lunes, 8 de diciembre de 2014

Cómo cuidar de un abuelo con poca movilidad



Cuidar de un abuelo con poca movilidad requiere de paciencia y adaptaciones en casa, pero sobre todo de ser empáticos y comprender cuáles son sus necesidades.

La empatía es lo que necesitamos para comprender como cuidar de un abuelo con poca movilidad, puesto que al ponernos en “los zapatos” del abuelo, podremos saber exactamente en qué ayudarle y de qué manera hacerlo.

Un ejercicio de empatía
En lo que respecta a movilidad o funcionalidad motriz en los adultos mayores, existen diferentes grados. Están los abuelos que dependen ciento por ciento de otras personas y están los que son un poco más independientes.
Lo primero que debemos de hacer es ver qué tipo de apoyo utiliza para moverse: bastón de un apoyo, bastón de tres o cuatro apoyos, andador o silla de ruedas. Después probar el apoyo, podemos colocarnos inmovilizadores que nos ayuden a sentirnos en la situación del abuelo (pueden ser rodilleras y coderas que limiten nuestra movilidad). Al tener una aproximación al cómo se siente el abuelo, sabremos de una manera un poco más intuitiva cómo cuidar de un abuelo y así evitar accidentes.
En la casa del abuelo tendremos que despejar los pasillos, colocar agarraderas en las paredes y olvidarnos de las mesas de cristal o vidrio. Al ayudarle a caminar debemos de ser pacientes, ir a su ritmo y no jalarlo, brindarle apoyo firme y hacerlo sentir cómodo.
Movilidad mínima o nula
Al cuidar de un abuelo que se encuentra postrado, lo primero es proporcionarle una cama que evite la mala circulación, podemos adquirir un colchón de aire o de agua. Cada dos o tres horas debemos de cambiar de posición al abuelo, y al movilizarlo necesitaremos el uso de alguna faja en nuestro cuerpo.
La articulación del hombro puede lastimarse si lo levantamos de esa parte, el uso de sábanas para transportar a la persona es lo más indicado. Debemos recordar que la piel de un anciano es delgada y tiende a resecarse, por ello debemos de hidratarla continuamente y dar masajes suaves.

Habilitar la casa
Cuando los ancianos tienen poca visibilidad pueden sentirse anímicamente mal cuando tropiezan con cosas que no han visto o incluso pueden llegar a caerse y hacerse daño. Para evitar estas situaciones es importante habilitar la casa en la que se va a cuidar a un abuelo con estos problemas, eliminando los objetos pequeños que estén cerca del suelo o que no pueda ver bien.
También hay que velar por su bienestar, por lo que podemos comprar un televisor más grande o acercar un poco los sillones al mismo para que el abuelo vea mejor. Además, para que no se sienta frustrado en casa podéis optar por escuchar la radio de vez cuando en lugar de ver la tele o también leer libros en voz alta entre todos.
Para cuidar a un abuelo con problemas de visibilidad es importante evitar ciertas costumbres que solemos tener con personas con buena visión. No hay que enseñarle cosas desde la lejanía porque no las distinguirá. Tampoco es bueno hablarle desde lejos, porque no podrá saber quién eres hasta que estés más cerca y se sentirá confundido.

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