Mercedes Rocabado se levanta todos los días a las cinco de la madrugada y prepara el almuerzo para su familia. Treinta minutos antes de las ocho de la mañana debe salir apresuradamente en dirección de su trabajo, una guardería que se encuentra en la zona noreste de la ciudad.
Cuando regresa a su hogar, a las dos de la tarde, su faena continúa después de un breve descanso. Se ocupa de lavar los platos, ordenar los ambientes y preparar la cena.
¿Cuánto debería ganar una madre por un trabajo de más de 16 horas y que incluye horario nocturno?
El economista y docente universitario Alfredo Mansilla afirma que una madre cumple el rol de una gerente de alto nivel y, por lo tanto, debería percibir un salario de 3.000 dólares (21.000 bolivianos), como mínimo.
En Bolivia, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) hay 2.3 millones de madres.
“Una madre maneja la estrategia del hogar, la táctica y la operación en el nivel organizacional, pero no recibe un sueldo”.
Una buena gerente gana bien porque no se queda sentada en su despacho, sino que se involucra en todas las actividades de su empresa, así como lo hace una madre en su hogar.
Mansilla recuerda que el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) establecen que la madre trabaja como promedio 16 horas al día, pero según su experiencia, ella cumple una jornada de 20 horas e incluso 24 cuando uno de sus hijos se enferma.
La madre -afirma Mansilla- cumple varios roles en el hogar como una buena gerente. Es maestra porque enseña a sus hijos a leer y escribir; es enfermera cuando vela por ellos durante toda la noche si están enfermos, y también es psicóloga.
La madre maneja la economía de su familia con suma inteligencia y asigna los recursos de manera óptima, pese a que en muchos casos el salario del esposo es paupérrimo.
Para velar por la economía de su familia, la madre se asocia con otras, en una especie de cooperativismo, para, por ejemplo, adquirir los alimentos al menor precio posible.
Por el sacrificio que implica realizar el trabajo de una madre, algunos expertos consideran que el 60 por ciento de los ingresos de una familia deberá ser destinado a ella, el 20 por ciento al esposo, y el resto a los hijos.
MÚLTIPLES
El 27 de mayo es el día establecido para homenajear a las madres del país. Fiestas, regalos y una serie de agasajos se realizan durante esta jornada.
En muchos casos, los presentes que se entregan a las madres son electrodomésticos, lo que refuerza los roles que deben cumplir en el hogar.
Preparar el desayuno en la madrugada, alistar a los niños para despacharlos a la escuela y limpiar la casa son algunas de las tareas que cumplen las madres durante los 365 días al año, sin recibir salario o aguinaldos.
El BID difundió a mediados de 2015 los resultados de un estudio en su blog sobre División de Género y Diversidad, en el que señala que una madre debería ganar un sueldo mensual de 5.416 dólares, una cifra que es casi dos veces y media superior al salario promedio de un trabajador en Estados Unidos.
Una de las justificaciones del autor del estudio, José Luis Lobera, es que la madre trabaja por lo menos 90 horas a la semana, fines de semana incluidos.
Lobera ilustra la situación de la madre de la siguiente manera: “Se busca mujer dinámica y polifacética para trabajar al menos 90 horas a la semana. Deberá ser una magistral gestora financiera y de recursos humanos, creativa planificadora de eventos, decoradora, psicóloga, modista, chef y experta en todas las tareas del hogar”.
El contrato es por plazo indefinido. No podrá disfrutar nunca de vacaciones y lo más probable es que salga muy poco de casa. ¿Y la remuneración? Cero.
El estudio del BID destaca que el trabajo no remunerado tiende a ser infravalorado en el imaginario colectivo y, mientras las madres que trabajan fuera de casa al menos se sienten validadas por el salario que reciben, los millones de madres latinoamericanas y caribeñas que se dedican exclusivamente a su hogar y/o sus hijos suelen ser trabajadoras invisibles.
“La ocupación de ser madre, por no ser remunerada, oficialmente no se considera trabajo”, señala el estudio que divulgó el BID.
AHORRO
Pero tal vez la aplicación más práctica de este estudio sea el poder desagregar los valores de ciertas tareas del hogar que en la actualidad realizan muchas madres, para realmente valorar todas sus aportaciones.
Por ejemplo, señala el estudio, una madre ahorra 7.300 dólares al año en el presupuesto familiar por cocinar, y 23.000 dólares en niñeras por cuidar a sus hijos. Entre otras curiosidades, muchos hogares se ahorran 300 dólares al año en cortes de pelo por tener una madre diestra con las tijeras.
SACRIFICIO
El trabajo que realizan las madres en los hogares de Cochabamba y el país es más importante que cualquier otro porque gracias a su esfuerzo garantizan el crecimiento de hombres y mujeres, afirma la exconcejal del municipio de Cochabamba María Isabel Caero.
Agrega que gracias a la labor que desarrollan las madres, sus hijos, parejas y otros familiares tienen la oportunidad de estudiar o trabajar. Pero como estas mujeres no reciben una remuneración (solo en el caso de las trabajadoras del hogar), su tarea no es reconocida y menos valorada en su real magnitud.
La Constitución Política del Estado, en su artículo 338, reconoce el valor económico del trabajo del hogar como fuente de riqueza y, agrega, que deberá cuantificarse en las cuentas públicas.
No obstante que el mismo Estado reconoce el valor del trabajo de las madres, actualmente hay una suerte de menosprecio a esta labor.
Caero insiste en que gracias al trabajo de las madres, los seres humanos pueden vivir, porque ellas no solo cuidan a los niños sino también a los abuelos y a las personas que tienen discapacidad.
