Las personas de la tercera edad están en una etapa complicada, debido a las limitaciones que llegan con la edad y la jubilación. Muchas veces no saben cómo aplicar la fuerza física y mental, por ello surge el calificativo de personas "quejosas". Continúa leyendo que expertos explican los tipos de "molestias" y qué se puede hacer en cada caso.
Quejas sin objetivo. El psicólogo, Johonny Ledezma, expresó que cuando las personas de la tercera edad se quejan sin ningún objetivo, es porque tratan de llamar la atención de su entorno. Por ello recomendó que los familiares los escuchen para que ellos puedan expresar lo que sienten, “no cuestionen sus quejas, simplemente escúchelos, con eso los estamos ayudando bastante”.
Para la psicóloga Tania María Buzzolaro, también puede obedecer a un sentimiento de soledad y consecuentemente necesitan cariño.
Quejosos insatisfechos. Luis Nardín, especialista en psicología, explicó que el adulto mayor es muy exigente “ellos eligen desde su posición de experiencia, misma que creen que todas las personas poseen”. Pero ante esto, los familiares no deben ceder en todo, “con un tono de voz adecuado, hay que comunicarse de manera afectiva”.
Quejosos crónicos. El profesional además sostuvo que también puede que sea algún problema que no está logrando hacer entender. Entonces, ante cualquier situación reacciona con gritos e incluso hasta con golpes. Lo mejor para estos casos, es la terapia ocupacional. Versión que coincidió con la de Buzzolaro.
Recomendaciones. Los especialistas remarcaron que es importante planificar a qué se van a dedicar los padres, antes de que se jubilen, “desde la visita de los hijos, si es que tienen muchos hijos, la revisión de la salud, su alimentación, momentos de comunicación, además de otros de ocio y paseo. Ellos se sienten bien al contar las experiencias que han vivido”.
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