domingo, 13 de abril de 2014
¡Mamá, estoy embarazada!
Marcia (17) estaba entrando al cuarto mes de embarazo y se sentía confundida, asustada y conmocionada, viendo que su vida había cambiado por completo. No sabía qué iba a hacer porque su enamorado ‘desapareció’ y ella ya no podía ocultar por más tiempo su ‘barriguita’.
A pocos días de graduarse del colegio decidió hablar con sus padres, antes de que ellos se enteren por terceras personas. No estaba segura de cuál iba a ser su reacción. “Sé que voy a defraudarlos, pero ya no puedo ocultarlo más... ¡Estoy embarazada y sola!”, les dijo entre lágrimas. La reacción de ambos padres fue de desconcierto y de congoja. No esperaban que su pequeñita les haya ‘fallado’ de esa forma, y así se lo expresaron.
Estaban desconsolados; sin embargo, después de darle el respectivo ‘sermón’, expresaron que lo hecho, hecho estaba y le iban a brindar todo su apoyo, siempre y cuando prosiga con sus estudios.
Hoy Marcia está cursando el séptimo semestre de Comunicación Social y asegura que va a graduarse con honores de la universidad. Hoy en día, la pequeña nietita es la razón de ser de su madre y sus abuelos.
No darle vueltas
La terapeuta familiar Liliana Zabala considera que no hay que darle vueltas al asunto. El embarazo ya está y hay que afrentarlo, sobre todo si se trata de jóvenes adolescentes. Una gestación no esperada crea una crisis familiar y económica. Sin embargo, hay que apoyar a la joven, darle el sustento para que siga adelantecon sus emprendimientos y sus estudios.
“Hay que hacerlo lo antes posible y la jovencita debe ir directo al asunto. Puede decir: mamá y papá, quiero hablar con ustedes de un tema importante para mí. Seguramente que ellos darán un grito al cielo, pero hay que enfrentarlos de buenas maneras. Echar a la chica a la calle no es una salida, porque agravan el problema, mucho menos lo es el aborto”, agrega.
Cómo y cuándo hablar
En criterio de la sicóloga Mónica Rivero, las adolescentes que están embarazadas deben decirles a sus padres lo antes posible para evitar transmitir lo menos que se pueda esa ansiedad, miedo y nerviosismo al bebé, lo cual puede repercutir de muchas maneras entre ellas a la salud emocional del futuro niño.
En caso de que la jovencita no tenga confianza o sienta temor, lo ideal es acudir a algún profesional, que puede ser el sicólogo del colegio o la profesora con la que tenga mayor confianza, para dar la noticia a sus padres, agrega la terapeuta.
La terapeuta Nadia Rocabado señala que el primer desafío de una adolescente embarazada es cómo dar la noticia a los padres, y desde ya existe un fuerte choque de emociones. Cada quien conoce a sus padres y sabe cuál será su reacción.
Explica que hay que decirlo con la mayor franqueza y sinceridad posible, evitando palabras como yo no quise pero pasó, porque eso puede llegar a ser malinterpretado por los padres. Además, la noticia debe ser dada de inmediato y tras que se tenga la certeza.
“Siempre es mejor que los padres se enteren de la misma boca de la hija que por terceras personas o que sospechen y tengan que encarar a la adolescente. Si se espera el momento adecuado para hablar, es probable que nunca se presente. Solo hay que tomar en cuenta que sea un momento tranquilo y que sea dentro de la intimidad del hogar, en donde solo estén presentes los involucrados”, recomienda Rocabado.
La conversación
La sicóloga Claudia Tórrez brinda algunos consejos sobre cómo encarar la conversación. Primero hay que pensar en las palabras adecuadas. Por ejemplo, pueden decir: “Tengo algo complicado que decirles. Me he enterado de que estoy embarazada. Sé que los he decepcionado, que están enojados y realmente lamento hacerlos pasar por esto. Me he decepcionado a mí misma también. Luego hay que esperar y dejar que los papás asimilen la noticia.
Sin embargo, es necesario prepararse para afrontar la reacción de ellos. ¿Qué pasará? ¿Se enojarán, se pondrán nerviosos o sensibles? ¿Les darán un sermón? ¿Usarán palabras duras?
¿Harán miles de preguntas?
Con la debida anticipación, hay que pensar qué van a hacer y cómo se sentirán en ese momento frente a ellos. Si uno de los papás grita y se pone intransigente, es preciso estar preparadas para que la conversación continúe y resistir el impulso de gritar también.
“La clave es ser honesta y hablar con mucha sinceridad. Si bien los padres tienen una reacción fuerte al enterarse de la noticia, la mayoría de ellos comprende y quiere apoyar a sus hijas”, expresa.
Reacción de los padres
Para los papás el embarazo de una hija que está en etapa escolar es una noticia difícil porque no se espera aún que ella, a esa edad, tenga un bebé y siempre está las expectativas elevadas que como padre se tiene.
“En estos casos debemos hacer saber a nuestras hijas que ellas asumieron el papel de adultas al quedar embarazadas, por lo tanto implica que deben hacerse responsables del bebé, sin dejar de lado tampoco sus obligaciones como hija”, explica Rivero.
La asimilación del embarazo es difícil, pero al aceptarla los padres también deben dejar que sus hijas asuman el rol. Cuando nazca siempre es bueno colaborar, pero sin asumir la responsabilidad que no les pertenece. Sermonear o golpear a la adolescente nunca es una buena medida, manifiesta.