Lamentablemente -señala- muchas mujeres que se han dedicado al cuidado de sus seres queridos, algunas veces quedan solas, desamparadas, sin un respaldo económico porque no tienen jubilación ni seguridad social, “pese a que ellas han dedicado toda su vida a cuidar de su familia”.
ECONOMÍA DEL CUIDADO
La exconcejal Caero afirma que el trabajo que realizan las mujeres es tan importante y vital para el desarrollo, que no es justo reconocer a las madres solo el 27 de mayo.
"Tampoco es correcto someterse a la influencia negativa de la propaganda mercantil consumista que ofrece una serie de productos superfluos y que en muchos casos son regalos para la casa o para la familia y no para ella".
Por este motivo, Caero presentó en el Concejo el proyecto de ley municipal de la Economía del Cuidado Solidario, el 12 de abril de 2014, en el que se valora el trabajo de la madre. Tras casi un año de análisis, la norma fue aprobada, el 18 de marzo de 2015.
Caero recuerda que el Ejecutivo (Alcaldía) tenía 30 días para elaborar el reglamento, sin embargo, no lo hizo hasta la fecha.
LA NORMA
La Ley Municipal “Economía del Cuidado Solidario” señala, en su fundamentación, que la sociedad desvaloriza el enorme valor económico del trabajo de la madre, a pesar de que varios estudios muestran que las empresas que se ocupan de sus empleados y sus familias tienen más éxito que aquellas que no lo hacen.
La norma destaca que el actual enfoque de la economía omite incluir el valor de los tres sectores que sustentan la vida: la economía de los hogares, la economía natural y la economía voluntaria. El trabajo productivo se limita al remunerado y no se le da reconocimiento al no remunerado, que es denominado reproductivo.
Esta ley entiende por cuidado, la gestión y el mantenimiento cotidiano de la vida y de la salud, la necesidad más básica que permite la sostenibilidad de la vida (…) se refiere a los bienes y actividades que permiten a las personas alimentarse, educarse, estar sanas y vivir en un hábitat propicio.
En los últimos años se ha acuñado el término de "economía del cuidado" para referirse más específicamente a este espacio de actividades, bienes y servicios necesarios para la reproducción cotidiana de las personas y se ha señalado extensamente la importancia de este espacio para el desarrollo económico de los países.
La economía del cuidado tiene un enorme valor y es la base para que las personas puedan aportar al desarrollo económico productivo. Es así que el Estado debe hacerse corresponsable de su promoción e impulso a partir de la implementación de políticas públicas, señala la norma.
TASA DE FECUNDIDAD
El número promedio de hijos por madre se redujo en dos puntos porcentuales en los últimos 25 años, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En 1994, la tasa de fecundidad era de 4.8 hijos por mujer y, según el Censo 2012, esta cifra se redujo a tres.
El director nacional del INE, Luis Fernando Pereira, apunta que ahora las mujeres jóvenes postergan la maternidad hasta los 30 años, o más, como promedio, “porque se debe tomar en cuenta que hay jóvenes que tienen sus hijos a temprana edad, 14 o 15 años, pero esas son las excepciones”.
Considera, desde su punto de vista personal, que las parejas postergan la maternidad por dos factores: “debido a la exitosa implementación de las políticas de salud sexual y reproductiva y porque los jóvenes tienen mayor acceso a la información vía internet y adquieren patrones de comportamiento de otros países”.
En Europa, por ejemplo, hubo un descenso de la tasa de natalidad, pero no fue una caída tan rápida como en los países latinoamericanos.
¿Qué es la economía del cuidado?
* Se define como el trabajo realizado, primordialmente en la esfera doméstica, para el cuidado de las personas que se complementa con el trabajo asalariado en el hogar.
* Existe, por lo tanto, una esfera de esa economía del cuidado que es remunerada y otra que no es remunerada. El trabajo no remunerado desarrollado en el ámbito familiar es el núcleo de ese proceso de reproducción social sobre el cual recae la responsabilidad final de armonizar las demás formas de trabajo y/o absorber sus insuficiencias.
* Esta ley define al trabajo doméstico como una actividad productiva no reconocida ni estructurada a través de las relaciones mercantiles que abarca tareas relacionadas con la organización y atención a la familia.
Atención materna
* La cobertura de la atención del parto es un factor ligado a la salud materna y es un elemento que se consideró en el Censo Nacional de Población y Vivienda 2012.
* Según los resultados de este Censo, el 69.1 por ciento de los partos declarados se atendió en establecimientos de salud; el 28.6 por ciento en domicilios y el 2.2 por ciento en otro lugar.
* En el Censo 2001 se había establecido que el 53.1 por ciento de los partos se atendió en establecimientos de salud; el 41.4 por ciento en domicilios y el 2 por ciento en otro lugar.
* En el período 2001-2012, en el área urbana, las mujeres que atendieron su parto en establecimientos de salud se incrementaron en 12.2 puntos porcentuales.
Nacimientos
* El promedio de nacimientos en los últimos cuatro años es de 252 mil y la proyección es que se produzca una leve disminución hasta 2020, año que se estima habrá 248 mil alumbramientos, según el Instituto Nacional de Estadística, en base al Censo 2012.
* Del total de los partos declarados en el Censo 2012, el 45 por ciento corresponde a mujeres de 26 a 44 años; el 13.57 por ciento a jóvenes de 19 a 25 años y el 11.74 por ciento a mujeres de 45 a 64 años.
* La esperanza de vida de las mujeres, actualmente, es de 74.5 años y se incrementará a 77.5 años en 2020. En la gestión 2012, la esperanza de vida de las mujeres era de 72.2 años.
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