viernes, 11 de noviembre de 2016

Papás tóxicos, qué son y cómo afectan a los hijos

La influencia de los padres y la familia en la salud psicológica de un niño es decisiva.

Los papás son el pilar de los hijos, sobre todo en los primeros años de vida, por ello es fundamental tratar de hacer el máximo esfuerzo posible por educarlos bien, pero para lograr ello, necesitan crecer en un ambiente sano, ya que si no el hogar se convierte en un lugar tóxico y por tanto perjudicial para su desarrollo.

La psicóloga estadounidense Susan Forward describe a los papás tóxicos en su libro “Padres que odian” como aquellos que, por diferentes razones, causan sufrimiento a sus hijos a través de la manipulación y el maltrato desde la infancia hasta la adultez.

Estos niños al llegar a adultos y como consecuencia de este tipo de relación con sus progenitores, dice la experta, serán adultos con baja autoestima, inseguros, sumisos y emocionalmente inestables.

En el artículo de El Mundo “Familias tóxicas, qué son y cómo afectan a los hijos” se identifican estos tipos:



1 Padres con problemas psicológicos no tratados

Una de las circunstancias que podemos mencionar, es cuando los progenitores tienen problemas psicológicos no tratados. Los padres con depresión, ansiedad, trastornos de personalidad u otros problemas psicológicos que no están diagnosticados o no están recibiendo tratamiento, pueden presentar carencias y dificultades para cuidar adecuadamente a sus hijos. Para poder desempeñar adecuadamente la tarea de criar, primero debemos cuidar de nosotros mismos. Solucionar nuestros problemas psicológicos nos ayudará a encontrarnos equilibrados, fuertes y capaces de educar a nuestros hijos.



2 Padres maltratadores

Por supuesto los padres maltratadores, que utilizan con frecuencia la violencia física o verbal con sus hijos, crean un ambiente tóxico en casa, y minan la seguridad y la autoestima de los menores. Aprender otras maneras de poner límites es necesario. También observar si esa violencia tiene relación con una dificultad para gestionar la ira o la frustración.



3 Padres indiferentes

En el otro extremo estarían los padres indiferentes, aquellos tan permisivos y laxos en la educación de sus hijos que parece que éstos no les importen. La crianza implica una serie de sacrificios y renuncias que no todos los progenitores están dispuestos o preparados para asumir. Si ‘pasamos’ de nuestros hijos, si no les guiamos y educamos adecuadamente, el mensaje que les enviamos es que no nos importan. Que no vale la pena molestarse en educarles.



4 Padres manipuladores o extorsionistas

Hay otro tipo de padres, los manipuladores/extorsionistas. En este grupo podemos encontrar personas que instrumentalizan a los hijos: los usan sibilinamente para ‘solucionar’ los problemas de la pareja, para conseguir sus deseos o en general porque piensan que los niños están a su servicio. Puede haber más o menos consciencia en estos actos, pero desde luego, aunque no sean intencionados, perjudican gravemente a los niños.



5 Padres que se alían con los hijos para ir en contra de la pareja

Cuando los padres se alían con los hijos para ir en contra de la pareja, cuando se crean coaliciones entre uno o varios miembros de la familia, se producen alteraciones en el sistema familiar. Aquí el niño también está instrumentalizado, es utilizado para algo. Para que la madre o el padre tenga más fuerza frente a su pareja, para dejarle fuera del sistema familiar o para lograr cualquier objetivo. El niño es usado como paño de lágrimas, se convierte en confesor de alguno de los progenitores, ocupando un lugar en la familia que no le corresponde.



6 Roles cambiados. Niños que cuidan de sus padres. Los roles cambiados es otra de las formas en que identificamos a las familias tóxicas. Niños que desde bien pequeños tiene que ‘cuidar’ de sus padres, bien porque tengan problemas físicos o mentales, o bien porque son explotadores. Niños que asumen responsabilidades que no les pertenecen. Niños forzados a madurar antes de tiempo y que se quedan sin infancia. De mayores puede que sean dependientes emocionalmente, inseguros, ansiosos... Niños a los que no se les ha permitido ser niños.



7 Padres que proyectan sus frustraciones en sus hijos. Y por último, los padres que proyectan sus frustraciones en sus hijos. Padres que no están satisfechos con su vida, que se sienten fracasados o infelices, y pretenden que sus hijos realicen aquello que ellos no han realizado. Que consigan éxito, sean famosos, bailen o canten o destaquen en el fútbol. Cualquier expectativa que los padres ponen sobre los hombros de sus hijos, y que no tienen que ver con los niños sino con ellos mismos, se convierten en una pesada carga para el niño y una fuente de insatisfacción y frustración.

Cualquiera de las conductas mencionadas pueden convertir a la familia en un entorno tóxico. La familia es el espacio principal de interacción del niño, por tanto debe ser un entorno cálido, equilibrado, que proporcione estabilidad y bienestar, y donde los problemas de los padres los resuelvan los padres, no los hijos.



CARACTERÍSTICAS DE UN PADRE TÓXICO (PAPÁ/MAMÁ)

En el portal, Mamá Psicóloga Infantil, Sara Tarrés, licenciada en Psicología de la Universidad de Barcelona, describe también algunos de los rasgos más característicos que definen la conducta de padres tóxicos. No es necesario presentar todos los rasgos, sólo bastará con uno:

• Manipulador(a)

• Extremadamente exigente

• Totalmente intransigente

• Que maltrata física o verbalmente a sus hijos por cualquier motivo

• Que critica todo cuanto hacen o dejan de hacer sus pequeños

• Que expresa constantemente su disgusto con el tipo de familia que tiene porque piensa que se merece algo mucho mejor

• Que antepone sus necesidades a las de los niños

• Egocéntrico(a) y egoísta

• Culpabiliza y responsabiliza a sus hijos de su propios fracasos o frustraciones

• Proyecta en ellos sus sueños, sus anhelos, sus fantasías y pretende que ellos vivan la vida que él o ella no pudo tener, impidiendo que vivan la suya propia

• Es excesivamente protector(a) hasta el punto de impedir cualquier tipo de desarrollo de la autonomía o independencia de sus hijos

• Muestra disgusto por los amigos de sus hijos porque encuentra que son menos de lo que se merecen

• Planifica hasta el milímetro la carrera profesional y personal de sus hijos desde bien pequeños

• Impide que sus hijos disfruten con otras personas ya que considera que sólo pueden hacerlo con el o ella y se siente celoso de cualquier persona que les haga felices

• Se comporta de forma tirana, autoritaria y déspota. Cree que sus hijos le deben todo cuánto son y exige que estén a su servicio

Sería conveniente reflexionar honestamente sobre si presentas o no estas características, ya que se trata de tus hijos. Si piensas que podrías estar siendo un papá tóxico o piensas que tu pareja lo es, conviene buscar ayuda profesional para poner fin a esta situación.

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