Rocabado asegura que atrás quedaron los tiempos en que se abandonaba o se sacaba fuera de la casa a la hija embarazada por la deshonra que significaba para la familia. Siendo así, añade, las adolescentes deben descartar la hipótesis de ser repudiadas.
Esta situación, prosigue, requiere reflexionarla y afrontarla con cabeza fría, resguardando la seguridad e integridad de la hija y del futuro nieto. Aunque ella haya fallado a la confianza de sus padres, sigue siendo amada y es deber de los papás protegerla, incluso de ella misma.
“El no sentirse segura y apoyada puede llevarla a decisiones desesperadas, como el aborto, poniendo su vida en riesgo. Por ello es necesario que los progenitores superen su decepción y enojo, y hagan saber a su hija que pase lo que pase estarán a su lado”, señala.
¿Qué deben hacer?
Una vez pasado el impacto de la noticia, expresa Rocabado, el padre debe buscar asesorarse tanto en lo legal como en lo emocional. Tiene que interiorizarse de cuales son las leyes que
protegen a su hija y al bebé, y cómo debe proceder.
En lo emocional, es preciso recurrir a la consejería sicológica para tener el punto de vista neutral de un profesional y, a la vez, poder asimilar la nueva situación que se ha suscitado, que de seguro le genera algún tipo de malestar y mucha preocupación.
Indica que esconder el embarazo no es aconsejable, porque se estaría negando al nieto, pero tampoco es una situación que se debe ventilar de buenas a primeras. Se debe tratar con discreción hasta que se tenga en claro qué hacer.
¿Casarlos es una salida?
Unir a un par de adolescentes desde ningún punto de vista es aconsejable, añade Rocabado, mucho menos si el pretexto es el bebé, ya que no hay la suficiente madurez para asumir la vida conyugal ni es bueno recurrir a la convivencia por el mismo motivo, lo único que se sacaría con ello es que meses después tengan que afrontar un divorcio.
Más bien, indica, es preciso preparar a la hija para una vida de madre soltera y la responsabilidad que ello implica. “Si la joven no se siente cómoda porque a veces es sometida a burlas, comentarios malintencionados o ‘bullying’, que siempre se da en el contexto boliviano, lo mejor es sacarla del colegio. Por su bienestar emocional, lo mejor es que se quede en casa”, dice Rocabado.
Hay que hacer asumir responsabilidades a la hija. Debe saber que todo acto implica una consecuencia y que es su obligación alimentarse bien, dormir adecuadamente y llevar una vida tranquila y sana para preparar la llegada del bebé.
Finalmente, aconseja que se acuerde con la familia del padre del bebé, debiendo poner reglas claras en las visitas del papá adolescente con la madre.
Algunas recomendaciones
A los padres
Aborto. No es la solución. Pone en riesgo la vida de las chicas y puede traer problemas de salud, sentimientos de culpa y les perjudicará cuando tengan otros hijos.
Tema transversal. Que así como se habla de belleza y moda u otra temática, se aborde la sexualidad desde temprana edad.
Derecho. Por ejemplo, cuando pregunten desde pequeños, no negarles una información apropiada para que el niño no se desinforme.
Agentes. Los padres son los principales entes para dar información oportuna a sus hijos.
Dudas. Los chicos desde pequeños preguntan y hay que despejar sus dudas sin recriminarlos. De acuerdo con su edad, sin poner apodos a las partes del cuerpo.
Apoyo. De no estar preparados, buscar ayuda profesional.
A los adolecentes
Responsabilidad. Sepan que una sexualidad irresponsable puede tener consecuencias sin el previo cuidado e información adecuada. Es prudente informarse.
Esperar. El sexo no es un juego, es un acto serio y responsable, y se debe realizar cuando la persona tiene la madurez de pensamiento y el conocimiento adecuado.
Poner un alto. Hay que saber decir NO cuando un chico proponga citas a escondidas, porque alguien que actúa así no tiene buenas intenciones y tarde son los arrepentimientos.
No solos. Deben evitar estar siempre a solas con el novio porque pueden suceder cosas de las cuales luego pueden arrepentirse.
Alerta. Si un hombre adulto les ofrece cosas materiales, avisar inmediatamente a sus padres.
Fuente: Liliana Zabala
Por qué se da un embarazo no deseado
Por Liliana Zabala /Sicóloga
Es oportuno y cabe preguntarse ¿por qué suceden y se presentan los embarazos no esperados? ¿Por qué se dan estas cosas? Puede ser nula la comunicación y el escaso diálogo familiar, la falta de conocimientos o la pésima información que los hijos tienen acerca de la sexualidad y, en especial, sobre el sexo.
El problema es que a los chicos (as) les decimos que no vayan a tener sexo, pero no les explicamos por qué tienen que esperar hasta cierta edad, madurez y responsabilidad.
Tampoco les explicamos que cuando crezcan su cuerpo sufrirá ciertos cambios fisiológicos, como la menarquia (primera menstruación o sangrado vaginal en la mujer) o los sueños mojados en los varones.
Más bien, les mostramos que el sexo es malo, sucio, prohibido y pecaminoso. Entonces los chicos justamente hacen lo contrario, buscan desvelar la verdad transgrediendo lo prohibido. Por ello a temprana edad los adolescentes hacen uso y abuso del sexo y de la pornografía.
La sexualidad y la agresividad son las conductas más comunes de esta edad, porque el cerebro primario se pone en acción; o sea, la parte instintiva del ser humano. El deseo sexual y la masturbación en la pubertad son muy frecuentes.
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