jueves, 26 de mayo de 2016

Me lo dijo Mamá

“Cuando me pongo un rouge recuerdo a mi abuela y a mi madre, que se pintaban los labios antes de ir a la iglesia. Es una imagen preciosa para mí porque significa feminidad”, decía Mónica Bellucci– tampoco hay palabras tan sabias e imborrables como las de una madre cuando habla de belleza. Las mamás marcan hábitos de belleza con esos consejos de belleza que repetimos como mantras. ¿Quieres saber algunos consejos de belleza que puedes y debes seguir de tu madre?



No lavarse el cabello diario

Cuántas veces nos han dicho que no lavemos el cabello a diario y sino cada dos o tres días para mantenerlo sano, bello y con brillo. Gracias que ya existen los champús en seco para seguir este importante consejo.



Las uñas, “siempre arregladitas”

Puede que ese fervor que todas sentimos por las lacas de uñas se deba a la influencia de mamá. Y es que una de las cosas que más resalta la feminidad son unas manos y pies bien cuidados. Para ello no solo sirve acordarse de ellos en verano (en el caso de los tan olvidados pies) o de las manos únicamente cuando tenemos un evento especial. “Mi madre ya nos decía a mí y a mis hermanas que cuidáramos las manos con cremas hidratantes varias veces al día y sin sol. También insistía en que lleváramos las uñas de manos y pies bien arregladitas”, cuenta una entrevistada.



Leche y limón para tus uñas

Adolescente, con muchas ganas de presumir de manicura y de experimentar. ¿Resultado? Uñas amarillentas y debilitadas. ¿Consejo de mamá? Limón y leche. Para devolver el blanco natural de las uñas, cuando nos excedemos con los esmaltes de colores (y baratos) sin aplicar base, introduce las uñas en un recipiente con zumo de limón durante cinco minutos, y otros cinco en leche. Hazlo durante varios días, verás como recupera el tono natural. Consejo de antaño.



¡No te cortes las cutículas!

Cortar o no cortar (las cutículas), esa es (siempre) la cuestión. Pero nuestras madres siempre nos aconsejaron a no cortarlas mucho, sólo si hacía falta y siempre por la parte lateral de la uña. Otro consejo típico de mamá es usar vaselina o aceite en lugar de agua, pues al final reseca la piel de las manos.



“No andes descalza”

Aunque nuestra mamás lo decían para evitar resfríos, las mamás gurús en belleza lo decían por bien de nuestros pies: andar descalza ya que reseca mucho y favorece la aparición de durezas y pieles muertas. “Mi mamá me enseñó a ponerme una crema súper hidratante (prueba la famosa crema Nívea de lata azul) y envolvía mis pies en un film transparente, o bien los introducía en unos calcetines y dormía con ellos”, recuerda otra entrevistada. Conclusión: ¡Qué nunca te falte la crema Nivea de lata azul!



Cuidado con cortar las durezas

Pecar por exceso es otro gran error a evitar. Nuestras madres siempre nos aconsejaron ser cuidadosas y no usar cuchilla de pedicura para las durezas, pues provoca más. Es mejor usar una piedra pómez a diario en casa. Así cuando te vayas a hacer la pedicura será una experiencia mucho más agradable.



Limpieza sagrada

“Lava los dientes, la cara y a la cama”, decían a modo de mantra nuestra mamás. Ya de más grandes nos lo recalcan, especialmente cuando salimos por la noche. Un consejo que, las que lo han cumplido a rajatabla, han agradecido de forma infinita a las sabias palabras beauty de mamá. Desmaquillarte y tener una rutina de belleza de noche es una de las lecciones mas valiosas en el terrena de la belleza que nuestras madres nos pueden regalar.



¡Hidrata!

“Uno de los primeros regalos ‘de adulta’ que recibí de mi abuela fue una crema de pepino muy untuosa. Me dijo que me la aplicara todos los días para tener la piel hidratada y bonita”, cuenta una entrevistada. Nuestra primer crema hidratante es el símbolo de iniciación al sagrado ritual de la hidratación.



¡Cuidado con las cejas!

¿Quién no ha cometido alguna imprudencia con pinza en mano a la hora de depilarse las cejas? Y es que la mayor obsesión de nuestras madres es que nos depiláramos las cejas, mientras que nosotras nos empeñamos con exagerar con el uso de la pinza.



Vaselina y aceite Jonhson´s

Existen productos que las madres recomiendan con adoración (además de la crema Nivea azul) y esos son la vaselina neutra o el aceite Johnson’s, ideales para cuando tienes las cejas rebeldes. Pero cuidado con los excesos, solo aplica una gota.



La depilación: otro ritual femenino

“Si te depilas con cuchilla te saldrá mucho más vello”. Otra afirmación que tiene la voz de mamá. Las mamás nos llevan a la primera depilación con cera y son testigos de nuestra iniciación en este ritual de belleza. Y es que el afeitar las piernas (o cualquier otra parte del cuerpo) es pecado para nuestras madres, aunque un mito urbano. “No hay estudios que demuestren que el vello crece más fuerte al rasurarlo, lo que sí es verdad es que no crece más vello ni pelos nuevos. Se trata más bien de un mito que se justifica por el hecho de que al afeitar el vello crece a la vez, haciendo que parezca más”, puntualiza la famosa dermatóloga Leticia B. Carrera, en su blog.



¿Rizos? Con papel

Nuestras madres tienen los recursos más extraños y son las reinas de la improvisación. Los rulos hechos con rollitos de papel higiénico y anudando el cabello con ellos es un clásico eterno. “Mi madre lo hacía aplicando espuma y con el cabello ligeramente húmedo. ¡Dormía con ellos toda la noche!”, nos cuenta una entrevistada.



¡No te toques ese granito!

Nos miraban feo o cogían las manos cada vez que veían que estábamos ansiosas por apretar ese granito. Ahora sabemos que por sus intervenciones no tenemos cicatrices ni más espinillas en nuestro impecable rostro.



Termina con agua fría

Otra sabía lección de belleza es finalizar la ducha con agua fría para activar la circulación sanguínea, tanto en las piernas como en la cara. Se tersa la piel y se rejuvenece.



¡Cuidado con el sol!

Aunque nuestras mamás no eran tan conscientes de los terribles efectos del sol, ahora se arrepienten de haberse expuesto a él, pues ven los efectos, por lo que no quieren que cometamos el mismo error. Y es que la exposición al sol siempre es una de las grandes preocupaciones de las madres.



Exfoliante ‘hand made’

¿A quién no le ha recomendado su madre un exfoliante casero a base de azúcar? Una de las fórmulas más adoradas de nuestras madres es azúcar con aceite de almendras. Hidrata y da un brillo radiante a la piel. Y es que precisamente esas fórmulas hand-made son las que se tratamos de recuperar en este articulo dedicado a mamás, son olores que evocan esos recuerdos del pasado.



¡Ponte guapa!

Ya una vez que los consejos de mamá se vuelven rituales propios, ya sabemos que somos lo suficientemente grandes para pintarnos perfectamente los labios de rojo y lucirlos con actitud. Pues la belleza es también una cuestión de actitud. “Mi madre es una mujer muy coqueta que cuida su imagen, ropa, maquillaje… ¡Nunca le he visto salir de casa sin pintarse los labios!”, cuenta una entrevistada, y agrega que una de las frases de belleza más celebres de su madre fue: “lo primero que hacía al levantarme era arreglarme, aún cuando no fuera a salir de casa”.


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