Son grandes las consecuencias cuando un niño está presente en una discusión, por ejemplo, la forma de comportarse ya no es la misma, pueden tornarse más caprichosos, inventarse conflictos u ocasionarlos para llamar la atención e incluso pueden enfermarse.
Los niños se caracterizan por percibir cualquier situación que se viva frente a los padres, sus mentes actúan como una especie de esponjas y absorben todo lo que sucede en su entorno, afectando a sus sentimientos y además dejar volar su imaginación.
En la vida de la pareja es común que se presenten una serie de conflictos y que en algunas circunstancias originan riñas o discusiones, pero las personas adultas deben ser lo suficientemente maduras para evitar discutir frente a los niños porque sólo se les causa un gran daño.
Algunas personas adultas piensan que cuando el niño es pequeño no entiende de lo que se habla y se atreven a discutir frente a ellos con el simple razonamiento de que el niño está jugando y no pasa nada, los niños frente a las discusiones de sus padres sienten inseguridad ante una posibilidad de separación.
Son grandes las consecuencias cuando un niño está presente en una discusión, por ejemplo, la forma de comportarse ya no es la misma, pueden tornarse más caprichosos, inventarse conflictos u ocasionarlos para llamar la atención e incluso pueden enfermarse.
Algunos niños pueden demostrar retraimiento e incluso tener dificultad para relacionarse con otros niños, las discusiones en pareja deben permanecer entre ambos, y no tomando a los hijos como testigos, además que el trato con ellos no debe cambiar de ser el mismo por parte de ambos padres.
La discusión de los padres afecta a los niños en la edad en la que se encuentren, si aún no hablan después de la discusión se ponen nerviosos o les cuesta conciliar el sueño, pueden tener retrocesos como mojar la cama si no lo ha-cían, cuando son un poco más grandes pueden demostrar su molestia con uno de los padres o no separarse de uno de ellos porque piensan que algo les pasará.
Para evitar este tipo de malestares y daños en los niños, los padres deben solucionar sus problemas entre dos como debe de ser y no inmiscuir a los hijos y ofrecer al niño el entorno cordial de respeto y armonioso en el que debe desarrollarse.
La discusión es inevitable en algunos casos, si se maneja de la forma correcta ayuda a disipar confusiones y crecer como matrimonio, pero se debe evitar que el niño presencie una discusión, el maltrato infantil no se refiere solamente al maltrato físico sino también al maltrato psicológico que se le da al niño con un ambiente hostil.
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