Es genial cuando un hijo está cautivado por lo que aprende en clase o fascinado por todo lo que dice su maestro. Pero algunos niños temen hacer preguntas en clase por miedo a que se rían de ellos, o por si lo que tienen que decir resulta ser una pregunta tonta. Esto normalmente ocurre porque no están seguros de cómo buscar las palabras exactas a los pensamientos para transmitirlo en voz alta. Por ello debes fomentar la autoconfianza fuera de la clase, pregúntale a tu hijo qué es lo mejor y lo peor que ha pasado en la escuela, de este modo, además de fomentar el vocabulario, también estarás fortaleciendo el vínculo afectivo. Pero después de preguntarle, dejar que tu hijo te pregunte qué es lo mejor y lo peor que ha pasado en tu día de trabajo. Cuando le des una respuesta intenta que sea siempre positiva, cuando hables con tus hijos evita tomar el papel de “sabelotodo” porque eso hará que parezcas un “ser superior”.
Para que tu hijo aprenda de ti y realmente respete tu postura, debes enseñarle mediante el juego, anima a tu hijo a hablar con sus compañeros.
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