Salir de la casa para enfrentar los desafíos que le implica reforzar la economía del hogar, sin afectar el equilibrio entre el trabajo y la familia, es un reto superado desde hace mucho por la mujer boliviana. En esto coinciden una psicóloga, una terapeuta de familia, una política y una socióloga, aunque sugieren a las madres afrontar nuevos retos para consolidar el liderazgo de la mujer en diferentes ámbitos de una sociedad catalogada como machista.
La familia como inspiración y como condicionante para crecer. La socióloga Alejandra Covarrubias destaca que Bolivia ha aumentado la participación femenina en la fuerza laboral en los últimos años, pese a la amplia brecha de participación entre hombres y mujeres,
No obstante, asegura que el interés de la mujer por formarse académica y profesionalmente ha contribuido a que la mujer se vaya abriendo espacios, y logre una independencia económica entre otras cosas, las relaciones y vínculos de poder existentes.
Sin embargo, es consciente de que la formación no ha sido suficiente para equiparar el escenario de la alta dirección y "requiere el desarrollo de una masa crítica de mujeres que sean capaces de enfrentarse a estos desafíos y que permitan ir gestando un cambio cultural importante, proceso que hoy se encuentra en plena evolución".
La experta afirma que la familia también constituye un factor clave para la mujer que trabaja, al punto de ser elemento condicionante para optar o desechar un cargo, lo cual evidencia el carácter inclusivo que poseen las mujeres al considerar que esta es una decisión familiar, en este contexto resalta el rol que desempeña la pareja, quien constituye la primera red de apoyo para ellas, tanto en lo que implica la toma de decisiones en ámbitos domésticos y laborales como también en el apoyo que se espera de este para sortear los obstáculos de diversa índole que deberán enfrentar en su trayectoria profesional, más aún considerando que muchas de ellas se encuentran “abriendo caminos” en las distintas aéreas que desempeñan.
La experta también habla de saber elegir la pareja para elegir la carrera que la mujer quiere estudiar, ya que será determinante para que tenga un apoyo o un obstáculo por parte de su pareja.
Reconocer su doble jornada laboral y democratizar roles, es un reto. Coincide con ella la socióloga Elisa Saldías, quien cree que el rol de la mujer madre, ha ido evolucionando e incorporándose en la generación de ingresos no solo de su familia sino del departamento y el país. Pero asegura que el reto de la sociedad frente a su trabajo sigue siendo el reconocimiento a su doble jornada de trabajo, como lo ha considerado el asumir los roles de su hogar y también de su fuente de empleo.
Esto, según explica, se deja ver cuando a la mujer luego de su jornada de trabajo le esperan en casa la responsabilidad de atender a sus hijos como si fuera de su exclusiva responsabilidad. No obstante, hace notar cierta responsabilidad y carga de conciencia que hace suponer la sociedad que cree que el rol de educar a los hijos recae sobre la madre.
En este sentido, sugiere que en nuestra sociedad aún falta asumir el reto de democratizar los roles del hogar y la crianza de los hijos para un mejor reconocimiento y ubicación de la mujer "la educación de los hijos es de la sociedad en su conjunto. Sin embargo, creemos que es lo normal que la mujer asuma como única responsable. ¿Por qué no democratizar los roles del hogar?", señala la experta.
La mujer ya salió de casa, falta formarse para liderar. Sin embargo, para la psicóloga y terapeuta de parejas, Ana Calvo, el desafío de salir de la casa para asumir y enfrentar retos para sacar adelante a su familia y reforzar la economía de su hogar ya ha sido superado por la mujer y madre boliviana, no obstante se atreve a decir que las grandes diferencias generadas por los comportamientos machistas que son arraigados en la sociedad han sido superadas en la sociedad que hoy permite dividir roles en igualdad de condiciones para el hombre o la mujer.
"Antes no se concebía a una mujer paseando por la calle mientras su esposo cargaba el carro con el bebé a cuestas, este es un solo ejemplo de que la sociedad está cambiando para dar un mejor reconocimiento y posición de la mujer dentro de la misma", señala la psicóloga.
"La sociedad y la situación económica del país ha ido empujando a la mujer a salir de casa a independizarse, a adquirir poder y ella ha sabido aprovechar las oportunidades hasta convertirse en un factor indispensable en la economía de su hogar y la del país en su conjunto, pero eso aún no es suficiente", enfatiza.
Para Calvo no es suficiente que la mujer trabaje sino que también gane liderazgo en diversos sectores del país.
