“Todo tiene un final”, una frase que contradice uno de los conceptos más arraigados en la sociedad: el amor eterno. Sin embargo, es normal que muchas de las relaciones que se tienen a lo largo de la vida terminen, pero, ¿cómo saber que ya no se ama a alguien?
Al igual que existen señales que indican que una relación funciona bien, también se produce la situación contraria. Emociones que reflejan que algo está fallando en el seno de la pareja. Por ejemplo, cuando quieres estar menos tiempo con la misma y hacer menos planes, ya no te sientes tan cómodo con su compañía y de forma inconsciente te estás alejando.
En muchas ocasiones, las diferencias de valores pueden ser insalvables en el seno de una relación de amor. Por ejemplo, si sientes que la persona con la que te gustaría compartir tu vida no te respeta tal y como eres, entonces, debes pensar que algo debe cambiar porque el amor, en sí mismo, implica valorar al otro con sus virtudes y defectos. Pero además, querer cambiar al otro es un gesto de egoísmo que puede terminar minando su autoestima.
El aumento de peleas en una relación debe hacer pensar a la pareja sobre la necesidad de averiguar qué está pasando. A veces, todo puede deberse simplemente a un problema de comunicación entre ambos, pero también pueden existir otras causas de fondo que agravan la sensación de malestar. Una ruptura también puede producirse sencillamente, cuando descubres que la persona que has conocido no es tal y como pensabas, no se adapta a tu modelo de persona ideal con la que te gustaría compartir tu vida. Por otra parte, también existen situaciones tan dolorosas como una infidelidad que pueden conducir (aunque no siempre) a un adiós definitivo.
Las parejas tratan de soportar dificultades si no son demasiado extremas, o incluso tratan de convencerse de que existen muchas razones para no salir de su actual estado. Las personas que piensan de esta manera siempre están viviendo en el futuro o en el pasado, nunca en el presente. Ellos tienen “esperanza” de que algún día las cosas van a mejorar o volver a ser como eran y que todo el dolor va a desaparecer cualquier día.
Tal vez pasará, pero rara vez esto ocurre. Se obsesionan con la esperanza y ven las cosas de la forma en que podría ser en lugar de lo que realmente son. Esta es una manera muy dolorosa de pensar que sólo traerá más que dolor a largo plazo.
“El dejar de amar a alguien es un proceso que incluye varios factores: falta de comunicación, de intereses en común, el no saber negociar, el control excesivo y celos enfermizos. Hasta que se llega a un punto en el que pesan más los factores negativos que los positivos, y es ahí cuando empieza a fracturarse la relación”, así lo afirma, la psicóloga Roxana Peréz Terán.
SEÑALES QUE ANUNCIAN EL FIN…
1. Ya no compartes tus planes o miedos. Te das cuenta que hay muchas cosas que han pasado últimamente que ni si quiera le has mencionado.
2. Te ves sumergido en una rutina. La cotidianeidad se ha apoderado de tu relación, ya no hacen cosas que les emocionen o disfruten juntos.
3. Te sientes ahogado dentro de la relación. Asfixiado y regularmente te encuentras fantaseando acerca de cómo sería tu vida de solterío.
4. No hay un futuro. Tu pareja ya no entra en tus planes a largo plazo.
5. No te preocupas por agradarle o tener detalles especiales. Te da igual si te ve sin arreglarte, de hecho, te has descuidado mucho últimamente.
6. Te es difícil recordar cuándo fue la última vez que disfrutaron el estar los dos solos. Sin darte cuenta evitas el estar a solas con tu pareja.
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