Célida Ulloa de Rodríguez cumplirá 65 años en noviembre y se resiste a dejar de trabajar, porque considera que aún tiene fuerzas para dar pelea a la vida. Todos los días madruga para hacer los quehaceres domésticos y luego se encamina al mercado El Trompillo, donde tiene un local de venta de ropa de niños.
“Toda mi vida he trabajado; desde niña ayudaba en mi casa, luego me casé y empecé a vender mocochinchi, y después, con la ayuda de un hermano que ya falleció, ingresé al comercio”, contó Célida, que asegura que el trabajo es precisamente lo que la mantiene con vitalidad, pues no solo garantiza su sustento, sino que la distrae y la hace sentirse útil. “Quedarse encerrada o acostada todo el día en una cama deprime y enferma”, afirma esta mujer, que tiene dos hijos mayores, que le piden que deje de trabajar.
Así como Célida muchos adultos mayores confiesan que se mantienen ocupados y eso favorece su autoestima. Los datos revelados en un estudio ejecutado por Equipos Mori a encargo de Kimberly Clark, realizado en las ciudades del eje central del país, revelan que nueve de cada 10 adultos mayores se mantienen activos y las actividades más frecuentes son las de tipo sedentario (72%), entre ellas, mirar televisión, escuchar radio y leer. Le siguen las relacionadas con las tareas del hogar (57%), como ayudar a cocinar y limpiar. También están actividades deportivas al igual que llevar y recoger los nietos del colegio.
Otro aspecto que resalta el estudio es que las dos terceras partes de los adultos mayores viven con sus hijos y nueve de cada 10 tienen hijos. Este indicador es mayor entre los residentes de la ciudad de El Alto.
Ayuda para algunas cosas
A medida que los años avanzan, los adultos mayores necesitan ayuda para realizar sus actividades. Uno de cada cinco abuelos (22%) dice que dependen de la ayuda de otra persona para encarar sus tareas.
El trato que reciben
Cerca de un tercio de los encuestados señalan que la gente de la ciudad en la que viven trata mal a las personas de la tercera edad (31%). Para el 42%, el trato es de indiferencia y un 28% considera que los tratan bien. Por último, uno de cada 10 abuelos declara tener un trabajo que les genera ingresos, poco más de un tercio afirma recibir algún tipo de renta o jubilación, y poco más de un tercio recibe algún tipo de ayuda económica y solo dos de cada cinco indican que sus ingresos son suficientes para satisfacer sus necesidades diarias
Habrá agasajo en el hogar Santa Cruz
La comunidad Hermanitas de los Ancianos Desamparados, del hogar Santa Cruz, ha preparado un acto para celebrar el Día del Adulto Mayor, que se conmemora mañana. Asimismo, ha organizado una rifa y bazar, con la finalidad de recaudar fondos para remodelar el servicio de enfermería de varones, remodelar y equipar con equipos el servicio de fisioterapia y reparar el ascensor para facilitar el traslado de los abuelos albergados allí.
Los festejos comenzaron ayer con una eucaristía celebrada por monseñor Estanislao Dowlaszewicz y posteriormente se hizo la coronación de la reina de la ancianidad. Para hoy a las 7:15 está prevista una misa oficiada por los padres pasionistas, y mañana una celebración eucarística presidida por monseñor Sergio Gualberti, arzobispo de Santa Cruz.
El 24 de septiembre de 1966 este hogar abrió sus puertas en la avenida Beni de la capital cruceña, donde permanece actualmente. El mismo día de su apertura ingresaron dos ancianos, uno de 80 años y otro de 82.
En un inicio no se contaba con las condiciones adecuadas para este tipo de labor, por lo que fue complicado arrancar con el servicio de cuidado y protección a los viejitos. Para 1972 se comienza a cercar el terreno, pues la demanda para entonces era cada vez mayor. Luego, en 1975 se inició la construcción del nuevo edificio, gracias a los dineros logrados a través de donaciones, rifas, kermeses y una serie de campañas.
El próximo mes el hogar de ancianos Santa Cruz cumplirá 48 años de servicio en favor de los ancianitos.
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