Un aspecto que se puede observar con mucha frecuencia en la subjetividad de los adolescentes de la época es la queja de estar siempre aburridos y que nada les llama la atención. El aburrimiento generalizado en los adolescentes tiene como soporte el empuje hacia la satisfacción inmediata que marca la lógica de funcionamiento de la civilización contemporánea.
Estos tiempos marcados por el incremento de lo virtual, las redes sociales y lazos On line, Wikipedia, YouTube, etc. en detrimento de los lazos sociales Off-line, si bien permiten la apertura de diversas posibilidades de comunicación y fomenta el "multitasking" (hacer varias cosas simultáneamente) también produce cierta saturación por la exigencia de velocidad de la ganancia de satisfacción.
En estas coordenadas no existe lugar para la instalación de un deseo, entendido como algo que orienta al sujeto, que le da ciertos parámetros de acción para avanzar en su vida y lograr mayor placer y satisfacción al estar interesado e implicado en las actividades que realiza. Nada logra causar ese deseo que mueva al adolescente a esforzarse. Por lo tanto, rápidamente caen en el desencanto de los objetos, de las identificaciones y de las actividades. Se escucha en su discurso la falta de sentido para sostener alguna actividad o simplemente para iniciarla.
No es poco frecuente encontrar que sujetos que fueron niños muy activos se "transforman" en adolescentes marcados por el aburrimiento, que puede leerse como una respuesta posible ante la desorientación que acompaña a la adolescencia al ser una etapa de transición, de ajustes y de reestructuración.
Otra posible respuesta a esa sensación de vacío de sentido puede ser por el contrario, el realizar todo tipo de conductas de riesgo. De igual forma, son actos que no tienen un marco de referencia claro, que no apuntan a otra cosa que la experiencia real, un hacer por hacer, sin relación con un deseo ni un sentido particular. Es un intento de salir del aburrimiento o de evitarlo con actos. No hay razones, hay acciones.
Estas conductas pueden estar sostenidas en fenómenos grupales e identificatorios, que sirven de referencia pero no necesariamente dan una orientación. El "hacer como otros" puede dar la ilusión de "ser como otros". Este fenómeno identificatorio da un sentido aparente de pertenencia al sujeto, pero es una pertenencia que lo aliena y deja de lado, excluida la dimensión de su singularidad.
Desde la perspectiva del Psicoanálisis de Orientación Lacaniana no se trata de lograr que el adolescente aburrido empiece a hacer todo tipo de actividades extracurriculares o forzarlo a socializar, ni prohibir y controlar al adolescente que realiza actos de riesgo. Lo que se busca producir es un sujeto que se autorice a sí mismo a encontrar su palabra, su deseo y su manera de hacer con sus objetos y actividades, que se apropie de la responsabilidad de su satisfacción, que pueda elegir otra cosa que no sean el aburrimiento o la impulsividad.
*Psicoanalista Asociado a la Delegación Cochabamba de la Nueva Escuela Lacaniana
NOTA: Para cualquier consulta o comentario sobre la columna, contactarse con Claudia Méndez Del Carpio al correo claudiamen@hotmail.com Visítanos en Facebook: LECTURAS SUTILES
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