Los niños necesitan discipliana para aprender, pero si tú no la ejerces no podrás guiar a tu hijo en el camino del aprendizaje.
Progenitores. Debes establecer normas y límites que tienen que cumplirse para que tu hijo aprenda qué comportamientos son aceptables y qué se espera de él. Sé coherente, si tu hijo lanza un juguete a tu mascota y tú miras hacia otro lado, tu hijo pensará que es un comportamiento aceptado y seguirá haciéndolo. En cambio, si le corriges y le dices qué esperas de él, es probable que no lo vuelva a hacer. Puedes decirle cosas como: "Oye, no deberías hacer eso, no se tiran las cosas al perro porque le duele".
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