Hoy en día es cada vez más común ver que parejas separadas comparten la tenencia de sus hijos. En muchos casos existen acuerdos y una convivencia pacífica, pero en otros, son los mismos "retoños" los que buscan a uno de sus progenitores porque se sienten más "libres" e independientes que con el otro sin importar si tienen la tutela legal, más aún si éste está en la etapa de la adolescencia.
Cuando se quieren ir de la casa. La psicóloga Ana María Perrucci indicó que primero se debe ver cuáles son los motivos por los que el adolescente quiere irse de casa. "Tal vez es por chantaje, porque no le suplen sus necesidades o porque su mamá o papá tiene otra pareja y al hijo no le agrada", apuntó.
¿Qué hacer? La psicóloga Nadia Rocabado mencionó que lo más recomendable es buscar una persona que haga de mediadora y sea neutral en el asunto. Así se podrá conocer si esto es lo que realmente quiere el adolescente o está actuando de manera impulsiva.
No lo retenga. Rocabado explicó con un ejemplo que si el adolescente se quiere ir de casa con su papá o su mamá, porque tuvo una pelea con el que vive, lo que pasará es que esta historia se va a invertir y el adolescente va a volver. Por ello sostuvo que "ambos padres no deben caer en esa manipulación, más bien deben explicarle que existen problemas, estos se deben resolver y no huir". Para Rocabado así se evita, que en el futuro, ese hijo o hija sea una persona inmadura que no sepa afrontar las relaciones interpersonales con sus pares.
Acuerdo mutuo. Rocabado aseveró que sería lo ideal que ambos padres se sienten a conversar sobre sus hijos; aunque estén separados siguen siendo papá y mamá del adolescente. "Un mínimo acuerdo es un avance para no caer en chantajes ni manipulaciones del adolescente".
¿Quién pone límites al adolescente? A decir de Rocabado, quien tiene la tutela. La otra parte debe acatarlas, pero si el padre no está de acuerdo en algo, ambos tienen que hablar y llegar a un consenso.
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