"Tenemos muchas mujeres alimentando el motor de la economía de un país, pero no tenemos una mujer liderando un país, hacen falta líderes políticas o mujeres que ocupen un cargo de verdadero poder, no que esté detrás del poder de los gobernantes", apunta.
Para ello se necesita, además de voluntad y coraje, enfrentar las supersticiones de una sociedad que aún no se anima a creer y tener fe de que el sexo débil puede asumir retos de alta jerarquía en igualdad de condiciones que el hombre.
"La mujer boliviana es admirable por su valentía, pero aún le falta el coraje para dar un paso más adelante, hay carencia de formación de mujeres líderes en el país, esa es la debilidad y el reto", dice.
¿Expandir el poder implica sacrificar la familia?. Para la política y concejal Desirée Bravo, la familia es una respuesta a la sugerencia que hace Calvo, para enfrentar nuevos retos jerárquicos o de mayor complejidad como la política. Madre adoptiva de cuatro hijos asegura tener calidad y no cantidad de tiempo para acompañar la crianza de sus hijos y a pesar de haber superado todo tipo de obstáculos asegura que sumergirse en la política implica más que tiempo. "A veces el precio de sumergirse en la política implica un alto costo para la mujer que busca equilibrar su oficio como política y la atención de su familia y su hogar", señala la edil.
A pesar de eso cree que la mujer ha dado pasos importantes para ganar un espacio en este ámbito.
"Se han dado sucesos importantes y se han elaborado normas y leyes en favor de las mujeres así como se ha trabajado mucho por la igualdad de género en diversas áreas", dice mientras destaca en su organismo de trabajo la presencia de concejales mujeres que es mayor que la de los ediles hombres.
Aún así es consciente de que aún hay mucho sendero por caminar para posesionar a la mujer como líder política.
Ministerio público
3,5 de mujeres bolivianas son madres
De acuerdo al último Censo de Población y Vivienda, realizado en 2012 por el Instituto Nacional de Estadística, al menos 3.501.039 de mujeres en Bolivia figuró haber sido madre o haber dado a luz previo a la encuesta nacional.
De acuerdo a los datos del INE del total de los partos declarados el 45% corresponde a mujeres de 26 a 44 años de edad, el 13,57% a mujeres entre 19 y 25 años y un 11,74% a mujeres de 45 a 64 años de edad.
Con relación al lugar donde tuvieron el último parto, las mujeres comprendidas entre 19 y 25 años en un 80% afirmaron haber sido asistidas en un establecimiento de salud mientras que en el censo de 2001 a este mismo grupo de edad le corresponde el 63%.
De acuerdo con los datos del INE, el 67% de los partos declarados se atendieron en establecimientos de salud, el 28% en domicilios y el 2,23% en otro lugar.
Cabe destacar que el censo 2001 los porcentajes eran 53%; 41,50 y 2,06 lo que muestra un cambio en la modalidad de atención elegida que permite reducir la tasa de mortalidad materna infantil.
Se estima que este número también podría incrementarse gracias a los servicios y prestaciones de salud del Estado, a través de el Seguro Único de Salud que aprobó recientemente el Gobierno.
Orientación familiar
Sugieren buscar apoyo ante obstáculos
Desde el punto de vista de la codirectora Ejecutiva de la Fundación Universidad de la Familia, la fortaleza de la mujer boliviana y principalmente la cruceña ha permitido grandes avances de igualdad en nuestra sociedad, lo cual se percibe en su inclusión y protagonismo en diferentes ámbitos de la sociedad.
Sin embargo, afirma que por su experiencia, "el abandono emocional y físico en los jóvenes cobrando facturas altas. En las familias que viven la dispersión o desintegración de sus miembros por esta causa".
Según manifiesta el principal obstáculo a entender es la estabilidad emocional, física y espiritual de los hijos. "La mujer debe buscar ayuda en la iglesia, guía, sabiduría, propósito, peor aun si no hay la figura de un padre en el hogar, buscar mentores para esos hijos", señala.
Lograr el equilibrio entre la familia y el trabajo, sin afectar ambas cosas no es fácil, requiere esfuerzo y disciplina.
"La mujer tiene ese don de influencia interna al corazón de sus amados, por lo tanto también es una responsabilidad".
En este sentido, sugiere a las mujeres no encarar sola las responsabilidades del hogar y la familia, así como buscar apoyo de profesionales y de orientación familiar como un recurso de ayuda.
"Tenemos muchas mujeres alimentando el motor de la economía de un país, pero no tenemos una mujer liderando un país, hace falta dar este paso"
Ana Calvo
Psicóloga
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