A menudo hemos escuchado a alguna amiga afirmar que "todos los hombres son unos histéricos". O nos habrá sucedido a nosotros los hombres, sentirnos incitados por alguna chica que parecía enviarnos mensajes para que nos acerquemos, y en el momento de hacerlo, esa chica se manifestaba sorprendida y molesta. El conocimiento popular dice que la histeria es una conducta en donde una persona incita y seduce a otra, pero en el momento del encuentro real y concreto, la persona seductora se echa para atrás, dejando al otro con una sensación de frustración. ¿Alguna vez te ha pasado?
La persona histérica es aquella que se siente permanentemente insatisfecha con su vida y demuestra muchas dificultades para establecer relaciones afectivas de compromiso con el sexo opuesto debido a su íntimo temor a la entrega. Por lo que suelen manifestar una conducta seductora, sensual e inclusive hasta sexual pero no pueden sostener un vínculo profundo, por ello suelen retirarse en el momento que empiezan a sentir intimidad con el otro. Generalmente estas personas han crecido observando en sus padres vínculos conflictivos, poco claros y con poca sinceridad. Por lo que tienen una gama de ideas y emociones confusas y contradictorias sobre lo que es el sexo unido a un compromiso afectivo, lo cual les acarrea enormes dificultades para vincularse adecuadamente con el sexo opuesto (o con el mismo en caso de ser homosexual).
En internet se suceden a diario esta clase de situaciones pero desde otro lugar. Muchas veces se inician contactos con alguien pero en el momento del encuentro real, una de las dos personas se evade por alguna razón, dejando a la otra enojada , con una sensación de haber dejado un asunto inconcluso..¿Te resulta familiar?
¿Qué podemos hacer frente a alguien que evidencia conductas histéricas?
Una forma muy eficaz de prevenir "incidentes histéricos" es ser honestos y claros en nuestra comunicación con el otro, y para ello es bueno sincerarnos primero nosotros mismos: ¿Qué buscamos y deseamos realmente en "encuentros"? Aquí no hay algo bueno ni malo, sólo lo que sentimos que realmente queremos hacer. Poder expresar lo que buscamos y pregunatrle al otro si quiere lo mismo, nos permite conocer la posición del otro y de esa manera disponemos de elementos para decidir si queremos ahondar en nuestra relación.
Ser sincero implica expresar claramente lo que buscamos en una relación y también aquello que nos desagrada. Esto brinda la oportunidad al otro de decidir si desea profundizar en su relación con nosotros.
La honestidad también es poder compartir nuestras limitaciones y temores en cuanto a nuestra capacidad de relacionarnos con el sexo opuesto, de esta forma contribuimos a no generar expectativas irreales en el otro que luego puedan dejarlo frustrado.
Mi sugerencia es que practiquemos y cultivemos el hábito de la sinceridad y claridad con nosotros mismos, de esta manera tendremos mejores vínculos con los demás y evitaremos las frustraciones futuras que acarrean las conductas histéricas.
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