Aunque tu hijo o hija no quiera un tiempo a solas contigo, tómate el momento de recordarle que tienes siempre las puertas abiertas para él/ella y que siempre estarás disponible si necesita hablar. Recuérdaselo a menudo.
También con la familia. Muchos preadolescentes y adolescentes parecen más pendientes de sus amigos, pero esto no significa que no estén interesados en la familia. Cuidado, el respeto debe ser mutuo. Puedes estar en desacuerdo con tu hijo o hija, pero hazlo de manera respetuosa, no ofensivamente. No creas que sus sentimientos u opiniones son ridículos o sin sentido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario