La adolescencia es quizás la etapa más difícil en la formación de un ser humano. No obstante, también se trata de la época en la que más se aprende. Por ello, es que las "lecciones de vida" que se intenten inculcar durante este periodo, se deben elegir con cuidado. "Entre las principales deberían estar los valores para formar a una mujer", recomienda Lucía Zeballos, psicoterapeuta familiar.
De madre a hija. Lo ideal es que sea de generación a generación, pero una mujer puede ser perfectamente formada por un "padre soltero", asevera la especialista, a tiempo de indicar que para ello solo se requieren las palabras correctas en el momento indicado.
Aprende a respetarte. La lección base es el respeto. "Tanto para el hombre, como para la mujer. Saber que su cuerpo es un templo sagrado y que un ejemplo habla más que mil palabras, son aspectos que solo se enseñan si se los aplica primero", remarca Victor Soliz, psicólogo. Para él, las relaciones interpersonales que desarrollen los padres con su entorno son el punto de partida.
Los cuentos de hadas no existen. La número dos tiene que ver con la manera cómo se desenvuelve en la sociedad y pone en práctica su inteligencia emocional. "La típica narrativa de la princesa y el príncipe azul, no se sigue al pie de la letra en la vida real", remarca Zeballos, indicando que esto se lo debe explicar con mucho tacto, sin necesidad de romperles la ilusión de enamorarse algún día.
Felicidad no es dependencia. La tercera es parte de la actitud innata de una persona y su capacidad de ser feliz, sin necesidad de que eso dependa de algo o alguien. "Se debe enseñar el valor de las cosas y no sus costos. Así como los sentimientos, independientemente de a quiénes se los dirija", apunta Soliz.
Es tú cuerpo. "Esto debería de ser una asignatura desde la infancia. Reconocer que solo tú decides sobre tu cuerpo, es cuestión de respeto y responsabilidad", coinciden los profesionales.
Las metas se alcanzan. Para Soliz, demostrarles que las metas se hicieron para alcanzarlas es una manera de formar personas competitivas y capaces. "Así aprenden y aprehenden organización, disciplina y obediencia", afirma el experto.
No seas influenciable. Dicen que solo los sabios cambian de opinión, pero no lo hacen muy seguido. "Por ello, es importante enseñar a tomar el camino correcto y no dejar que cualquiera le haga cambiar de parecer", subraya Zeballos.
No cambies. "El error de muchas, cambiar de actitud en cuanto tienen pareja. Grave, porque mienten a la persona con la que están", sostiene el psicólogo.
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