Es una etapa relevante en la vida de un pequeño, el cual adquiere progresivamente los conocimientos de un idioma para interactuar exitosamente con su entorno. Los padres deben ayudarlo e impulsar este aprendizaje.
6 formas de incentivarlo
Expresión
Es necesario que seas expresivo con tu hijo para comunicarte con él. Por lo tanto, habla cerca de su rostro, acentuando la melodía de cada palabra. También debes sonreír y añadir gestos a tus comentarios. Lo fundamental es crear una relación con el pequeño a través del lenguaje. De esta manera, despertarás su interés y el niño intentará interactuar contigo.
VOCABULARIO
Es esencial que los padres enriquezcan el vocabulario de su hijo, ya que tener un amplio almacenamiento léxico es importante para su aprendizaje escolar. Por esta razón, debes leerle historias y enseñarle nuevas palabras. Cuando empieza a hablar, muéstrale objetos y pregúntale cómo se llaman. Si notas que el niño ha memorizado un concepto, intenta introducir otro. Por ejemplo, cuando conoce los diferentes nombres de las mascotas, puedes enseñarle los de los animales de granja.
Interacción
No dudes en ponerte a la altura de tu hijo para comunicarte con él. De esta manera, favoreces la interacción y demuestras que te interesa tener un diálogo con su persona. Es imprescindible convertir los episodios de comunicación en momentos de intercambio tanto verbal como gestual. Toma en cuenta que éstos aceleran el desarrollo del lenguaje, ya que el pequeño querrá explicarte lo que siente y deseará hacerse entender.
ADAPTACIÓN
La manera de conversar con tu hijo debe ser adaptada a su edad. Durante el primer año, debes utilizar principalmente oraciones cortas acompañadas de una entonación acentuada y mímicas. A partir de los 12 meses de edad, es importante ser más preciso en el lenguaje. Puedes llamar la atención del infante con pequeños detalles. También debes comentar los sonidos que efectúa para que los entienda y establecer una comunicación compartida con él. No dudes en leer historias e intentar interactuar con el niño, haciéndole preguntas, por ejemplo.
Rutina
Los bebés aprecian los momentos de rutina como el cambio de pañales, baño, comida y paseos porque significan que van a poder compartir con sus padres. Para acelerar el proceso de adquisición del lenguaje, se sugiere comunicarse gestual y verbalmente con el pequeño. De esta manera, intentará expresarse contigo y mostrarte cómo se siente.
CORRECCIÓN
Para favorecer el desarrollo del lenguaje, los padres deben corregir a su hijo cuando hace un error sin culparlo. Por lo tanto, se sugiere repetir la palabra que ha sido pronunciada de manera errónea, articulando y haciendo énfasis sobre la forma correcta de decirla. Toma en cuenta que es necesario ser paciente y dejar que el pequeño se exprese sin apresurarlo. Cuando empieza a hablar, no anticipes o termines sus oraciones.
PARA LEER EN PROFUNDIDAD
Generalidades y problemas eventuales
El lenguaje permite al ser humano expresarse a través de señas vocales, gráficas y gestuales que constituyen una lengua de manera convencional. Por lo tanto, es un elemento fundamental en la vida de los niños para desarrollar su personalidad y habilidades tanto escolares como personales. Asimismo, su adquisición empieza antes de entrar a la escuela y depende de los momentos en los cuales interactúa con su entorno. Este proceso requiere paciencia de parte de los padres, ya que se elabora progresivamente y los niños logran pronunciar correctamente todos los sonidos recién a los 5 años edad. Para que las conexiones cerebrales se establezcan, los papás deben hablar con su hijo de manera continua desde la gestación. Además, el pequeño tiene que hacer funcionar su aparato fonador a través de los llantos y los primeros ruidos que utiliza para comunicarse con su entorno.
Es importante destacar que cada infante adquiere el lenguaje a su propio ritmo. Sin embargo, algunos síntomas pueden indicar una dificultad en este aprendizaje, lo que requiere la ayuda profesional de un ortofonista. Es el caso de los pequeños que no efectúan gestos para comunicarse a los 12 meses. Asimismo, cuando tu hijo no comprende ciertas órdenes (por ejemplo, dame tu peluche) a los 15 meses y utiliza menos de 10 palabras a los 2 años, es posible que sufra de problemas de lenguaje o de audición.
LA VERTIENTE SIMBÓLICA DEL lenguaje desde el Psicoanálisis de Orientación Lacaniana
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Gabriela Villarroel
Psicoanalista
Posgrado en Psicoanálisis en el Instituto
Clínico de Buenos Aires (ICdeBA)
Investigación y Docencia en Autismo y
Psicosis Infantil en Buenos Aires - Argentina
El desarrollo del lenguaje no tiene únicamente una vertiente cognitiva y tampoco consiste solo en pronunciar palabras o hacer oraciones. Además de ser un instrumento de comunicación, es el camino en el que la subjetividad se forma.
Desde el Psicoanálisis de Orientación Lacaniana se pone énfasis en la vertiente simbólica del lenguaje. Esto implica que permite construir una representación del propio cuerpo, diferenciarlo de los otros y localizar sus límites. También contribuye a situar el dolor, placer, malestar y angustia. El lenguaje provee un sentido al mundo que rodea al sujeto, ubicando el espacio, tiempo, exterior e interior. Toma en cuenta que se va produciendo incluso antes de que el niño emita palabras, ya que él mismo es hablado por los padres, es decir, que es nombrado e introducido al mundo simbólico a partir de las marcas discursivas de la familia.
Desde el momento en que el bebé empieza a balbucear, ya constituye un primer acercamiento al lenguaje como modo de interacción con otra persona. A partir de estos sonidos, el niño irá construyendo su comunicación. La cuestión fundamental en este punto es que necesita dirigirse a un otro (por ejemplo, a los padres), que haya alguien que lo escuche y acoja los sonidos o palabras que diga.
También es erróneo creer que un niño habla solamente por imitar y producir palabras. De esta manera, no se debe acostumbrarlo a las repeticiones, ya que no produce efectos positivos. Más bien se observa lo contrario. No debemos olvidar que hablar es querer decir algo a alguien y decidirse a hacerlo con nuestra propia subjetividad.
Dentro de los problemas en la comunicación, se puede percibir claramente el impacto que tienen las palabras en cada persona, tanto en su emisión como interpretación. Es por ello que las dificultades en el acceso al lenguaje de los niños deben leerse en relación a su posición subjetiva, en cómo ve el mundo y lo interpreta.
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