no te extraña ver a jóvenes madres corriendo de un lado a otro detrás de sus criaturas, pequeños traviesos que están empezando a caminar. Otras más van liadas con pañalera, cochecito para el bebé y otro hijito agarrado de la mano. Es inevitable que esas escenas no te lleven de vuelta a tu infancia y te preguntes cómo tu madre hacía magia para cuidar de ti y de tus hermanos. Yo recuerdo a la mía y me cuestiono lo mismo.
Ser madre no solo es una labor de inmenso amor, entrega y sacrifico, sino además de valentía, paciencia y mil talentos. Eso si tienes en cuenta que no solo serás madre, sino por momentos serás enfermera, maestra, terapeuta de lenguaje y otra multitud de oficios que, quieras o no, vas a tener que afrontar en cualquier instante.
Pero las cosas no son para llenarse de miedo y sentirse fracasada en la labor antes de que tengas a tus hijos. Para nada, porque hay experiencias impagables que te deja el hecho de traer un hijo al mundo, y tú mejor que nadie lo sabes. Por esta razón, hoy te comparto algunas experiencias que quizá también tú vivirás como madre que te colmarán de fortaleza y te ayudarán en tu ardua pero amorosa labor materna.
1. Disfruta cada segundo del embarazo, aunque no te sientas “saludable”
Si bien es cierto que para dar vida a tus hijos requieres de un compañero (en el mejor de los casos), tú y solo tú sabrás qué se siente tener a un bebé creciendo y moviéndose al ritmo de tu voz. Solo tú sabes lo que se siente cada uno de esos síntomas que te dan la certeza de que ese pequeñuelo está ahí, desde el principio, y que a pesar de las vicisitudes de la vida, siempre serán el uno para el otro.
2. Serás su primera palabra
“Mamá” será la primera palabra de tu hijo y ese escalofrió de amor cada que te llame así, no se irá tan fácilmente. Sabes que eso es algo que no olvidarás nunca, además serás testigo de muchas de las “primeras veces” de tu hijo.
3. Aunque dormir te sea negado, verlo dormir te llenará de amor
Es cierto que pasarás algunas noches despierta, lidiando con llantos o alimentando a un bebé hambriento, cambiando pañales o controlando fiebres altas. Sí, tendrás deseos de llorar e incluso de salir corriendo en medio de la noche, por la angustia y no saber qué hacer. Pero la satisfacción viene después, cuando observas que duerme plácidamente o está sano, y con su manita pequeña agarra uno de tus dedos.
4. Disfruta cada triunfo
Cada triunfo te dará la certeza de que has hecho un excelente trabajo de crianza y amor. Te sentirás temerosa por su primer día de escuela, pero al cabo de los años y tras cada mención de honor o pequeño triunfo (tanto como detrás de cada fracaso o travesura), sabrás dentro de ti que has hecho un gran papel como madre. Cuando sea un hombre o mujer adulto, ratificarás que tus sacrificios no han sido en vano.
5. Todo sacrifico vale la pena
Es muy probable que hayas tenido que sacrificar un futuro exitoso como empresaria, médico o ingeniera. Pero ser madre es quizá una de las mejores profesiones del mundo y deja las mejores satisfacciones.
6. No te canses
Cada día, sin importar lo malo de algunos momentos, estarás motivada a seguir luchando. Puedes despertar colmada de tristeza, misma que no tendrás oportunidad de “saborear a plenitud” cuando tu hijo se despierte para verte en esa condición. Es muy probable que tomes fuerzas de tu interior y sientas que el día deja de ser gris y se empieza a teñir de los colores del arcoíris.
7. Crecerás como persona
Tu escala de valores, así como tus intereses y prioridades de juventud, serán más altos. Tus valores como persona tendrán otro sentido, porque desearás ser mejor persona cada día de tu vida para ser ejemplo a tu pequeño. Y ni hablemos de tus intereses o tus prioridades, porque todas y cada una de ellas girará en torno a tus hijos.
Como puedes ver, la maternidad es una gran responsabilidad que tendrás sobre ti, pero a la vez estoy segura que no desearás que el tiempo corra tan rápido, todo para poder disfrutar cada instante de tu labor materna. Disfrútala al máximo
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