. Es cierto que muchas madres están deseando que sus hijos tengan edad suficiente para evitarse el viaje al cole; otras llegan a la puerta del colegio, lanzan a los niños del auto y se van. Pero también puedes toparte con alguien con quien pasas de ser ‘la mamá de’ a llamarle por su propio nombre. Y un día te tomas un café con una persona a la que solo conoces porque tu hijo tiene la misma edad que el suyo… y resulta que se llevan muy bien. Inesperadamente, has hecho una amiga en el lugar en el que menos esperabas, a la que puedes mirar con complicidad cuando aparezca la madre pluscuamperfecta que se matricula en todos los colegios o cuando surjan imprevistos en tu día a día. Una aliada y amiga es lo mejor que te puede pasar.
5 Las amigas reencontradas
Hay quienes, afortunadas, mantienen a las amigas del colegio. En otras ocasiones, por circunstancias de la vida, acabas por perder el contacto y, de repente, un día, por cosas de Facebook o del destino, las reencuentras. Y muchas veces, luego de ponerse al día, terminan haciéndose amigas nuevamente, o te reencuentras con alguien que no aguantabas en el cole y de repente se hacen amigas. Y es que cambiamos con el tiempo y tenemos algunas ideas preconcebidas de niñas. Y estas amistadas, totalmente inesperadas, son las que nos llenan y hacen revivir cosas del pasado pero con una perspectiva diferente.
6 Tu compañera de trabajo
Lo queramos negar o no, pasamos muchas horas en la oficina, trabajando en equipo, asistiendo a eventos del cole o a conferencias. Quizá estás rodeada de
arpías, pero a veces la vida te regala una persona en la mesa de al lado que no solo te cae bien sino que, al final en el descanso del café, acaba siendo digna de que le cuentes tu última decepción sentimental, lo loquísima que está tu madre o cómo has puesto a tu jefe en la lista negra después de lo que te ha hecho esa mañana. Los amigos en el trabajo hacen que los momentos de estrés y la rutina del día a día sean más fáciles de llevar.
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