Los niños hiperactivos tienden a ser inquietos y a estar en constante movimiento lo que puede provocar que los nervios afloren en sus padres, por lo que es necesario desarrollar hábitos adecuados para emplear su energía de forma productiva.
Estos consejos te pueden ayudar a equilibrar sus emociones
1. Favorece hábitos para mantenerlos tranquilos: Incentivarlos a realizar prácticas tranquilas como la lectura de cuentos, juegos de mesa y pintura.
2. Canalizar su energía: Buscar una actividad donde pueda descargar su tensión por ejemplo practicando algún deporte.
3. Anímale a que termine las actividades que realiza: Los niños inquietos tienden a no terminar sus deberes, por lo que se debe crear una rutina de acción que le ayude a finalizarlos.
4. No los etiquetes: hacerlos sentir mal no contribuirá a que su comportamiento mejore, sino, provocará que su conducta empeore.
5. Enséñale técnicas de relajación: Enseñarles formas cómo actuar en momentos de tensión o ansiedad.
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