jueves, 4 de agosto de 2016
Tres hábitos de estudio que mejorarán tu rendimiento
Para tener un buen rendimiento académico debes saber cómo explotar tus horas de estudio. Para ello considera adoptar los siguientes hábitos de estudio.
El grado de inteligencia o la capacidad que tienes para retener información son cualidades que ayudan a tener un mejor rendimiento pero no son suficientes. Para ser un gran estudiante debes adoptar hábitos de estudio que potencien tu concentración y dedicación.
1. Planifica tus tiempos de estudio
Organiza tus horarios de la misma manera que si tuvieses un empleo. Dedica 40 horas al estudio por semana. Si no cumples con tus obligaciones de ese día recuerda que al igual que una oficina, deberás realizar esas tareas al día siguiente. Asegúrate de dividir los proyectos extensos para no agotarte ni estresarte y recuerda darte un gusto cuando finalices las tareas más complejas.
Registra tus actividades en un calendario (exámenes, entregas, informes, proyectos en grupo). Destina parte de tus horas al ejercicio, el ocio y el sueño. Encuentra un lugar y un horario libre de distracciones, ordenado y con buena iluminación y ventilación. Revisa tus apuntes de clase para retener los conocimientos de mejor manera. Es fundamental estar atento en clase y sacar buenos apuntes que faciliten la comprensión del material del curso. Puedes recurrir al docente con dudas e incluso solicitar más material o ejercicios para comprobar que has entendido.
2. Lee activamente
Antes de comenzar una lectura profunda del cuerpo del texto lee la introducción y los resúmenes, de ese modo sabrás qué esperar y comprenderás los conceptos claves más fácilmente. Cuando lidies con el texto central asegúrate de que comprendes lo que lees. Si memorizas sin comprender no razonarás y olvidarás rápidamente lo que leíste. Puede tomar notas de las ideas más importantes y los detalles fundamentales para contextualizarlas. Intenta redactar un resumen o diagrama un mapa mental con tus palabras para cerciorarte que has entendido. Las ayudas visuales fijan los conceptos de manera más sencilla.
3. Aprovecha tu memoria
Debes estar concentrado, esto potenciará tu capacidad de retención. Antes de comenzar debes estar descansado, bien alimentado y relajado. Intenta utilizar tarjetas para ayudarte a recordar términos difíciles. Subraya los conceptos centrales de los textos, haz notas al margen o al pie del texto que te ayuden a entender mejor y repasar mejor. En ocasiones puede resultarte útil crear acrónimos con letras de las ideas centrales o incluso frases como ayuda memoria. Sabrás que has comprendido cuando seas capaz de explicar los conceptos con tus propias palabras.
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