"No existe un amor más grande que el dar la vida por los amigos" (Juan 15:13), o por la familia, donde también existen lazos de amor y amistad. Este es el caso de un niño que dio la vida por su hermano menor.
Dos pequeños se dirigían de su escuela hacia su hogar, mientras caía una tupida nevada. Los padres sabían que los niños ya habían salido de su escuela hacia su casa y los esperaban con preocupación.
Pasado ya un tiempo prudencial, los padres no pudieron esperar más porque luego de calcular las horas que podrían tardar en llegar a casa desde la escuela, tomando en cuenta la ventisca, ya se habían tardado demasiado.
Policía, vecinos y familiares se movilizaron en la búsqueda de los niños una vez que pasó la tormenta. De camino a su casa había un árbol donde se divisaba un promontorio de nieve y dio la impresión de que algo se movía por ahí, cuando se acercaron y quitaron el hielo descubrieron que el hijo mayor se había quitado el abrigo para dárselo a su hermano menor, a quién además abrazó y abrigó con su cuerpo para que no tuviera frío.
Obviamente el hermano mayor murió, dio la vida por el pequeño, quien gracias a ese amor tan grande, como sólo Cristo pudo enseñar, se salvó y recordó siempre con cariño el noble gesto de su protector.
Un amor como el de estos niños debe primar en las familias, en lugar de preocuparnos más por el tamaño de la casa o de las comodidades que pudiéramos tener, lo más importante debería ser el amor incondicional, que muchas veces se rompe por la violencia, la búsqueda de otros intereses, por la lucha de poderes, cuando los padres quieren a costa de cualquier cosa hacer prevalecer su autoridad.
HOGAR
La palabra hogar significa: "Lugar de una casa donde se enciende fuego o se hace lumbre, como la chimenea o la cocina de leña". Cuando aún no habían casas y los clanes familiares o tribus nómadas viajaban de acá para allá, para calentarse prendían una hoguera y todos se acomodaban alrededor.
Esa costumbre prevaleció hasta hace algunos años, pues desde que se prohíbe encender fogatas para preservar el medio ambiente, se ha ido perdiendo esa tradición familiar.
Sin embargo, aún queda la hoguera simbólica, que es el calor de hogar, el amor familiar, que reúne a todos los integrantes de este núcleo de la sociedad en torno a ese objetivo que es amar, y a través del cual se llega a otras metas.
DÍA DE LA FAMILIA
El Día Internacional de la Familia se observa cada año el día 15 de mayo desde 1994. Esta fecha fue proclamada en 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, haciendo eco de la importancia que la comunidad internacional le otorga a la familia.
Este año se celebró esta fecha especial haciendo énfasis en la igualdad de género, para concienciar, principalmente a los hombres en cuanto a los roles y el trabajo dentro del hogar que deben ser repartidos de manera equitativa, tomando en cuenta que en la actualidad tanto varones como mujeres trabajan fuera de la casa, con el consiguiente gasto de energía, por lo que las labores del hogar serán menos pesadas para ambos, ganando tiempo y voluntad para compartir con los hijos.
Otro objetivo que persigue la conmemoración de este año, al analizar el tema del género, es erradicar la violencia intrafamiliar, pues a través de las relaciones de poder que suelen ejercer algunos hombres, criados con una mentalidad machista, no sólo sobre su cónyuge sino también sobre sus hijos. Es decir, el varón quiere hacer prevalecer su autoridad y muchas veces para conseguirlo recurre a la violencia, comenzando con descalificaciones, pasando a los insultos y así sucesivamente hasta llegar a la violencia física, que puede desembocar inclusive en la muerte de la mujer o los niños.
Por esa razón se quiere llegar a la conciencia tanto de hombres como de mujeres, para que se eviten esas situaciones, que son las que llevan también a las familias a disgregarse, pese a que existen muchas entidades y personas que buscan preservar la unidad familiar, no obstante, no se puede hacer esto a costa de la vida y la salud de personas vulnerables como son las mujeres y los niños.
Asimismo, se recuerda que el núcleo familiar ya no sólo se compone de la manera tradicional padre, madre, hijos, sino que hay diferentes tipos de familias, como las numerosas, las reducidas, las que tienen descendencia, las que no la tienen, las que se forman entre humanos y mascotas, donde a veces faltan los padres y los menores son criados por los abuelos, entre otras formas de organización.
Las estirpes también pueden ser formadas entre personas que no se conocen, pero con el tiempo van haciéndolo y los lazos afectuosos que surgen entre las ellas llevan a formar una unidad, por ejemplo están las llamadas familias sustitutas, en las que sus integrantes no tienen lazos sanguíneos pero existe el afecto y otras características que los unen en torno a esa hoguera simbólica que es el amor.
También están los amigos que también se convierten en familia por el afecto, el amor y otras características en común que los une a terceros, como se diría los camaradas son los familiares que se eligen por afinidad, no son una casualidad.
En conclusión, el amor es la hoguera que convoca a la familia a permanecer unida y ese amor es el más grande cuando se expresa en la disposición de dar la vida por los seres queridos, parientes o amigos.
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