En un mundo donde la competitividad es impresionante, hay que tratar con todo tipo de personas. Si quiere evitar que su mundo se vea afectado con esto, aprenda a reconocer a las personas tóxicas. Por ejemplo, no paran de quejarse constantemente. Pueden quejarse desde porque hace calor o porque no hace frío. Siempre habrá alguien a quien las cosas le vayan mejor y esa será la excusa perfecta para empezar a verter negatividad por todos los rincones. Asimismo, se escudan en la "sinceridad absoluta" para lanzar ofensas hacia otros que, qué casualidad, son más afortunados que ellos.
Por si todo lo anterior no fuese suficiente, nunca aceptan consejos. Para evitar a este tipo de personas, alejarse es la mejor opción, pero lo cierto es que no siempre se cuenta con esa posibilidad.
Si no puede cortar de raíz con esa persona, lo mejor es que por lo menos se distancie. No tiene que ser de forma permanente pero sí hasta que recupere la visión objetiva de las cosas. Hable con ella y trate de hacerle comprender que está atrapado en una dinámica destructiva, no solo para sí mismo, también para los demás.
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